jueves, julio 19, 2007

Justicia Divina

Al igual que la venganza, la justicia divina se sirve en plato frío. Sin embargo, creo que no produce la misma satisfacción. Si tuviéramos que hacer un símil, diría que la justicia divina es un postre light, que por definición, no es lo más sabroso del mundo (salvo los Vitalínea de chocolate o los desnatados de CLA). Me parece que la satisfacción tiene que ver con la participación: en la venganza uno está involucrado. Sin embargo, no hay que desmerecer a la justicia divina: gracias a Dios (nunca mejor dicho), el tiempo pone todo en su sitio antes o después. Creo que ya he usado esta frase con anterioridad: "los molinos de Dios muelen despacio, pero muelen fino". En el caso de mi "querido" cóndor (creo que debo pedir disculpas a estos animales por usar su nombre para referirme a semejante tipejo) aún queda por moler, pero ya están en marcha.

Paradójicamente, no me alegro tanto como pensaba. En el fondo, soy una buenaza. Y así me va.

martes, julio 17, 2007

Ecología, hambre y diversidad.

Me siento una persona ecologista y por ello valoro las iniciativas en pro del cuidado del medio ambiente. Sin embargo a veces no somos conscientes de las consecuencias de ciertas medidas y resulta que la cura puede ser peor que la enfermedad. Todo esto viene a una noticia que escuchaba en el telediario: el uso de combustibles basados en cereales está provocando una subida alarmante en los precios de los mismos, lo que impide a miles de familias del tercer mundo, cuya dieta se basa precisamente en estos alimentos, poder acceder a ellos.

Esto resulta indignante, pero no me sorprende en absoluto. Siempre pagan los mismos, es decir, los más pobres y el idealismo. Me parece triste que una causa que me parece tan buena como la búsqueda de un mundo más limpio, se vea pervertida por las necesidades de comodidad de los ricos (y me incluyo). Los países desarrollados, además de insistir en políticas de ahorro energéticas y la búsqueda de energías más limpias y baratas, debemos buscar la forma de, o bien producir nuestros propios cultivos destinados a producir biocombustibles, o bien alimentar a esa población que va a sufrir las consecuencias de nuestra demanda de energía. Irónicamente la UE continuamente está imponiendo restricciones a la producción interna (leche, vino, aceite, etc) porque tenemos excedente en la Unión. Seguro que no es tan simple como puedo pensar, pero ¿por qué no se envía el excedente? ¿por qué no se cultiva para producir cultivos destinados a combustibles?

Pero aquí surge otro problema relacionado con la diversidad biológica de la producción. ¿Debemos concentrarnos en aquellas especies que son más productivas o resultan más ventajosas para ciertos propósitos, o debemos preservar todas las especies aunque no tengan tanto rendimiento o provecho? Lamentablemente sé cuál es la respuesta. Pero si tuviéramos que aplicar criterios de máximos de productividad a todo, muchos estaríamos ya temblando.

lunes, julio 16, 2007

Simulación Empresarial

En la recta final del MBA hemos tenido uno de los seminarios más interesantes de todo el curso:"Simulación Empresarial". Se trata de un juego en el que cinco grupos representan a cinco empresas fabricantes de aspiradoras. Las cinco parten de la misma situación de cara a afrontar 6 partidas que corresponden con 6 decisiones estratégicas de la empresa en 6 trimestres.En función de las decisiones tomadas por cada empresa, las decisiones de la competencia, y las reglas del simulador, se obtiene un resultado que determina la situación de la empresa. Gana aquel grupo que más valor haya generado.

Vaya por delante que mi empresa lo hizo fatal. No perdimos, pero quedamos cuartos y con unos ratios bastante malos. Al menos he aprendido varias cosas:
1.- Para tomar decisiones es necesario conocer bien las reglas.
2.- En la toma de decisiones en grupo, prevalece la opinión del que parece saber más, aunque la decisión sea incorrecta.
3.- La persona más inteligente no es necesariamente la más capacitada para decidir la estrategia de la empresa. Esa persona suele revelar indicios, pero hay que saber leer las señales.
4.- Muchas veces no gana quien mejor lo hace, sino quien menos mal lo hace.
5.- La suerte siempre está presente.
6.- No genera más valor quien más vende.
7.- La estrategia hay que adaptarla al mercado, pero resulta complicado variar una estrategia habiendo decidido una posición fija.
8.- Una empresa es difícil de hundir.

miércoles, julio 11, 2007

Fotos

Hace quince días me decidí a acompañar a mi madre a la boda de Luis y Mercedes en Uceda. Una ceremonia sencilla y sentida, una de las bodas que más me han gustado de todas las que he presenciado. Mientras tenía lugar el ritual del matrimonio, algunos invitados se situaban en un lateral de la iglesia, cerca del altar, para poder tomar las mejores fotos de los novios. Pensé entonces que aquellas personas se estaban perdiendo la ceremonia porque estaban más pendientes de tomar unas fotos para el recuerdo que de vivir ese momento. Las fotos capturan una imagen y nos hacen recordar, pero no capturan todo lo que sentimos y percibimos mientras ese momento transcurre. A veces nos obsesionamos con hacer muchas fotos, como si eso pudiese garantizar un recuerdo permanente. Pero como me dijo Moni una vez: "las mejores fotos las llevamos en nuestro corazón"

miércoles, julio 04, 2007

Aracnofobia

Entomofobia: miedo a los insectos. Al menos, así aparece en diccionario de miedos y fobias de Apocatastasis (www.apocatastasis.com). Salgo de mi ignorancia de saber que no sólo las arañas tienen el dudoso honor de tener una fobia asociada. Definitivamente tengo algunas entomofobias, porque tolero a muchos insectos, pero no puedo con las arañas.

No es miedo, es realmente asco. Las veo y mi amígdala se pone como una loca y me hace reaccionar de forma exagerada. Recuerdo las sabias palabras del marido de MPacheco: "imagínate el asco que tú le das a la araña". Seguro que sí, pero en esos momentos de instinto de supervivencia, no estoy para muchas reflexiones.

Y eso que mi concepto de las arañas ha cambiado mucho, desde que viera un documental que afirmaba que las arañas constituían la primera barrera sanitaria del primer mundo frente a las enfermedades transportadas principalmente por insectos. Desde entonces las miro con respeto, incluso gratitud. Ya era incapaz de matarlas (tal es el asco que me producen los bichos que no soy capaz de liquidarlos), pero ahora tengo un motivo más.

Por eso, cuando ayer descubrí en el lavado a presión que tenía una araña okupa en el coche, me dio mucha pena saber que iba a morir arrastrada por el agua. Intenté que se marchara del coche, pero ella insistió en refugiarse bajo el capó. Hoy, entrando a Alcampo, me la encuentro en la ventanilla. ¡Pero qué susto! He tenido que esperar a que se fuera hacia el cristal delantero (¿otra araña surfera?) para poder bajar la ventanilla y sacar mi tarjeta del parking, porque si llega a meterse dentro del habitáculo, me pongo a gritar como una loca. Prefiero que me hayan pitado por lenta, que chocar contra la columna en pleno ataque histérico.
Estoy segura de que volverá a aparecer en cualquier momento, pero espero que sea más oportuna.