Bendita lluvia, por fin te presentas.
Tu ausencia ha sido sentida, lamentada. ¿Dónde te has metidos estos meses de primavera?
Sé bienvenida, hija pródiga, amiga querida.
Descárgate sobre esta ciudad sedienta y sucia que te espera con anhelo.
Limpia las mugrientas calles y el cargado aire que respiramos.
Apaga la sed de los árboles olvidados por el ayuntamiento y haz que refuljan de verdor.
Mata el calor que me asfixia, me agita, me reseca.
Calma la aridez de mi piel y mucosas con la humedad y el frescor que portas.
Dame amplios arcoiris que destaquen sobre cielos cenicientos.
Tráeme el siempre agradable olor a tierra mojada mezclado con el aroma de los tilos ahora en flor.
Deja que el viento se acerque a besar mi cara, que revuelva mi cabello, se enrede en mis dedos.
Querida lluvia, ven a mí.
Pero, por favor, no me traigas melancolía. No sé si podría soportar otra emoción más que gestionar en estos momentos.
Tu ausencia ha sido sentida, lamentada. ¿Dónde te has metidos estos meses de primavera?
Sé bienvenida, hija pródiga, amiga querida.
Descárgate sobre esta ciudad sedienta y sucia que te espera con anhelo.
Limpia las mugrientas calles y el cargado aire que respiramos.
Apaga la sed de los árboles olvidados por el ayuntamiento y haz que refuljan de verdor.
Mata el calor que me asfixia, me agita, me reseca.
Calma la aridez de mi piel y mucosas con la humedad y el frescor que portas.
Dame amplios arcoiris que destaquen sobre cielos cenicientos.
Tráeme el siempre agradable olor a tierra mojada mezclado con el aroma de los tilos ahora en flor.
Deja que el viento se acerque a besar mi cara, que revuelva mi cabello, se enrede en mis dedos.
Querida lluvia, ven a mí.
Pero, por favor, no me traigas melancolía. No sé si podría soportar otra emoción más que gestionar en estos momentos.
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