lunes, noviembre 22, 2010

Los Miserables

Por el cumpleaños de mi madre le regalamos entradas para este musical. Yo tenía muchas ganas de verlo, porque conocía la película, así que sabía que me iba a gustar. Pero lo cierto es que me ha encantado.

Más dramática que su versión de celuloide, no pude reprimir alguna lagrimilla camuflada dignamente en la manga del jersey, que quedó moteada del rímel. Pero ¿cómo no hacerlo con tanta miseria e injusticia? Pura lucha de clases. Real como la vida misma. Aunque también hay esperanza para los justos...y ningún castigo para las ratas.

Aparte de la historia, la puesta en escena me ha parecido espectacular, con plataformas móviles y continuos cambios de escenarios para ambientar los diferentes rincones en los que transcurre la trama. Las voces magníficas, especialmente la del protagonista y su alter-ego. ¡Qué control de la voz y qué proyección! Impresionante. Altamente recomendable.

Sólo una pega: ¡no tienen merchandising! ¿Cómo comprar entonces el CD? Ainssss qué poca visión comercial.

miércoles, noviembre 17, 2010

Accidente M-30

En esta vida hay una primera vez para todo y hoy me ha tocado el primer accidente de coche.
Se veía venir después de tres incidentes tan seguidos: el golpe con la papelera, la batería que se muere, y el sandwich que me hicieron en Sta Leonor. Tantas señales y tan poca visión... ayyyyy.

M-30. 19:45. De regreso a casa después del trabajo. Golpe al Mercedes que iba delante cambiando de carril. En cuanto lo he visto parado sabía que le iba a dar: una chapuza de frenada de emergencia. El Mercedes ha salido medio rebotado hacia el carril derecho donde ha recibido el impacto lateral de un tercer coche granate. Afortunadamente ningún herido. Pero mi Igor y el coche granate han resultado dañados; el Mercedes prácticamente ni magulladuras (joder qué resistencia).

Hemos aparcado en el arcén. Yo no tenía ni puñetera idea de qué hacer y el conductor del coche granate estaba un tanto afectado. Pero el conductor del Mercedes se ha encargado de todo: ha llamado a la policía para que despejaran el tráfico y ha señalizado el accidente.

Y en éstas que aparece una grúa de la nada. Yo pensaba que la había llamado el conductor del Mercedes, pero resulta que pasaba por allí. Y qué casualidad que el conductor de la grúa era el dueño de un taller, que tiene concierto con mi aseguradora y que está emplazado cerquita de donde trabajo. Además un hombre amabilísimo que me ha ayudado con todo el papeleo. Vamos, que tengo un ángel de la guarda que debe ser una virtud o una potestad como poco, porque anda que no me saca de apuros y no me facilita las cosas ni nada.

Aclaradas las cosas (suele ser fácil cuando la gente es tan civilizada como el conductor del Mercedes) y completado el parte, el conductor de la grúa ha cargado mi Igor y nos hemos ido al taller a dejar el coche y hacer todo el papeleo. Allí se ha quedado el pobre y mañana harán el peritaje. Según el hombre el coche podría estar listo la semana que viene. ¿Tan pronto? Sería una buena noticia.

La verdad que aún estoy un poco desconcertada, aunque me alegro de que mi estado de infoxicación haya parado cualquier ataque de histeria. Aún no me ha dado el bajón, pero lo estoy esperando. Y mañana a ver cómo me levanto. En principio no me parece que el golpe haya sido tan fuerte como para haberme hecho daño en las cervicales, pero nunca se sabe. Por cierto, sería accidente itinere.

viernes, noviembre 05, 2010

Vampiros emocionales

Ahora mismo debería estar cerrando el dichoso informe que debo a la REA desde hace unos días. Pero necesito escribir esto para poder liberarme del enfado que tengo. El motivo es que hoy me han echado mucha mierda emocional encima: una charla inesperada e indeseada que intentaba ser una explicación a una situación concreta (un distanciamiento al que no daba demasiada importancia), pero que yo percibo como de un egoísmo supino.

Hay cosas que no deben contarse a la gente. Si consideras que una situación es culpa tuya, no puedes contar a la persona que había sufrido una decepción contigo pero que ha descubierto que se debía a su propia dependencia emocional. No es un comentario positivo y desde luego creo que no aporta mucho a la “relación de amistad”. Pero necesitaba comunicarlo.

Si esta persona buscaba un acercamiento, prácticamente ha conseguido lo contrario porque estoy harta de los vampiros emocionales que recurren a ti cuando necesitan un donante de energía del que alimentarse para intentar soportar su propia angustia, que sólo hablan de sí mismos y les importa una mierda lo que a ti te pase, aunque lo intenten disfrazar de verdadero interés.

lunes, noviembre 01, 2010

Samhain 2010

Samhain. La rueda volvió a girar y traernos a un nuevo año. Tenía muchas ganas de celebrar esta fecha tras varias semanas de consagración casi absoluta al trabajo. Necesitaba distanciarme y vivir más allá de las cuatro paredes de la oficina. Si algo quiero dejar atrás realmente en este nuevo año es esa sensación de vivir para trabajar. Pero es fácil lograrlo durante las fiestas; lo realmente duro comenzará a partir de mañana. Veremos cuán fuerte es mi determinación frente a mi sentido de la responsabilidad.

En comparación al día de hoy, que ha sido más introspectivo, ayer fue un día para la expansión: además de centrarme en la casa (que buena falta hacía), Cris y yo salimos a disfrutar de Halloween. Mi sensación es que cada vez más gente celebra Halloween: las tiendas americanas estaban arrasadas (no pude encontrar el molde que quería para las galletas) y las calles estaban llenas de gente disfrazada. No tengo nada en contra, al contrario; está bien celebrar la cosecha y dar paso al invierno; pero quizá olvidamos una parte muy importante y tradicional: el homenaje a los difuntos. La gente parece creer que pasarlo bien está reñido con la melancolía de pensar en nuestros seres queridos, pero no me parece que sea incompatible: hay un momento para todo. Creo que es importante recordar.

...And the dead come back home on Samhain.