martes, mayo 31, 2016

¿A dónde van los sueños rotos?

Cuando un sueño se rompe se escucha un sonido sordo dentro del pecho. Desde el exterior apenas es imperceptible, quizás evidenciado por un leve rictus en la faz o por esas pequeñas traidoras saladas que pugnan por derramarse desde los ojos.

Los sueños no anidan en la mente, allí sólo hay espacio para las ideas. Los sueños nacen como ideas, pero hay ideas que más cálidas que los conceptos abstractos o la lógica, y no pueden sobrevivir allí. Así que se transforman en sueños y emigran al corazón, donde se amalgaman en las paredes del mismo, se vuelven el corazón.

Así que cuando un sueño muere, el corazón se rompe, como un glaciar que se fragmenta en un bloque en caída al mar, pero en trozos más pequeños y livianos, como copos de ceniza salidos de un volcán. Se depositan en el suelo y quizás su destino es esperar que el viento los recoja y los esparza por el mundo. Quizá sirvan de pasto a los pájaros, quizá se entierren en la tierra y germinen como la cizaña, quizás simplemente esperen morir y ser absorbidos por la tierra, a la espera de ser olvidados definitivamente.

¿Cómo se cura un corazón roto? Dicen que la receta está en dejar pasar el tiempo y que sea éste el que recomponga las heridas con nuevos sueños que vengan a cerrar el tejido miocárdico. Pero a veces los fragmentos son tan grandes que es imposible recomponerlo, y el corazón vive con un agujero permanente por donde escapa la vida, la energía, la ilusión, la magia. Y mientras se intenta recomponer, el corazón se siente confundido, perdido, porque aquello que lo guíaba ya no está. Y mientras hay que seguir adelante, y hacer de cuenta que todo esta bien… sonreír, respirar, dormir, levantarse, trabajar, alimentarse…

Los neptunianos somos frágiles, necesitamos evadirnos para poder soportar la realidad. Dormir siempre es un aliado, y es más barato que las drogas y no tan perjudicial. Aunque cuando tienes el corazón roto, importa poco si vives o mueres, porque en realidad estás muerto, pero andas. Te has convertido en un zombi.

Llorar también ayuda, porque hay que aliviar la tensión que oprime el pecho. Aunque a veces esa presión duele tanto que llegas a sentirte insensible a todo lo demás. Y no es falta de interés: demasiado tienes que gestionar dentro como para que te importe lo de fuera.

Y así pasan los días. Primero sobrevives a uno. Luego a otro. Y un día deja de doler. Y un tiempo después deja de importarte. Porque aquí la mente va a hacer su trabajo, y distorsionará las memorias para que puedas lidiar con ellas. Y la esperanza se aferrará a algo que te ayude a salir adelante (ella sí que es incansable). O quieres creer que así será. 

domingo, mayo 29, 2016

La fotógrafa

Este fin de semana ha sido un poco duro para mí por varios temas que no voy a mencionar. Para intentar aplacar mi ansiedad, me he centrado en algo que pudiera mantener mi mente ocupada: la edición del fotolibro del viaje que el Salmon Team hizo a Noruega en 2014, con la excusa del Norseman. Normalmente estos trabajos me entretienen mucho, tanto que podría pasarme la noche entera dedicada a ellos. Pero esta vez mi situación ha hecho que no sea tan agradable. ¿Por qué? Porque ha generado pensamientos muy poco positivos que no me han ayudado mucho.
Dentro del Salmon Team yo soy la fotógrafa. El avituallamiento del corredor siempre es lo prioritario, pero si otra persona se encarga, puedo intentar hacer fotos que "inmortalicen" el momento. En Noruega gran parte de mi actividad fue sacar fotos de la carrera, de los paisajes que encontrábamos, y de las situaciones que vivíamos. Fue un gran viaje, la verdad. Pero cuando me he puesto a editar, me he dado cuenta de una cosa: mis fotos son sobre la vida de otros, las gestas de otros, los logros de otros. Vivo la vida de otros como una espectadora, siempre en la sombra, amparada detrás del objetivo. Nada que merezca la pena ser retratado, reseñado, o retratado.Es cierto que siempre he sido un coach potato, que he preferido las bambalinas al escenario, que he sido bastante pasiva y reactiva. Pero ahora pienso en si no he malgastado mi vida, si no he sido el personaje secundario de la película de otros, si mi existencia no ha sido algo descafeinado y prescindible.Y me da por pensar que he desperdiciado tiempo y oportunidades, y esto me hace sentir muy mal porque no puedo volver atrás y hacer las cosas de otra manera, porque hay muchas cosas que ya no podré hacer aunque quisiera, y porque estoy parada en un punto donde el camino parece haber desaparecido, pero también mi esperanza y mi fe. Y lo único que puedo hacer es dejarme llevar por la corriente hasta encontrar un recodo donde poder descansar un poco, hacer de tripas corazón y fingir que todo está bien, seguir siendo la que pone el objetivo al servicio de los demás para que ellos sean grandes.¿Es una cuestión de reconocimiento? No lo sé. Diría que en parte sí, porque me siento invisible, abandonada, y sola. Pero creo que en esto hay más de necesidad de reafirmación o de identidad, quizás de seguridad (para eso soy un 6), puede que algo de certeza. Creo que necesito distancia y serenidad.

El renacido

Este post va con spoiler, aunque la película tiene ya un tiempo suficiente como para que la mayoría de la gente la haya visto ya. No era mi caso, ciertamente, que pasé de querer ver la película en su momento a descartarla por culpa de los comentarios que la etiquetaban de "desagradable". Es cierto que tiene alguna imagen un tanto tremenda, pero en general es bastante soportable para el estómago.


Lo que sí puede considerarse es una película lenta y larga. 150 minutos de metraje, llena de fotografía y silencios, que hacen que la propia naturaleza se convierta en un personaje más. Los paisajes son impresionantes, pero creo que es demasiado lo que se exponen, quizás en una búsqueda de algún efecto dramático. Sólo por eso ya podemos decir que no tenemos la típica película comercial americana, y a mí me recuerda un poco al estilo de "Bailando con Lobos", pero mucho más a "Dersu Uzala".

Los actores están muy bien. Me gustó mucho Di Caprio, pero también Tom Hardy y su logrado acento yanki (es británico). En vestuario y diálogos se han gastado poco, es verdad. Quizás haya cierto regusto en la agonía humana, así como en la parte más salvaje y animal de nuestra especie. Pero esto tiene que ver mucho con la trama, o así lo he entendido yo.

En la película, Di Caprio es Glass, una especie de trampero que hace de guía para una compañía peletera. Tiene un hijo llamado Hawk, mitad pawnee, que sobrevivió a la matanza de su tribu a manos de los franceses (o eso parece por los uniformes). Hawk es lo único que le queda a Glass en la vida, así que cuando Fitzerald, un trabajador de la peletera sin ningún tipo de moral. asesina a su hijo, Glass emprende un camino hacia la venganza. Una venganza que es un ejercicio de voluntad y supervivencia. La suerte también la acompaña, aunque sus recursos no son desdeñables.

Ejecutada la venganza, sólo le queda la muerte y reunirse con sus seres queridos. O quizás no. Glass es un luchador nato. Tras el ataque al poblado pawnee intentó que su hijo se aferrara a la vida con estas palabras:
"As long as you can still grab a breath, you fight. You breathe...keep breathing."

Y también es necesario recordar las palabras de la mujer de Glass, que también son de fortaleza y resiliencia:
"When there is a storm, and you stand in front of a tree, if you look at it's branches, you swear it will fall, But if you watch the trunk, you will see it's stability".

Por tanto el final de Glass depende de cuánta sea su fuerza por vivir, aunque esto queda abierto al espectador.

viernes, mayo 27, 2016

El Despertar

Encontrado en el facebook de Raquel Rus.
Autor: Desconocido.

Si ya has despertado y ves como duermen los demás a tu alrededor, entonces camina de puntillas, respeta su sueño y descubre la perfección de sus propios tiempos, así como fueron perfectos los tuyos. 
Cuando ellos abran sus ojos, el fulgor de tu brillo les ayudará a despertar sin necesidad de que hagas nada. 
Si aún duermes, relájate y disfruta tu sueño, estás siendo mecido y cuidado. 
Despertar no es un acto de magia, aunque llena de magia tu vida. 
Despertar no tiene nada que ver con el mundo externo, aunque todo lo que te rodea parece tener un nuevo brillo. 
Despertar no cambia tu vida, si bien sientes que todo ha cambiado. 
Despertar no borra tu pasado, pero al mirar atrás lo percibes como la historia de alguien muy querido que aprendió muchas cosas, pero sientes que ese alguien ya no eres tú. 
Despertar no despierta a tus seres queridos, pero ellos se ven más divinos ante tus ojos. 
Despertar no sana todas tus heridas, pero ellas dejan de gobernarte. 
Despertar no te hace más popular, pero ya no volveras a sentirte solo. Despertar no te embellece ante los demás, pero te hace perfecto ante tu propia mirada. 
Despertar no te da más poder, pero descubres el poder que tienes.
Despertar puede que no disuelva los barrotes de tus cárceles, pero te da la libertad de ser tú mismo. 
Despertar no cambiará el mundo, al menos de repente, pero te cambiará a ti.
Despertar no te quita responsabilidad, muy por el contrario, te da conciencia de las consecuencias de tus actos y elecciones. 
Despertar no te hace tener siempre la razón, más bien ya no sientes la necesidad de tenerla. 
Despertar es amarte a ti mismo, con tus límites y con tus experiencias, es amar al otro como parte de tu ser y es amar a la existencia. Permítete disfrutar de la experiencia de ser ese Ser maravilloso que ya eres.

Tu vida es un Acto Sagrado pues es la creación del Dios que hay en ti, que eres tú.

sábado, mayo 21, 2016

Bendiciones y gratitud

Bendecir. Según la acepción número 3 de la rae: "Invocar en favor de alguien o de algo la bendición divina". Agradecer: "sentir gratitud" y "mostrar gratitud o dar gracias".

Hace un mes aproximadamente me compré el libro "La magia" de Rhonda Byrne, la autora del famosísimo libro "El Secreto". Además de ser más barato, mejor organizado (en mi opinión), y más fácil de leer, el libro se centra en la gratitud como el sentimiento necesario para poner en marcha la ley de la atracción. Desde entonces, empecé a agradecer al Universo todo lo que se me ocurría: gracias por mi salud, por mi trabajo, mis mascotas, mi familia, etc.  Independientemente del resultado, que diría que no es demasiado eficaz, lo que sí he conseguido son varias cosas: 

  1. Darme cuenta de que, en general, tengo una situación privilegiada con respecto a otra gente menos afortunada.
  2. Que damos por sentado tantas cosas importantes y maravillosas, empezando por pensar que mañana despertaremos, que el amor que recibimos va a estar ahí para siempre, o que el simple hecho de respirar es algo desdeñable, por automático que sea.
  3. Que la Creación, el Universo, el Mundo, como se le quiera llamar, es increíble y es hermoso.
  4. Que practicar la gratitud hace que me sienta bien. 

Esto último lo noto en el cuarto chakra, el del corazón. Lo noto como un calorcito agradable que se genera desde ese punto y que parece extenderse desde allí en todas las direcciones. Así que todas las mañanas doy gracias por las cosas en las que creo enfocarme, y así empiezo el día de mejor humor. No está mal, ¿no?

Desde luego, tendría que trabajar también por no enfocarme en aquello que me hace sentir mal, pero éste es otro tema.

Y luego están las bendiciones. Antes, alguna vez, solía bendecir las cosas. Por lo menos, solía bendecir mi día y mi paso por él, pero no me causaba ningún tipo de sensación especial. Este hábito lo sustituí por el de la gratitud. Pero ayer, Sharing-Dreams me bendijo por ser como soy y por comprenderle. Me quedé un poco helada porque no me sentí merecedora de tal suerte. Era demasiado bonito para mí. Pero di gracias por tener a alguien que me valora así.

Hoy, quizás movida por esa experiencia, he mandado bendiciones a una persona. Y lo que he sentido ha sido una descarga de energía bastante fuerte. Quizás estaba más sensibilizada que en otras ocasiones, porque acababa de hacer un ritual, pero sea lo que sea lo he sentido. No ha sido cálido, sino poderoso y fuerte. A veces da miedo enredarse con energías fuertes, pero si no son negativas, ¿por qué no hacerlo? Aquí seguro que tengo una creencia limitante sobre la cantidad de poder que soy capaz de gestionar. Estoy casi segura de que ha tenido esa intensidad porque la energía estaba totalmente enfocada a una persona tangible, no hacia un concepto abstracto. Ahora me planteo si debo retomar esa práctica de bendición que solía hacer, pero no me veo expresando mis bendiciones en voz alta hacia la gente (me daría tanta vergüenza). Quizás haya una forma diferente de hacerlo, aunque no sea tan efectiva. Quizás con la gratitud sea igual de efectivo.

Y para cerrar el post, una anécdota de mi ritual de hoy, que está un poco relacionado con este tema, aunque sea tangencialmente. Durante el ritual, una de las velas asociada al elemento fuego se ha puesto a chisporrotear. Esto no lo he percibido nunca, porque en general no suelo prestar mucha atención, Pero hoy ha sido diferente porque estaba en meditación abierta, y tal vez esto me haya abierto un poco los sentidos. Le he preguntado al fuego: ¿Qué quieres decirme? Pero una voz dentro me ha dicho: "con la mente lo vas a poder comunicarte, tienes que usar el lenguaje del corazón". Vale, qué frustrante, y a la vez qué bonito. Poco más he podido averiguar. 

He buscado en internet sobre el significado del chisporroteo. No sé si es muy fiable, pero he encontrado esto, sacado del libro "Magia Practica con las Velas de Jake T. Shine. Dice así:
Si la vela chisporrotea:

  • Depuración y limpieza, capacidad de vencer los obstáculos
  • Ambiente demasiado cargado o alguno de los presentes se esta burlando del ritual
  • Tensiones y conflictos en vías de solución
  • Posibilidad de reconciliación a pesar de los enfrentamientos
  • Demasiada tension acumulada o ansiedad al realizar el trabajo
  • Necesidad de un tratamiento medico

Pues no sé, estaré pendiente. Desde luego lo que me queda claro es que tengo que aprender a sentir. No me refiero a la intensidad del sentimiento, sino al mensaje del mismo, a percibir desde las sensaciones y no desde la mente, que todo lo sesga y lo filtra. Pero ¿cómo hago esto? No tengo ni idea.

viernes, mayo 20, 2016

Un paso adelante

Mi eneagrama ha resultado ser el 6: el que duda. Sí, esa soy yo. Y como dudo, jamás puedo decidirme rápidamente, e incluso cuando creo haber decidido, dudo. Vivo en la duda constante. Pero aquí estoy, con una responsabilidad que me obliga tomar decisiones todos los días. Y para ello lo único que puedo hacer es intentar no racionalizar las cosas, porque si lo hago estoy perdida: entraría en un bucle infinito, que solamente me desgastaría emocionalmente sin llevarme a nada concreto. Yo suelo decidir intuitivamente.

Otra cosa que no me gusta nada es la típica pregunta "¿Dónde te ves dentro de X años?". Pues no lo sé. No lo he sabido nunca. Nunca he tenido planes. Más bien me dejo llevar por la corriente de la vida. Seguramente podría haber conseguido algo mejor en la vida, pero si lo tienes una dirección, ¿cómo saber hacia dónde moverte? Tampoco me puedo quejar, no del todo al menos.

Y entonces me vienen con el tema de los planes de carrera y con la preguntita de marras: ¿dónde te ves en la empresa dentro de unos años? Siendo francos, me veo como estoy o en la calle. Ésta me parece la típica tontería de RRHH que sólo me hace perder el tiempo. ¿Posibilidad de carrera? Tremendamente difícil. Tampoco sé si quiero avanzar tanto. Me da un poco igual.

Pero ahora en el departamento hay cierta inestabilidad. Mi sector hermano está revolucionado con la reciente salida de su HoS, y con los cambios que se avecinan. Mi jefe ya ha avisado que a mi sector nos deja un poco de lado para poder ocuparse del otro. Es decir, más carga de decisión para mí, si cabe. Aunque en realidad no me siento libre para poder decidir sobre todo. Me siento como caminando entre dos tierras. Esto me causa bastante incertidumbre. Pero de alguna manera, capeo como puedo el temporal, siempre que tenga desconectada la parte mental. Afortunadamente tengo tanto trabajo, tantos temas que atender, que esta parte resulta más fácil de lo que parece. El trabajo como opio. Seguramente a nivel subconsciente me está dañando de verdad.

Sin embargo, en toda esta vorágine, de repente he tenido un instante de claridad mental. Si bien no sé lo que quiero, sí sé lo que no quiero. Y cuando algo no te gusta, es el momento de significarse y dar un paso adelante. Eso he hecho. Digamos que mi ventaja reside en haberme adelantado y en el desconcierto que reina. El resto está por ver. Parte depende de mí, parte no. Yo sólo puedo trabajar con mi parte. Aunque no sea suficiente, me da igual. Por primera vez, estoy satisfecha de haber sido más activa que reactiva, independientemente del resultado. También sé que un resultado positivo tampoco me va a complacer del todo.

"Un pequeño paso puede cambiar tu vida". Así se titula el libro que me espera para leer. Creo que tiene mucho que ver con esta circunstancia que estoy relatando.

Esto también me ha ayudado a ver lo desenfocadísima que estoy en todo en la vida. Se me desperdiga la energía y ciertamente no obtengo resultados en nada. En general es muy insatisfactorio. Creo que debería elegir cuatro cosas y dejar todo lo demás de lado. Debería ser más calculadora, más fría, más egoísta. Debería lobotomizarme. Debería convertirme en una isla. " The rock feels no pain, and the island never cries".

domingo, mayo 15, 2016

La bruja


Una familia de puritanos de Nueva Inglaterra son expulsados de la comunidad por un pecado de orgullo del padre. La familia, compuesta por un matrimonio y sus cinco hijos, se instalan en un valle junto a un frondoso bosque. Al poco tiempo, el hijo de la familia, un bebé sin bautizar, desaparece ante los ojos de la hija mayor, Theresine, quien incapaz de dar una explicación al suceso, se convierte en blanco de las suspicacias de una familia controlada por la rígida fé puritana. Desde ese momento, la familia parece convertirse en blanco de unos infortunios que parecen proceder del mismo bosque, en cuyo corazón, parece habitar una bruja.

Una película extraña. De corte muy costumbrista, sombría, inquietante. No es que me haya disgustado, porque no es el caso, pero me he quedado un poco perpleja. A mí me falta algo más para que la película pueda gustarme del todo, quizás más argumento, quizás historia, quizás un final diferente. Desde luego no me deja indiferente, y me encantaría poder haberla visto con alguien para poder deslabazarla al final.

Para empezar esperaba una historia de terror, ya que así la vende la propaganda. Pues para nada. Algún sustillo hay, pero tan leve. Lo que sí tiene es alguna escena un tanto desagradable, pero que no desentona en la ambientación claustrofóbica de la película. La claustrofobia viene dada por el ambiente opresivo de la familia, fruto de las propias normas religiosas de la familia. Esto contrasta con la supuesta libertad que tendrían que experimentar al vivir en plena naturaleza.

Por otro lado, volvemos al sempiterno tema de la bruja malvada asociada al mal, al diablo, en contraste con una fé que representaría la verdad y la bondad. Sin embargo, toda la familia está llena de mentiras, de pecados, de flaquezas, que en realidad tienen más que ver con la represión de la naturaleza humana. Aquí Dios poco tiene que ver, a pesar de que aparentemente guía la acción familiar. Tanta rectitud, tanta moral, que al final todos son víctimas de recelos y supersticiones, hasta el punto de rechazar la verdad y la inocencia cuando la tienen delante. Pero sí es interesante ver cómo la fe se resiente cuando empiezan a aparecer los problemas y la familia comienza a sentirse desamparada. Aunque a ratos uno no sabe si realmente todo lo que le sucede a la familia es parte de una maldición, o más bien es el resultado de la histeria del grupo. Quizás ambas se realimentan.

Que el diablo habite el bosque me rechina tanto. Es lo malo de tratar de mezclar el paganismo naturalista con un diablo propio de la cultura judeocristiana. ¿El mal primigenio? Si Dios es Dios, su poder debería ser superior al de cualquiera de sus creaciones, incluyendo el diablo. Y desde luego, Dios es ubicuo, en el bosque también. Pero en la película, el bosque es el territorio del mal, como si el poder de Dios no pudiera entrar en el mismo. 

Pero he de decir que sí me ha gustado un punto del final (spoiler now), cuando Theresine se convierte en bruja, porque de alguna manera ella consigue liberarse del encorsetamiento al que estaba sometida. Aunque a partir de entonces será una sierva del diablo. Es decir, que la pobre tampoco gana mucho al sustituir unos amos (su familia) por otro (el diablo). Me habría gustado que los motivos de su conversión estuviesen más claros, y quizás algo más de catarsis en su "retribución", pero apenas está conseguido.

Por cierto, la música, bastante perturbadora.

La maldición de los guapos

¿Ser guapo te asegura una vida fácil? En general tendemos a pensar que sí por las situaciones que hemos vivido con ellos. Desde pequeño, ser guapo pareciera que todo les resulta más fácil: los buscan más como amigos, compartes con ellos más fácilmente tus lápices de colores, aceptas sus ideas con más facilidad...y todo esto en una sociedad que parece primar ciertos cánones de belleza frente a cualquier otra cosa.

Ayer subí a visitar a mi amiga Alicia. Tras una tranquila tarde de charleta, café, y sofá bajo las mantas en la pérgola de su maravilloso jardín, Ali pensó que sería buena idea salir a cenar. Creo que necesitaba cambiar de aires tras tirarse dos semanas detrás de su hijo para preparar los exámenes. Así que fuimos a un restaurante muy chulo cerca de su casa, y luego se nos ocurrió dejarnos caer por un local donde había un concierto en vivo.

El ambiente me pareció un poco raro al principio, porque hace mucho que no salgo de noche por sitios así. Había mucha gente de 50 años, con muchas mujeres recauchutadas, teñidas, y vestidos imposibles (otras no). Me sentí bastante fuera de lugar y con ganas de buscar un rincón oscuro donde poder ampararme. Era obvio que no iba a llamar la atención, pero si me siento vulnerable, prefiero buscar un refugio. Pero Ali se empeño que fuéramos hasta la parte delantera del local, y si nos descuidamos nos subimos al escenario.

Tocaba una banda llamada Darwin, que hacen versiones de temas muy conocidos de corte pop-rock. Todo muy revival, especialmente cuando sonaron Camilo sexto y su "Vivir así es morir de amor", y otros similares. En general me pareció muy entretenido, me lo pasé bien. Hasta tuve un flashback de mis días de adolescente, cuando iba a las discotecas con mis amigas y me perdía del mundo en el mío propio bailando. Ellas con sus dramas sentimentales, y yo sólo quería bailar. Me encantaba bailar. Bueno, me sigue gustando, aunque no practique mucho.

Pero hete aquí que el cantante se pone a hablar de un amigo suyo que estaba en la sala, y empieza a decir lo guapo que es, y lo saca al escenario. Y allí plantado sólo pude pensar en un tema de credibilidad. Puedes ser guapo, pero no es suficiente. Se necesita algo más para aglutinar a las masas, para arrastrar a la gente. Llámalo carisma, llámalo actitud, llámalo sustancia. Ese chico no tenía ninguna de ellas. O mejor dicho, tuviese lo que tuviese, su amigo se lo había cargado, reduciéndolo a una simple etiqueta "guapo". Y pensé que ésa era la maldición de los guapos: tener que demostrar que son algo más que una cara bonita, algo más que un envoltorio, que son capaces de sentir, que son capaces de aportar algo más que una fachada decorativa.

Por un momento sentí pena por el chico, pero se me pasó enseguida. Ni siquiera era tan guapo (para mi gusto), y cometió el crimen de cargarse una canción tan emblemática como "With or without you" de U2.

miércoles, mayo 11, 2016

El libro de la selva


Nueva versión Disney de la historia de Mowgli, el cachorro humano criado por los lobos en las selvas de la India. Aunque la película dice estar basada en los libros de Rudyard Kipling, me recuerda más al clásico de animación de la misma factoría. Esto es decir mucho, porque el libro lo leí hace muchos años, y apenas recuerdo del mismo que era una versión infantil del original. Así que más que de la historia, me acuerdo de las ilustraciones del mismo, que también eran las de la película. Lo que sí recuerdo es que mis padres nos llevaron a mi hermana y a mí a ver la película a los cines Imperial (ahora tristemente reconvertidos en una tienda), que llovía a cántaros, y que había una cola bastante largar para acceder a la sala.

Mucho ha llovido desde entonces, muy diferente el formato de la película, y muy diferentes las circunstancias que me han llevado nuevamente a ver esta película. La historia sigue siendo la misma a rasgos generales, las canciones también. Sólo recordaba "Busca lo más vital" y "Quiero ser como tú", ésta última versionada por Rey Lui, que ya tiene delito.

Si algo ha cambiado es la estética visual, con escenarios y animales increíbles gracias a los nuevos efectos de animación. Me habían comentado que los animales parecían demasiado grandes, y yo, sin haberla visto, lo atribuí a que así debe ver un niño a los animales. Pero lo cierto es que sí, son enormes, especialmente Bagheera, Kaa, y Shere Khan. Creo que se han pasado un poco. Del mono ni hablamos porque él se define como un Gigantophitecus, en la película representado por un orangután colosal con aspiraciones de poder, aunque según Wikipedia es más un homínido que un mono. Lástima descubrir que la voz en la versión original la ponía Christopher Walken. Me habría gustado escucharla.

El que me ha gustado es Baloo, el oso. Tan despreocupado, tan indolente, tan gracioso, y con las escenas más simpáticas de toda la película. Como una en que coge a un jabalí bañado en miel y lo chupetea, y el jabalí encantado de la vida, a pesar de que al principio no le hacía mucha gracia. También me ha gustado el tratamiento del personaje de Mowgli. En algunos puntos se nota que, como humano, desarrolla otras habilidades que el resto de animales no pueden alcanzar, pero no resulta un marisabidillo humano cargante. Eso es de agradecer.

En resumen, una película entretenida, más si llueve en la calle, con canciones pegadizas, y no sé si tanto para niños. No para niños muy pequeños, al menos.

domingo, mayo 08, 2016

Somos uno

Tú eres el sol, yo soy la noche. Juntos somos uno.
Tú eres el camino serpenteante, yo soy el agua que fluye en tus recodos. Juntos somos uno.
Tú eres la mente, yo soy el corazón. Juntos somos uno.
Tú eres la razón, yo soy la esperanza. Juntos somos uno.
Tú eres la vida, yo soy el sueño. Juntos somos uno.

miércoles, mayo 04, 2016

La quinta fase

La quinta fase era un eslabón más de una serie de actividades encaminadas a un día que yo consideraba estupendo.
La quinta fase era una escalada en mi creatividad. Después de la quinta podría haber una sexta, una séptima,...todas encaminadas a contribuir a crear ese día estupendo. Me cuesta arrancar, pero una vez que lo hago las ideas parece que se generan solas.
La quinta fase era también una cuestión de involucración. Me cuesta poco dar el paso, pero no voy a darlo si no veo que mi esfuerzo me va a compensar. Recuerdo las palabras de Suni sobre el intercambio de cheques. Quizás sea un tema de retribución, quizás sea un tema de reconocimiento. Para mí es un tema de ilusión. Si no hay ilusión, no me merece la pena seguir adelante, e invertir una energía que se va a desaprovechar.
Así que me he enfriado, como buena piscis. El frío que siento es semejante a un páramo desértico e inhóspito donde antes era todo primavera. Ahora mismo estoy en medio de ese páramo, anclada en la cuarta fase, pero me planteo si no debería deshacer todas las fases. La energía reservada para la escalada sigue ahí, y es necesario desplazarla a algún otro lado, la destrucción por ejemplo, como esos artistas que destrozan su obra. Me planteo si no debería desaparecer.

sábado, abril 30, 2016

Círculos rotos

En mindfulness (en metafísica también) se habla del "principio de impermanencia": todo cambia a nuestro alrededor de manera constante. No se puede detener ese cambio, porque el cambio es intrínseco a la propia vida. El movimiento es vida, y el cambio es movimiento. La oposición a ese cambio, algo que llamamos apego, sólo genera sufrimiento. Nuestro trabajo personal pues se centra en aceptar el cambio y fluir con la vida.

Los cambios también afectan particularmente a nuestros círculos sociales. Los círculos que creamos de niños, y que creemos de hierro, se van disolviendo como el azúcar en el agua, o se rompen bruscamente ante un suceso inesperado. Al ser seres sociales, estos círculos son sustituidos por unos nuevos, constituidos por gente nueva que casa más con la persona que somos en el presente. Suena lógico, en el sentido de que si cada uno de nosotros evoluciona con el tiempo, cambian también nuestras ideas, valores, preferencias...Y dado que evolucionamos individualmente, parece normal que nuestros caminos diverjan de aquellos que compartieron una vez nuestro círculo. A veces el círculo no desaparece por completo, y quedan remanentes del mismo, sostenidos por lo que un conocido etiquetó una vez como "fuerzas de van der waals".

Las filias se transforman y traen nueva gente. A veces esta nueva gente aparece de la forma más insospechada, cuando no lo esperas. Hay gente por la que no das un duro, con la que inicialmente no encuentras afinidad, y de repente se han convertido en personas importantes y han creado un círculo. O por lo menos un dipolo. Y aunque sabes que la unión va a ser temporal, sonríes porque te acompañan en un tramo de tu vida, un tramo de tu propio camino. Porque nacemos y morimos solos.

domingo, abril 24, 2016

EFT2

Tras el primer curso de EFT, el segundo nivel. Dos días igualmente, y el grupo más o menos intacto. Una diferencia: mientras EFT1 estaba más centrado en emociones y en crisis momentáneas, EFT2 parece más orientado a traumas y a tratar los reversos psicológicos. Digo parece, porque lo cierto es que ayer no estuve muy centrada en la clase, y seguramente me he perdido mucha información. Por no decir que he olvidado gran parte de lo que vimos en EFT1.

El resumen del curso, su esencia podría ser: lo muchísimo que nos auto-engañamos para no ver la realidad; lo muchísimo que racionalizamos las cosas para poder escaparnos de la emoción. Que la mente va a buscar cualquier idea para ayudarnos a justificar las cosas y hacernos creer que tenemos razón, cuando lo único que hace es ponernos una venda en los ojos. Que todo puede parecer muy lógico, pero puede ser muy falso también.

Ayer fui la primera en salir a enfrentar sus problemas. Nunca he sido una pionera, pero últimamente me da por prestarme voluntaria cuando nadie más se ofrece. A fin de cuentas, si estamos para aprovechar el tiempo y aprender, mejor usar mi turno lo antes posible. Quizás fuera un error, porque fue emocionalmente duro, como suele suceder cuando enfrentas algo que no deseas. Temas a tratar tengo muchos, aunque sospecho que la mayoría comparten una misma raíz, que se origina en mi infancia y en la relación con mis padres. Pareciera como si la mayoría de los problemas los tuviésemos arrastrando de los primeros años. Y otra cosa: como padre, hagas lo que hagas, siempre lo vas a hacer mal, y tus hijos portarán una mochila que tendrán que gestionar a lo largo de su vida. Pero, oye, hemos venido a este mundo a aprender, ¿no? Lástima que en los colegios no te enseñen a gestionar tus emociones.

De todos mis temas, escogí uno que pensé menos arriesgado de exponer en público. Tiene que ver con mi relación con la abundancia. Pensé que sería una práctica corta, pero aquello se extendió más de lo que me hubiese gustado. Puede que estuviese una hora expuesta. Para mí fue demasiado tiempo. Salieron muchas cosas durante la sesión, muchas ideas a priori inconexas, hasta alejadas de la idea original. Capas sobre capas de reversos, creencias, emociones. Obviamente terminé llorando, pero creo que fue positivo.

Ahora debo seguir avanzando en mi trabajo personal, aunque he descubierto algo: tengo un bloqueo interior enorme. Lo siento como un muro que se levanta cada vez que intento ahondar. Es algo que me impide mirar al futuro para hacer planes, y que me impide viajar al pasado para investigar las causas de mis traumas. Crisis dice que debería empezar por la técnica llamada "persiguiendo al dolor", que es mucho más física, para intentar ir deslavazando poco a poco el problema. Bueno, espero que ella quiera hacer de terapeuta para mí. A ver de dónde sacamos tiempo.

En el curso también hemos hecho EFT a distancia a personas y animales, que es algo novedoso respecto del curso anterior, y que me va a ser muy útil con mis mascotas. Aquí he tenido problemas para recibir información en forma de emociones, lo cual me sorprende (y me molesta en cierto modo), dado que siempre me he considerado empática. Será que en esta práctica mis canales son otros, mucho más visuales por lo que parece. Aunque creo que he acertado con el gato que me ha tocado. Para nuestras prácticas futuras, Crisis y yo vamos a intercambiar mascotas. He de confesar que Pipillo me da un poco de miedo. ¡Qué carácter tiene!

Además, resulta perturbador, violento, y también entrañable, escuchar a la gente hablar de sus problemas. Qué cuadros algunos. Es imposible no sentirse conectado con y reflejado en ellos, por diferentes que sean las circunstancias de la vida entre unos y otros. Así que al final se remueve mucha energía entre el grupo, pero sobre todo dentro de uno, que espero que termine por asentarse adecuadamente para no afectarme demasiado.

El siguiente nivel, EFT3 está a una distancia de 6 meses y 20 horas de prácticas presenciales con personas. Tengo que buscar voluntarios, gente que sea lo suficientemente abierta de mente para poder aceptar el EFT, y lo bastante valiente como para querer pasar por ello. Tengo algunos candidatos, a ver cómo se lo toman.

Mientras llega, tengo otros cursos en mente: el curso de reiki con cristales, que estaba previsto este mes pero se canceló; un curso de PNL al que tengo echado el ojo, aunque está en conflicto con la preparación del festival de canto; un curso de flores de Bach; y el curso de Eneagrama (quiero comprobar si realmente soy un 1 a la 2, porque no me siento totalmente reflejada). Poco a poco.

sábado, abril 09, 2016

Propuestas

Viernes noche. Son las 23:50 y sigo trabajando. Me he levantado a las 6:30 de puro estrés. A las 16:00 le he dicho a mi jefe que me iba a echar la siesta porque no podía más; estaba al borde del colapso. La siesta me ha sentado bien. He pedido cena al chino, y me la he tomado delante del ordenador. No recuerdo qué he ingerido ni cuanto. Tengo el pelo y la piel fatal, el estómago también. Me duele la espalda, me escuecen los ojos. La cabeza no me da de sí y sólo desea evadirse continuamente. Desde DRIVER no recuerdo nada similar, y ahora mismo me parece que aquello fue más "fácil", a pesar de que el consorcio doblaba el número de los que tengo ahora.

Llevo así un par de semanas, las mismas en que llevo metida en la propuesta que me dio mi jefe para coordinar. La propuesta va mal, avanza muy despacio, y entregamos el martes a las 17:00CEST, hora en que cierre la herramienta de admisiones de la Comisión Europea. Este fin de semana me toca trabajar si quiero entregar a tiempo. De calidad ni hablamos: el contenido me parece una basura. Pero mi objetivo no es la calidad, es entregar. Para ello hay que ir cerrando temas, pero parece que no se cierra ninguno. Preveo que el lunes va a ser la muerte (se admiten apuestas sobre la hora en que me vaya a dormir), y el martes de infarto.

He mirado la herramienta de comunicación interna. Los mismos de siempre trabajando. José me ha dicho hace un rato que no se encuentra muy bien. A Rodrigo le está pasando factura también. Siento envidia de Sharing Dreams, que lleva sus propuestas tan bien elaboradas, con todos los detalles cubiertos, con un inglés impecable, con su presupuesto balanceado. Joder, ¿cómo lo haces? Sí, lo sé, tú trabajas más fines de semana que yo. No estás mejor, aunque lo parece.

En mi caso, no sólo es la propuesta: es el proyecto que tengo asignado, que lleva parado estas semanas (aunque he conseguido entregar el dichoso deliverable de explotación - otra basura), y es el sector que tengo asignado. No me da la vida para nada. Y aquí estoy, un viernes noche, trabajando, sin más panorama que la clase de canto de la mañana.

Mi jefe me acaba de escribirme un correo para decirme que me vaya a dormir ya. Él sabe que somos muy insubordinados. Él da ejemplo trabajando en oculto. Pero hoy voy a hacerle caso.

miércoles, abril 06, 2016

Show me your darkness


Nadie te quiere de verdad hasta que no ha visto tu oscuridad y ha decidido quedarse contigo.

Amar en la luz es muy fácil. Cuando hay luz todo es sencillo, bonito, agradable. Todo es risa, todo es maravilloso, fantástico, genial. Para amar en la luz casi vale cualquiera. Esta afirmación no es del todo cierta, pero contiene una parte de verdad importante.

Amar en la oscuridad es otra cosa. Requiere de esfuerzo, paciencia, templanza, y compromiso. Sólo quien ama la oscuridad ama de verdad, porque es en la oscuridad donde el amor se pone a prueba. Es en la oscuridad donde se revela la fuerza del amor, o más que la fuerza, la veracidad del amor.

Cuando entras en la oscuridad es inevitable quedar impregnado por ella. La oscuridad da miedo porque te obliga a enfrentarte contigo mismo y descubrir qué llevas por dentro. Por eso, querer pasar por la oscuridad de alguien es valiente, es generoso. Pero sobre todo es una prueba de entrega al otro, de querer estar con él, no para salvarlo, porque nadie puede salvar a otro, sino para hacerle ver que no está solo en esa lucha consigo mismo, de saber que en la oscuridad puede encontrar un farol que le muestre el camino que tiene delante de sí y no consigue ver, de tener unos brazos en los que poder resguardarse cuando todo parece perdido, de mostrarle que hay esperanza a pesar de toda la incertidumbre, el caos, y la pena.

Saberte apoyado en la batalla contra tus demonios, saberte valioso, querido, hermoso para alguien en tus horas más bajas, saberte importante para alguien a pesar de las heridas, a veces representa el revulsivo que necesitas para escapar de la oscuridad y pasar a la luz. Cuando estas solo en la oscuridad, cuesta más salir de ella, o no salir en absoluto. Pero a veces es mejor estar solo en la oscuridad, que en la luz con un amor débil, egoísta, cobarde, o falso.

martes, abril 05, 2016

Melatonina

¿Qué es mejor para dormir: valeriana, triptófano o melatonina? Éste fue uno de los temas de discusión del desayuno en el trabajo hace unos meses. Los desayunos con Macu y Ales a veces son de lo más curioso.

Los tres son sustancias diferentes. La valeriana es una planta que actúa como un sedante, relajando el sistema nervioso y el cerebro. El triptófano es un aminoácido que hace que la glándula pineal segregue la melatonina. La melatonina es una hormona que se encarga entre otras cosas de regular nuestro “reloj biológico”, los ciclos de sueño. Y luego está la serotonina, que es un neurotransmisor producido por el triptófano, que induce la producción de melatonina, y que está relacionado con los estados de ánimo. Todos se pueden tomar como suplemento alimentario, de fácil acceso en los herbolarios.

Durante años he sido muy fan de la valeriana, pero también he probado el triptófano por recomendación de una dependienta del herbolario. El efecto es muy diferente. El triptófano siempre me ha causado sueños mucho más profundo, mientras que la valeriana simplemente me ha ha hecho sentir más calmada. Desde mi experiencia, el triptófano es mucho más adecuado que la valeriana para el sueño. El problema del triptófano (de cualquiera de estas sustancias) es que no conviene tomarlo regularmente, ya que inhibe que el cuerpo lo produzca naturalmente. El cuerpo es la cosa más vaga que existe en el mundo.

Pero estos días estoy de propuestas. Participar en una propuesta es algo agotador si estás coordinando, y más cuando tu jefe te la ha despachado sin más y descubres que la propuesta está hecha unos zorros. 20 socios, 15MEur, la casa por hacer. Una locura. Y hay que armar todo ello en 11 días (7 ya), sin poder descuidar del todo otras tareas que quedan aparcadas por prioridad. En época de propuestas, casi todo es prescindible, pero no todo. Así que estoy en plena maratón de trabajo con jornadas de 12 horas. Cuando llego a casa, si consigo tener la cabeza despejada (a veces hay demasiada basura), caigo dormida enseguida. Duermo casi de un tirón, pero no duermo profundamente, y se nota. Es por eso que este fin de semana decidí tomar un suplemento que me ayudara a dormir mejor. Por alguna extraña razón no escogí el triptófano, sino que recordé la discusión del desayuno, y me decanté por la melatonina, que nunca había probado.

La melatonina funciona, vaya si funciona. Con ella me pasa algo parecido como con la valeriana: su efecto es casi instantáneo, lo cual me lleva a pensar que hay un punto psicológico en todo esto.
Se supone que se toma media hora antes de acostarse, pero al cuarto de hora ya empiezo a encontrarme somnolienta. Y no hay nada que pueda hacer para frenar el proceso: voy cayendo suave, lenta, e irremediablemente en brazos de Morfeo. Y de ahí paso a un sueño profundo, con sueños extremadamente vívidos.

Esta noche, por ejemplo, he tenido un sueño genial. Estaba de excursión con Crisis y alguien más. Íbamos por un sendero que serpenteaba por un paisaje rocoso, lleno de verdor. A nuestra izquierda un precipicio, y al fondo un río. Un paisaje precioso. Un camino complicado, escarpado, pero igualmente bonito. A pesar de que el camino era estrecho, no sentía miedo de caer. Yo sólo quería seguir adelante, escalar, subir.
Al llegar a un risco, nos hemos detenido. En una roca a la izquierda había un murciélago gigante. Crisis y yo queríamos hacer una foto. He sacado el móvil con dificultad, intentando que el móvil no cayera, y que no siguiera yo con él. Cuando por fin tenía todo controlado, Crisis se interponía entre el murciélago y yo, y eso me fastidiaba porque no podía hacer la foto que quería. Pero entonces me he dado cuenta que detrás de mí había un búho real. Un búho que nos observaba con tranquilidad desde sus preciosos ojos dorados. El murciélago echaba a volar de repente, extendiendo sus enormes alas mientras se dejaba caer por el valle. El búho permanecía en su sitio, sin apartarnos la vista. Entonces he despertado.

Qué rabia. ¿Quién quiere despertar cuando se tienen sueños tan fantásticos?

He consultado en el libro de sueños. Ambos, búho y murciélago, representan malos augurios: son signos de tristeza. Me cuesta creerlo, me resisto a creerlo, porque mis emociones en el sueño no eran angustiosas, muy al contrario. Pero visto cómo me van las cosas últimamente, creo que estoy jodida. Pero cuando estás tan fastidiado también soportas más cualquier cosa que te viene. Estoy preparada.

domingo, abril 03, 2016

Cuando la casa respira

Desde hace meses oigo que mi casa respira. La siento especialmente en las habitaciones que dan al patio interior, el baño y la cocina principalmente. Quizás sea más notable en días nublados y lluviosos como el de hoy, como si sintiera cierta nostalgia. Alguno dirá que es el viento que se cuela por alguna rendija. Es bastante probable. Pero su sonido no es el aullido del viento, ni siquiera un silbido agudo, o el susurro de una brisa. Es claramente una inhalación profunda, seguida de una exhalación de igual intensidad, que se prolonga por minutos y luego desaparece. Me parece una respiración un poco rápida para mi gusto, aunque para nada ansiosa o agitada. Por eso no me asusta, no me siento amenazada. Y cuando la casa respira, me siento menos sola.

miércoles, marzo 23, 2016

Luz

El día de mi cumpleaños recibí una felicitación muy especial de Suni, mi amigo, mi hermano, mi mentor. Decía: "espero de corazón que Belisama tenga a bien devolverte una al menos una parte de la luz que tú nos regalas el resto del año". Me encantó, es una felicitación preciosa, original, y se nota que me conoce mucho al nombrar a una diosa celta.

Me sorprendió que Suni hiciera referencia a la luz, como si yo fuera una especie de candil. Qué bonito, qué halagada me siento, pero qué responsabilidad también. Pero Suni no es el único que me ve como un ser de luz. Sharing-Dreams también. Hoy me escribía por chat "Pero iluminas a distancia...". Y aún recuerdo el día que me asignó la etiqueta "radiante". Simplemente son palabras que me dejan perpleja.

Me parece inconcebible que alguien que mora casi siempre en las sombras, pueda siquiera brillar. Yo no me reconozco como un ser luminoso (aunque todos los humanos somos bioluminiscentes). Y si es así, mi luz debe ser muy pequeñita, muy tenue. Pero supongo que hasta la luz más débil brilla en la oscuridad, y a veces es más que suficiente en estos tiempos que corren. Espero averiguar algún día cómo usar esa luz que a mí se me escapa.


sábado, marzo 19, 2016

Calle Cloverfield 10


A falta de mejor opción, esta tarde he ido al cine a ver esta película. La oferta cinematográfica reciente es de lo más lamentable, respecto a mis gustos, claro está. Así que una película etiquetada como "thriller psicológico" tenía muchas papeletas.

La historia comienza cuando Michelle abandona a su prometido (o marido, no está claro) y en su huida tiene un accidente de tráfico. Cuando despierta, descubre que se halla en un bunker subterráneo de una granja que pertenece a Howard, un antiguo soldado obsesionado con la supervivencia un ataque post-nuclear. Howard cuenta a Michelle que un ataque ha tenido lugar y que toda forma de vida en la superficie ha desaparecido, siendo ellos los únicos supervivientes. Con Howard vive también Emmet, un obrero que ayudó a Howard a construir el bunker.

La película se centra en las relaciones de estos tres personajes: Howard, es el dueño del bunker y por tanto quien establece las normas de convivencia en el mismo. Su comportamiento extraño hace que Michelle desconfíe de él desde el primer momento. Michelle es quien se rebela contra la situación existente intentando salir del bunker, ya que considera que la versión de la historia por parte de Howard no es verídica y que tiene razones mucho más oscuras de las que dice. Por último, Emmet, que aceptaba las normas de Howards, se ve arrastrado por los intentos de Michelle para oponerse al status quo. Esta lucha entre Michelle y Howard vertebra la trama y también el desenlace.

La película me ha gustado mucho. Tiene tensión suficiente, tiene algo de claustrofóbica, y es imposible no alinearse con Michelle y compartir su punto de vista. El final es un giro de tuerca interesante, aunque raya un poco en lo surrealista y creo que le sobra algo de metraje. En general, recomendable.

viernes, marzo 18, 2016

La naturaleza del odio

En una reciente conversación una persona mencionó el odio. Aquello me hizo pensar en las veces que he sentido odio y no di con ninguna. No quiero decir que jamás lo haya experimentado, simplemente digo que no lo recuerdo. Si todas las personas somos capaces de experimentar todas las emociones, yo debería ser capaz de sentir el odio.

En mi mente, el odio debe ser una emoción tremendamente fuerte e intensa, de esas que te hacen arder las vísceras y te consumen por dentro. Recuerdo la ira, pero no recuerdo el odio. Si el odio es opuesto al amor, debería ser de igual grado. Pues no recuerdo nada parecido. Ni siquiera las veces en que tenía motivos para odiar he sentido odio hacia la persona que me estaba causando daño.

Recuerdo los días de Ariel y lo mal que me lo hizo pasar, y jamás sentí odio hacia él. Sentí angustia, sentí hartazgo, sentí injusticia, sentí impotencia, sentí rabia, sentí desvalorización. Pero no odio. Al revés, le veía como una persona con un gran complejo de inferioridad (no frente a mí, sino en general), que necesitaba machacar a la gente para sentirse mejor. Llegué a sentir pena por él. Qué mierda es a veces la empatía.

He buscado la definición de odio: "Sentimiento profundo e intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o de que le ocurra alguna desgracia". ¿Sentía yo deseos de hacer daño a Ariel? No. Yo sólo quería salir de aquella situación. Incluso cuando se destapó el fraude del monedero, tampoco me alegré. Y sí, he hecho daño a gente a alguna vez, pero no ha sido por odio, sino al contrario, movida por el dolor de sentirme lastimada, herida, abandonada, traicionada.

Y qué curioso que me haya venido Ariel a la cabeza al pensar en la persona que más daño me ha hecho, y que no haya salido Diego primero. U otras personas que han estado más próximas a mí. Ariel a fin de cuentas, era una persona externa a mi mundo. Quizás me importara su opinión en aquel momento, pero no sentía estima por él. No así con los otros casos. Creo que debería reflexionar sobre esto un poco más porque hay más miga de la que se ve a simple vista.

En mi búsqueda sobre la naturaleza del odio también he encontrado una especie de explicación en un blog sobre emociones muy próximas: rabia, ira, odio y cólera. La rabia tiene como finalidad que la dificultad o el obstáculo que se interpone entre lo necesitado y la persona deje de ser operativo; la intención no es  eliminar o destruir, sino de que deje de interponerse.  En la ira sí hay intención de eliminar o destruir el “objeto” frustrante. En el odio hay un componente claro de destrucción del objeto de deseo. Por último, la cólera vendría a ser un impulso destructivo intenso e indiscriminado contra todo.

¿Será que estoy confundiendo las emociones? ¿Será que solamente se puede odiar aquello que se ama? Si no odias, ¿no amas? Creo que esta pregunta es absurda porque para mí el opuesto al amor es el miedo (a lo Jung). Y miedo siento un montón, muy frecuentemente. Quizás el odio es una parte del miedo. Miedo a lo desconocido, miedo a lo incomprendido, miedo a lo diferente, miedo a reconocer que todo ello está en nosotros igualmente. En ese sentido sí reconozco aversión a ciertas personas, algo realmente intenso, pero jamás llega al punto de querer hacer daño. 

O puede que esté reprimiendo mi deseo de daño deliberadamente: un mecanismo de defensa que ata a la psicópata que llevo dentro. ¿Será que no busco el daño porque mis creencias me lo impiden?

Aunque pensándolo bien, creo que sí siento odio por alguien: por mí misma.