Esta semana pasada estaba de viaje de trabajo en Bruselas. Tras los atentados de París, ir a Bruselas, cuna de la yihad, parecía muy mala idea. De hecho, algunos compañeros sopesaban la idea de que la review del proyecto pudiera suspenderse, cosa que no llegó a suceder. Durante el rehearsal estuve chateando un rato con mi compañera Macu. De repente me dijo: "Ya te lo habrá dicho tu madre, pero por si acaso te lo digo yo: vete directa al hotel y no vayas a pasear por el centro". El consejo me pareció desproporcionado en su momento porque a pesar de haber visto militares en el aeropuerto, en la estación central, y en la embajada junto a la reunión, no me parecía que la situación fuera tan grave. Más aún cuando mis socios belgas comentaban que los días pasados habían sido muy intensos y daba la sensación de que la tensión se había relajado bastante. Sí, desantendí el consejo de Macu y me fui a pasear al centro, a recorrer el centro de Bruselas, comprar bombones y cenar. Sí, todo me pareció bastante normal. Y ya ves, desde ayer Bruselas está en alerta nivel 4.
Pero el consejo de Macu no cayó en saco roto. El que ella me hiciera ese comentario me sorprendió bastante. Entonces me di cuenta que Macu me quería lo suficiente como para preocuparse por mí y hacérmelo saber. Ella no dijo "te quiero", pero su gesto era de amor inequívocamente. Ese gesto me conmovió, me emocionó. Me sentí querida. Me sentí bendecida por tener a alquien que me quería.
Existe un refrán que dice: "obras son amores". Creo firmemente que el Amor se manifiesta a través de gestos y de acciones. Pero a veces esos gestos son difíciles de reconocer, bien por mi torpeza, bien por la sutileza en que se manifiestan. A veces no soy capaz de verlos porque doy por sentado el amor de algunas personas, otras porque soy incapaz de aceptar el hecho de que alguien pueda querereme, como si no mereciera el amor ajeno.
Sin embargo soy querida:
- Siento amor cuando Macu se preocupa por mí.
- Siento amor cuando mi hermana me deja mensajes inesperados en el buzón de correos.
- Siento amor cuando mi gata me recibe al llegar a casa, y cuando se sienta a mi lado en el sofá ronroneando.
- Siento amor cuando mi sobrino sonríe al verme y exclama "¡Tita!" ilusionado.
- Siento amor cuando mi padre me trae la arena de las gatas, y cuando mi madre me espera con la cena preparada cuando regreso de viaje.
- Siento amor cuando mis tíos escuchan mis relatos con atención cuando voy al pueblo.
- Siento amor cuando Súnico me aconseja (independientemente de lo que haga con los consejos) y me hace ver que cree en mí más que yo.
- Siento amor cuando Isabel me confía sus problemas personales.
- Siento amor cuando Bea me avisa para bajar a comer.
- Siento amor cuando Alejandro me cuenta la última conspiranoia conocida.
- Siento amor cuando Dani quiere quedar conmigo cada vez que regresa a España.
- Siento amor cuando noto que Sonia y Alberto se alegran de verme cuando compartimos una cerveza.
- Siento amor cuando Prado y Carlos me invitan a comer a su casa.
- Siento amor cuando Blanca me llama para hacer una tarde de chicas de cremas y maquillajes.
- Siento amor cuando siento la admiración de Sharing-dreams cuando le cuento mis teorías sobre la vida y la muerte.
- Siento amor cuando Rydwlfs me dice platónicamente que soy guapa y maravillosa.
- ...
Hay multitud de ejemplos más. Así que puedo sentirme afortunada por tener a tantas personas maravillosas que me quieren y me lo demuestran.
Hay amor en mi vida.
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