lunes, diciembre 31, 2018

Agua


Este es el último post de este año, pero también de este blog. Tal como decía, sacrifico este blog para Mari, como un acto más de mi muerte simbólica que signifique algo para ella y para mi Inconsciente. Es un paso de compromiso, de afirmar que apuesto por mi cambio, por matar la persona que era y convertirme en una expresión. Es un sacrificio consciente, un suicidio, un asesinato.

Elijo este día porque me parece muy simbólico. Y no lo hago tampoco de cualquier manera: elijo el agua para morir, porque este elemento tiene muchísimo significado para mí.

Es, para empezar, mi elemento favorito, con el que tengo una conexión especial desde que era pequeña (aunque creo que estoy virando a la tierra). Mi madre dice que la primera vez que vi el mar, me fui directa al agua. Yo siempre he sido feliz en sus orillas y en sus olas. Tengo alma de sirena. Esa conexión se ha mantenido a través de los años.

Además, soy Piscis, signo de agua, de finales, de disolución. Piscis se simboliza como el mar, y es, sin duda, el mar donde van a morir todas las aguas y se integran con toda su experiencia adquirida en el camino hasta la desembocadura. Piscis es donde muere el zodiaco para comenzar un ciclo más, una vuelta más. Es la matriz gestante de la primavera (Aries). Es el signo del inconsciente colectivo.

El agua son emociones y sueños. El agua limpia y purifica. El agua sana.

El agua es también un símbolo de vida, porque la vida procede del agua y es el agua la que mantiene la vida. Tiene una clara referencia a la bolsa uterina donde nos adecuamos para venir al mundo.  Así mi nueva yo se gesta en agua para salir al mundo (aunque lo haga en Capricornio). Morir para renacer.

Así muere este blog que representa lo que fui. Pero nos vemos (quizás) más allá de mi sombra.

viernes, diciembre 28, 2018

2018, la noche oscura del alma


Quedan algunos días para que acabe este año, pero creo que es momento de ir recapitulando y finiquitando de cara a empezar el nuevo año. Solamente puedo decir que tengo muchas ganas de cerrar este 2018, aunque en realidad quedan todavía unos meses para que venza mi año 7. Aun queda espacio para las "sorpresas". 2018 ha sido un año muy duro, tal como lo he vivido y lo recuerdo, con experiencias muy duras que, inevitablemente, me han cambiado como persona. De hecho, podría decirse a modo de resumen que en este año he vivido la noche oscura del alma, porque he muerto y ahora transito el inframundo en espera de que llegue un tiempo para renacer, si eso es posible.

Fundamentalmente ha sido un año de pérdidas, pérdidas difíciles y dolorosas. Diría que se agrupan en tres bloques: el fallecimiento de mi abuela paterna, la pérdida de la persona a la que más quería, y la pérdida de BH. Estas pérdidas y todo lo que ha acontecido en torno a ellas generaron un gran número de emociones incómodas, tal como le gusta llamarlas a Raquel. Creo que el abanico es bastante amplio: me he sentido triste, hundida, herida, rota, maltratada, abusada, rechazada, ninguneada, ignorada, desplazada, abandonada, humillada, engañada, derrotada, resentida, frustrada, iracunda, culpable, arrastrada, desconcertada, perdida, confusa, descolocada, desesperada, desesperanzada, desganada, distante, indiferente, muerta...He vivido el dolor y el vacío más grandes que jamás sentí. He rozado momentos donde pensé que el dolor y la pena me devorarían por dentro, y que la locura se llevaría mi mente. He querido morir, he querido desaparecer. He perdido la ilusión y el futuro.

Sin embargo, he sobrevivido, aunque el coste ha sido alto: el precio de mí misma. La persona que yo era, ya no existe. Se perdió en el dolor. Y ahora simplemente no sé quién soy, me estoy buscando, me estoy construyendo.

Quizás sea injusto simplemente maldecir este año sin dar gracias por las lecciones aprendidas, y sin apreciar las cosas buenas que tuvo, que también las hubo, aunque no fueran muchas.
Como lecciones me quedo con las siguientes:
  •  El amor no lo puede todo. Da igual lo grande, intenso, bello y puro que sea tu amor, lo mucho que te esfuerces, lo mucho que luches y lo intentes, lo mucho que te des, lo mucho que entregues y estés dispuesta a entregar. Simplemente no es suficiente. Me parece triste, pero es así en mi realidad.
  • El dolor físico puede ser tan grande que anule todo lo demás. Cuando el dolor es tan sumamente fuerte, no existe ni la identidad, ni la mente, ni la emoción. En esos momentos únicamente hay supervivencia. No sé si los analgésicos tardan en hacer efecto o es que realmente necesitaba una dosis doble. Tengo dudas sobre mi umbral del dolor.
  • Soy la única persona que va a estar a mi lado pase lo que pase. Cuando no hay nadie más, siempre quedo yo. Tengo que aprender a confiar en mí, tengo que aprender a trabajar conmigo, tengo que construir una relación bonita conmigo. 
  • Llevamos en nuestro interior creencias y mandatos que nos impiden crecer y evolucionar. Creencias grabadas a fuego, tan arraigadas, tan familiares, que nos impiden ver lo mucho que nos limitan y nos dañan, incluso aunque provengan de nuestros padres y nuestra familia. La fidelidad familiar puede ser muy pero que muy perjudicial.
  • Tiendo a creer que el sufrimiento es una resistencia a un proceso de cambio. El sufrimiento procede de negarse a ese cambio porque hay que romper estructuras muy firmes sostenidas por creencias arraigadas que se niegan a desaparecer. Da igual lo mal que estemos en una situación, nos aferramos a lo conocido y familiar. Es el "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer". Perpetuamos el malestar por miedo a arriesgar, por miedo a dejarnos llevar. O por fidelidad familiar a nuestro sistema, aunque esté muerto. 
  • Pero el sufrimiento es también el resultado de unas expectativas no cumplidas y unas ilusiones rotas con las que hay que vivir.
  • La mente se protege contra el dolor y contra lo desconocido, y para ello va a desarrollar estrategias como la distracción o la ceguera. Nos negamos a ver, nos negamos a sentir. A veces me sorprendo al descubrir los velos que han tapado mis ojos sin yo ser consciente de que los llevaba encima. Pero, al menos, cuando el dolor ha aparecido, he intentado no esconderme. He querido afrontarlo y sentirlo en la medida de lo posible para poder sanar. No sé si lo he conseguido del todo, porque los mecanismos inconscientes habrán manipulado más de lo que yo habría querido (así es el inconsciente). Puede que sea mejor así.
  • El trabajo y el gimnasio han sido dos grandes anclas. De no ser por ellos, me habría vuelto loca. Ellos me han proporcionado el foco que necesitaba para no ser arrastrada hacia un lugar muy oscuro en mi mente. La familia ha sido otro ancla importante, aunque después he sabido que también ha sido un lastre durante mi vida, por el tema de la fidelidad familiar.
  • He conseguido adquirir un hábito de comida saludable, donde el azúcar y los hidratos se han reducido. En fiestas es más complicado mantenerlo, pero nada que ver con el inicio. El momento más duro fue entrar en cetosis para superar la adición. He adelgazado unos cinco kilos y me siento fuerte. Creo que mejorar mi microbiota ha repercutido positivamente en mi serotonina.
Como experiencias, me quedo con las siguientes:
  • La experiencia de BH fue preciosa, por corta que fuera. Es algo muy bonito sentir la vida crecer dentro de una misma. Ahora él no está, pero tiene un espacio reservado en mi sistema familiar. Ha sido reconocido y aceptado en el sistema, y debería estar en paz a nivel genealógico.
  • Los Dolomitas habrían sido más hermosos de no haber estado tan próximos a la muerte de BH. Me habría gustado verlos con él. Aun así es un paisaje impresionante.
  • También habría querido compartir Ávalon con él. Ávalon me dio un significado y un camino, que ahora intento recorrer. Así llegué a la Primera Espiral y a su grupo, donde quizás encuentre una tribu. O no. En realidad me da igual.Siempre he sido una bruja solitaria y ecléctica, me las apaño bien sola.
  • Quizás, gracias a la muerte de BH, haya podido descubrir los patrones y mandatos con los que cargo, reparando la historia de mi bisabuela. Es un mandato familiar fuerte: no hijos, no pareja, así como la búsqueda del padre. Y cargo con el miedo y la vergüenza de ella. Es como una condena de la que quizás no pueda escapar jamás, la condena a una vida solitaria. Saber esto me ha dado un trabajo personal a explorar, que me está resultado un poco duro, porque la mente se protege de muchas formas. Pero estoy siendo generosa con mi terapia, esforzándome, poniendo de mi parte, y tengo una terapeuta bastante cañera que no me permite esconderme. Llevo desde octubre explorando mi incosnciente y sacando la mierda que hay guardada ahí, y ha sido doloroso y difícil. Me queda trabajo por delante, bastante, y va a ser duro, pero quiero hacerlo. No sé dónde voy, y a veces la incertidumbre me mata (como buena controladora que soy), pero quiero hacerlo. Además, ahora que no tengo futuro, que no espero nada de nadie, y que he visto mis patrones, me siento más liberada.
Pasamos a cosas más alegres. Los conciertos: hubo varios y muy buenos. Me cuesta decidirme entre el de Pearl Jam y el de Nightwish para elegir el mejor, aunque el de Machine Head también fue muy bueno. Elijo a Dry River como descubrimiento del año. La música también ha cambiado en mi vida. Ahora me apetece escuchar menos metal, especialmente grupos muy oscuros. Pienso en álbumes como el "Hatebreeder" de COB y es que me pongo mala sólo de pensarlo. En cambio, me ha dado por los binaurales, que me transportan a un espacio en mi mente donde sólo hay paz. Creo que la paz es fría, pero produce bienestar. Hay quienes dicen que es la única felicidad que existe.

Me encantó el musical "El Rey León".

He hecho muchísimos cursos este año. Los he disfrutado, aunque creo que no les he sacado mucho provecho. Es una pequeña compulsión personal por el conocimiento que tiene que cambiar el próximo año, aunque va a ser difícil porque me siento atraída como una luciérnaga a la luz, porque todo me parece interesante. Es mi ala 7. Sí, Eneagrama quizás haya sido el curso que más me ha gustado y que más me ha calado. Eneagrama me ha enseñado mucho sobre mí misma y sobre los demás. Pero más me ha enseñado la vida. Sigo aprendiendo.

He participado en varias constelaciones. Se me dan bastante bien en general, teniendo en cuenta lo mental que soy. Reconozco que esa disociación es un problema, en cuanto a que no me permite zambullirme completamente en la actividad, pero puede que sea un mecanismo de defensa que me evita caer en cosas muy chungas. Me encantaría poder tener más intuición y más conexión con mi ser, que pasa por aprender a desconectar la mente.

Este año cerré mi último proyecto como coordinadora. Fue WITDOM, en Eslovenia, rodeada de nieve y un consorcio estupendo. En parte el mérito es mío, el haber conseguido ese buen rollo entre todos, y es mucho mejor resultado que la propia review del proyecto. Me siento afortunada por ello. En realidad, si lo pienso bien, no he conocido un consorcio malo.
Después de WITDOM he pasado a otras tareas. A veces echo de menos los proyectos y estar en las trincheras, pero mis retos actuales no son precisamente menores. Mi preocupación actual está en el grupo de la PPM, guiarlos, cuidar de ellos, y darles un sentido. Hay día en que los mataría, pero tengo un grupo estupendo. Ojalá consigamos mantener la sintonía en el nuevo año. Empezamos con el curso de PM2 que va a reunir a todos los jefes de proyecto, incluyendo los de fuera de Madrid, y eso espero nos ayude a estrechar lazos. La verdad que no he pensado mucho en cómo quiero que sea el trabajo en el 2019.

Mis círculos sociales han cambiado. Creo que estoy transicionando de unos a otros. Desde la muerte de BH los reduje al mínimo. He estado muy distante y muy replegada en mí misma, sin ganas de socializar ni compartir. He perdido gente en el camino, y creo que me resulta difícil retomar ciertos contactos porque los veo como en otro plano, como si ya no tuviéramos que ver. Pareciera que otros surgen, aunque no me hago ilusiones. En realidad me da un poco igual ahora mismo.

Y así entramos en 2019, que no creo que vaya a ser un año suave tampoco. Astrológicamente vamos a tener los nodos lunares en Cáncer y Capricornio, donde se va a dar la temporada de eclipses. Tocan temas de estructura y de familia (de lo que es familiar y hogar para nosotros). Todo se va a deshacer para emerger desde otra perspectiva. Creo que estoy bastante alineada con el proceso. Ya veremos.

lunes, diciembre 24, 2018

Celebraciones de Solsticio

Solsticio es una palabra que deriva del latín "sol sistere", que significa "sol quieto". Se debe a que el sol en su trayectoria, cuando alcanza el solsticio aparece tres días seguidos en el mismo punto, lo que le hace parecer detenido. Para los pueblos antiguos, esos días representaban la muerte de sol que renacía para traer de nuevo la vida, y completar un ciclo. Es un punto suspendido en el tiempo entre lo que muere y lo que ha de nacer, el pensamiento origen de la vida. Desde un punto de vista del mentalismo, nada puede ser antes de haber sido pensado o imaginado, ni siquiera la creación.
Pero ese instante de impás se da todos los días en nuestro mundo, en ese tránsito que sucede entre el día y la noche, y que llamamos atardecer y amanecer. También en ese instante de apnea que existe entre la inspiración y la exhalación, y entre la exhalación y la inhalación. Todo se disuelve y vuelve a emerger, quizás no de la misma manera en que estaba cuando desapareció.
Esta época es exactamente lo mismo. Estamos en un momento de desintegración para volver a emerger en el nuevo año. Por eso hacemos planes y envisionamos lo que queremos que sea.

Celebramos el renacimiento del sol, el sol invicto de los romanos, y da la casualidad que se me acumula el trabajo con tanto ritual. Comencé el viernes, con el ritual organizado por la gente de Viajes Sagrados. Fue un ritual bastante multitudinario, a pesar de que no reunieron finalmente a toda la gente que inicialmente había prevista. Eso le da fuerza al ritual, porque la energía de los presentes suma al conjunto. Utilizaron como ancla ocho lugares sagrados colocados en las direcciones cardinales. Desde el primer instante, a mí me llamó Iona, la isla del norte (aunque situada en el sureste), la isla que contiene la energía primigenia de la Tierra. Sé que quiero ir allí, aunque no es un lugar fácil, y menos con los precios que existen. Me atrae porque la siento salvaje y libre, porque es otro lugar recóndito donde poder perderse. Y porque tiene selkies y frailecillos. Quizás algún día...

Hubo muchos detallitos. Uno de ellos consistía en escoger una tarjeta con una palabra. Me salió "Vitalidad". Supogno que cada palabra tiene un significado especial para cada persona más allá de la acepción general. ¿Qué significa la Vitalidad para mí? Lo tengo que pensar bien para saber en qué me puede influir.
Pasa el rato, y nos dan el detallito especial del ritual: una vela para encender el día de resurgir del sol con otra palabra. ¿Qué sale? "Fuerza Vital". Yo a esto lo llamo sincronicidad, y me encanta. Luego supe que era una de las primeras manifestaciones de la diosa Mari.

El evento de Viajes Sagrados me ayudó a encontrarme con varias mujeres maravillosas que he conocido por diferentes lados y que convergieron anoche, todas relacionadas, y todas con una energía muy especial. Olga en concreto es un superespejo, no podemos tener vidas más paralelas, aunque poco tenemos que ver la una con la otra. Pero si te vas de cena, te olvidas de los espejos, y puedes disfrutar de una cazuelita de marisco rica.

El sábado fue el ritual de Yule del Templo de la Diosa en Madrid. Fui por curiosidad y terminé invocando a Noctiluca, la madre de las aguas. Me dieron a elegir entre ella y Metragirta. Supongo que la elegí por la conexión especial que siento con las aguas, pero me apetece invocar a Metragirta. He pensado que el día que la invoque voy a darle gracias por la cerveza en todas sus variedades menos por la Cruzcampo. Creo que Jana va a flipar, pero le hará gracia.
Invoqué a Noctiluca y estaba nerviosa, ni sé lo que dije. No sé si a ella le gustó mucho mi invocación porque después en la noche tuve un sueño muy raro con un holocausto marino a base de pulpos, langostinos, langostas, bogavantes y peces. Sé que el sueño viene de ella, pero no tengo ni idea de lo que significa, ni si es bueno o malo. Voy a dar gracias porque al menos tuve una señal.

Antes de dormir hice la bendición del útero de Miranda, a pesar de que estaba un poco cansada. La diosa Mari se presentó, pero no lo supe hasta el día siguiente, cuando estuvimos hablando de ella en la Espiral. Previamente, durante el ritual de Yule, le comenté a Ariana que ese día había sentido en mí una energía femenina muy fuerte, muy dura y fría, que no tenía compasión (tipo la Reina de las Nieves del cuento), y que me había impactado sentir eso dentro de mí. Me dijo que era Mari. Le comenté que Mari me pedía un sacrificio de identidad. Es verdad que yo he empezado a cambiar ya, pero ella pedía algo muy concreto, este blog. Y la verdad que no sé cómo hacerlo, porque no sé si tengo que mudarme a otro blog (con todo lo que ello supone), o puedo simplemente buscar una forma de suicido simbólico que la satisfaga. Tiene que ser algo suficientemente simbólico para que tenga sentido y peso tanto para ella como para mí, porque tiene que ser algo grande que afirme mi cambio.

Lo que pide Mari hay que dárselo, y a cambio recibes más de lo que crees. Por ejemplo, sacrifiqué mi pluma de corneja, pero a cambio me dio un abanico para purificar, que contiene mi propia pluma sin daño alguno. Es decir, que me la devolvió intacta y mejorada. Es una bendición realmente. Así que no me da miedo sacrificar el blog, lo que no sé es dónde empezar después.

El caso es que durante la bendición recibí una imagen de nieve, que era Mari. Todo era nieve a mi alrededor, y era frío, pero también hermoso, y suave, tranquilo, quieto, silencioso. Había mucha paz y delicadeza. Y me vi como una loba blanca aullando a la luna. Fue una imagen impactante.
Después el ritual continuaba con cintas para la meditación del círculo de hermanas. Yo había escogido los colores de Navidad: blanco, verde, y rojo, y resulta que son los colores de Mari. El rojo además, lo elegí para mí sin saber, y resulta que tuvo mucho que ver con mi útero. Me sentí tan alineada con la naturaleza...


Y para rematar, la Primera Espiral, donde oficialmente ya conocí a Mari, la diosa del norte, la diosa del aire. De toda la sesión no puedo hablar, y mira que se aprende aquí. Oye, que no sabía que Akelarre en realidad significa "prado del macho cabrío", que es el nombre del prado de Zugarramurdi, que está relacionado con Akerbeltz, consorte de Mari.

Me tocó invocar a Ama Lur en el oeste, y con ella mucho mejor, primero porque tenía la experiencia de Noctiluca, y segundo porque su esencia tiene mucho que ver conmigo. Hasta diría que más que Noctiluca, quién me lo iba a decir.

Sí quiero mencionar la meditación de la tarde, porque fue muy importante. Era una meditación sobre los miedos que tenemos en nuestro interior. Empezamos en regresión, partiendo desde el presente hacia atrás. Yo tenía claro cuál era mi miedo, porque lo había trabajado con Paz el viernes en terapia. Partí de ahí y llegué a un miedo muy antiguo de mi infancia. Era el mismo miedo pero expresado de forma diferente. Es el miedo al abandono, la herida del abandono, que me ha hecho comportarme de una manera muy concreta en la vida, difrazado de otros miedos y estrategias vitales, capa sobre capa, muy profundo y escondido en mi interior. Pero ahí me quedé dormida (normal cuando haces la meditación después de comer). Cuando volví en mi ser había perdido el hilo de la meditación, y sin embargo, mi Inconsciente había estado escuchando porque, en ese momento, tuve una revelación: el miedo del abandono jamás fue mío, sino de mi bisabuela, de la que soy doble. Fue tal el schock, que casi me salgo de la meditación en ese momento. Ahora sé que la vergüenza y el miedo son suyos, así que se los voy a devolver.

Me quedé tan relajada después de la Espiral...y hoy me he levantado con mucha energía, muy exultante. Preparada para el último ritual, el más cristiano, que ya es una tradición dentro de la cena de Nochebuena de la familia. Quiero involucrar a mi sobrino en el mismo, si se deja, porque creo que le va a hacer gracia estar en los preparativos. Al resto no les va a gustar tanto, pero va a ser divertido.

Después de hoy empiezo a hacer limpia, a soltar como las hojas de los árboles. Es el regalo de Mari. Pero hay tanto por limpiar...Poco a poco. Empezaré por la casa.

viernes, diciembre 21, 2018

Maltrato

Arranca el invierno con la entrada del sol en Capricornio. Yule, el solsticio de invierno, el regreso de la luz, la promesa de la vida. Pero además mañana hay una luna llena en Cáncer, una luna en domicilio, que tiene mucho que ver con nutrirnos a nosotros mismos. En torno a estos dos puntos se han organizado una serie de celebraciones que van a hacerme tener un fin de semana un poco ajetreado. Creo que ya estoy un poco agobiada porque no sé bien cómo voy a encajar todo, pero siempre termino consiguiéndolo, así que no será mayor problema.

Pero todo esto será más divertido cuando me reponga de la sesión de terapia de hoy. Cada sesión es un golpe a la línea de flotación, y las dos últimas han sido particularmente fuertes. Nadie dijo que la sanación fuera sencilla, pero más bien diría que es tremendamente dolorosa, sobre todo cuando tengo enfrente a alguien como Paz que no va a sentir compasión por mi dolor, porque eso sería dar cancha a mi mente para poder escapar de lo que tengo que ver. Así que ella hurga en la herida y yo sangro. Es como si tocara directamente en el nervio y el dolor se propagara por todo el cuerpo. Lo siento especialmente en el pecho y en el plexo, pero la flojera es general.

El resumen de la sesión lo he encontrado en la siguiente frase:


En mi caso se refiere a cumplir con los mandatos familiares. No creo que haya hijos más obedientes y sumisos que yo, ni más equivocados, siguiendo las normas, los valores y las creencias familiares, lo que mi familia esperaba de mí, evitando decepcionar o traicionarles siendo yo misma. No digo que mis padres hayan sido malos, porque han hecho lo mejor que podían con lo que sabían (como todos), pero me han castrado de una manera brutal (de manera inconsciente). Nunca he sido yo (por ser como ellos querían - inconscientemente) y ahora no sé quién soy. Así que efectivamente, se puede estar equivocado (muy equivocado) por las razones "correctas" (¿correctas?).

No sé en qué momento decidí que ser yo era algo malo, pero siempre he tenido esa sensación de ser una persona defectuosa, de que en mí había algo horrible que jamás iba a ser aceptado, y por tanto, mi estrategia de vida ha sido el escondite. Pero cuando me preguntan ¿qué hay de malo en ti?, no sé qué responder. No lo sé.

Esa sensación de inadecuación explica mi fobia social, así como la superficialidad de la mayoría de mis relaciones sociales, dado que no permito que la gente se acerque y escarbe. Conocen una parte de mí, pero no es la auténtica. Seguramente uso muchas máscaras con las que presentarme al mundo, disfraces que puedo controlar para que no se vea lo que yace dentro. Hablo poco de mí y lo que hablo suelen ser cosas intrascendentes. Incluso cuando he empezado a hablar más abiertamente de mi afición a la astrología, de las terapias alternativas, o de mis aficiones más peculiares ha sido siempre desde un punto de distancia medido para que me aporte seguridad, la seguridad de que no me van a encontrar y no me van a hacer daño. Que no me hagan daño es algo importante para mí, y aun así me lo han hecho, por mucho que luego finja que apenas me ha rozado.

Me he abierto a algunas personas, no muchas, pero han hecho daño. Hay alguna relativamente reciente. Esto tiene su truco porque es como una profecía autocumplida: si te abres, abusan de ti, te maltratan, te dañan, entonces ¿para qué abrirse? ¿cómo puedes confiar? ¿cómo puedes creer? Y entonces te repliegas. "I am a rock, I am an island".

Hoy he retrocedido a los 18, porque fue ahí cuando sentí por "primera" vez la libertad. Y en vez de aprovecharla en mi favor, me enjaulé en el intento de cumplir con las expectativas familiares. En esa época no hice más que estudiar sin descanso, para no lograr nada, y encima para tener que soportar la cara de decepción de mis padres, como si encima me hubiese ido de juerga cada día.

Siento mucha rabia, pero sobre todo la siento contra mí por haberme traicionado de esa manera, por no haberme protegido, por no haberme rebelado, por no haber dado la cara por mí, por haberme sometido sin más, por permitir que el mundo, la sociedad y mi familia pasaran por encima de mí. Me da rabia porque todo lo que yo creía era falso para mí, pero yo no lo sabía y lo acepté a costa de mi tiempo, mi esfuerzo y la vida que yo merecía.

A la mierda la familia y sus creencias.
A la mierda las expectativas sobre mi persona.

Me da rabia porque ya es muy tarde y no puedo dar marcha atrás para reparar eso. He estado viviendo algo que es metira y ahora no sé qué hacer. He perdido mucho tiempo y estoy muy malherida. Me siento tan perdida, tan hundida, y tan fracasada. Y tan sola. Y encima ahora tengo que confiar en mí para poder salir adelante, cuando soy la persona que más daño me ha hecho.

He vuelto a los 18 y he hablado con mi niña interior, que por supuesto está herida. En el Inconsciente no hay tiempo, así que si algo he sanado ahí, se habrá propagado en el tiempo hacia adelante y quizás sienta los efectos pronto. Sí, podría ser el argumento de una película de ciencia ficción.

Sin embargo, llevo llorando prácticamente desde que terminé la sesión, sacando la emoción, que no es poca (madre mía, ¿cuánto he llorado yo en lo que va de año?). Supongo que es positivo, no lo sé. Luego me evadiré a través de los rituales, esperando que hagan una magia que me hace falta para poder agarrarme a algo. Pero primero tengo que adecentar un poco el ánimo porque no quiero terminar llorando en público, y estando tan alterada como estoy, la probabilidad es alta. Voy a hacerme con Rescue Remedy, un poco de respiración profunda, y siempre puedo fingir que estoy resfriada para no dar muchas explicaciones.

jueves, diciembre 20, 2018

Estilismos

Parte de mi terapia consiste en cambiar mi imagen. Ya me he cambiado el pelo, más o menos, pero aún queda mucho por hacer. Así que ayer quedé con una estilista de moda para ver cómo cambiar mi forma de vestir. Vi en Groupon una actividad relacionada, bastante bien de precio, y me animé a hacerlo.

No es que haya sido fácil. Obviamente no es algo con lo que me sienta cómoda, porque lo de combinar colores y complementos no es algo que me haya llamado la atención. Incluso aun teniendo una madre modista bastante presumida (alazo 3). Creo que podría haber aprendido mucho en mi infancia, pero simplemente es algo que he rechazado. Y mira que me gustaba jugar a los recortables...

Mi mayor temor tenía que ver con resultar demasiado torpe, sin embargo encajé con la estilista a la perfección. Lo que me divertí y me reí en la sesión con ella. Me sentí tan cómoda que creo que salió esa parte de mí que resulta más divertida. Me lo pasé muy muy bien. Y encima ella era zurda. Tenía muchísimos rasgos masculinos (¡caza con rifle!), pero luego tenía muchos toques femeninos, así como un conocimiento total de las prendas y los accesorios.

Nos tiramos cuatro horas juntas cuando la actividad supuestamente dura una hora y media. Se me pasó el tiempo volando. Eran las diez de la noche cuando terminé y tuve que buscar un local para cenar porque me moría de hambre. El reto: encontrar algo en Moncloa que estuviese abierto y no lleno de adolescentes.

La actividad consistió en una parte de teoría sobre colores y complementos que me pareció muy interesante, seguida de una parte más práctica. Aprendí cosas como que:

  • el anillo se lleva en la mano dominante y el bolso en la contraria
  • los anillos en sendas manos no pueden indicar personalidades diferentes
  • el tamaño de los pendientes tiene que ir acorde con el largo del collar
  • no se puede llevar más de tres colores encima y que hay que sumar por puntos: los neutros puntúan 0.5, los colores 1, y los estampados 1.5
  • hay que duplicar colores
  • no me dio muchos consejos sobre los colores a usar, pero en las pruebas se ciñó al azul y al frambuesa (más los neutros, claro).
  • medias se llevan del mismo color que los zapatos, pero no es necesario combinar zapatos y bolso
  • los pendientes, collares, pañuelos, bolsos y anillos suman al color. El esmalte de uñas también.
  • el camel pega con todo, que dulcifica mucho, y que hay que considerarlo dentro del fondo de armario. La verdad que queda muy bien, me gusta mucho.
  • el negro endurece muchísimo
  • que si tengo una falda estampada, use la claridad para combinar en vez de el estampado. Si la falda es clara, combinar con blusa negra; si es oscura, combinar con blusa blanca.
  • el tacón alarga la figura, especialmente con el largo de falda. Cuanto más larga la falda, más tacón para que se vea pierna.tengo cuerpo de trapecio y tengo que dar más predominancia a mis caderas que a mis hombros; que debería llevar colores más oscuros arriba y claros abajo, porque lo oscuro reduce y lo claro aumenta
  • prohibido las rayas horizontales, sobre todo en la parte del pecho.
  • use largos de mangas 3/4 o que me arremange para que se vean las muñecas, que estiliza mucho.
  • use escotes en V o que se vean las clavículas. Nada de cuellos altos o cuello caja.
  • use pantalones rectos o de campana
  • use faldas evasé
  • use cazadoras vaqueras con vestidos, nunca con vaqueros (que es muy Dolly Parton).


No recuerdo mucho más, pero me va a enviar un dossier. 
También me regaló un anillo que hacía juego con los pendientes que llevaba ayer y un colgante de plata largo con un cordón color camel, para que empiece mi colección camel.

No sé, muy divertido y muy recomendable.
Ahora me toca darle una vuelta al armario y a los complementos que pueda tener. Ya sé que tengo mucho trabajo por delante y que la paga extra no da para tanto.

miércoles, diciembre 19, 2018

La manifestación del reptiliano

Recientemente en el curso de gestión vimos un vídeo que ejemplarizaba cómo se manifiesta el cerebro reptiliano en el comportamiento de las personas. Es un vídeo de una novia que está muy disgustada porque no está contenta con el peinado que le han hecho en la peluquería, y en un arrebato, agarra unas tijeras y se corta el pelo a una hora de la ceremonia. El vídeo produce muchísima perplejidad porque no es racional para nada. Y así es el reptiliano cuando ha asumido las funciones de dirección: se anula el neocortex y se deja de pensar desde la razón. Como el reptiliano es el cerebro más antiguo y más poderoso, no hay nada que pueda pararlo, llevando a situaciones muy extremas (no necesariamente peligrosas). Por supuesto, podría haber tenido algo de ayuda de sus damas de honor, pero las muy cabritas están un tanto borrachas, y se descojonan de la escena y de su amiga. Ni que decir tiene que ellas tampoco están funcionando desde el neocortex. Se supone que el vídeo tiene algo de gracia, pero yo no se la encuentro. Me parece una escena un tanto violenta, excesiva, y desmandada.

Ayer fui testigo de otro ejemplo en el chat del grupo de gestión. Una de las chicas había compartido una imagen reivindicativa relacionada con el triste y popular caso de Laura Luelmo. La imagen no tenía mucho más que dos niñas sosteniendo una pancarta que decía: "Por un 2019 en el que cada niña y mujer que sale de su casa, vuelva sana y salva". Entonces interviene Luis Carlos y dice: "Sí, y cada hombre también". La chica responde: "Va por Laura, en este caso". Y ahí interviene Crisis y le da un tirón de orejas a Luis Carlos con argumentos basados en el miedo a salir a correr solas, que es algo que a Crisis le toca mucho la moral (encima con su ala cuatro magnificando los peligros). Ahí pasa algo raro porque Luis Carlos menciona un "comentario por la igualdad", pero de repente empieza a hablar de spray pimienta y armas blancas, y soy incapaz de ver la relación entre las ideas.

A mí también me ha molestado el comentario de Luis Carlos, como otros tantos comentarios que parecen querer desviar el tema hacia la coyuntura masculina, como un intento de minimizar el problema, mezclando (o no) churras con merinas. Me pone malita en general. Quizás no estoy tan molesta como Cris, también porque tengo más simpatía que ella por el chaval, e intento no ser demasiado dura, pero aun así le digo que su comentario no es oportuno y que falta un poco de sensibilidad. El chico ya está disparado y está hablando de temas personales que no soy capaz de enlazar. Se ve claramente que ha entrado en una espiral un poco extraña en su cabeza que va en crescendo. Termina soltando una absurdez de llevar una pistola electrica, y a continuación se sale del chat.

Mi primera reacción es pensar: "¿Qué cojones ha pasado?".
No tiene ningún sentido y la reacción me parece desmesurada. Está claro que a él la foto le ha conectado con algo que le ha sucedido personalmente, lo cual desconozco, y que le ha disparado. Nuestros comentarios, obviamente, no han ayudado y seguramente se ha sentido atacado. Raquel me pregunta después cómo funciona un eneatipo 6 cuando se siente atacado. Le digo que o bien ataca o se evade del conflicto (yéndose al 9), dependiendo de quién esté enfrente y de cómo evalúe el gasto energético y las posibilidades de daño. Esto es lo que hago yo al menos. Luis Carlos es otro eneatipo 6 (aunque tiene un alazo 7 importante) y ha huido del enfrentamiento. Pero la decisión de huida no ha sido posiblemente muy consciente, sino que se ha visto impelido por su psique a salir de ahí. El reptiliano se ha expresado y ha dominado toda la situación.

Hay bastante desconcierto en el chat y empiezan a moverse los eneatipos. La siete se siente culpable por poner la foto, pero se le pasará enseguida. La uno empieza a hablar de ideologías; se ha ido al abstracto absoluto. La ocho está muy cañera y Raquel, que es otro ocho, tiene que frenarla un poco. Crisis, que se había ido al ocho inicialmente, empieza a bajar al cinco a racionalizar. La dos se siente compungida por el chico. ¿Y yo?

La verdad que me ha dado un poco de pena el chaval. He intentado hablar con él después. En respuesta me ha mandado información sobre un curso de rebirthing y sobre el taller de astrología de Julia Almagro. Bueno, es un paso. Seguro que no se siente muy bien. Para cuando regrese de Japón todo esto habrá pasado.

martes, diciembre 18, 2018

Impaciencia

Hay días en que me siento tentada por la tristeza. Intento no dejarme arrastrar, pero es más fuerte. Y no se trata de una caída en picado, porque no lo siento tan intensamente, pero estoy mohina y cabizbaja. Cuesta soltar esa emoción, que parece que se ha pegado al pecho como una lapa. Y eso que he hecho lo posible por desprenderla. Hasta he cantado "La reina de la noche" en el coche a todo pulmón, berreando como una loca, y riéndome yo sola del desastre causado. Me rió momentáneamente, pero luego me tiño de azul otra vez.

Sé que llevo días instaladas en una especie de indiferencia artificial, detrás de una coraza que me mantiene a distancia del mundo. Así intento no sentir tanto para sufrir lo menos posible, aunque con ello sienta menos las cosas positivas. Busco una neutralidad, porque no puedo aspirar a mucho más. Sin embargo la coraza debe haber fisuras, porque la tristeza se ha colado dentro. Tendré que hacer una labor de sellado que repare dichas fisuras.

Hay días, como hoy, en los que me siento impaciente. El proceso es lento, tedioso, y carece de garantías. Necesito que las cosas se asienten, y que la vida me sonría por fin.  Pero no hay ninguna garantía, porque la esperanza no da garantías. Pero es esa esperanza la que me ayuda a continuar. Aunque hoy dudo, hoy desespero, y hoy necesitaría alguna señal que me afirmase que todo esto tiene un sentido y que las cosas van a salir bien. Necesito apaciguar la tristeza.

Soy una mala semilla.

Invierno

En esta ocasión, Crisis y yo participábamos en un evento de moda. Teníamos que definir los colores del invierno, los cuales serían mostrados por unas modelos en un desfile. Yo escogía el negro, el blanco y el marrón. La modelo que lucía los colores escogidos era castaña y llevaba el pelo recogido en un moño, y desfilaba con seguridad por el pasillo que hacía las veces de pasarela.
Esta parte del sueño, sin duda, conecta con la parte estética que estoy trabajando últimamente, aunque yo no estoy relacionada con la estación de invierno, sino con la primavera.

Una vez hecho el desfile, los organizadores me decían que tenía 2MEUR para gastar en un tiempo determinado, todo relacionado con la moda. Mi primer pensamiento era: "No voy a saber cómo gastar tanto dinero". Creo que esto conectaba con mi sentimiento de carencia y el nunca haberme planteado la posibilidad de tener acceso a tanto dinero. A pesar de mis dudas empezaba a realizar la tarea. Empezaba por la zona de los tratamientos de belleza. Delante de mí había un mostrador repletos de productos de belleza, la mayoría de los cuales no conocía. Destacaba una esfera de cristal que estaba relacionada con un tratamiento de cuello. Yo no sabía cómo usarlo. Sabía que el tiempo corría, pero no me sentía tan presionada.

De repente un movimiento captaba mi atención. A la izquierda del mostrador aparecían gorriones, decenas de ellos. Inquietaba la forma de mirar que tenían, porque no mostraban miedo, ni hacían amago de apartarse ante mi presencia. Más bien sentía que podían desafiarme, aunque no sentía temor ante ellos.
 Alrededor y por el suelo aparecían cientos de nidos donde aparecían bocas de pollos hambrientos, y todos rodeados de agua. Parecía como si el agua burbujease, pero eran los picos de los polluelos. Causaba una sensación extraña.
Sé que anoche vi la imagen de un gorrión antes de irme a dormir, sin embargo no sé qué significa la imagen.