N.B: no sé cómo escribir el circulito sobre la A de Alg en letra Arial, en este editor, en este PC.
En el Sueddeutsche Zeitung de ayer aparecía una noticia curiosa y simpática: en Suecia central un alce se había puesto morado a comer manzanas maduras hasta el punto de emborracharse (para que luego digan que la fruta es sana). El manzano se encontraba próximo a un colegio y a la hora del recreo el alce consideró que aquellos enanos eran una amenaza, y se puso un tanto violeto. El artículo no dice mucho más, salvo que los niños estaban acojonados. Me pregunto qué pasaría con el alce, si regresaría al bosque o lo abatirían. No sabía que podrían resultar peligrosos. Bueno, en estado de embriaguez todos somos potencialmente peligrosos y más cuando algún espabilado nos quiere levantar el cubata. Me habría gustado saber también qué variedad de manzanas estaba tomando el bicho para comprar yo también.
Hablando de alces, esta mañana he conseguido tocar uno. ¡Qué ilusión me ha hecho! Con lo que me gustan los alces a mí. El alce en cuestión ha resultado ser Josefina, una hembra joven que nació esta primavera. Tengo fotos suyas de este verano, cuando todavía era pequeña y vulnerable. ¡Cómo ha crecido la condenada! Sin embargo todavía se ve que es joven, en comparación de los otros ejemplares del parque. Tengo que agradecerle esta oportunidad a un guarda, que me ha hecho el favor de acercarme a Josefina; de no haber sido por él, Josefina no se habría acercado a la valla. Ahora sólo me queda ver uno en estado salvaje, pero me temo que no vaya a ser posible. Y eso que Arlanda es tierra alce. En fin, tendré que conformarme o venir en otra ocasión a Suecia, aunque esto último lo veo también difícil.