"Es sólo un gato", dicen. "Para que esté sufriendo, mejor eutanasia y te quitas de problemas".
Sí, seguramente me quite problemas. Seguramente sea lo más compasivo. Seguramente sea lo mejor para todos.
Pero es mi gata. Mi Teína. Mi preciosa carey de ojos verdes (con lo feica que era de pequeña).
La gata de presencia silenciosa que me acompaña allí donde estoy.
La que me acompaña desde la distancia y se acurruca en la cabecera de mi cama cuando veo la tele.
La que me acaricia el pelo desde la almohada.
La que me consuela cuando lloro, cuando estoy triste.
La que me saluda todas las mañanas desde la mesa de la cocina cuando me levanto.
Ahora soy yo la que tengo que decidir si matarla o no, porque sus riñones no funcionan, el tratamiento no funciona, y se está envenenadno inexorablemente. Verla convulsionar no es agradable. Verla tan decaída no es agradable. Ver cómo apenas puede mantenerse en pie. Ver cómo se le marcan los huesos porque ha adelgazado tantísimo.
Y esos ojitos tan tristes medio tapados por el párpado interior.
Y su pelaje, tan suave, ahora se ha vuelto áspero al tacto.
Sí, seguramente lo mejor sea la eutanasia. Pero me siento una traidora, una asesina.
Me molesta la frialdad de la gente. Me molesta la falta de compasión hacia mi gata y hacia mí. Me molesta que quite importancia a mi dolor, sólo porque se trata de un animal. Pero Teína es más que un animal. Es mi amiga, mi compañera, mi paño de lágrimas. Es mi niña. No es mi hija, claro que no, pero es lo más parecido a un hijo que tengo en esta vida, y yo para ella soy su madre humana.
Y me siento desolada.
Y me siento culpable porque no lo vi venir. Porque quizás no la cuidé tan bien como debía. Porque quizás pude haberlo evitado si hubiese programado una visita al veterinario antes, si hubiese estado más centrada en ella que en otras cosas, otras personas, que ni merecen mi atención, ni mi dedicación, ni mi tiempo...
Ahora mi niña se va y yo me quedo rota de dolor. Porque ya se nota su ausencia, porque donde mire estaba ella. Hoy es uno de los días más tristes de mi vida. Y me siento muy sola.
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