viernes, agosto 31, 2018

No todo triunfo está en la victoria

Esta semana ha tenido lugar la segunda fase del campeonato de clubes de fitboxing de la franquicia a la que estoy registrada (¿Hay alguna otra que haga esto?). Fue una sorpresa para todos que nuestro distrito se clasificara siendo unos recien llegados. Habría sido una sorpresa mayor que además nos hubiésmos clasificado para la final. No ha podido ser finalmente, pero aun así creo que ha sido muy satisfactorio.

Los marcadores han estado muy igualados hasta el último momento. Tres rondas contra los clubes que nos tocaron en el grupo. Victoria, derrota, y derrota. La victoria fue algo muy interesante porque de ir perdiendo, dimos la vuelta al marcador en una sesión. El grupo de los lunes es bastante bueno, la verdad, y eso que faltaba gente que suele puntuar muy alto, supongo que estaban de vacaciones. La primera derrota fue muy emocionante porque hasta la última clase ambos distritos estaban empatados, pero finalmente el otro distrito se llevó el triunfo. Y en la última lucha no pudimos hacer mucho, porque ellos siempre fueron por delante, pero lo peleamos bien.

Digo peleamos porque yo participé en esta sesión. No me correspondía por mis turnos habituales, pero me apetecía contribuir, y cancelé mi clase del jueves para poder competir. Es posiblemente una de las mejores puntuaciones que he tenido desde que me apunté. Aunque la media fue de 97% de fuerza y 98% de sincronización, es la primera vez que obtengo 100% en ambos simultáneamente en un track. Me encanta. Eso sí, acabé derrengada. Creo que incluso llegué a mi límite físico, porque no estaba totalmente en forma y me exigí de más. Pero también entendí que si estaba tan cansada es porque nunca me había esforzado a ese nivel y mi cuerpo no estaba preparado. Eso quiere decir que puedo esforzarme más y mejorar, aunque ya estoy bastante contenta con mi rendimiento y mis puntuaciones. Quién me iba a decir a mí que iba a ser capaz de hacer burpees XDD.

Una de las cosas que más me han gustado de esta experiencia es ver el compromiso de la gente con el club. Al principio parecía que no estábamos muy por la labor de competir, pero el gusanillo terminó por picarnos a todos y darlo todo. En mi caso es fácil, porque me gusta la competición (y me gusta más ganar). Sé que no soy la mejor (todavía XDD) pero sí soy una jugadora de equipo. Así que si es por el equipo, me voy a entregar mucho más que si es por mí solamente. Puede que sea un fallo no mirar más por mí.

Resultaba muy gratificante terminar la sesión y comentar entre nosotros, dar la enhorabuena a los que más puntuación habían obtenido, ayudarnos. Yo ahora tengo más relación con gente que en todo el tiempo que llevo apuntada, chicas sobre todo, que somos mayoría. Resulta muy inspirador ver a aquellos que mejores marcas tienen.

Y todo esto fomentado por los entrenadores del club, especialmente Sonia, Yaiza y Buly. En mi opinión Sonia es la mejor instructora, desde el punto de vista de enseñanza. No tengo claro si además compite. Yaiza es mucho más competitiva (acaba de proclamarse campeona de España de Kick-Boxing en su categoría), y es la que más nos anima esforzarnos y a ganar, pero siempre de buen rollo. Y luego está Buly, mi antiguo compañero de EGB, que es como el maestro del club. Yo me parto de risa con sus ocurrencias. No he llegado a competir en su clase, con lo que no sé si presiona mucho o no.

Termina la segunda fase y llega la final. Nosotros no estaremos. Comenzará pronto un campeonato de equipos, que creo no tiene nada que ver con los clubes. Yo no estoy en ninguno, en parte porque no me relaciono tanto con la gente como para formar parte de uno. ¿Me gustaría? Sí, me gustaría. Una parte de mí querría hacerlo. Otra parte no. Otra parte además tiene otros planes y no son muy compatibles con esta idea. No importa, seguiré entrenando por mi cuenta, intentando mejorar mis resultados. Todo llegará. O no.

domingo, agosto 26, 2018

Ávalon

Visitar Ávalon es cumplir un sueño muy antiguo. Es satisfacer una llamada antigua de reconexión con tu ser. Durante años quise venir aquí, pero no sabía cómo. Fue en un círculo de mujeres hace un par de años cuando oí hablar de una agencia especializada en viajes a lugares sagrados. Así supe de Brocelandia, por ejemplo, pero también de la posibilidad de llegar hasta Ávalon.

Ávalon es una isla mitológica que significa "isla de las manzanas". Es un lugar oculto a los ojos humanos bajo unos velos que descorren para aquellos que realmente buscan y quieren ver. Ávalon, pues, está a caballo entre esta dimensión y la cuarta. Físicamente se emplaza en el pueblo de Glastonbury, en la llanura de Somerset, la tierra del verano. Somerset se encuentra por debajo del nivel del mar, y tiene una larga historia de inundaciones.

Ávalon es el lugar donde confluyen la leyenda artúrica y la leyenda del Santo Grial. Aquí se unen también lo masculino con lo femenino, lo pagano con lo cristiano. Es la integración de la dualidad.

Yo he encontrado aquí un pequeño lugar de visita, vibrante de energía, gracias a las líneas telúricas que cruzan este punto. La energía es muy perceptible, incluso para alguien tan mental como yo, que nunca ha tenido una sensibilidad corporal excesiva. Las líneas las sentí primeramente en la Abadía de Glastonbury, muy especialmente en el altar de la cripta de Nuestra Señora. La mitad del altar se corresponde a la línea de Miguel, la otra mitad a la línea de María (aunque dicen que es la misma línea que se separa y se une a lo largo de muchos puntos). La primera la siento intensa, densa, y mareante, mientras la segunda es más suave, más dulce. Sin embargo, fue en la parte de María donde me sentí totalmente atravesada por una energía que se hundía en el suelo y me arraigaba. Fue una sensación impresionante, porque jamás había sentido semejante chorro de energía en el cuerpo (excepto cuando casi me electrocuto en Pirineos).

También sentí algo parecido cuando llegué al centro del laberinto que hay a la entrada de San Juan Bautista. Al pararme me empecé a sentir mareada y tuve una especie de revelación donde el laberinto había desaparecido y, en cambio, veía radiar ondas desde mi propio cuerpo, creando un campo de fuerza a mi alrededor de tamaño considerable.

La energía te atraviesa y te sientes vivo. Es lo que hace este lugar: te da vida. Es como si estuvieses enchufado a una toma de corriente 24h. Parece que no estuvieses cansado, duermes menos, y comes menos, porque energéticamente estás saciado. La energía te sostiene. Siempre es así, solo que aquí es algo que sucede muy naturalmente.

Otra de mis experiencias significativas sucedió en el Chalice Well, después del ritual grupal junto a la fuente. Una de mis compañeras me preguntó si yo era una sacerdotisa. Le respondí que no. Pero al llegar a los tejos sagrados recibí una fuerte sacudida y una voz interior me dijo: "¿cómo que no eres una sacerdotisa?" Entonces sentí una reafirmación total en esta creencia. Yo era una sacerdotisa. Esto se reforzaría más al llegar al Tor. Desde luego, no recibí respuesta en el pozo, porque yo la había recibido mucho antes de llegar allí.

Durante el camino algo pasó en la cámara de fotos, porque durante un rato, hasta que llegué al pozo, ninguna de las fotos sale nítida. Es como si un hada hubiese estado jugando con los ajustes de la cámara. Aun así son unas fotos preciosas.

Otra experiencia aconteció en la cascada de St Nectan, cerca de Tintagel. Aquí conecté con el agua, mi elemento favorito. El agua me habló y me dijo que era bienvenida al lugar siempre que quisiera. No se refería tanto a una visita física como a algo astral. Me gustaría poder hacer ambas, porque el lugar es bellísimo. Siempre podré recogerme allí cuando la realidad me apriete. Allí podré sentirme amparada.

En Tintagel también conecté con el espíritu del aire, con el viento eterno que sopla en sus acantilados. Se siente un gran poder al dejar que el viento limpie la energía en torno a nuestro cuerpo.

Luego visitamos Stonehenge. Fue un privilegio poder entrar al círculo a primera hora de la mañana, con la energía limpia de la noche. Aquí la siento fuerte, concentrada y masculina. La guía nos indicó el lugar donde se haya un vórtice energético. Fue interesante poder sentir la energía del preseli, la piedra del monumento. Pero mi experiencia aquí fue estelar, nada terrena.
A instancias de una compañera, que sigue a un tal Kai Luz de Sirio (parece que es alguien conocido, pero yo no tenía ni idea), empezamos a caminar el círculo, comenzando por la puerta Este. El ejercicio consistía en recorrer el círculo 13 veces para activar una parte del ADN que conecta con el humano cósmico. Empezamos ella y yo y se nos fueron uniendo más compañeros después. Yo caminaba bastante deprisa. En un momento miré al interior del círculo y vi que estábamos generando una espiral de energía ascendente en nuestro movimiento. Entonces me sentí transportada al sistema solar. Cada uno de nosotros era un planeta y todos girábamos en torno al Sol. Yo seguramente era Mercurio por ser la que más rápidamente andaba. Fue como estar en dos sitios o en dos planos al mismo tiempo. Una parte de mí recorría el círculo, pero otra parte de mi conciencia estaba en el espacio. Fue bastante potente.

Pero el momento cumbre fue sin duda el ascenso al Tor, la colina de Glastonbury. Es el epicentro de la energía del lugar, donde confluyen varias líneas. Dicen que debajo del Tor se encuentra el palacio de Gwyn ap Nudd, el rey de las hadas.

Empecé a subir sin demasiada expectativa, porque la colina parecía un poco exigente para un paseo matutino. Nuestra guía nos habló de que coronar la cima era la culminación del viaje, pero también era el comienzo de nuestra nueva vida.  Era asistir al fruto de un esfuerzo.
Al principio empecé a subir deprisa, pero fui perdiendo fuelle, no por falta de tono físico (estoy en forma! ) , sino porque la subida me lo pedía. Me pedía que mirara y me empapara de cada rincón, cada sensación y cada vista. Así llegué a un primer repecho, desde donde se veía Glastonbury, la colina del Espino Sagrado, y los campos alrededor del Tor. Soplaba una brisa ligera, muy agradable. Y entonces mi percepción cambió. Me sentí transportada a otra época, muchos años atrás en el tiempo. El paisaje no había cambiado sustancialmente a mis ojos, pero el pasado y el presente se superponían, se daban al mismo tiempo. Supe que yo había estado allí antes y había sido una sacerdotisa de la Diosa. Conecté conmigo misma en ese lugar hace muchos años. Esto reforzó la idea recibida en el Chalice Well.
Proseguí la subida como si estuviese hipnotizada. La torre de San Miguel se alzaba frente a mí, imponente. Entre ella y yo el camino serpenteando y ascendiendo. Llegar allí era llegar a la iluminación. El camino de la iluminación podía ser duro, pero el premio estaba allí, a mi alcance. Era mi meta y era mi regalo. Era lo que tanto había deseado. Era mi destino.
Subí el camino llorando porque la emoción me embargaba. Cuando coroné escuché una voz interna que me decía: "Por fin estás aquí, bienvenida a casa". Fue tal la emoción, que rompí a llorar como una magdalena. Si hay algo que haya tenido sentido en mi vida, fue estar allí. Fue saber quién soy, quién fui, y el camino que tengo ahora por recorrer.

En la torre de San Miguel una chica me propuso un trabajo espiritual que acepté. La torre tiene dos puertas, una pequeña y otra grande. La pequeña da a Glastonbury, representa el mundo terrenal. La grande queda justo enfrente y representa Ávalon, el cielo, la iluminación. El ejercicio consistía en cruzar al cielo. Se entra en la torre, se dejan allí todas las cargas y limitaciones del mundo terrenal, y se accede al cielo, donde se reclaman los dones y poderes de uno mismo para poder llevarlos al mundo nuevamente. Me pareció algo muy simbólico, pero muy bonito.

Estoy ya de regreso en casa, pero echo de menos Ávalon  Echo de menos la energía. Es como si me hubiesen desenchufado y estuviera tirando de batería. Pero si estoy aquí es porque tengo un trabajo que hacer en este lugar. La energía es más densa y de menos vibración, pero mi trabajo debe ayudar a sostenerla. Hemos entrado en Virgo y ahora es momento de planificarse cómo hacerlo. Tengo algunas ideas, pero lo primero es ordenar, que menudo lío tengo en casa. Esto es muy Virgo también.

Volveré a Ávalon y espero que sea pronto. Aunque siempre estará en mi corazón. Estoy unida a ese lugar. Astralmenfe no lo he abandonado. 

domingo, agosto 12, 2018

Mentes Poderosas


Tarde de cine. Tarde de evasión de la realidad. Por fin una película en todo el verano que me apetecía ver. Y eso que iba pensando en la película equivocada. La mía posiblemente no la han estrenado aún. Me he equivocado con la protagonista, creyendo que una era la otra. Sea como sea, mi idea era ver una película fantástica (de fantasía), y eso es lo que he tenido.

El no tener ni idea de lo que iba a ver rebaja mucho las expectativas y hace que la película sea mejor. En realidad me ha gustado. Es una historia para adolescentes, pero me sirve igual. Cualquier cosa que hable de temas extraordinarios es un buen reclamo para mí. Algo fácil de ver, algo entretenido, algo evasivo, algo que haga volar mi imaginación, algo que me conecte con la magia. Luego, además, es fácil adivinar que estamos asistiendo a una saga de literatura juvenil, la cual desconocía hasta la fecha. Si no fuera porque tengo una pila de libros pendientes (ninguno novela), me haría con ella.

La película está centrada en nuestro mundo, donde los niños van muriendo a causa de una enfermedad desconocida. Los supervivientes se caracterizan por tener ciertos poderes extraordinarios, lo suficientemente poderosos para que el gobierno quiera controlarlos. Ruby es una de estos supervivientes y es encerrada en un campamento de niños especiales. Allí se clasifican a los niños por colores, según su poder: verdes, los inteligentes, azules, los telequinésicos, amarillos, los que dominan la electricidad, rojos, los que escupen fuego, y naranja, los que controlan la mente. Los dos últimos tipos son eliminados al ser considerados extremadamente peligrosos. Ruby es detectada como naranja, pero gracias a sus poderes, la reclasifican como verde.

Durante seis años trabajará en una fábrica del gobierno, hasta que un grupo rebelde llamado "La Liga" la rescata del campamento. Sin embargo, pronto escapará de estos y se colará en la furgoneta de tres fugitivos: Liam, azul, Zu, amarillo, y Chubs, verde. Juntos emprenderán la búsqueda de un lugar seguro, una especie de paraíso. Conseguirán llegar allí, no sin antes ser perseguidos por cazadores de recompensas y el gobierno. Durante este tiempo, además, se fraguará una gran amistad entre los cuatro, y el romance entre Liam y Ruby (Liam es encantador).

Sin embargo, el paraíso no es lo que parece. Está dirigido por un naranja llamado Clancy Clay, que es el hijo del presidente de los EEUU. Éste en realidad está creando un ejército propio para conquistar el mundo. Clay se fija en Ruby, primero porque es naranja también, y después porque ella tiene una habilidad que él no posee: es capaz de borrar los recuerdos de la mente de una persona. Clay intentará manipular y moldear a Ruby, pero ésta terminará enfrentándose a él al fallar el intento de huida del paraíso. En este momento, Clay ha decidido también destruir el paraíso y hacerse con la mayoría de los niños, convirtiéndoles en sus soldados.

Durante el asalto, Chubs se ve seriamente dañado, y Ruby tiene que llamar a La Liga para que los ayude. A cambio, Ruby se verá obligada a luchar en las filas de La Liga. A su vez, Ruby tendrá que renunciar a Liam, el cual está totalmente en contra del grupo, y para ello, terminará borrando los recuerdos de Liam, para que pueda ser libre y no luche por ella. Ruby empezará entonces una vida de lucha. De haber acabado así la película, me habría parecido horrible. De hecho, me he puesto triste. Ahora tengo ganas de que llegue una segunda parte.

África y zoe



Cómo cultivar la alegría? Es algo que me pregunto últimamente, en un intento de mejorar mi vida. Soy demasiado seria y me tomo las cosas de una forma demasiado solemne, con poco espacio para la diversión. Más aún cuando estoy más sola que la una. Pareciera que hay que divertirse con "amigos" siempre. Por ello pareciera que me encontrase atrapada entre sombras.

Me he propuesto añadir alegría a mi vida e intentar disfrutarla más. No sé cómo lo voy a hacer, pero tengo todo un ala 7 por explotar. Sé que no va a ser muy fácil porque existe en mí esa tendencia contraria, y que quizás la alegría sea como un músculo que hay que ejercitar.

Este fin de semana son las fiestas de San Lorenzo en el barrio de Lavapies. Pensé que podría echar un vistazo al programa de fiestas para ver qué había planeado. Si no había nada que me llamase, siempre podía ir a ver el ambiente. Por lo menos sería algo diferente a ir al gimnasio o a meditar (nada en contra que ahora mismo son mi mayor fuente de endorfinas). El programa tenía buena pinta. Ya me gustaría que en mi barrio hiciesen actividades así.

 Y de repente ahí estaba: clase de danza africana. Había también una clase de salsa. Jo, cuánto hace que no voy a bailar salsa. En general me gusta bailar. Ahora lo cubro con las clases de zumba, pero no es lo mismo.
Pregunté a los organizadores si era necesario apuntarse en algún sitio para participar, pero dijeron que no. Así que después de mi siesta con los tornados, me fui a Lavapies.

Por supuesto, mi mente intentó sabotearme con argumentos para no ir. El principal es el miedo. Sabe que juega con algo muy sensible que está muy dentro de mí, y que tiene que ver mucho con mi timidez. Es un patrón arraigado. Funciona muchas veces. Pero esta no.

Llego a Lavapies y veo la verbena. Últimamente voy mucho a este barrio, fundamentalmente por los cursos alternativos. Es un barrio curioso, tiene mucha mezcla. Hoy la calle está tomada por las terrazas de los bares.

Llego a la calle del Dr Fourquet, donde va a darse la clase. Es la primera vez que paso por allí, y mira que queda cerca de Argumosa. La asociación La Fourquetina ha puesto una carpa en medio de la calle, desde donde se controla la música  Hay también vino tinto para consumir. Es mi último intento para huir de allí. Pero no.

Aparece el profesor, y con él empieza a llenarse la calle. Se llama Koffi y da clases de danza africana en el barrio, pero en horario de estudiantes y amas de casa. Así es difícil poder asistir. Koffi enseña algunos pasos, no demasiado complicados, para poder reproducirlos con la música. Lo más complicado es bailar con la mochila a cuestas, sobre el adoquinado, y con las sandalias. Hay mucha gente, sobre todo mujeres, y hace calor. Aún así, bailamos. Es divertido. Me recuerda un poco a la clase de zumba.

La música es muy pegadiza. La música tiene mucho que ver con el estado de ánimo. La música africana tiene mucha percusión, que te arraiga a la tierra. La percusión es puro elemento de tierra. Yo la noto muchísimo en el cuerpo, a diferencia de otros instrumentos. Me viene a la cabeza algo que pensé: el corazón es el tambor del cuerpo y su vibración se escucha en todo él  Su frecuencia es lo que resuena en las células y en los tejidos, y es la frecuencia a la que se sintonizan. Una frecuencia de tristeza, sintoniza células tristes.

Termina la clase. Me lo he pasado bien y me he superado a mi misma. Llamo a Raquel por si quiere hacer algo, pero está preparando el curso de Reiki III de mañana. Al final no me dio tiempo a finalizar las practicas del II y tendré que esperar. Decido cenar un rollo de sushi de foie y mango. Mejor en versión chutney, pero está muy rico.

Para regresar a casa decido hacer la gracia y alquilar un coche eléctrico de esos que están de moda. Para el Madcool me registré en Zity, y todavía no había hecho uso del servicio. Zity usa como modelo Zoe, el eléctrico de Renault. Es un coche pequeño, pero que está muy bien. Mi mente también me ha puesto impedimentos para hacer esto, pero hoy tengo a mi ego muy calado y estoy en contra fónico. Lo siento, chato.

El servicio funciona muy bien. Mi problema viene con el coche: es automático, y no conduzco uno desde que estuve en Salzburg. Tengo que adaptarme un poco al funcionamiento. Pero lo peor es el freno: te deja clavado en el sitio. No sé si será así en todos los vehículos, solamente es el mío, o me falta habilidad (o es marte rx) . Tengo algún episodio peligroso en el trayecto por culpa del freno. No lo paso bien. Voy a velocidad tortuguera para evitar parar en lo posible. Le voy cogiendo el tranquilo, pero no me siento cómoda. Busco también el trayecto menos concurrido. Así llego al barrio. Veo mucho aparcamiento disponible y decido que voy a aparcar enseguida, aunque tenga que ir andando el resto del camino. Aparco y ni rectifico porque no me apetece maniobrar más (el coche está bien aparcado). Y con la adrenalina circulando por mis venas, me voy a dormir.

Sentencia de muerte

Estaba en la casa del pueblo pasando unos días con mi familia. Allí todos descubrían algo sobre mí: me habían detectado una enfermedad incurable e iba a morirme. No tenía una previsión concreta, podía ser inminente o bien durar mucho tiempo. Sin embargo la sentencia pesaba sobre mí como una losa.

Para empezar no sabía cómo gestionar el miedo a la muerte, pero tampoco sabía cómo gestionar la vida. Me pesaba el alma y no sabía cómo levantar el ánimo con la certeza de la muerte sobre mi cabeza. A ratos pensaba que todo era un error como forma de evadirme de la realidad. Pero era un hecho, y me sentía hundida.

Por otro lado, me sentía molesta al saber que el resto conocía mi enfermedad. Odiaba al médico por haber desvelado mi situación. Yo querría haber mantenido esto en secreto, llevándolo yo sola sin que nadie lo supiera. Ahora tenía que aguantar sus caras de pena y su condescendencia, lo cual me ponía peor. Pero es que en el fondo, les daba igual, y la vida iba a seguir si mí de todas formas. Eso también me molestaba. Parecía como si yo no le importase a nadie lo suficiente como para lamentar mi pérdida.

Volvía a mi dormitorio a hacer limpieza de armarios. Estábamos haciendo limpieza de la casa en general. En mi habitación estaba mi amiga Ainoa, haciendo preguntas y comentarios absurdos. Durante un rato me ponía a ordenar ropa. Algunas prendas estaban muy mojadas de agua.

Luego salía por una puerta y llegaba a un evento de trabajo. Pedro y Oscar Díez (en el sueño era Salvatore, pero no se puede parecer menos) querían que Alberto Sanna participase en algo. Yo iba a buscar a Alberto, pero no tenía demasiadas ganas de que lo molestase, y menos para una cosa así. Así que lo dejaba tranquilo para volver a la reunión.

Había un folleto de Atos informando que habían creado un pequeño economato donde poder comprar productos de higiene personal, como pasta de dientes. Además permitían la acampada en las campas, algo que algunas personas habían empezado a hacer.

Yo regresaba a la casa del pueblo, a mi habitación, para seguir ordenando y limpiando. 

sábado, agosto 11, 2018

Tornados

Otro sueño intranquilo, esta vez con la meteorología revuelta. En esta ocasión iba yo sola conduciendo a gran velocidad, tal vez por la carretera de Colmenar, aunque no era relevante en el sueño. El cielo estaba gris y anunciaba tormenta. De repente, delante de mí, aparecían tres tornados. Me decía a mí misma que era la vez que veía tornados en mi vida, y me causaban una morbosa fascinación a la par que miedo. Pensaba que si aceleraba más, los tubos quedarían a mi derecha y los evitaría, pero al virar en una curva, veía que los embudos estaban en mitad de la calzada y progresaba hacia mí. La única manera de esquivarlos era zigzagear en el espacio entre ellos, y eso es lo que hacía. Al maniobrar a gran velocidad, y quizás impulsada por el aire del remolino, perdía el control del vehículo y acaba en un prado a la izquierda.

Durante unos momentos me sentía compungida y desconcertada. Fuera estaba lloviendo. Abría la puerta del coche para sentir la lluvia en mi cara. Los remolinos continuaban en la carretera. No me parecía estar en un sitio seguro, en cuanto que los tornados podían cambiar la dirección y llegar al prado. La única manera de salir de la situación era volver a la carretera y buscar una vía dede escape por ella. Llamaba a mi padre antes de intentarlo, pero no le informaba de mi estado. Después me metía en el coche nuevamente y arrancaba.

El prado era ahora un descampado en un foso. Había tres salidas posibles. Yo quería ir hacia la izquierda y seguir hacia adelante. La salida del medio era de asfalto y ascendía por una pendiente pronunciada bajo un túnel que daba a un aparcamiento de pago. Elegía esa opción y empezaba el ascenso por la rampa. A mitad de recorrido parecía como si el coche no pudiese avanzar y se fuese a calar. Había ascendido bastante y mi miedo era que el coche pudiese caer hacia atrás. Estaba acojonada. Aun así conseguía meter primera y confiar en que el coche completara la subida. Finalmente lo hacía, pero por los pelos. Me incorporaba al tráfico de salida del parking, y llegaba a la carretera. Ahí despertaba.

viernes, agosto 10, 2018

Cartas en cuarto menguante

Uno de los ejercicios que aprendí en el curso del Niño Interior fue el de escribir unas cartas a mis padres para liberarme del resentimiento que tenía con ellos por cualquier cosa que les echara en cara. Fue realmente terapéutico. A raíz de este ejercicio, empecé a escribir cartas a mis ancestros, con un cariz distinto, siempre cuando la luna está en menguante (relacionada con la liberación o la disminución), siempre previo a la luna nueva, que marca un comienzo y el cambio de signo. Igualmente quemo las cartas, pero lo que no hago es echar las cenizas a una corriente de agua, porque me parece contaminar innecesariamente. Las tiro a la papelera directamente, esperando que se pongan a tierra y ésta cierre el proceso.

A la vista del eclipse de mañana, un poderoso eclipse solar en el signo de Leo de nodo Norte, he venido escribiendo varias cartas durante estas semanas. La última fue anoche para BH. Una carta de despedida. No una despedida de "no voy a volver a pensar en ti más" (porque es imposible), sino una carta de "te libero y te dejo ir". También fue una carta de perdón. Y, por supuesto, empecé a llorar en cuanto puse los dos puntos de la entrada. La carta me volvió a conectar con toda mi experiencia en el aborto y con todo lo que sentí, toda la tristeza, toda la frustración y con todo lo que quedó interrumpido. Lloré muchísimo. Esta noche he soñado cosas muy raras, pero no recuerdo ninguna, salvo la sensación de que el sueño ha sido desasosiego puro. Sin embargo, me he levantado despejada. Hecha un mierda física, pero despejada. Algún día podré recordar todo esto con amor, más que con tristeza.

Las cartas anteriores no fueron tan intensas, aunque sí lloré con alguna también. No tanto, es verdad. Cuando escribía me hice la pregunta de hacia dónde iba la energía, y me di cuenta de que esa energía la sentía orientada hacia mi interior. Esa carta también está dirigida a mí, o más bien a la parte de mis ancestros que está en mí. Es como si yo los contuviese a todos en mí. En algunos casos la carta resultó un acto de comunión, pero también de aceptación y de amor. He intentado incluir a los que no estaban incluidos, y de apaciguar el dolor de otros. Con ello espero que todos hayamos sanado de alguna forma.

Ahora llega el eclipse. Un momento de comienzos muy importante. A mí me cae en la casa 5, que es además la casa de Leo, que además en mi caso tiene a Leo en la cúspide. Leo tiene mucho que ver con la creatividad, la alegría, la diversión, el juego, el ocio, la expansión del corazón, el Niño Interior, el amor, el poder...Aquí es donde voy a sembrar de aquí a 6 meses. Empiezo hoy, con una meditación Reiju, pero mañana es el día de las intenciones puras. A ver qué tal se me da.

miércoles, agosto 08, 2018

Análisis, fruta, y desesperación

Tenía que ir al gimnasio a hacerme unas pruebas y estaba subiendo la avenida. Entonces me encontraba a una persona en sentido contrario. Me sorprendía verla allí porque no era el lugar habitual de sus movimientos. No quería pararme a hablar con ella y pensé que quizás no se habría percatado de mi presencia, y que podría pasar a su lado sin que se diera cuenta. Pero no, se daba cuenta, y lo peor: cambiaba de sentido para venirse conmigo. Estaba claro que su objetivo era contarme sus problemas y desahogarse conmigo. Yo no tenía ninguna gana de escuchar ninguna de sus quejas.

Aun asi yo no era nada asertiva para decirle que me dejara en paz. Se venía conmigo y me pasaba un buen rato cortando sus intentos de lloro. Eso me hacía mas seca de lo normal, pero no podía hacer otra cosa. Encima me veía forzada a acompañarla a una frutería próxima, dónde vendían productos ecologicos. Me molestaba tener que desviarme de mi camino y aparcar mis tareas. Además, no había desayunado por las pruebas, y yo, con hambre, soy un poco agresiva.

La frutería era pequeña, tenía mucho genero, con una gran variedad de frutos, algunos de los cuales ni siquiera conocia. Veía también flores mustias, a las que me empeñaba en echar agua para evitar que murieran. Bajábamos al piso de abajo a xomprar. La tienda estaba abarrotada. Yo quería comprar granadas, que tenían muy buen aspecto, muy maduras y rojas.

Al salir de la tienda, Cris estaba allí. Me proponía dar esquinazo a esta persona e irnos a la clínica. Para entonces ya me había hecho las pruebas y tenía los resultados, pero las guardaba esta persona. Cris decía que podía utilizar las suyas (??). Me parecía bien e intentábamos la huida. Pero esta persona daba con nosotras. No nos echaba nada en cara, pero había reproche en su voz cuando me daba mis radiografías y me decía: como vas a ir a la clínica sin esto?

Cris se empeñaba en guiarnos a la clínica, porque decía que sabía llegar. Esta persona insistía en acompañarme y no cesaba en sus intentos de desahogo. La clínica se supone que estaba cerca, pero callejeabamos mucho. Me dolían los pies y tenía hambre.

Llegábamos a una plaza amplia interior a unos bloques. Me recordaba al Barrio de la Concepción, pero también a la Ciudad de los Periodistas. Cris se iba a tomar cafe, la persona se quedaba a esperarme, y yo entraba en la clínica, que era un local comercial pequeño. Allí había dos mujeres, dos supuestas enfermeras, rubias las dos, con mucha desgana por currar en general. La de la izquierda atendía a una mujer morena de aspecto indiano. La de la derecha me decía que tenía que llamar al 1111. Yo intentaba marcar los números en mi móvil, pero la pantalla se volvía loca y no me dejaba. Exasperada, la mujer me quitaba el movil y me decía torpe. Esto me enfadaba enormemente. Yo le arrancaba el móvil de las manos y le decía literalmente que se fuera a tomar por culo.

Me iba del local, pero no recordaba donde tenía que ir después. Volvía a entrar y preguntaba a la enfermera de la izquierda. La de la derecha me soltaba: "no eres tan lista que todo lo sabes?". Yo la ignoraba y esperaba a que la otra me respondiera. Tenía que ir hacia la izquierda en la plaza.

Salía otra vez y decidía buscar a Cris. Ella me decía que estaba en un bar llamado "Entrevias", dónde habíamos estado unos días antes. No era muy clara y yo para entonces estaba muy contrariada. Le colgaba y empezaba la búsqueda de la cafetería. La otra persona me acompañaba, insistiendo en reclamar mi atención y minando mi paciencia. Buscábamos y buscábamos y no encontrábamos el bar. De repente la persona decía que llegaba tarde al trabajo, que había estado mucho tiempo fuera, y que no quería que su jefe lo mirara mal. Me dejaba sola y yo pensaba que otra vez esta persona volvía a ser egoísta y mirando solamente por su imagen, y por lo que más le convenía en ese momento.

Seguía buscando sin exito. Volvía a llamar a Cris, pero no me cogía el teléfono. Me aparecían mensajes estúpidos de otras personas que solamente entorpecian mis intentos. Estaba desesperada y muerta de hambre.

Llegaba a un parque y allí me encontraba a Suso de Teleco (Suso???!!!). Estaba haciendo estiramientos en una barra de un campo de deporte. Me decía que hacía mucho que no nos veíamos (pues la verdad) y se ofrecía a aacompañarme. Volvíamos a la plaza y entonces me percataba de que ya no tenía conmigo mi bolso, ni mi cazadora, ni mis análisis. No aparecían por ningun lado. Yo me sentia muy cansada y frustrada, y me echaba a llorar.

Entonces despertaba.

viernes, agosto 03, 2018

W:O:A 2018

Ayer comenzó el Wacken Open Air 2018, la Meca metalera. Aunque no vaya a estar presente, siempre me gusta estar al tanto de lo que allí acontece. Supongo que es nostalgia. Como está tan bien organizado y cada vez tienen más medios, ahora es posible conectarse a la webcam del campamento o seguir algunos de los conciertos en streaming. Después aparecerán en youtube, y de más grupos de los que se hace la transmisión, así que no hay oportunidad perdida.

Ayer me conecté por casualidad al streaming. Tocaban Behemoth, que no es que me gusten particularmente, pero es lo que había en ese momento. Entonces vi la explanada de los conciertos. Eran las 17h, se veía mucha gente (en los últimos tiempos hay una asistencia de 80K personas al festival) y hacía sol. Se ve que este año es de los buenos y que no habrá barro. El cartel no está mal. Que me gusten mucho están Judas Priest, Sepultura, Dark Tranquility, Korpiklaani, Nightwish, In Flames, In Extremo. Que sí, que los he visto cientos de veces, pero verlos en un festival tiene algo especial, sobre todo si es el WOA. Luego están otros que también me apetecería ver como Wintersun,Amorphis, Arc Enemy, Children of Bodom, Doro, Ensiferum, Epica, Gojira, Knorkator, Leave Eyes, Oomph! (jooo), aunque a todos los haya visto con anterioridad, a muchos en Wacken. Y luego siempre hay grupos para descubrir. Por ejemplo ¿quiénes son "Walking Dead on Broadway"? y ¿qué demonios es el "Hellzapoppin Circus Sideshow Revue"?

Behemoth. El streaming en directo. Entonces me vi transportada a Wacken. He ido tantas veces al festival que tengo grabadas a fuego las sensaciones del mismo. Puedo evocar con facilidad la atmósfera, el olor, el aire, el cielo, el terreno, el camino, los rincones, el sabor del Knobi Brot... Una parte de mí querría estar allí. Nostalgia, he dicho. Es verdad, se acumulan los buenos recuerdos (y alguno no tan bueno). Pero lo que me llega es la sensación de libertad. Estar allí tiene un punto salvaje, si bien está muy alejado de la pura supervivencia. También tiene un punto de desinhibición, de poder expresar cosas que están muy dentro de ti, pero que normalmente se ocultan porque no están bien aceptadas en tu vida cotidiana. De hecho, siempre comentábamos que cuidado con lo que comprábamos allí, no fuera cosa que luego no pudiéramos llevarlo en Madrid.

Algún día puede que regrese. No será lo mismo sin Doris y Thorsten, pero podríamos alquilar una Ferienhaus si no es demasiado cara (el precio debe dispararse en estas fechas). Descarto totalmente la acampada. Después del 2012 lo del barro me repele enormemente.
Pero estoy fantaseando.

jueves, agosto 02, 2018

Women Who Succeed


Hoy he recibido un correo de la Global Chief Diversity Officer de la compañía (lo que quiera que eso signifique) para participar en unas charlas técnicas de mujeres para mujeres, dentro de una iniciativa llamada “Women Who Succeed”, que por supuesto desconozco. A lo mejor se han equivocado y me han puesto por error en la lista.

Según la comunicación, a partir de octubre comienzan estas charlas, y me piden que elija un tema y una fecha. Y lo peor de todo: me he ido al contrafóbico y me mola la idea. Estoy en ese punto en que me aterra la situación, pero por otro lado me apetece hacerlo. Y no tiene que ver con la visibilidad que podría tener dentro de la compañía, sino que me gusta el reto. Lo que me gusta es poder prepararme el tema y exponerlo. Hasta creo que sé de qué quiero hablar: del reto de lanzar un grupo nuevo y cohesionarlo. Creo que encajaría bien dentro del ámbito "Building your winning team, attracting and maintaining Talent - Tips and tricks from the battlefield". Hay más temas, pero me parecen demasiado lejanos: IoT, Blockchain, data sharing, DX, Robotics, 3D printing, AI, etc, etc.

Ahora siento un poco la adrenalina correr por mis venas, como cuando algo me ilusiona y me quiero poner con ello inmediatamente. Pero no sé por dónde empezar. Por confirmar, supongo. He preguntado a mi jefa a ver si quiere que nos demos algo de publicidad aprovechando la ocasión, o si prefiere que hable de otro tema, aunque no tenga ni pajolera idea del mismo. Todo por la causa, que somos consultores.

Esto me recuerda mucho los ejercicios de clase de alemán, cuando tenía que escribir una redacción. Siempre se me ocurrieron enfoques interesantes que desarrollar (bueno, me lo parecían a mí y es suficiente). Pero disfrutaba tanto armando la estructura del discurso. Eso me encanta, siempre y cuando tenga tiempo para poder pensar y montarlo.

Esta iniciativa se une a dos más que tengo pendientes de desarrollar por falta de tiempo. Me da rabia porque creo que pueden ser interesantes para mí, por el conocimiento que puedo adquirir y también por mi carrera profesional. Es importante conocer gente. A ver si para septiembre me centro un poco, me organizo mejor, y exploto estas vías de alguna manera.

miércoles, agosto 01, 2018

For Baby (John Denver)

I'll walk in the rain by your side
I'll cling to the warmth of your hand
I'll do anything to keep you satisfied
I'll love you more than anybody can

And the wind will whisper your name to me
Little birds will sing along in time
Leaves will bow down when you walk by
And morning bells will chime

I'll be there when you're feeling down
To kiss away the tears if you cry
I'll share with you all the happiness I've found
A reflection of the love in your eyes

And I'll sing you the songs of the rainbow
A whisper of the joy that is mine
And leaves will bow down when you walk by
And morning bells will chime

I'll walk in the rain by your side
I'll cling to the warmth of your tiny hand
I'll do anything to help you understand
And I'll love you more than anybody can

And the wind will whisper your name to me
Little birds will sing along in time
Leaves will bow down when you walk by
And morning bells will chime