Noche de Karaoke. Hemos quedado para cenar a las 20h, así que tengo bastante tiempo. Se me ocurre hacer una visita a Pilar y Diego Sr. Hace ya tres años que no nos vemos. Hemos hablado por teléfono alguna vez, pero no es lo mismo que verte cara a cara.
En mi cabeza surge la voz de "las Arpías", diciéndome que quizá la visita pueda ser contraproducente, como si esto pudiera hacerme sufrir innecesariamente. Está más que superado. Sin embargo pienso en el daño que puedo causar a Pilar y a Diego Sr, obligándoles a recordar el pasado, haciendo que me comparen con ella. En ese instante me arrepiento de mi idea, pero ya es tarde: he llamado a la puerta.
Pilar y Diego Sr me reciben con los brazos abiertos. Por un momento me recuerdan a dos perrillos que se vayan a lanzar sobre mí a cubrirme de lametones de pura alegría. Diego Sr, que siempre fue tan tímido, me abraza con fuerza. Joder, está claro que me quieren mucho, que me extrañan.
Empezamos a sincronizar. Es una charla agradable. Hablamos de mis padres, de mi abuela, de mi sobrino, de la casa del pueblo, del trabajo. De Diego apenas hablamos. A Pilar le gustaría, pero no quiere hacerlo delante de Diego Sr. Mientras preparábamos el café ha hecho algún comentario que da a entender claramente que no la quiere nada. Intento hacerle entender que sería mejor para todos que tratara de aceptarla, pero está cerrada en banda. Está claro que el tiempo no ha pasado para todos a la misma velocidad, que las heridas no han cicatrizado de igual forma. Mal plan.
Se acerca la hora de la cena y tengo que despedirme. Me llevo un libro (Egipto es Pilar) y unos rosquillos de Tarancón (Dios, cuánto tiempo hacía que no los probaba). Estoy llena de la merienda y encima voy a cenar. Creo que hoy no voy a cantar muy bien. Aún así, decido que hoy vamos a cantar "Europa" de Mónica Naranjo. Me parece muy apropiada.
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