Tras el primer curso de EFT, el segundo nivel. Dos días igualmente, y el grupo más o menos intacto. Una diferencia: mientras EFT1 estaba más centrado en emociones y en crisis momentáneas, EFT2 parece más orientado a traumas y a tratar los reversos psicológicos. Digo parece, porque lo cierto es que ayer no estuve muy centrada en la clase, y seguramente me he perdido mucha información. Por no decir que he olvidado gran parte de lo que vimos en EFT1.
El resumen del curso, su esencia podría ser: lo muchísimo que nos auto-engañamos para no ver la realidad; lo muchísimo que racionalizamos las cosas para poder escaparnos de la emoción. Que la mente va a buscar cualquier idea para ayudarnos a justificar las cosas y hacernos creer que tenemos razón, cuando lo único que hace es ponernos una venda en los ojos. Que todo puede parecer muy lógico, pero puede ser muy falso también.
Ayer fui la primera en salir a enfrentar sus problemas. Nunca he sido una pionera, pero últimamente me da por prestarme voluntaria cuando nadie más se ofrece. A fin de cuentas, si estamos para aprovechar el tiempo y aprender, mejor usar mi turno lo antes posible. Quizás fuera un error, porque fue emocionalmente duro, como suele suceder cuando enfrentas algo que no deseas. Temas a tratar tengo muchos, aunque sospecho que la mayoría comparten una misma raíz, que se origina en mi infancia y en la relación con mis padres. Pareciera como si la mayoría de los problemas los tuviésemos arrastrando de los primeros años. Y otra cosa: como padre, hagas lo que hagas, siempre lo vas a hacer mal, y tus hijos portarán una mochila que tendrán que gestionar a lo largo de su vida. Pero, oye, hemos venido a este mundo a aprender, ¿no? Lástima que en los colegios no te enseñen a gestionar tus emociones.
De todos mis temas, escogí uno que pensé menos arriesgado de exponer en público. Tiene que ver con mi relación con la abundancia. Pensé que sería una práctica corta, pero aquello se extendió más de lo que me hubiese gustado. Puede que estuviese una hora expuesta. Para mí fue demasiado tiempo. Salieron muchas cosas durante la sesión, muchas ideas a priori inconexas, hasta alejadas de la idea original. Capas sobre capas de reversos, creencias, emociones. Obviamente terminé llorando, pero creo que fue positivo.
Ahora debo seguir avanzando en mi trabajo personal, aunque he descubierto algo: tengo un bloqueo interior enorme. Lo siento como un muro que se levanta cada vez que intento ahondar. Es algo que me impide mirar al futuro para hacer planes, y que me impide viajar al pasado para investigar las causas de mis traumas. Crisis dice que debería empezar por la técnica llamada "persiguiendo al dolor", que es mucho más física, para intentar ir deslavazando poco a poco el problema. Bueno, espero que ella quiera hacer de terapeuta para mí. A ver de dónde sacamos tiempo.
En el curso también hemos hecho EFT a distancia a personas y animales, que es algo novedoso respecto del curso anterior, y que me va a ser muy útil con mis mascotas. Aquí he tenido problemas para recibir información en forma de emociones, lo cual me sorprende (y me molesta en cierto modo), dado que siempre me he considerado empática. Será que en esta práctica mis canales son otros, mucho más visuales por lo que parece. Aunque creo que he acertado con el gato que me ha tocado. Para nuestras prácticas futuras, Crisis y yo vamos a intercambiar mascotas. He de confesar que Pipillo me da un poco de miedo. ¡Qué carácter tiene!
Además, resulta perturbador, violento, y también entrañable, escuchar a la gente hablar de sus problemas. Qué cuadros algunos. Es imposible no sentirse conectado con y reflejado en ellos, por diferentes que sean las circunstancias de la vida entre unos y otros. Así que al final se remueve mucha energía entre el grupo, pero sobre todo dentro de uno, que espero que termine por asentarse adecuadamente para no afectarme demasiado.
El siguiente nivel, EFT3 está a una distancia de 6 meses y 20 horas de prácticas presenciales con personas. Tengo que buscar voluntarios, gente que sea lo suficientemente abierta de mente para poder aceptar el EFT, y lo bastante valiente como para querer pasar por ello. Tengo algunos candidatos, a ver cómo se lo toman.
Mientras llega, tengo otros cursos en mente: el curso de reiki con cristales, que estaba previsto este mes pero se canceló; un curso de PNL al que tengo echado el ojo, aunque está en conflicto con la preparación del festival de canto; un curso de flores de Bach; y el curso de Eneagrama (quiero comprobar si realmente soy un 1 a la 2, porque no me siento totalmente reflejada). Poco a poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario