Llevo en cama tres días seguidos por gripe. La cantidad de anuncios antigripales que veo estos días en televisión podrían indicar que esto es un virus generalizado, pero yo sé que esto se debe a una crisis existencial. Lo sé porque conozco el momento en que yo misma lo generé. No era algo que quisiera o buscara, pero el cuerpo termina somatizando todo, especialmente el dolor, y yo he llorado mucho estos días. Ainoa me lo terminó de confirmar cuando nos vimos: los resfriados son tristezas y frío interior. Y vaya si siento frío. Al menos sé que estos días debería estar tomando infusiones de jengibre y vestir un poco más de color rojo para subir la energía.
Si alguien me preguntase qué espero de este nuevo año, le diría que nada. No tengo ninguna ilusión, ninguna perspectiva, ningún objetivo. Es como si hubiese perdido la capacidad de soñar. Si no tenemos sueños ¿cómo vamos a llevarlos a cabo? Es como si fuese un poco una muerta viviente. Podría meterme en la cama y dejarme morir. Podría cortarme las venas y dejarme ir.
Sin embargo escogí "Decisión de vivir".
Ainoa es muy fan de holosíntesis y, gracias a ella, yo también he conocido esta ¿terapia? alternativa. Tenía pensado comprar algunas cosas y rebuscando en todo el material de Ainoa me topé con la lámina de este patrón. Lo percibo como una espiral de fuego y. la verdad es que me inquieta, me remueve por dentro. Por eso decidí comprarlo y lo voy a montar en el salón donde más exposición voy a recibir.
Aún no controlo mucho las cualidades, pero creo que me sobra agua y frío. Siempre me he sentido muy identificada con el agua, pero me ha faltado equilibrio con otros elementos. El fuego me vendrá bien.
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