Solsticio es una palabra que deriva del latín "sol sistere", que significa "sol quieto". Se debe a que el sol en su trayectoria, cuando alcanza el solsticio aparece tres días seguidos en el mismo punto, lo que le hace parecer detenido. Para los pueblos antiguos, esos días representaban la muerte de sol que renacía para traer de nuevo la vida, y completar un ciclo. Es un punto suspendido en el tiempo entre lo que muere y lo que ha de nacer, el pensamiento origen de la vida. Desde un punto de vista del mentalismo, nada puede ser antes de haber sido pensado o imaginado, ni siquiera la creación.
Pero ese instante de impás se da todos los días en nuestro mundo, en ese tránsito que sucede entre el día y la noche, y que llamamos atardecer y amanecer. También en ese instante de apnea que existe entre la inspiración y la exhalación, y entre la exhalación y la inhalación. Todo se disuelve y vuelve a emerger, quizás no de la misma manera en que estaba cuando desapareció.
Esta época es exactamente lo mismo. Estamos en un momento de desintegración para volver a emerger en el nuevo año. Por eso hacemos planes y envisionamos lo que queremos que sea.
Celebramos el renacimiento del sol, el sol invicto de los romanos, y da la casualidad que se me acumula el trabajo con tanto ritual. Comencé el viernes, con el ritual organizado por la gente de Viajes Sagrados. Fue un ritual bastante multitudinario, a pesar de que no reunieron finalmente a toda la gente que inicialmente había prevista. Eso le da fuerza al ritual, porque la energía de los presentes suma al conjunto. Utilizaron como ancla ocho lugares sagrados colocados en las direcciones cardinales. Desde el primer instante, a mí me llamó Iona, la isla del norte (aunque situada en el sureste), la isla que contiene la energía primigenia de la Tierra. Sé que quiero ir allí, aunque no es un lugar fácil, y menos con los precios que existen. Me atrae porque la siento salvaje y libre, porque es otro lugar recóndito donde poder perderse. Y porque tiene
selkies y frailecillos. Quizás algún día...
Hubo muchos detallitos. Uno de ellos consistía en escoger una tarjeta con una palabra. Me salió "Vitalidad". Supogno que cada palabra tiene un significado especial para cada persona más allá de la acepción general. ¿Qué significa la Vitalidad para mí? Lo tengo que pensar bien para saber en qué me puede influir.
Pasa el rato, y nos dan el detallito especial del ritual: una vela para encender el día de resurgir del sol con otra palabra. ¿Qué sale? "Fuerza Vital". Yo a esto lo llamo sincronicidad, y me encanta. Luego supe que era una de las primeras manifestaciones de la
diosa Mari.
El evento de Viajes Sagrados me ayudó a encontrarme con varias mujeres maravillosas que he conocido por diferentes lados y que convergieron anoche, todas relacionadas, y todas con una energía muy especial. Olga en concreto es un superespejo, no podemos tener vidas más paralelas, aunque poco tenemos que ver la una con la otra. Pero si te vas de cena, te olvidas de los espejos, y puedes disfrutar de una cazuelita de marisco rica.
El sábado fue el ritual de Yule del Templo de la Diosa en Madrid. Fui por curiosidad y terminé invocando a Noctiluca, la madre de las aguas. Me dieron a elegir entre ella y Metragirta. Supongo que la elegí por la conexión especial que siento con las aguas, pero me apetece invocar a Metragirta. He pensado que el día que la invoque voy a darle gracias por la cerveza en todas sus variedades menos por la Cruzcampo. Creo que Jana va a flipar, pero le hará gracia.
Invoqué a Noctiluca y estaba nerviosa, ni sé lo que dije. No sé si a ella le gustó mucho mi invocación porque después en la noche tuve un sueño muy raro con un holocausto marino a base de pulpos, langostinos, langostas, bogavantes y peces. Sé que el sueño viene de ella, pero no tengo ni idea de lo que significa, ni si es bueno o malo. Voy a dar gracias porque al menos tuve una señal.
Antes de dormir hice la bendición del útero de Miranda, a pesar de que estaba un poco cansada. La diosa Mari se presentó, pero no lo supe hasta el día siguiente, cuando estuvimos hablando de ella en la Espiral. Previamente, durante el ritual de Yule, le comenté a Ariana que ese día había sentido en mí una energía femenina muy fuerte, muy dura y fría, que no tenía compasión (tipo la Reina de las Nieves del cuento), y que me había impactado sentir eso dentro de mí. Me dijo que era Mari. Le comenté que Mari me pedía un sacrificio de identidad. Es verdad que yo he empezado a cambiar ya, pero ella pedía algo muy concreto, este blog. Y la verdad que no sé cómo hacerlo, porque no sé si tengo que mudarme a otro blog (con todo lo que ello supone), o puedo simplemente buscar una forma de suicido simbólico que la satisfaga. Tiene que ser algo suficientemente simbólico para que tenga sentido y peso tanto para ella como para mí, porque tiene que ser algo grande que afirme mi cambio.
Lo que pide Mari hay que dárselo, y a cambio recibes más de lo que crees. Por ejemplo, sacrifiqué mi pluma de corneja, pero a cambio me dio un abanico para purificar, que contiene mi propia pluma sin daño alguno. Es decir, que me la devolvió intacta y mejorada. Es una bendición realmente. Así que no me da miedo sacrificar el blog, lo que no sé es dónde empezar después.
El caso es que durante la bendición recibí una imagen de nieve, que era Mari. Todo era nieve a mi alrededor, y era frío, pero también hermoso, y suave, tranquilo, quieto, silencioso. Había mucha paz y delicadeza. Y me vi como una loba blanca aullando a la luna. Fue una imagen impactante.
Después el ritual continuaba con cintas para la meditación del círculo de hermanas. Yo había escogido los colores de Navidad: blanco, verde, y rojo, y resulta que son los colores de Mari. El rojo además, lo elegí para mí sin saber, y resulta que tuvo mucho que ver con mi útero. Me sentí tan alineada con la naturaleza...
Y para rematar, la Primera Espiral, donde oficialmente ya conocí a Mari, la diosa del norte, la diosa del aire. De toda la sesión no puedo hablar, y mira que se aprende aquí. Oye, que no sabía que Akelarre en realidad significa "prado del macho cabrío", que es el nombre del prado de Zugarramurdi, que está relacionado con
Akerbeltz, consorte de Mari.
Me tocó invocar a Ama Lur en el oeste, y con ella mucho mejor, primero porque tenía la experiencia de Noctiluca, y segundo porque su esencia tiene mucho que ver conmigo. Hasta diría que más que Noctiluca, quién me lo iba a decir.
Sí quiero mencionar la meditación de la tarde, porque fue muy importante. Era una meditación sobre los miedos que tenemos en nuestro interior. Empezamos en regresión, partiendo desde el presente hacia atrás. Yo tenía claro cuál era mi miedo, porque lo había trabajado con Paz el viernes en terapia. Partí de ahí y llegué a un miedo muy antiguo de mi infancia. Era el mismo miedo pero expresado de forma diferente. Es el miedo al abandono, la herida del abandono, que me ha hecho comportarme de una manera muy concreta en la vida, difrazado de otros miedos y estrategias vitales, capa sobre capa, muy profundo y escondido en mi interior. Pero ahí me quedé dormida (normal cuando haces la meditación después de comer). Cuando volví en mi ser había perdido el hilo de la meditación, y sin embargo, mi Inconsciente había estado escuchando porque, en ese momento, tuve una revelación: el miedo del abandono jamás fue mío, sino de mi bisabuela, de la que soy doble. Fue tal el schock, que casi me salgo de la meditación en ese momento. Ahora sé que la vergüenza y el miedo son suyos, así que se los voy a devolver.
Me quedé tan relajada después de la Espiral...y hoy me he levantado con mucha energía, muy exultante. Preparada para el último ritual, el más cristiano, que ya es una tradición dentro de la cena de Nochebuena de la familia. Quiero involucrar a mi sobrino en el mismo, si se deja, porque creo que le va a hacer gracia estar en los preparativos. Al resto no les va a gustar tanto, pero va a ser divertido.
Después de hoy empiezo a hacer limpia, a soltar como las hojas de los árboles. Es el regalo de Mari. Pero hay tanto por limpiar...Poco a poco. Empezaré por la casa.