martes, diciembre 31, 2013

47 Ronin


Acabo de regresar de una escapada de fin de año. Es algo nuevo en mi rutina navideña. Así que, ¿qué mejor que cerrar el año con una antigua tradición? Y eso, a falta de cerveza en un irlandés, es ir a la última sesión de cine del año.

La película ha sido "La leyenda del Samurai (47 Ronin)". Un Ronin básicamente es un samurai sin amo. La película se basa en una historia real en la que 47 samurais se convierten en ronin a la muerte de su señor y deciden vengar su muerte siguiendo su código bushido. 

No conocía la historia, así que el mayor atractivo de la película ha sido claramente el trailer.  Acción, leyenda, Japón y un poco de fantasía. Algo perfecto para mí. Y para pasar la sobremesas. No me ha decepcionado.

Se supone que el protagonista es Keanu Reeves, como un mestizo criados por unos demonios que se une a estos ronins. Pero la verdad es que, al igual que le pasara a Tom Cruise en "El Último Samurai", el co-protagonista japones se lo papea en pantalla, cosa que no es difícil porque precisamente Keanu no es el mejor actor del mundo.

Parece que los 47 están enterrados en Tokio, así que ya tengo otro motivo para volver.

Despidiendo el 2013

Quedan unas horas para que entre el 2014, el año del caballo. No va a ser una noche muy festiva para mí, pero intentaré que sea especial. Problema: hoy hay luna nueva y no deberían hacerse conjuros. Pero eso no quita para que encienda las velas, tome mis uvas y piense en que me gustaría que el nuevo año sea mejor que éste que nos deja.

Este año ha sido un poco extraño y como he comentado representa la muerte de mi viejo mundo. Una muerte lenta, inexorable, dolorosa y quizá necesaria para que llegue algo nuevo.

El 2013 no empezó demasiado bien, ya que me rompí el brazo patinando y estuve dos meses de baja, con una rehabilitación un poco lenta. Sin embargo, necesitaba ese parón para darme cuenta de lo acelerada que iba y cambiar mis hábitos. Dejé de tratar de llenar las horas para exprimir la vida y traté de buscar tiempos muertos, que son tan necesarios como los silencios en la música.

Durante esos meses de baja me di cuenta también de que toda mi vida giraba en torno al trabajo y que eso me estaba secando por dentro. Desde entonces he intentado de cambiar el foco y equilibrar las diferentes áreas de mi vida. Quizá ya no sea tan profesional y dedicada, pero a cambio he recuperado un poquito la ilusión.

A principios de año me surgió también la posibilidad de cambiar de vida y de marcharme a trabajar a otro país. Rechacé esa oferta, en parte por miedo, en parte por una serie de razones que creí importantes. No es que me arrepienta de mi decisión, pero las razones resultaron ser decepcionantes y he terminado llevando la clase de vida que podría haber hecho allí, pero sin la experiencia vital que me habría aportado. 

Por otro lado, mi hermana tuvo un bebé y eso es parte de las cosas que han contribuido a la muerte de mi mundo.

Dos de mis mejores amigos se marchan a México por dos años y eso también contribuye a dicha muerte.

Como en toda muerte, estamos solos. Creo que estoy en una etapa en la que debo aprender a estar sola y disfrutar de la soledad. No debería ser difícil para un lobo solitario como soy yo.  Pero a veces lo es y creo que también se debe a ese intento de control, junto con una valoración negativa y errónea de la situación. Afortunadamente, si en algún momento creo rozar la locura, siempre me queda el gimnasio, que se ha convertido en una especie de templo donde me purifico y me encuentro. Y de paso me hago físicamente más resistente, salvo algunos achaques colaterales. La clase de yoga, por ejemplo, me ayuda muchísimo a estar en un espacio suspendido en el tiempo en el que soy libre, sin ataduras, sin etiquetas, donde mi energía se manifiesta de una manera suave, fluida, pura. Así que ésta es una de las cosas que mantendré en el nuevo año, si mis achaques lo permiten.

Por lo demás, todo sigue igual. Casi mejor así. No necesito tormentas enormes, porque bastantes se libran en mi interior.

Y sin embargo, aún me aferro a los restos del naufragio. Es parte de esa necesidad que tengo de tratar de controlarlo todo, porque el control me da una falsa sensación de seguridad. Espero que en 2014 pueda liberarme de ella completamente. Pensar menos, sentir más, dejarme llevar más, como dice Lola. Precisamente es ese el mensaje que parece repetirse a mi alrededor últimamente, así que debería prestar atención.

No tengo proyectos para el 2014, pero sí la esperanza de algo mejor.

sábado, diciembre 21, 2013

Yule 2013


Hoy es un día muy especial: el soslticio de invierno. La noche más larga del año. Pero a partir de hoy la luz empieza a crecer y a hacerse fuerte. Y con la luz llegará la vida, una vida nueva y renovada. Así que Yule representa la promesa de la vida, la esperanza de que algo bueno ha de llegar. Dados los tiempos que corren, este mensaje de esperanza es de lo más oportuno.

martes, diciembre 17, 2013

La fábula de la mariposa

Aún quedan un par de semanas para el final del año, pero casi puedo hacer balance del mismo. Si tuviera que definir este año, lo llamaría el año de la mariposa. O más kafkianamente, el de la cucaracha. En todo caso, un año de metamorfosis, de cambio total. Cambio en el que soy un mero testigo: los agentes son externos, pero los efectos son internos. El mundo que conozco cambia y yo sólo puedo adaptarme a él. Pero la fractura de las viejas formas nunca es sencilla ni serena, pero así parecen ser los génesis.

Esto me recuerda una fábula que puede interpretarse de muchas maneras:

“Un hombre encontró un capullo de una mariposa y lo llevó a su casa para observar a la mariposa cuando saliera del capullo.

Un día notó un pequeño orificio en el capullo, y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por poder salir. El hombre la vio que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Parecía como que se había atascado.

Entonces el hombre, sintiendo lástima, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera corto al lado del agujero para hacerlo más grande, y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando, pues esperaba que en cualquier instante, las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba.
Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Jamás logró volar.

Lo que el hombre, en su bondad y apuro, no entendió fue que la restricción de la apertura del capullo y el esfuerzo de la mariposa por salir por el diminuto agujero, eran parte natural del proceso que forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que alcanzasen el tamaño y fortaleza requeridos para volar.

Al privar a la mariposa de la lucha, también le fue privado su desarrollo normal.”

domingo, diciembre 15, 2013

La belleza de la simplicidad


"Gospel es Navidad". Ese es el lema del festival de gospel que se organiza estos días en Madrid. Debido a una apretada agenda sólo tuve opción de ir al espectáculo de ayer noche. En principio esperaba un gran coro como esos que salen en las películas americanas, así que fue una sorpresa descubrir que "The Friendly Travellers" eran un cuarteto. Sin embargo, desde la primera canción me di cuenta de que aquella iba a ser una actuación muy especial. 
Especial por la sencillez de la puesta de escena, limitada a un fondo estático de colores y a los focos que iluminaban al grupo, y por el hecho de cantar a capella sin ningún acompañamiento (un par de canciones con guitarra nada más). Especial por unas voces magníficas (señor, qué graves tan redondos y enormes), armónicas, bien empastadas, sin artificios, todas puestas al servicio de Dios, y de la audiencia. Fue toda una lección de canto: voces sueltas y libres pero bien ancladas, ágiles, bien cubiertas, bien impostadas, con gran control de toda la musculatura que lleva al canto, y llenas de emociones. Eso es tan difícil de lograr, y no obstante para ellos parecía sencillo y natural. Qué envidia más grande.
Como cabe esperar en una actuación gospel, el grupo hizo que la audiencia participara. Así que dimos palmas, cantamos y bailamos acompañando las canciones. Al principio costó que la gente se involucrara. Se ve que todo nos da vergüenza, que hemos perdido parte de nuestra espontaneidad y alegría. Pero finalmente la mayor parte de la sala terminó uniéndose a esa comunión musical. Fue sencillamente genial y me lo pasé como una enana. En algunos momentos hasta llegué a emocionarme un poco por culpa de las letras. Creo que todos podemos sentirnos identificados con algunas de ellas, porque en algún momento podemos sentirnos necesitados de esa ayuda divina y pedir a Dios que busque nuestro corazón. De cara a Navidad me parece un mensaje hermoso.

domingo, diciembre 01, 2013

Liberando mochuelos

Hace unos meses aparecía en la web de crowfunding Verkami una campaña para la asociación Brinzal. El objetivo: recaudar 3000EUR para financiar una "ambúholancia", un vehículo de segunda mano destinado a recoger y asistir aves rapaces nocturnas heridas o huérfanas. El objetivo se alcanzó en junio de este año y aquí se puede ver el popular vehículo:

Como recompensa al mecenazgo, estaba la posibilidad de participación en una de las sueltas de aves recuperadas en el centro. Esto ha ocurrido esta misma tarde y yo he tenido el privilegio de poder liberar a uno de los ocho mochuelos que poblarán desde hoy el valle del Tajuña. La suelta forma parte de un proyecto llamado "Un mochuelo en cada olivo" de la misma Brinzal, que intenta recuperar esta amenazada especie.

El mochuelo no es una rapaz especialmente grande. Son aves simpáticas, de plumaje suave color pardo, y con la misma expresión y viveza que todas sus hermanas. Tener una en las manos ha sido realmente emocionante, así como poder dejarla ir, y verla marchar en el horizonte en busca de un futuro que espero sea realmente bueno.

Me gustaría poder participar en más sueltas como ésta. Sería posible apadrinando a alguna de las aves del centro. Anteriormente he sido madrina de alguna rapaz en Amus, pero al estar en Extremadura, es más difícil poder participar con ellos. Pero ahora estoy muy volcada con varias asociaciones protectoras de gatos, que también necesitan mucha ayuda. La verdad que hay muchísimos grupos de protección animal y todos necesitadísimos de ayuda económica. Me gustaría poder hacer más.

viernes, noviembre 29, 2013

La Gran Recogida de Alimentos

Hasta el próximo domingo tendrá lugar la campaña del banco de alimentos llamada “La Gran Recogida de Alimentos”. Se trata de recoger la mayor cantidad de alimentos no perecederos (harina, azúcar, aceite, pasta, legumbre, arroz) para el banco de alimentos, que los distribuirá después entre diferentes organizaciones de ayuda social. Supe de ella por un anuncio en un partido del Estudiantes, así como que necesitaban 20000 voluntarios para colaborar en la misma. Y me apunté.
Esta semana recibí una notificación confirmándome el turno y el punto de trabajo: un pequeño supermercado de un barrio próximo al mío. Esta tarde me he reunido con mi grupo: el coordinador del punto y mis compañeras de turno, una madre y su hija adolescente. Durante tres horas nuestra labor ha sido abordar a los clientes del supermercado para informarles de la campaña, recoger las compras con las que han querido contribuir, clasificar los alimentos por grupos en bolsas de cinco unidades, y depositarlas en una caja de almacenaje.
El resultado final han sido 35 bolsas, siendo pastas y legumbres los productos más donados. No está nada mal para un barrio humilde. No diría que el total de los compradores ha contribuido a la campaña, pero sí una gran mayoría de los mismos. Creo que es un buen indicador de la solidaridad de la gente. Una señora mayor se disculpaba por no poder aportar más, cuando ella misma sostiene con su pensión a toda la familia. Si todo el mundo contribuyera la mitad, la campaña ya sería todo un éxito.
Personalmente la experiencia me parece muy positiva. Es muy bonito ser testigo de dicha solidaridad; es gratificante contribuir a una buena causa; está bien poder conocer gente nueva y conversar con ella, aunque jamás volvamos a encontrarnos; y por último, resulta revelador poder conocerte un poco más a través de la situación. Me siento afortunada.

sábado, noviembre 23, 2013

Learn to F.L.Y


Learn to First Love Yourself

sábado, noviembre 16, 2013

El Juego de Ender


Si hay un libro que me gusta especialmente, ése es "El juego de Ender" de Orson Scott Card. Lo he leído un montón de veces y no sé a cuántas más llegaré porque me encanta. Por eso, cuando anunciaron la película, me alegré enormemente. Pero nuevamente es un caso en el que el libro supera con mucho a la pantalla.

Ciertamente, mi amor por este libro hace que no sea del todo imparcial ni justa, pero hay muchos elementos para que sea crítica. Podría decir que la película contiene matices del libro, pero ni se le aproxima. En la película no se explica el contexto en el que nace Ender, ni las implicaciones que tiene su nacimiento para su familia, ni cómo eso condiciona su vida. No se refleja para nada la relación que tiene con sus hermanos, especialmente con Valentine, que es la mujer de su vida y no Petra Arkanian, como parece sugerir la película. No se ve la historia paralela de Valentine y Peter que condiciona los poderes políticos de aquellos que en la Tierra se preparan para el final de la guerra. No se ve bien la evolución de Ender durante su estancia en la escuela de batalla, ni por qué es superior a los demás, ni la lucha que tiene consigo mismo para no convertirse en algo que no desea. Tampoco se ve bien la importancia que tiene el juego de fantasía como elemento de conexión con los insectores. Y todo esto amén de unas cuantas licencias poéticas que se han marcado.

El resultado redunda en una trama floja y por ello, no puedo recomendar esta película. La semana que viene me gustaría ver la segunda parte de "Los Juegos del Hambre" y en esta ocasión prefiero no revisar el libro para no llevarme ideas a la película que me la puedan chafar.

domingo, noviembre 10, 2013

Cosecha de Samhain

Regreso de Bruselas con lo que considero mi última cosecha de Samhain de este año. No me refiero tanto al buen resultado de la review final del proyecto. Esto es un resultado del consorcio, al que he contribuido y por el que puedo estar contenta, pero que no puedo atribuirme totalmente. Más bien considero que mi éxito está en el resultado de todo el trabajo personal realizado para afrontar el final de este proyecto y su review.

Este año ha sido muy duro emocionalmente. He tenido que invertir mucho de mí para poder sacar el trabajo adelante y he recibido muchas críticas (externas a la compañía e internas) y pocos apoyos (tanto dentro como fuera del trabajo). Creo que el haber dirimido mi ansiedad prácticamente sola, hace que tenga mucha más validez para mí, me reafirma de alguna manera. No ha sido fácil, pero he conseguido distanciarme emocionalmente de las situaciones, desdramatizarlas, no dejarme llevar por la empatía, reafirmar algo más mi autoridad, soltar lastre, respetar en gran medida mis horarios y mis fines de semana, disfrutar más de los viajes y socializar más con mis socios. He llegado a tal punto que cuando falló la demo en el ensayo previo a la review, no me entró el pánico y dejé que Rodrigo se hiciera cargo del problema. Esa noche hasta nos fuimos a tomar cervezas con los socios italianos. Y durante la propia review fui capaz de controlar mis nervios y hacer tres presentaciones bastante decentes.

Mentiría si dijera que he conseguido un 100% de efectividad, porque he tenido momentos donde me he hundido. Pero me he repuesto y he seguido adelante. Porque una cosa estaba clara: quizá el fracaso estaba asegurado, pero tenía que pasar por esa situación de todas maneras. Y es mejor afrontar que huir. Y es mejor prepararse para lo peor, pero esperar lo mejor. Y en el fondo, doy gracias por todas las dificultades, porque gracias a ellas nos hemos preparado mejor y el resultado ha sido bueno y sin fisuras. Así que todo ello me ha hecho crecer como persona y me ha hecho más fuerte, más dura, más independiente. Y esa es mi cosecha de este año.

jueves, octubre 31, 2013

domingo, octubre 20, 2013

Soledad


Todos estamos solos. Siempre. Ser consciente es doloroso, a veces insoportable. Soledad y ser un solitario no son lo mismo. A veces la soledad te ayuda a conocerte y a conocer a los demás. A veces descubres que estar solo es más auténtico que muchas de tus amistades.

domingo, septiembre 22, 2013

Mabon 2013


El día se convierte en noche.
Se aproxima el invierno.
La vida se transforma en muerte lentamente.
La cosecha finaliza y nos recogemos en nuestros hogares.
La abundancia de la Tierra está frente a nosotros
y por ello damos gracias a los dioses.

viernes, septiembre 20, 2013

Pagan Pride

Cada otoño...

domingo, septiembre 15, 2013

Ingravidez

Me sumerjo en la clase de yoga. Es una clase de baja intensidad donde la mente y la respiración lo son todo. Concentrarse en la respiración para conocerse y romper los límites materiales. Durante toda la clase los pensamientos obsesivos se esfuman y dejan paso a la consciencia del momento, del movimiento y la postura. Y todo desemboca en los momentos finales de la relajación. Allí todo es oscuro y silencioso. Es un espacio donde sólo estoy yo, donde sólo soy yo. Nada a lo que apegarse. Nada por lo que luchar. Sin exigencias, sin dolores físicos. Es como si el cuerpo flotara en la ingravidez. Y todo es soledad y oscuridad a mi alrededor, pero me siento bien.

domingo, septiembre 08, 2013

Chorrera de Mojonavalle



El bosque olía hoy a otoño. Será por las horas de luz, cuyo acortamiento es cada vez más notable conforme avanzamos al equinoccio (el próximo día 22). Será por las tormentas de ayer en la sierra, que daban un aspecto húmedo al paisaje. Sea como sea, es un placer poder abandonar el calor de la ciudad y llegar a tener que usar la chaqueta al pasear bajo la sombra de los árboles.
Cosas de la vida: tanto tiempo viniendo a Canencia y es la primera vez que veo esta chorrera. Hace poco supe de su existencia y me produjo curiosidad. Así que esta misma mañana me he decidido a visitarla. Para mi sorpresa, la ruta ofrece muchas posibilidades a explorar en poco terreno, lo que implica que tendré que venir varias veces si quiero recorrerlas todas.
El objetivo de hoy era llegar a la chorrera simplemente. Al iniciar la caminata me planteaba regresar por el mismo camino de ida, pero al ver que el terreno descendía bastante, he decidido continuar hasta cortar con la carretera, descendiendo toda la ladera de Mojonavalle, que transcurre paralela al arroyo del Sestil. La senda se va haciendo más agreste conforme se avanza por ella, siempre en la cara norte de la montaña, al cubierto de una gran variedad de especies como pinos, robles, abedules, acebos y tejos. Es una senda muy bonita, aunque no exenta de algún riesgo. Unos 6km en total. Y lo mejor: ni un alma a la redonda, salvo un par de vacas pastando bastante tranquilas.
La chorrera me ha parecido muy cuca. Supongo que en primavera está exuberante por la lluvia y el deshielo. Aún así, me apetece hacerla en otoño, para ver si la sensación es la misma.

domingo, agosto 25, 2013

Boca del Asno - Puente de la Cantina?


Me habían prometido un domingo dominguero, pero me mintieron. Son los problemas de ir con dos adictas del deporte. Las dos embarazadas, a pocas semanas de dar a luz, pero siguen con ganas de marcha.

La idea era ir de la Boca del Asno a Los Asientos. 4km de marcha efectiva. Pero nos hemos equivocado de dirección y hemos terminado yendo en dirección Navacerrada, que era donde creíamos que estaban Los Asientos. El camino precioso: paralelo al río (con pozas ^_^), sombrío, sin apenas desnivel. Pero mal señalizado. Si bien en los primeros tramos sí aparecían postes indicadores de una GR (la cual por cierto soy incapaz de ver ahora en el mapa etiquetada como tal), han desaparecido pronto. El ir paralelo al río y a la carretera eran una garantía de orientación, hasta que han aparecido las bifurcaciones. En un momento dado creo que hemos tomado un camino equivocado y eso nos ha llevado donde menos esperábamos. Según el mapa, juraría que hemos salido al Puente de la Cantina, es decir, unos 2,6km en línea recta, pero unos más sobre el mapa (si estoy interpretando bien).

Podríamos haber dado la vuelta, pero no sé por qué hemos considerado que era mejor opción bajar por la carretera. Sin arcén. Parando cada vez que venía un coche en nuestro lado (en sentido contrario al tráfico) e intentando protegernos en los quitamiedos. Por un rato he llegado a comprender a los ciclistas. Pasado un rato, hemos visto que podíamos bajar el talud de la carretera y volver al bosque. Entonces ha sido cuando me he dejado la pierna en el guardarraíl. Qué dolor y qué bollo me he hecho. Menos mal que tengo la antitetánica de hace unos años. Me va a quedar señal seguro. Y ¿para qué? ¡Para volver al camino de antes! Bueno, mejor así, camino conocido, más seguro.

La recompensa en este caso: una buena comida dominguera en una de las mesas y un chapuzón en una poza.

La chorrera de San Mamés


Ciertamente, rompo una de las reglas del senderismo: no salir nunca solo a la montaña. Pero si no tengo más opción por qué no hacerlo. No me tengo por imprudente o temeraria y, por otro lado, siempre dejo dicho dónde voy y qué ruta voy a hacer. Además últimamente vengo haciendo "amigos" en la montaña con los que termino haciendo las rutas que me propongo. No soy una persona excesivamente social, es decir, me gusta estar sola, no tengo la necesidad de interaccionar socialmente, ni busco dicha interacción, pero si sucede, tampoco voy a rechazarla de plano.

En esta ocasión han sido un padre y su hijo, que querían llegar a esta chorrera del valle de Lozoya. El padre era bastante agradable y la conversación estuvo muy bien. Ahora, con todos mis respetos, vaya par de domingueros. No es que yo me considere una montañera experimentada, pero a mí estos ejemplos me parecen sintomáticos:

  • No llevar agua y beber del río. No sabemos en qué condiciones está el agua y puede sentarnos mal. Hay pastillas potabilizadoras para ello, pero es mejor traer un bidón de casa.
  • Meter palos en agujeros en el suelo. Puede haber algún animal dentro. Si sale una serpiente, malo, pero mucho peor es cabrear a un avispero entero.
  • Llevar algo de comida está bien, pero no sé a qué vienen tres paquetes de galletas de diferentes tipos.
  • ¡No remojarse en la cascada! ¡Con el calor tan espantoso que hacía! Qué menos que meter los pies en el río.
Lo peor fue el regreso. ¿Cómo es posible tardar tanto en bajar? Y al solano.
Mi madre me ha sugerido que me apunte a algún club de senderismo, no sé si para conocer gente o para que no vaya sola. Esta experiencia me ha demostrado que me gusta tan poco ser un lastre como que lo sean para mí. Por eso prefiero ir sola.

En cuanto a la senda, mejora a la mitad del camino, una vez que aparece el pinar. Pero no la recordaba tan dura. ¿Sería por el calor? Por supuesto, llegar a la chorrera es toda una recompensa. En primavera debe estar impresionante. Quizá pruebe de nuevo.

domingo, agosto 18, 2013

Cascadas del Purgatorio


Purgatorio. Un nombre interesante para un lugar tan bonito. Según he leído, dicho nombre se debe a que servía de lugar de penitencia a los hermanos cartujos del monasterio del Paular que debían purgar sus culpas por contravenir las normas de la disciplina monástica sobreviviendo en estos parajes a base de plantas y agua hasta purificar su alma. Hoy en día, en cambio, es un lugar para recrearse la vista y alimentar el alma. Hasta sería un remanso de paz de no ser por la cantidad de gente que sube hasta aquí. Una auténtica romería.

La senda es bastante sencilla. La primera parte del camino es una pista forestal que parte de Rascafría y que cruza un robredal hasta cruzarse con el arroyo del Aguilón. La pista está en muy buen estado y el camino está bien indicado. El problema es que hay poca sombra, por lo que debe hacerse pronto por la mañana y es indispensable llevar crema solar y gorro a la vuelta. En el camino encontré muchas vacas con terneros. Me molesta ver a la gente que se mete entre el ganado sin miramientos. Es una falta de respeto total. La gente ha perdido el miedo a la naturaleza. Pero el peligro está ahí: cerca de un ternero siempre hay una madre abnegada dispuesta a defenderlo. Por eso, hay que intentar evitar al ternero y procurar no resultar una amenaza. Demasiadas pocas cosas suceden, la verdad.

Una vez cruzado el río, se pierde la pista y las indicaciones. El camino se convierte en el típico sendero de montaña que me encanta: ondulante en tendencia ascendente, lleno de rocas y raíces. La senda está tan baqueteada que no es problema seguirla. Transcurre paralelo al río y tiene sombra prácticamente todo el rato, gracias a los árboles que lo rodean. El río forma innumerables pozas donde poder darse un chapuzón y esto es maravilloso, sobre todo para afrontar la calurosa vuelta. Me encanta meterme en las pozas y refrescar al menos los pies: es como si te dieran pies nuevos. Meterse entero es mucho mejor :-)

Tras 6,5km aparecen las cascadas. Son tres. Las dos primeras son de acceso fácil. La tercera (que es la auténtica Cascada del Purgatorio) no. Aquí tuve suerte: escuché a un grupo decir que iban a subir y cuando les pregunté de qué manera, me invitaron a ir con ellos. Fueron muy majos, la verdad. Subimos 4 adultos y 2 niños. Yo sin mochila, sin bastones, sin nada a cuestas, porque me daba respeto el ascenso y no quería tener nada que me molestara. El camino, para el que lo conozca (no me habría atrevido a subir yo sola): hay que subir por unas piedras que parecen de derrumbe y llegar a una grieta. Ahí se escala literalmente la pared para poder encontrar otro camino que lleva al chorro. La chorrera es preciosa, pero tiene mayor encanto por la dificultad previa. Allí sube poca gente y realmente sí es el remanso de paz buscado.

La bajada es incluso más complicada que la subida, pero una vez logrado, ¡qué subidón! Estaba eufórica, no sólo por haberlo conseguido, sino porque además me sentí fuerte. El brazo ni me dolió. Eso sí, las agujetas de hoy son apoteósicas.

Elysium


La humanidad está dividida entre ricos y pobres. Estos malviven hacinados en la Tierra, mientras aquellos disfrutan de privilegios y bienestar en un satélite paradisíaco llamado Elysium. Cuando Max recibe una radiación letal en una cadena de producción, intentará llegar a Elysium para poder curarse. Para ello, pedirá ayuda a un contrabandista llamado Spider, que le pide a cambio robar información de la mente de un rico que pueda aprovechar. Max se hace con dichos datos, pero la maquinaria de Elysium se pondrá en marcha para evitar que Max llegue a la estación y cambie el status quo de la humanidad.

La película no está mal, pero la trama resulta un poco rara. A ratos las historias de los distintos personajes se entretejen pero se embrollan demasiado y se pierde un poco la perspectiva. De hecho, si el film tiene algún intento de crítica, queda difuminado, por no decir que la moralina es demasiado manida y simplicista. Muy bien ambientada, con toques cyberpunk, pero se excede con la violencia; no es del todo gore, pero hay excesos de trozos de carne volando. 

viernes, agosto 16, 2013

La ley óhmica del destino

Hoy tenía en mente comprar una cosa. Mientras circulaba camino a la tienda me he dado cuenta de que todas mis elecciones espontáneas de salidas y calles me enrutaban por el trayecto óptimo para llegar. Hasta he encontrado sitio en la puerta y a la sombra. Todo ha sido tan fácil y se ha dado tan bien que no he podido dejar de sorprenderme. Era como si realmente tuviera que hacer justo eso en el preciso momento que tenía que ocurrir.


Mientras me tomaba un café me ha venido una idea a la cabeza que he llamado "ley óhmica del destino". En los circuitos eléctricos la corriente pasa por el camino de menor resistencia. Si encuentra un resistor, lo atravesará con mayor o menor facilidad según su valor óhmico. Cuanto mayor sea la resisencia, más dificultad para los electrones de atravesarlo. ¿Y si nosotros fuéramos como estos electrones en la vida? ¿Y si el camino de menor resistencia fuera aquél que está escrito para nosotros? Para encontrarnos con nuestro destino, podemos recorrer otros caminos, siempre con esfuerzo, incluso sufrimiento; sólo aquél que está marcado para nosotros sería aquél que recorreríamos de manera sencilla, rápida, fluida. Como ir cuesta abajo, como ir hacia el sur que diría Bárbol en la película.

No sé si los electrones tienen un mapa del circuito cuando comienzan a recorrerlo. Nosotros no, desde luego. Pero estaría bien tener uno para saber dónde están las posibles sendas que se nos ofrecen. Por lo menos, saber cuál es la que marca nuestro destino y después, elegir la ruta que más nos plazca, si dispuestos a asumir el sacrificio.

jueves, agosto 15, 2013

M601 - Mirador de las Canchas

Estoy de vacaciones, pero en esta ocasión he decidido quedarme en Madrid y hacer excursiones. Mi primera idea fue buscar un hotel en Navacerrada, pero luego pensé que podría ahorrarme ese dinero si usaba mi propia casa como base de operaciones. Como es fiesta, Crisis tenía el día libre y me ha propuesto hacer esta ruta. Es la primera vez que la hacemos y ha resultado todo un descubrimiento. 

La ruta va en ascenso continuo hasta el mirador (unos 4,5km? y 300m de desnivel), pero es bastante suave, lo que la hace muy asequible, sobre todo a nuestro paso tortuguero (y esta vez ¡no soy el factor limitante! :-D ). El último repecho al mirador es un poco duro, pero nosotras nos hemos salido del camino antes para ver unas vistas y hemos terminando ascendiendo por un senderillo que ha resultado bastante agradecido.

En el camino tiene bastante sombra gracias al pinar (esto en un día como hoy se agradece). Hay varios miradores con vistas increíbles del Embalse de Navacerrada y del valle de la Barranca. Incluso se pasa por el antiguo asentamiento del Real Sanatorio de Guadarrama para tuberculosos. Desde el propio mirador de las Canchas hay una panorámica espectacular de la Bola del Mundo y la Maliciosa. Desde ahí hay varios caminos interesantes: uno que asciende a la Bola del Mundo y otro que baja a la Barranca, pero nosotras no estábamos para más kilómetros y hemos decidido regresar. Pero me gustaría repetir porque me ha encantado. Y además ¡hemos visto un ciervo! El segundo que veo por la Sierra de Madrid.

domingo, agosto 11, 2013

Casa de La Cueva - Peguerinos?

Hoy no tenía muchas ganas de andar. Hacía calor y estaba perezosa. Ni siquiera tenía clara qué ruta hacer. Pero un nombre ha venido de repente a mi cabeza: "Peguerinos". El pueblo lo tenía asociado a un recuerdo de mi niñez poco grato, de hastío de la búsqueda de níscalos con mis padres. Pero al ser una zona nueva para mí, he decidido darme un paseo por allí, sin más ambición que intentar llegar y tomarme un café. Bien, llegar he llegado, pero de café nada. 

En vez de eso he intentado buscar una zona de aparcamiento. Según había leído en el pueblo había varias áreas recreativas donde poder dejar el coche, sin embargo las carreteras a las mismas no eran demasiado atractivas; después de mi experiencia en la Braña de los Tejos este verano, prefiero no aventurarme demasiado por pistas de dudoso estado. Con esas he ido hasta un albergue: la Casa de la Cueva, a la cual se llega por una carretera asfaltada. Toda la zona está llena de pinares, pero hay pocos espacios donde poder dejar el coche. 

Justo delante de la Casa de la Cueva hay una pequeña zona para apostar los coches. Detrás había un prado lleno de vacas y terneros. Creo que a las vacas no les ha gustado mucho mi presencia. De ahí he tomado el único camino que he visto y que entiendo que llega a Peguerinos dada la dirección del mismo. No lo sé porque no he llegado. Esta vez, dado que era tarde y que quería llegar a comer a Madrid, he decidido andar solamente una hora: media hora de bajada, media hora de subida; no creo que haya cubierto ni 5km en total. La pista estaba bastante bien, aunque se nota poco transitada. Transcurre paralela a un arroyo que estaba seco y sombra poca, a pesar de que está flanqueada por pinos en todo momento.

En una curva he divisado el embalse de la Aceña. Pero una cosa es divisar y otra que quedara cerca, por eso no me he decidido a seguir bajando más. Justo en la curva, un pequeño arroyo con escasa agua. He remontado un poco el curso para buscar algo de sombra e intimidad. Allí me he avituallado con unas galletas y mi bidón de agua. Yo suelo dejar algo de comida a modo de ofrenda a los espíritus del bosque. Mientras comía, me he descubierto observada por un pequeño petirrojo. ¿Será él un emisario de los espíritus? Me gustaría creer que sí. No tengo ni idea si los petirrojos comen migas, pero al menos las hormigas tendrán con que llenar las despensas.



Y ya de vuelta, he pensado tomar la carretera que sube directamente al puerto del León, pero tras preguntar a un senderista por la misma, he desistido al saber que su estado no era el más adecuado. De vuelta al camino normal, que por lo menos reducimos riesgos.

Pacific Rim


Este verano parece apocalíptico en cuanto a cine se refiere. En esta ocasión la propuesta es la amenaza por parte de una especie alienígena que utiliza una falla del pacífico como portal para enviar a gigantescos monstruos destructores, los kaijus. La respuesta de la humanidad son los Jaeger, unos gigantescos mechas que los combaten utilizando dos pilotos neurológicamente unidos. El desenlace de la batalla sólo puede ser la supervivencia o la extinción de la raza humana.
A pesar de lo mala que cabía esperar en un principio, sorprendentemente la película me ha resultado muy entretenida. La trama está bien hilada  y es eficaz, aunque sea simple. Técnicamente los efectos son buenos. Cabe destacar algunos detalles, como los bancos de peces cuando los robots se sumergen bajo el mar; o momentos de humor, como el del mafioso con el kaiju bebé. Y muchas reminiscencias de Godzilla, Mazinger Z o Robotech.

domingo, agosto 04, 2013

Guerra Mundial Z



Quien espere una película típica-tópica de zombies, está de enhorabuena: "Guerra Mundial Z" lo es. No tiene nada de novedoso en la trama, salvo nuevos personajes o nuevos escenarios. También es un tanto predecible. Sigo pensando que en estas películas se pasan con los flujos humanos. Aún así es entretenida, por lo que para las tardes tediosas de verano es una buena idea. Y también tiene su momento de humor negro: cuando muere el médico que iba a investigar las causas en Korea.



Puerto de Canencia - Puerto de la Morcuera

Quería llegar al puerto de la Morcuera desde el puerto de Canencia. Estaba decidida a ello y me lo he propuesto esta mañana. Mi fallo ha sido no tener en cuenta la distancia, aunque si llego a saberla antes quizá no hubiera emprendido el camino. Pensaba que la Morcuera se hallaba a 5km de Canencia, pero en realidad se halla a 11km. Cuando he pasado el hito de 6km me he empezado a mosquear, pero no ver el hito de 7km y no ver el final del pinar me han decidido a regresar. Hay que saber cuándo darse la vuelta.
No puedo considerar no llegar como un fracaso, a pesar de no alcanzar mi meta. He andado unos 12km en total entre la ida y la vuelta y eso para mí es bastante. En realidad creo que con más tiempo y con algo más de comida a cuestas habría podido alcanzar mi objetivo porque me sentía bien de pulsaciones y respiración, aunque también hay que añadir otros factores limitantes: mi sobrepeso, mi falta de resistencia y sobre todo las lesiones, que me han estado fastidiando todo el camino.
Aún así la ruta ha merecido la pena. Es bastante más asequible que el Camino Schmidt y prácticamente hay sombra durante todo el trayecto, siempre y cuando se haga temprano. La pista es buena, está bien señalizada por la GR-10.1 y apenas hay desnivel. Además empezando desde Canencia el camino es agradecido porque la vuelta es prácticamente cuesta abajo. La senda tiene además algunas fuentes donde poder abastecerse de agua, y varios arroyos donde poder refrescar los pies. Animales he visto poco, salvo los salvajes de los ciclistas de montaña. Entre la vegetación, además de los pinos, es posible ver algún abeto, roble, acebo y serbal de los cazadores; me falta por identificar un matorral bastante abundante.

Ahora me siento un poco cansada, así que mañana en el gimnasio tendré que tomármelo con calma.

jueves, agosto 01, 2013

Reencuentros de verano



Hoy comienza el W:O:A 2013 y por primera vez en diez años no iré al festival. Las circunstancias de la vida mandan, aunque también hay cierta visión cortoplacista que me lastra. Y esta semana he empezado a sentir añoranza no sólo por el festival (coño, encima va Rammstein), sino también por Hamburgo y Schleswig-Holstein: echo de menos los horizontes infinitos, los molinos de viento, hacer una parada en el dique de Friedrichskoog, subir a Westerheversand a ver el Wattenmeer, ver las atracciones del Dom, tomar una cerveza en el puerto de Hamburgo, pasear por Hafencity (a.k.a Gotham)...A ratos me pregunto ¿qué hago yo aquí en la oficina?

Como contrapartida este año trae reencuentros. El primero, con el mar. Sí, es posible ver el mar en Alemania; también lo he podido ver en otros viajes. Me refiero más a un rencuentro físico, a la comunión con el mar. Sigue siendo una de las mejores experiencias de libertad y abandono que he vivido. Allí es posible olvidarlo todo, al menos durante unos momentos, como si nada tuviera importancia. Esa sensación es balsámica.

El segundo reencuentro a destacar es la celebración de Lughnasadh, la primera cosecha del año. Ya ni recuerdo cuándo fue la última vez. Me ha venido a la mente una ocasión en la que durante una meditación recibí una clara respuesta a la pregunta que me rondaba; me sobresalté un poco, pero me ayudó a ser paciente ¿Ocurriría lo mismo ahora? Esta tarde lo comprobaré. En realidad no quiero forzar las cosas, simplemente quiero dejarme llevar. Aunque me da miedo pensar que este año mi cosecha será (o está siendo) bastante kármica y siempre es duro afrontar las consecuencias. En todo caso, agradeceré las lecciones, por complicadas que sean.

lunes, julio 22, 2013

Hace un año

Hoy justamente hace un año que todo mi mundo se puso patas arriba. Ahora camino entre las ruinas y todo ha cambiado tanto que no me siento ni cómoda ni segura en él. En un año debería haber superado esta sensación, pero no termino de adaptarme. Al menos el dolor desgarrador ha desaparecido. A veces sigo sintiendo la pérdida, pero la mayoría de las veces por dentro sólo siento una mezcla entre muerte e inestabilidad constante. Es como si dentro de mí albergara un agujero negro incapaz de ser saciado. No es una sensación agradable, pero casi es inocua, aséptica, neutra, estéril. Soportable.
Lola lo explica de otra manera. Para ella hay un conflicto entre mi sempiterna necesidad de controlarlo todo y mi proceso de adaptación. Me aconseja dejarme llevar, intentar no sólo recibir la influencia del proceso, sino intentando participar en el modelado. De verdad que entiendo sus palabras, pero su mensaje no me cala. Creo que aún no estoy preparada para aceptarlo. Me suele pasar.
Quizá debiera dejar de intentar de recomponer los pedazos y dejar que las fuerzas desintegradoras lo arrasaran todo. Una destrucción total para poder empezar a crear. ¿Mejor que una huida hacia adelante? Mientras decido, no me queda más que intentar resistir. La vida de momento me propone una ironía. Y tiene que ser precisamente hoy. La verdad, tiene su gracia, aunque voy a tener que lidiar con ella.
Pero no todo es lúgubre a mi alrededor. Tengo momentos donde siento un hambre voraz por la vida. Si por mí fuera, me pasaría el día al aire libre, tratando de exprimir al máximo la conexión con la naturaleza, con la energía, con el aliento vital que todo lo une. Hacía mucho que no sentía algo tan intenso. Pero debo tener cuidado de no quemarme en la intensidad.

domingo, junio 30, 2013

El cuento de la fresia (Jorge Bucay)

Jorge Bucay no es santo de mi devoción, pero tiene algún cuento interesante. Éste es uno: el cuento de la fresia habla de lo importante que es ser uno mismo. En realidad, es lo único que podemos ser.

"Un Rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca.
El rey preguntó:
—¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y umbrío?
La flor contestó:
—No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda."

viernes, junio 07, 2013

La fábula del colibrí

Esta mañana me he encontrado con esta preciosa fábula sobre los pequeños esfuerzos. Me siento tentada de imprimirla y repartirla a mis esbirruchos. Pero creo que son demasiado prosaicos para entender mi mensaje. Señor, qué paciencia.


"Había una vez un incendio en el bosque. Todos los animales huían desesperados. Sólo un colibrí hacía el camino contrario. Con el pico tomaba agua de un lago cercano y la arrojaba al fuego.

Otro animal, intrigado por su proceder, le preguntó:
- Colibrí ¿en realidad crees que puedes apagar el incendio?

El colibrí le respondió:
- Estoy seguro de no poder apagar el incendio solo, pero yo hago mi parte."

lunes, mayo 27, 2013

viernes, mayo 24, 2013

Nunca es tarde...

Me declaro una coleccionista de frases. Frases que me inspiran, con las que me identifico, que me aportan consuelo o que simplemente me hacen pensar. No todas proceden del pensamiento positivo, porque yo no soy una persona positiva (aunque intento tomar una dosis diaria de positivimos). A partir de ahora quiero mostrar algunas en este blog. La primera de ellas se la quiero dedicar a una persona que últimamente noto un tanto perdida. Sharing-dreams, espero que te guste.


miércoles, mayo 22, 2013

El paso

Desde hace un tiempo me vengo planteando si dar el siguiente paso. Es un paso importante, lleno de grandes implicaciones y complicadas consecuencias. No sé si estoy preparada para ello, no sé si tengo la fuerza para pasar por ello, no sé si tengo los medios adecuados, no sé si cuento con los apoyos necesarios. No sé si tendré que renunciar totalmente a lo que soy, porque dar el paso me transformará por completo. No sé si realmente quiero dar dicho paso, o siemplemente es el ¿capricho? de una fase. No sé si es el momento adecuado, pero al mismo tiempo, estoy en un momento crucial. Es por eso que no termino de decidirme a darlo y, sin embargo, es un pensamiento recurrente apremiado por el tic-tac incesante del reloj. Ahora o nunca. Podría no dar el paso y quedarme como estoy, pero tengo la sensación de que en el futuro me reprocharé no haberlo dado. Porque tanto si lo doy como si no, no hay vuelta atrás.

domingo, mayo 19, 2013

Akelarre

Uno de mis lemas es: "al trabajo no se va a hacer amigos". Sin embargo, a lo largo de esta etapa laboral he conseguido algunas amigas con las que quedo de vez en cuando fuera del trabajo. Este año está resultando todo un récord de encuentros entre las que formamos el núcleo. Solíamos ser siete, pero ahora quedamos cinco, las más avenidas. Anoche tocaba cena en mi casa, cena de brujas, akelarre.

Dada mi escasa experiencia social, estaba un poco nerviosa por los preparativos. Como soy tan perfeccionista, llevo casi un mes organizando la cena entre pensar el menú, limpiar la casa y hacer las compras. Puedo asegurar que mi casa jamás ha estado tan limpia y recogida como ahora. Ha sido una paliza, pero ha merecido la pena. En pocos días todo volverá a ser un pequeño caos, pero no espero tampoco a nadie en casa. Bueno, quizá a los Pipos, pero con esos hay confianza.

Puse la mesa en el salón, desde donde hay unas magníficas vistas al parque. Así podíamos cenar mientras caía la noche y la ciudad se va transformando. Luces ténues, música chill-out de fondo y el olor al brownie horneado por la mañana para dar ambientación. El problema es que las cabritas éstas llegaron más tarde de lo previsto. Entre media y una hora. Es algo que me saca de quicio. Además no sabía qué hacer con la comida: ¿guardo la ensalada otra vez en la nevera? ¿los langostinos y la mahonesa? ¿pongo el horno al mínimo para mantener las torres de berenjena calientes?

Por fin llega y me traen un cargamento de comida adicional. Sobre todo vino y cerveza. Incluso Heineken, que para mí no es cerveza. Ahora tengo la nevera repleta y no sé cómo hacer para consumirlo todo. Espero que los Pipos se pasen y me ayuden, o se me pasará todo.

Como era la primera vez que venían a casa, obviamente tuvieron que cotillear un poco. Parece que les gustó la casa, sobre todo las vistas, como era de esperar. Las gatas estuvieron prudentes y se escondieron. Simplemente quedó Teína sobre la cama, pero les soltó un bufido a la primera que empezaron a tocarle las narices. Yo lo entiendo, Teína. Ozzy salió en un momento al salón, pero hizo una frenada de emergencia en cuanto vio el percal y se regresó a su escondite a la velocidad del rayo. Y eso que es la más social de las tres. A Cafi la tuve que sacar a traición para que la vieran, pero fueron unos momentos, tampoco quería torturar a mi pobre gata. Eso sí, salió a despedir a todas. Yo creo que se aseguraba de que se fueran.

En cuanto a la cena en sí, estuvimos hablando de todo lo que se nos ocurrió. Tenemos tres cláusulas: 1. No meternos con Carmen (salvo Marta, que sí puede) 2. No hablar de Atos, salvo que haya algún cotilleo que merezca la pena, y 3. una cláusula que existe pero que ninguna recuerda. Intentamos cumplirlas todas y más o menos lo conseguimos, aunque Carmen considera que meternos con sus amigas es romper la cláusula 1, y es inevitable romper a veces la 2 porque es nuestro punto de unión. Yo por mi parte, como era la anfitriona, no me sentí cómoda del todo. La verdad, prefiero que organice otra. No soy Isabel Preysler, no necesito demostrar lo buena anfitriona que soy para sentirme realizada, y estrés me sobra en el trabajo.

viernes, mayo 17, 2013

La Senda

Cuando era pequeña, tenía claro qué quería en la vida. Mis padres trazaban mi camino y yo lo recorría sin objección. No era problema porque sentía que estaba bien. Conforme fui creciendo, fui poniendo en tela de juicio que esa senda fuera realmente la mía y, sin embargo, fui incapaz de encontrar otro que me valiera. He visto miles de bifurcaciones y he elegido algunas, pero en ninguna he encontrado el sentido de mi existencia, así que siempre he sentido una insatisfacción más o menos llevadera. 
Parte de ese camino lo he recorrido con las vendas que me he querido poner para no ver lo que había ante mí; quién sabe qué he descartado por negarme a ver la realidad.Y de repente llegas a un punto en el que te quitas la venda y te preguntas dónde estás, cómo has llegado a ese punto y cómo vas a ser capaz de deshacer el camino andado con el poco tiempo del que dispones (porque el tiempo vuela y va en tu contra). Esto me recuerda al proceso annealing que me contaban en electrónica, donde tu cambio de posición depende de la energía disponible en el sistema, el cual se va enfriando con el paso del tiempo; llega un momento donde te quedas sin energía para dar el salto y la posición encontrada no es la más óptima, a pesar de que la has ido buscando. Y lo peor es que no vas a encontrar una fuente que te permita completar los saltos, dado que ni siquiera sabes dónde está la posición óptima a la que dirigirte. 
Finalmente, están las consecuencias de la senda. Cuando eliges una bifurcación, las consecuencias no se manifiestan inmediatamente, sino que las vas encontrando conforme lo recorres. Durante ese recorrido, tu forma de pensar y entender la vida ha cambiado completamente, pero tienes que afrontar las consecuencias de otro tú que ya no existe: el muy cabrón se ha largado y te ha dejado ahí con el marrón. 
Pero ahora que acabo de escribir esto, me doy cuenta de que en el fondo todo es una cuestión mental de cómo juzgamos las cosas, buenas o malas. En sí, una consecuencia no es ni lo uno, ni lo otro, sino que depende de cómo lo vivamos. Así que quizá mis consecuencias tal como las percibo y siento no sean tan malas como me parecen. Quizá deba intentar buscar los aspectos positivos de las mismas, pero sinceramente, es bastante difícil.
Y mientras, sigo recorriendo la senda.

domingo, mayo 05, 2013

Moonspell 2013


Hay grupos de estudio y grupos de directo. Sin duda alguna, Moonspell pertenecen a la segunda categoría. Tienen una técnica impecable y un sonido increíble. Guste o no su música, no se puede negar que son algo impresionante en un escenario, aunque sea tan pequeño como el de la sala Arena.

Tras la gira del año pasado donde revisaban sus primeros álbumes, este año llegaban con disco nuevo: Alpha Noir. Normalmente en una gira esto implica que el 80% del setlist estaría basado en este disco. Si no has escuchado este disco, como suele ser mi caso, esto puede ser un poco frustrante. Sin embargo, en esta ocasión el setlist de Moonspell ha estado muy bien equilibrado entre nuevas canciones (genial New Tears Eve) y oldies. A mí con que canten la triada Trebaruna, Ataegina y sobre todo Alma Mater, ya me han conquistado. Me faltó acaso Scorpion Flower, pero supongo que sólo la cantan cuando tienen a mano una vocalista femenina.

Mención especial también para los teloneros Insomnium. Parece ser que son más conocidos de lo que yo creía o en la sala tenían a todos sus seguidores de España. Hicieron un buen papel en el escenario. Incluso me ha gustado su música (coño, ¡que tienen 4 álbumes!). Me gustó también el gesto de las dos bandas saliendo a cerrar el concierto juntas. No sé cómo hicieron para entrar todas en el escenario.

miércoles, abril 24, 2013

La habitación de las mariposas


Para estrenar mi flamante Kindle, decidí leer este libro de Ramón Cerdá. Coste cero y temática esotérica, de esas que me gustan a mí. La historia es la de Enrique, un notario de Valencia que desaparece de su hogar durante una semana en extrañas circunstancias. Cuando regresa, Enrique no recuerda nada de lo acontecido y empieza a sufrir las apariciones de unos seres que le fuerzan a situaciones poco convencionales . Su alter-ego es Pepe, un hombre que se convierte en mendigo por azar y que tampoco recuerda nada de su vida reciente. A raíz de un encuentro con Marce, la mujer de Enrique, Pepe empezará a investigar su pasado, que tiene mucha relación con el de Enrique.

El libro en general es muy entretenido porque resulta desconcertante. Aparecen muchos personajes, un tanto sórdidos y decadentes, cuyas vidas se van entrelazando para conformar el relato. La historia engancha porque uno desea saber cómo encajan las piezas en el entramado y cómo afectan al conjunto. Al final la historia plantea la reflexión de que la tecnología muchas veces avanza impulsada por deseos poco éticos y que cegada por alcanzar un fin, deja de lado otros aspectos más espirituales que desprecia pero que terminan condicionando el éxito de la misma.

Lo que no me ha gustado del libro es el final. Después de grandes descripciones de las vidas de los personajes, esperaba que el final también fuera descrito al mismo nivel. Sin embargo, la trama se precipita y eso le hace perder al libro. Con todo, merece la pena.