Un bulto pequeño, negro y peludo, se acurruca en el ánden de acceso a la carretera. Un gato pequeño. Apenas unos días de vida. No cumplirá muchos más. Su destino parece estar sentenciado a morir atropellado. Y yo no he hecho nada. Me digo que de haber parado habría provocado un accidente. Pero creo que sólo es una excusa. Sólo puedo llorar por él, por mí, por los dos.
Creo que no es ninguna excusa, aunque te pese. No puedes ir salvando a todos los animales en peligro. Lo siento.
ResponderEliminar