jueves, junio 28, 2018

Chinos y bragas

Tengo que escribir esta anécdota porque sé que en el futuro leeré este post y sonreiré. También pensaré que trabajaba en un lugar donde la gente estaba fatal de la cabeza, unos con más tara que otros, pero todos con tara. Luego, dentro del grupo, hay gente que contribuye especialmente al surrealismo general, porque les pasan las cosas más peregrinas del mundo. Siempre a los mismos. Se convierten en leyendas.

D es uno de estos individuos singulares. Anécdotas tiene muchas, como para escribir un libro. Voy a empezar con la de las bragas, que no es de ahora, pero que la hemos rememorado recientemente porque merece la pena ser contada.

Tenemos en el departamento un trolley que podemos solicitar para viajes. D lo pidió para uno, y resulta que se encontró unas bragas azules en el mismo. Una persona normal habría tirado las bragas a la basura (o se las habría quedado, si es muy pervertido), y ahí se habría acabado todo el asunto. Pero D se empeñó en encontrar a la dueña (o dueño) de las bragas enviando un correo a todo el departamento indicando el hallazgo. Previamente quiso que la secretaria del departamento fuera la que enviara dicho correo, pero ella se negó, muy tajantemente, y terminó haciéndolo él mismo. El choteo fue generalizado al recibir semejante comunicación. Obviamente nadie reclamó las bragas, y el correo quedó para la posteridad como otra de las cosas extrañas relacionadas con D. No sé qué pasó con las bragas.

Segunda anécdota. Hoy mismo. Termino una de las evaluaciones, cuando me coge Charles y me lleva a una pecera para contarme algo que no puede decir en medio de la campa. Por un momento pensé que había pasado algo muy malo, hasta que Charles me dice: "creo que a D se le ha ido la olla definitivamente".
Lo ha dicho tan solemnemente, que no he podido evitar reírme, y eso que no sabía el resto.

Resulta que D perdió el portátil en un taxi, pero él pensó que se lo habían robado. Dos alternativas: 1) me lo he dejado en el taxi, 2) la inteligencia china ha entrado en mi casa a robármelo. Qué pensaría una persona normal? Pues D optó por la 2). Todo porque trabaja en un proyecto de seguridad de nucleares y explosivos. Por lo que yo sé (que no es mucho) tienen que desarrollar una plataforma que parece un DSS, y ni siquiera van bien. A ver, un proyecto europeo, H2020, que no va a ningún lado, ni maneja información ultraconfidencial. Ni siquiera tiene una security clearance para acceder a información clasificada o a zonas restringidas. Y el end-user no va a ser tan inconsciente de darnos acceso al entorno real, así que imagino que los datos son fake o bastante inútiles.

No sé qué clase de paja mental se ha montado este chico en su cabeza, que cree que los chinos (o los rusos) le espían para robar los secretos del proyecto. A él que es el project director. Lo tenía clarísimo: habían entrado en su casa por la ventana, y debían tener influencias, porque D tiene una alarma de seguridad en la entrada que no había saltado. Peor aún, tiene una cámara instalada en el interior (apuntando a qué?), que no ha logrado captar ninguna foto. Y estaba convencido de que habían instalado micros en su casa para monitorizarlo a él y su trabajo los días de teletrabajo.

Todos sus compañeros aconsejando a D que llamara al taxi para preguntar por un portátil perdido, y sí la gestión la hizo, pero como algo secundario, sin demasiada relevancia. No tanto como que un grupo de espías chinos le estuviesen siguiendo a él.
Así que, ni corto, ni perezoso se planta en una comisaría para denunciar el robo. Ignoro si ha llegado a mencionar la trama china. Dios, la cara del policía si alguien le va con eso...
Tan enfocado estaba en el tema, que llegó a pedirle a Jaime, el deputy del sector, que le pasase sus contactos en la Guardia Civil (hablamos de capitanes y rangos considerables) para abrir una investigación oficial, porque estaba en juego la seguridad nacional. La cara de Jaime debía de ser un poema (más o menos como la que he puesto yo, según Charles), aunque me han dicho que mantuvo la compostura todo el rato sin reírse. Yo creo que estaba acojonado pensando en el posible mal uso de unos contactos que tanto ha costado conseguir, y por la pérdida de la reputación del grupo si D se emperejilaba mucho en llamarlos.

Dice Jaime que ha perdido horas de su vida intentando frenar a D, que estaba totalmente desatado. Ríete del micromanagement. Y D insistiendo a Jaime que no era consciente de la relevancia de un proyecto como el que nos ocupa, con tanta información relevante. D estaba encantado de la atención recibida.  El tío se debe ver como una especie de James Bond y va contando su película a todo el mundo. Sólo que, según José, la debe ir cambiando con cada interlocutor. Yo siempre he dicho que tiene demasiada deseabilidad social (entre otras cosas).

Y de repente...llamada del taxista por un portátil perdido...

Me descojono. Mucho.
En serio, el nivel de surrealismo de algunos días roza lo absurdo. Te tienes que reír porque de absurdo resulta cómico.
Cuando esto se empiece a difundir, el choteo va a ser grande. Y con razón.

miércoles, junio 27, 2018

Normalización

La palabra "normalización" siempre me recuerda a los SIEMs, concretamente a la recolección de eventos de múltiples fuentes de datos, con múltiples formatos, que deben ser traducidos al formato interno del SIEM para poder ser procesados y correlados en busca de posibles alarmas o ataques de seguridad. En el proyecto MASSIF me mapeé varios formatos de logs contra el formato OSSIM para pudiéramos desarrollar nuestro escenario de juegos olímpicos, una tarea que correspondía a los desarrolladores, pero terminé haciéndola yo. Como me gustan (y me relajan) los temas de estructuras, terminó gustándome el ejercicio, aunque empecé un poco mosqueada con el tema. A la larga, el ejercicio me ayudó mucho a comprender el funcionamiento de nuestro SIEM y su aplicación en nuestro escenario. A su vez, eso me ayudó a entender mejor los otros escenarios, las mejoras que íbamos a aplicar, y el proyecto en general. Y le cogí cariño a los SIEMs.

Pero la palabra "normalización" significa realmente estabilizar algo con respecto a la norma. Y ¿qué es lo normal? Lo normal solamente es una convención, un estándar. Alguien (o un grupo) decide que algo tiene que comportarse conforme a unas características y criterios, lo etiquetan y lo describe como "lo que debe ser". El concepto se promueve como lo "verdadero y bueno", y termina por aceptarse por un colectivo (la sociedad, por ejemplo). Todo lo que no se ajusta a esa norma, es anormal, incluso malo, despreciable, o peligroso. La norma nos aporta una falsa sensación de seguridad y cumplimiento de valores, a la que nos aferramos como si nuestra vida dependiera de ello.

Pero si algo me han enseñado mis años de I+D es que estándares hay muchos, que todos aspiran a imponerse, y que todos evolucionan. Es decir, por un lado hay grupos que deciden que lo suyo es lo bueno y lo mejor, y quieren imponer su visión a otros que consideran que lo suyo es lo bueno y lo mejor. ¿De qué depende que prevalezca uno u otro? Es algo impredecible, hasta el punto de que hay ideas realmente malas que se han impuesto sobre otras aparentemente mejores.
Recuerdo haber leído en alguna parte que el que se imponga un estándar solamente significa que en realidad se está imponiendo una especie de cosmovisión, una forma de ver y entender la vida. Por eso, no me sorprende que los franceses estén tan fastidiados con que la lengua franca sea el inglés y no el francés (la lengua de los francos, qué ironía).
Por otro lado, que un estándar evolucione, significa que la idea primigenia deja de ser buena para convertirse en otra cosa mediante las aportaciones a la misma: modificaciones, añadidos, eliminaciones...Es algo vivo y variable. Es decir, que la normalidad no es absoluta, pura, e inmutable, sino totalmente cambiante y subjetiva, a veces al servicio de unos pocos para que impongan sus criterios.

Por eso, ¿qué significa normalizar la vida? Significa retornar a algo como era antes de que sucediera un incidente. Pero ¿es eso posible? Yo creo que no. Incluso aunque retomase las rutinas que tenía anteriormente, hay cosas que han cambiado, especialmente en mi mente, y que me impiden que todo sea como solía ser. Lo que pasa es que la normalidad aporta una aparente sensación de encarrilamiento y subsanación que hace que la gente a tu alrededor se tranquilice, como si todo estuviese bien y superado. Sobre todo, les permite respirar aliviados porque les quitas de enmedio el espejo que les hace enfrentarse con su propia sombra. Los espejos son incómodos para todos. Así que te embardurnas en tu barniz de normalidad para complacer al exterior, y dejas que todo se cueza a fuego lento en tu interior, escondido a los ojos de los demás.

Aunque donde mejor me encuentro es en casa, he empezado a retornar al mundo mínimamente. No estoy especialmente social. Ayer fui a la oficina porque tenía una reunión de mi grupo de cierre del H1-2018 y me sabía mal cancelarla. Me sentí bastante mustia hasta el simulacro de incendios. Eso lo cambió todo. Me fui con unas compañeras a la cafetería del hotel y allí estuvimos hablando de cosas intrascendentes, mucho small talk, como las vacaciones de una de ellas por Bretaña. Después la reunión, que fue bastante agradable (lástima que no pude poner el vídeo de los pingüinos), y sirvió para cohesionar el grupo. El 1 de julio hará un año de nuestra andadura. Yo quería haberles dado unos regalos que había comprado para ellos (un detalle sin demasiado fuste), pero hubo un problema con el repartidor y no fue posible.  No estoy muy contenta con la empresa, y los regalos no son como yo esperaba exactamente. Se los daré el jueves, dependiendo de lo que me digan hoy en el hospital.
Por último la comida de grupo, que se prolongó hasta las 16h. Hablamos de películas, de eneatipos, de los HoMs, de chascarrillos generales de ARI. Charles dijo que era como estar en Navidad. Y era verdad. Muy buen ambiente, muy entretenido.
Al llegar a casa vi que habían llegado los regalos que tenía para el grupo. Estuve envolviéndolos en papel de regalo y escribiendo notas personalizads, y así pasé la tarde. Fue peor después cuando me quedé sola con mis pensamientos.

Hoy he vuelto a clase de stretching. He estado a punto de no ir, proque no me sentía muy segura, y porque me da vergüenza. Marta ha estado muy cariñosa y ha estado dándome ánimos. Siempre ha estado muy pendiente de mí. Es una chica muy agradable.
El cuerpo ha respondido bien. Lo de que tenga memoria, ayuda. Hoy he conseguido tumbarme completamente hacia adelante en el suelo con las piernas abiertas. Solo un ratito, pero lo suficiente para darme cuenta de lo mucho que ha progresado mi flexibilidad en estos meses. La de cadera, al menos. Mi espalda también está mucho mejor.

Y luego, vuelta a casa para trabajar. Evaluaciones de H1. Me encantaría poder cerrarlas todas en esta semana, pero voy un poco a remolque. Y eso que van a ser buenas en general. Pero a la gente le gusta charlar y que les presten atención. Y yo soy como mamá gallina y sus polluelos. Nah, tengo un buen equipo.

martes, junio 26, 2018

A BH

Se cumple una semana que ya no estás.
Ha sido una de las semanas más difíciles duras de mi vida, si no la peor.
A pesar de tu breve existencia, has significado mucho, has cambiado mi mundo, y te echo de menos.
Me duele mucho saber que no voy a poder conocerte en esta vida, que no voy a poder acompañarte en tu camino, y y que no voy a poder compartir mi mundo contigo.
Tú eras mi milagro y mi don.
Tú eras mi ilusión y mi futuro.
Tú eres mi bebé, mi primer hijo, y siempre vas a formar parte de mí, de mi familia, de mi vida.
Jamás voy a poder olvidarte. Los 19 de junio son ahora tuyos.
Busca a nuestra familia en el cielo y permite que ellos cuiden de ti por mí.
Volveremos a encontrarnos en otro momento y otro lugar, podré conocerte, y podré abrazarte por fin.
Te quiero mucho, BH, mi pequeña abhita. Siempre. 

lunes, junio 25, 2018

Irrenunciable

Hay personas a las que simplemente no puedes renunciar. Porque no se puede renunciar a lo que amas.

Puedes intentar negarlo, puedes racionalizarlo, puedes poner distancia, puedes poner excusas, inventar razones, articular leyes y normas sociales. Puedes encapsular el sentimiento e intentar reprimirlo.
Pero las amas. Es así. Es un hecho, una certeza.

Simplemente al corazón no le dices a quién amar o no amar. Él va a su bola, y quiere lo que quiere, y quiere a quien quiere. Contra toda lógica, contra toda convención, contra toda norma, contra toda ley, contra toda moral. El corazón no entiende de esas cosas. Porque el corazón habla directamente con tu alma, y sabe lo que ella quiere (incluso necesita). Y el alma aspira a a la felicidad. Y para ella no hay imposibles, ni cortapisas, no hay etiquetas, no hay moldes donde encajar la realidad, no hay leyes.

Porque renunciar a estas personas es simplemente es negarse a uno mismo.
Es negar ese sentimiento que es real, que existe, que está ahí en la sombra. Pero todo lo que hay en la sombra busca reconocimiento para poder ser integrado.
Porque esas personas son parte de ti. Están imbrincadas en tu ser, hasta tal punto que no sabes dónde empiezas tú y dónde acaban ellos. Porque son como un tatuaje que se ha quedado grabado no ya en tu piel, sino en lo más profundo de ti. Son indelebles y permanentes. Tienen vocación de eternidad.

Renunciar a estas personas y al amor que sientes por ellas, es negarse a la vida, a la ilusión, a la magia.
Porque esas personas te complementan, te completan, te llenan, te abren a mundos nuevos, a posibilidades nuevas, a puntos de vista nuevos.
Esas personas le dan sentido a la palabra felicidad, a la palabra amor, a la palabra deseo.
A todo lo que palpita y vibra.
A todo lo que en ti clama por la libertad de ser en su máxima esencia, a su más pura expresión.
Porque esas personas te hacen sentir, te hacen gozar, te hacen soñar, te hacen desear, te hacen querer ser mejor, te hacen mejor.
Porque son el maná de tu alma.
Iluminan tu universo y le dan color; dan cuerda a tu mundo y lo mantienen en marcha; te rompen los esquemas y te sacan de tu zona de confort; rasgan las ataduras que te retienen; te obligan a enfrentar el mundo y tus creencias, a modificarlo para acomodar todo aquello que te entregan; te hacen crecer.

Porque esas personas te han cambiado profundamente, de manera que ya no puedes volver atrás.
Porque sin ellas nada volverá a ser igual.
Porque perderlas es morir.

Sí, al final, lo escribí.

Ansiedad

La tristeza no ha desaparecido, pero su intensidad ha disminuido y resulta más llevadera. Sigo llorando, pero menos frecuentemente y menos tiempo. La novedad es la ansiedad.

Me levanto cada mañana con mucha ansiedad. Está agarrada principalmente en el pecho, aunque a ratos la siento en el estómago, incluso en el abdomen. Es puro miedo. Mi corazón late más deprisa y me palpita, parece que me falte el aire y me oprime el pecho, me siento indefensa y vulnerable, me siento desesperanzada. Intento respirar más despacio y profundamente, me hago rondas de EFT, intento decirme que todo está bien, escucho música relajante,...pero cuesta apaciguarla.

A veces me despierto toda agitada. No sólo rompe mi sueño, sino que después es imposible volver a dormir, y tardo en conseguir volver a conciliar el sueño. Hoy también he tenido un sueño extraño en el que trabajaba en una oficina laberíntica y no conseguía regresar a mi sitio. Iba al baño y me perdía, y acababa haciendo una entrevista de trabajo inesperada con una mujer que era muy severa y a la que todo el mundo temía, pero a quien yo parecía caer bien.

Creo que debería ir al psicólogo, pero son malas fechas. El miércoles tengo que regresar al hospital para otra exploración. Sigo sangrando, pero menos. También tengo menos molestias abdominales. Aun así, podrían hacerme un legrado. Y el domingo próximo empezaba mi viaje. Ahora todo queda en el aire. Y aun así lo peor sigue siendo el afrontar cada día sin ilusión.

Entre semana, al menos, tengo trabajo para ocupar mi mente. Este finde ha sido difícil. He ordenado armarios. No todos, pero bastantes, y tengo bastantes cosas para tirar. Eso me ha tenido ocupada, pero a ratos ha sido insuficiente. Porque nada de lo que hago me va a devolver a BH (está claro), y tampoco me consuela, ni me hace sentir que tenga el control de mi vida. Esa incertidumbre, esa falta de garantía, me mata. Ya sé que siempre es así en la vida, pero en estos momentos necesitaría tener algo seguro a lo que aferrarme. Quizás por eso me vuelco en el trabajo, porque a día de hoy parece lo más real y tangible.

Quiero que todo pase, quiero sentir que todo está bien, quiero dejar de sentirme hundida y débil, quiero sentirme fuerte, quiero sentir la paz interior, quiero que la vida me sonría y me muestre un futuro de colores.

domingo, junio 24, 2018

La arquera


Voy a cambiar de tercio ligeramente para no resultar tan pesada, y para buscar otros enfoques.

Terminó el partido del Mundial, con victoria épica de Alemania en el último minuto del partido, gracias a un precioso gol de Toni Kroos. Me alegro por Alemania, porque todo ese esfuerzo y pundonor merecían una recompensa. Pero no estoy tan contenta como podría haber sido. Al concluir no solamente no tenía sueño, sino que estaba un poco agitada. Necesitaba ocupar mi mente, así que vi la película "Los juegos del hambre: en llamas", y como seguía necesitando detener la mente, continúe con esta película, " La arquera". Mi objetivo se cumplió a medias, ya que al finalizar me dio una especie de ataque de ansiedad, que me obligó a tomar una pastilla.

Bueno, pues la película tenía pinta de ser mala y se cumplieron los pronósticos. Se supone que está basado en hechos reales, lo cual da miedo. Se trata la historia de Ellen, una campeona de tiro con arco juvenil, que acaba en un campo de internamiento por golpear al novio de su mejor amiga en un acto de defensa. La chica tiene la mala suerte de que su madre malinterpretara la situación, firmando un papel donde renunciaba a sus derechos, y al mismo tiempo, su amiga no refrenda su versión para no perder a su novio.

Así acaba en un centro dirigido por el Sargento Patrices, donde las jóvenes supuestamente aprenden disciplina, pero en realidad son maltratadas y humilladas. Ellen llama la atención del sargento por su condición de campeona, ya que él mismo es un experto en tiro. Aunque al principio Ellen quiere cooperar con el sistema, pronto se da cuenta de su corrupción, y se ve obligada a rebelarse. La ayudará Rebecca, una chica bastante rebelde, que lleva cuatro años internada soportando las vejaciones del hijo del sargento, e intentando continuamente escapar del centro.

Ellen descubre que en torno al centro hay montada una trama criminal que se lucra de la situación de las jóvenes. El juez está compinchado con el sargento para cobrar financiación del Estado, y eso hace que las prisiones preventivas se prolonguen innecesariamente. Ellen intenta escapar con Rebecca, aprovechando la debilidad del hijo del sargento, pero serán perseguidas por el sargento en un juego de caza, donde Ellen terminará por desarrollar todo su instinto de cazadora y arquera.

Y bueno, pues es una película un poco de sobremesa, aunque la echaran a la una de la mañana, con toques gore (pocos) un poco fuera de lugar y exagerados.

sábado, junio 23, 2018

11 semanas

Ayer BH habría llegado a las 11 semanas. Me había suscrito a una página que me iba enviando una especie de descripción de la evolución fetal cada semana, y he visto el boletín aparecer en mi inbox esta mañana con todos los detalles correspondientes: cuánto ha crecido, cuánto se ha desarrollado, cómo se mueve. No he podido evitar echarme a llorar otra vez, porque está mañana me he levantado sintiendo culpa de nuevo. Culpa porque quizás he hecho algo que matara a BH. Aunque no tengo ninguna certeza, lo pienso como posibilidad, y me entristece enormemente.

Ayer tocaba la revisión hospitalaria para que me dijeran qué tal voy con el vaciado. La bolsa ya no está (ya lo sabía), pero quedan restos de materia. Por eso me pusieron una nueva dosis de pastilla, para que sangre hasta el miércoles. Tengo que tener cuidado de no quedarme anémica. Y esto no evita que el miércoles me digan que finalmente me tienen que hacer un legrado. Quizás habría sido mejor ir a esto directamente.

Salí del hospital acojonada, esperando el brutal dolor del martes. En previsión me tomé un paracetamol nada más salir de allí, porque no quería que el dolor me pillara conduciendo camino a casa. Afortunadamente me dio tiempo a llegar.
El dolor apareció, pero mucho más tarde y no con tanta intensidad como el martes. Aun así no resulta agradable.

Raquel estuvo dándome consejos sobre piedras que podría usar para aliviarme. De todo mi catálogo me recomendó la turmalina, los hematites y la zoisita, aunque también añadió la sodalita y el cuarzo rosa. Me transfirió también música para poder escuchar. Me recomendó hacer EFT, pero cuando te duele mucho no estás para hacer ni tapping, ni ho'oponopono, ni mantras, ni leches. No sé, no tengo paciencia cuando lo único que puedo hacer es retorcerme. Aun así, las piedras me vinieron bien.

Raquel me ha ofrecido pasarme por el curso de EFT el fin de semana, para poder liberar, pero no sé si estoy entonada para ir. Hoy había un día solidario en el gimnasio para recaudar fondos para la asociación oncológica infantil, con actividades especiales. Yo tenía pensado ir a mindfulness por la mañana y a zumba por la tarde. Pero eso iba a ser con BH y cuando estaba bien. Ahora no me apetece. Lo mismo con las hogueras de San Juan, o con una posible excursión el domingo.

Además de intentar descansar un poco, no sé qué voy a hacer. Cuando estoy trabajando es más fácil, porque tengo algo con lo que distraer mi mente. Pero cuando cierro el ordenador, se me cae el mundo encima. No sé qué hacer para no pensar. No sé qué hacer para parar la culpa.  No sé qué hacer para no sentir el vacío. No sé qué hacer para no sentirme tan indefensa frente al futuro.

Mi jefa (eneatipo 7) me dijo ayer muchas cosas interesantes. Bueno, eso de ir hacia adelante como un toro arramplando con lo que se ponga por delante y disfrutando del momento es más su filosofía de vida. Pero sí hubo una frase en la que me quedé enganchada: nos empeñamos en que las cosas tienen que ser de una manera concreta, pero la vida puede cambiar en un segundo. Ella, en realidad, habla del apego al resultado. El apego a un plan que has trazado en tu mente y al que te aferras porque crees que es lo mejor, lo que te va a hacer feliz. Pero el universo, la vida, tiene infinitas posibilidades que no has considerado, porque estás apegado a una de ellas, y esas posibilidades pueden ser mejores que la tuya. No pueden, son mejores que la tuya, porque está esa arrogancia de pensar que sabemos más que nuestra alma, cuando nuestra visión es mucho más estrecha que la suya. Lo correcto y perfecto no es lo que te gustaría que pasara, sino lo que tu alma necesita para evolucionar realmente, aunque no lo entiendas. Abrazar la incertidumbre y sus infinitas posibilidades es confiar en la vida, es soltar tu apego para dejar que sea la vida quien te lleve hacia lo que necesitas vivenciar. Tu alma necesita ciertas lecciones de vida. Sí, entiendo el concepto, pero la práctica no es tan sencilla, porque me cuesta no tener una cierta seguridad. Aunque yo ahora no tengo planes para el futuro. Todo es inercial.

El martes pasado, en pleno brote, tuve un pensamiento. Hablaba de la lucha. De escoger una causa y luchar por ella. El pensamiento decía que daba igual la causa, que lo importante era la lucha, el movimiento generado, que era lo que movía el mundo. No había causa buena o mala. Pensé en los taurinos y antitaurinos. No había victoria final, ni derrota, no son importantes. Pero era necesario buscar una causa y luchar para mover el mundo, para generar las dinámicas en el mundo y propiciar las experiencias que necesitamos.
A qué viene todo esto? A nada realmente. Solamente que recibí esta idea y quería escribirla. Quizás se me está yendo la cabeza otra vez.

11 semanas. El lunes tenía mi primera cita con el obstetra. Habría sido iniciar el protocolo de verdad. Quizás me habría hecho una eco y habría escuchado su corazón nuevamente. La primera vez que lo escuché fue bastante impresionante. Tenía mucha fuerza y era muy regular. Parecía una pequeña lavadora centrifugando. Parece mentira que haya podido pararse. Parece mentira que ya no esté. Cuánto duele.

He cancelado la cita del obstetra y la suscripción al boletín, y he desinstalado una aplicación que me informaba de temas relacionados con el bebé. Recuerdo que una de las entradas hacía referencia al aborto espontáneo, pero ni quise leerla, porque según yo, eso no iba conmigo. Y aquí estamos. Qué idiota me siento a veces.

Y así comienza un nuevo día sin esperanza ni propósito. A la deriva.

viernes, junio 22, 2018

El duelo


Me despierto muy pronto hoy cuando esperaba haber dormido mucho más después de la terrible noche que pasé ayer. Empecé a llorar sin control durante un par de horas, tumbada en la cama, sin más consuelo que el de mi pobre almohada. A este paso voy a tener que comprarme una de esas que tienen brazos para simular un abrazo, y fingir que estoy cuidada y protegida. Es lo que más necesito ahora: sentirme arropada, sentir el contacto físico de alguien que me quiera y se preocupa, porque me siento muy desamparada. Aunque conociéndome, tampoco sé bien cómo aceptarlo porque no se me da bien recibir este tipo de afecto. Tampoco quiero que todo el mundo me ande abrazando. Soy de abrazo selectivo.

Anoche llegué a casa, después de una pequeña salida no muy exitosa, y rompí a llorar desconsoladamente. Lloré muchísimo y sentí cómo el corazón de desgarraba de dolor. Debieron ser un par de horas. No sé cómo hace el cuerpo para producir semejante cantidad de lágrimas. Con semejante disgusto, término con un dolor de cabeza impresionante, pero fui cayendo dormida poco a poco. Hoy me levanto con pesadez mental, y físicamente es como si me hubiesen dado una paliza. Ahora no puedo dormir más, pero sé que me va a pasar factura más tarde. Según pasan los minutos, aumenta la amenaza de llanto. Y encima hoy tengo que regresar al hospital para que me evalúen. No puede ser igual que el martes, pero aun así siento un poco de miedo a que se repita ese dolor inmenso que apenas se mitiga con los analgésicos.

Ayer estuve leyendo sobre cómo afrontar un aborto, todo desde el punto de vista tras generacional y sistémico. Hay montones de fuentes relacionadas con el aborto voluntario, pero no tantas sobre el involuntario, aunque hay elementos comunes. Todos los textos hablan de la importancia de dar al bebé un lugar en el sistema familiar. Esto no va a ser difícil porque yo lo siento así. Nacido o no, él es mi hijo, y no lo voy a olvidar nunca. Cómo podría? El diario del embarazo lo voy a quemar, porque lo escribía para él, pero las fotografías, las ecografías, eso se va a quedar conmigo como parte de mis recuerdos, aunque no resulten agradables del todo. Aunque no es que las necesite exactamente, porque los recuerdos importantes se guardan en un lugar especial en el interior de uno mismo.

Anoche tuve la sensación de que BH era un niño, pero eso ya son sensaciones que vienen no se sabe de dónde y que no son verificables. Son eso, intuiciones. Hice un ejercicio de constelación que encontré en internet. Fue bonito, integrador, y calmante, aunque requería de la participación de la figura paterna para cerrarlo, y bueno, a falta de esa presencia, simplemente lo evoqué para que me acompañara. Ésta siempre fue una de mis preocupaciones previas: no que BH tuviera un padre, sino cómo hacer para hacer presente la energía masculina en su vida.

No resulta fácil dejar partir a BH, pero lo iré despidiendo poco a poco con pequeños gestos simbólicos: la constelación, una carta, una oración. Aunque el vínculo entre nosotros siempre va a existir. Y cuando yo muera, quizás podamos conocernos como no hemos podido hacerlo en vida (aunque seguramente nuestras almas se conozcan desde hace varias).

Lo que llevo peor es intentar buscar una parte positiva a todo esto. No encuentro una razón para agradecer una experiencia así, no sé qué debo aprender, y me cuesta aceptar que esto sea lo "correcto y perfecto" para mí. Lo que sé es que ya me ha trasformado profundamente. Ya no soy la persona que entró en urgencias el martes. En mi mente todo ha cambiado. Pero el problema es que no sé hacia dónde he de evolucionar. A alguna gente le he dicho que no veo futuro, y es que es así. Soy incapaz de imaginarlo, de planear, de crear nuevas ilusiones. Me siento muy rota y desesperanzada.

Y aquí estoy, tirada en la cama, en mi bosque, volcando mi mierda, porque no se me ocurre otra forma. Sintiéndome sola, perdida, destruida, miserable. Y también está la culpa acostada conmigo. A ratos resulta insoportable vivir. No sé cómo voy a hacerlo.

jueves, junio 21, 2018

Litha

Litha. Solsticio de verano. Un día de celebración de la luz y la vida. Pero yo este año no voy a celebrar nada. No tengo nada que celebrar. Voy a coger mi peluche más cercano, lo voy a abrazar y voy a volver a dormir. Dormir y llorar es lo único que puedo hacer.

"Llorar en estos casos no sirve para nada. Hay que salir adelante". La persona que me ha dicho esto no lo dice con mala fe. Al contrario, quiere que no me quede anclada en el dolor. Pero no tiene ni idea de lo que dice. Mi mente ya ha decidido que va a ignorar el consejo. Porque si hay algo que debo hacer es llorar. Llorar (y dormir) es lo más terapéutico que existe. Llorar es como limpiar la estancia del corazón. Sólo que ahora en la estancia habita una tristeza inmensa, y no tengo ni idea de cómo me voy a reponer de esto. Simplemente no soy capaz de verlo, y no tengo fuerzas ni ilusión. Tampoco es el momento.

Me despierto y estoy machacada. Me duele la cabeza, me duele el alma, siento el vacío que ha quedado en mi abdomen. Nunca fue tan duro levantarse de la cama. Levantarse para qué? Para funcionar en modo autómata todo el día. Tengo además las evaluaciones semestrales del grupo, y es lo que menos me apetece del mundo, porque tengo que escuchar sus quejas y sus reclamaciones, aconsejarlos, decirles qué hacen bien y qué pueden mejorar, cuando lo único que quiero es llorar mi pérdida. Estoy mejor cuando tengo que centrarme en una tarea de escribir.Hoy tampoco iré a la oficina. Estoy agotada y además allí no puedo llorar libremente.

Algunas personas me han recomendado coger una baja, pero necesito trabajar para no volverme loca del todo. En una semana me voy de vacaciones, que espero me ayude a desconectar. Va a ser un viaje triste, porque quería haberlo compartido con BH. Ver las montañas altas y respirar el aire limpio de los Dolomitas. Voy a ser muy mala compañía para el grupo, aunque el grupo también está tocado por la noticia.

Vuelvo a sentir dolor en el abdomen. A estas alturas debería estar bastante despejado. Me tomaré un paracetamol. Ojalá también hubiese una pastilla para el dolor del corazón, aunque a estas alturas seguramente sería una adicta. Y lo peor es que hay que afrontar el dolor directamente para poder sanarlo. Los seres humanos somos demasiado complejos.

Agradezco las muestras de cariño, que han sido bastantes. Sobre todo agradezco las silenciosas, las que acompañan sin querer solucionar nada, simplemente estar a mi lado. Sé que a veces me cuesta reconocerlas y aceptarlas, pero esta vez no tengo energía para aparentar ser fuerte. Sé que eso me expone mucho, pero no puedo hacer más. Ya no me importa demostrar mi debilidad. Estoy fatal, pero es pronto para remontar. No soy tan digital. Cómo duele.

Siento hambre. Recuerdo las palabras de mi abuela paterna cuando murió mi abuelo: "el cuerpo es muy bruto". Quería decir que el cuerpo no entiende de duelos. A fin de cuentas es la capa baja de la estructura humana. No damos la suficiente importancia a nuestro sistema autónomo, que trabaja para nosotros y por nosotros. Es quien nos mantiene vivos. Por eso él sabe de mi desgaste y de lo que necesito para seguir funcionando. Y lo pide.

Mi mente me hace bromas y me dice cosas que supuestamente son simpáticas, como " ya puedes tomar cerveza" o "ya puedes teñirte". Pero no me hacen ni puta gracia.

Se me está yendo la cabeza. Creo que debería atender a mi sistema autónomo. Y a mis gatas, que también dependen de mí. Pero la tentación de seguir durmiendo es muy grande. Mi cama, mi almohada, mi peluche: mis fieles compañeros. Cuánto duele.

miércoles, junio 20, 2018

BH



A falta de conocer el sexo, le llamábamos BH, que significa "Bitxito Hanseático". De origen supuestamente medio danés, e implantado en HH. Un auténtico vikingo. Aunque ya bromeábamos con los nombres, especialmente orientados a fastidiar a los abuelos. Al final siempre será BH porque no pudo ser.

Ayer sentía unos calambres semejantes a los de la regla, pero mucho más suaves. Poco después comprobaba que estaba sangrando. Fui a urgencias y me confirmaron lo peor: el corazón no latía. En pleno schock, me daban a elegir entre dos opciones de aborto terapéutico: legrado o pastillas. Me dieron dos horas para pensarlo, mientras salían los resultados de la analítica. Pero daba igual: estaba totalmente fuera de juego. Era incapaz de pensar, incapaz de procesar nada, incapaz de evaluar nada. Estaba muy desconcertada y tenía muchas ganas de llorar, reprimidas para no hacerlo en público.

Al final me decanté por las pastillas. Creo que elegí esta opción para que mi cuerpo y mi mente fueran conscientes del proceso y de la despedida. Después de ponerme la inyección de gammaglobulina, obligatoria para las RH-, la pastilla empezó a hacerme efecto. Iba conduciendo camino a casa. empecé a sentir un malestar general que se tradujo en unas ganas de vomitar terribles. Pensé que o bien me la pegaba, o iba a poner el coche perdido. Conseguí llegar al garaje, aparcar, y caminar hacia casa, pero me sentía fatal. "Es como una regla fuerte", me dijo la doctora. Y una buena mierda. Yo he tenido reglas fuertes y ninguna se ha parecido jamás a esto. Jamás he sentido un dolor y un malestar tan grandes como esto. Jamás. Dolor abdominal agudo y constante, escalofríos, sudores fríos, espasmos. Fue tan doloroso que pensé que no iba a soportarlo. Mi madre sugirió regresar a urgencias, pero no tenía fuerzas para ponerme en pie, y menos para estar esperando en urgencias a que me atendieran.

Poco a poco, el paracetamol fue haciendo efecto y el dolor se fue apaciguando, que no desapareciendo. Pude dormir algo, pero poco tiempo. He estado toda la noche dormitando. Esta mañana me sentía algo mejor. Gracias a dios, hoy teletrabajo.

El dolor físico aplazó completamente el dolor emocional, pero sé que tengo que afrontarlo hoy y los días próximos. A ratos lloro, pero necesito que se abran las compuertas y vaciarme, igual que mi útero se está vaciando. Creo que he sentido a BH caer al retrete. Me parece un final tristísimo. Lo echo mucho de menos, más de lo que habría imaginado. Y sólo tenía 10 semanas. Echo de menos también el futuro que podríamos haber tenido. Ahora tengo que cancelar todos los planes que había hecho para los siguientes meses: pintar la casa, acondicionar la habitación pequeña, sacar el router al salón, hacerl el album de fotos...¿Y qué hago con los planes inmediatos? Hoy íbamos a ir al gimnasio y luego ver el partido, el sábado íbamos a ver las hogueras de San Juan, íbamos a concer juntos el SüdTirol...Ya no. 

Me siento vacía y muerta. También me siento culpable, porque siento que quizás haya sido culpa mía. Porque me sentía físicamente tan fuerte, tan invencible. O quizás haya sido por toda esa tristeza que venía cargando. Nunca sabré las causas, y seguramente da igual, pero ese resquicio da alas a la culpa.

Este año está siendo una mierda, la verdad. Es una pérdida tras otra, a cual más dolorosa. Quizás estoy maldita.  Estoy agotada emocionalmente y ahora mismo no tengo ningún tipo de ilusión por el futuro.

Algunas personas me dicen que sea fuerte, que saldré adelante, que todo irá bien, que puedo volver a intentarlo. ¿Intentarlo? Yo ahora mismo no tengo ni fuerzas ni ánimo para nada, y para pasar por esto otra vez, no sé. Si por mí fuera, me echaría a dormir y no despertaría nunca más.

En cuanto a BH, él será mi bebé siempre, y siempre ocupará un lugar en mi corazón, en el museo de los sueños rotos.

domingo, junio 17, 2018

En un bosque muy oscuro



El título del libro, así como los colores rojos y rosas de la portada, captaron mi atención en el primer momento. Luego leí la sinopsis de la portada y terminó de convencerme. Compré el libro pensando que narraba una historia de miedo, pero luego ha resultado ser más suspense que terror. Es un libro de lectura muy muy fácil, porque la historia fluye muy bien y tiene las descripciones justas (cada vez me gustan menos las descripciones farragosas que se recrean en demasía en los efectos sensoriales). No es nada sesudo, no es una literatura compleja., no tiene grandes pretensiones, y se nota muchísimo que está escrito por una mujer. Es un libro para consumo rápido, y lo consigue.

El libro se centra en Nora (Leonora), una mujer joven, escritora, que vive aislada del mundo en su pequeño apartamento de Londres. Un día recibe un email con una invitación a la despedida de soltera de Clare, su mejor amiga de la adolescencia, a la que hace diez años que no ve. A pesar de sus reticencias, decide aceptar la invitación, y se traslada con Nina (otra amiga de la adolescencia) a una casa aislada en el bosque de Northumberland, donde un grupo de invitados y la novia, van a pasar un fin de semana. Son cinco personas: Nora, Nina, Clare, Flo, Tom y Melanie.

El fin de semana está organizado por Flo, la mejor amiga de Clare, quien parece totalmente fascinada por ella. Se organizan juegos aparentemene inocentes que hurgan en las heridas de un pasado que Nora pensaba sepultado. Pero resulta que Clare va a casarse con James, el amor de la adolescencia de Nora. Un amor que, aunque terminado, Nora nunca pudo olvidar y marcó toda su vida emocional futura. Nora y James habían roto por un embarazo inesperado cuando ella tenía 16 años, que llevó a un malentendido y a demasiado orgullo para arreglar las cosas. Nora descubrirá que Clare tuvo mucho que ver en este suceso.

Empiezan a suceder cosas extrañas en la casa y los invitados comienzan a sentirse inquietos. Por ello, cuando un extraño entra en la vivienda, Flo dispara una escopeta que pensaba cargada con cartuchos de fogueo, y lo mata. El extraño es James. Se precipitan los acontecimientos y Nora acaba en el hospital, con amnesia postraumática, y sospechosa del asesinato de James. Durante los siguientes días, intentará recordar lo ocurrido para esclarecer los hechos y saber qué ha ocurrido realmente.

Fuga de gas

Otro sueño. Creo que éste podría estar influenciado por las pruebas de Tris para superar sus miedos en la primera película de la saga "Divergente", que me quedé a ver anoche hasta bastante tarde.

Estaba en casa de mis padres cuando me daba cuenta de que el aire alrededor era raro. Era como si el aire tuviera ondas que se propagaban en una dirección. Olía a gas, pero no sabía de dónde procedía. Nadie parecía darse cuenta. Iba a la cocina a ver si los fuegos estaban apagados, pero no veía nada. Me empezaba a poner nerviosa.

Entonces veía que en la televisión del salón aparecía un mensaje de alarma indicando que había que llamar al servicio técnico por una fuga de gas. Nadie se había percatado del mensaje hasta que yo lo mencioné. El mensaje era intermitente y pasaba muy rápido. Incluía un número de teléfono donde llamar.

Yo pedía un papel donde poder anotarlo, porque no iba a poder aprendérmelo de memoria. Mi padre me pasaba un cuaderno suyo. Estaba lleno de anotaciones, aunque parecía un cuaderno de apuntes de la universidad. Había muchas fórmulas matemáticas, y estaba limpio y ordenado de la manera en la que una persona tan ordenada, pulcra, y meticulosa como mi padre podría tener un cuaderno. No sabía dónde anotar el número, porque no quería arruinarlo. Pasaba las hojas ansiosamente en busca de un espacio en blanco, y preguntaba insistentemente a mi padre sobre dónde podría apuntarlo. Éste me daba largas, y me ponía tan nerviosa, que al final le daba un golpe en la tripa enorme. Me sentía fatal por ello, a la par que sorprendida de haber sido capaz de hacer algo así, pero interiormente me justificaba diciéndome que era una buena causa.

AL final he pensado: "a la mierda", y he empezado a escribir el número en una página cualquiera. He tenido que hacerlo en tres mensajes, porque no he sido capaz de apuntar el número a la primera.

viernes, junio 15, 2018

Una chica de altura

Hay personas que te causan una cierta fascinación y no sabes por qué. Son personas a las que te gusta observar desde la distancia, el silencio, y la discrección, para no alterar demasiado su autenticidad, cuando se comportan libremente sin saberse escrutadas. Mediante la observación vas aprendiendo cosas de ellas, sus patrones, sus hábitos, su forma de ser. Sabes que te gusta mirar, pero no es algo morboso, es curiosidad, es interés.

A ella la conozco desde que era pequeña. No sé cómo se llama. Íbamos al mismo colegio, debe ser un par de años más joven que yo. Entonces no era difícil que captara la atención, no porque fuera una chica llamativa y espectacular, sino porque siempre ha sido una chica alta, más alta que la media. Seguramente es su característica física más relevante. Ahora sigue siendo de una altura superior. ¿Cuánto debe medir? ¿1,85?

La recuerdo jugando en el patio interior del colegio con sus amigas, emulando los dibujos animados de "Juana y Sergio", que estuvieron muy de moda en aquella época. Ella jugaba a ser Mona (creo que se llamaba así el personaje), solamente porque era el personaje más alto de la serie, y era rubia también. ¿Por qué no ser Juana, o Peggy, o Mary? No, ella parecía estar condicionada por su altura. Y aun así, quizás de todas ellas, posiblemente era la que más condiciones tenía para haber jugado volley ball. No creo que jamás lo intentara.

Además del colegio, siempre la he visto por el barrio, normalmente acompañando a sus padres. Su padre también era muy alto. Era el inglés del barrio. Su madre pasó por un cáncer. Ambos han fallecido ya, y ella permanece en el barrio. Ignoro si tiene pareja. Alguna vez la vi con algún chico, (por cierto, considerablemente más bajo que ella), pero hace mucho que la veo sola. También la he visto paseando con sus perros. Tiene un galgo que solamente tiene tres patas. Creo que tiene gusto por las cosas extrañas y diferentes.

Ahora coincido con ella en el gimnasio. Tiene el pelo corto, de color rosa, el cuerpo lleno de tatuajes de estilo japonés. Casi siempre intenta aislarse del mundo y pasar desapercibida, de no ser por su altura, su pelo, sus tatuajes, y su forma de vestir un tanto estrafalaria. Parece un 5 ala 4.

Hoy estaba desayunando en la cafetería después del ejercicio, y no he podido dejar de mirarla. Llevaba los cascos puestos, escuchando música seguramente, y consultaba internet por su teléfono. Parecía tranquila y totalmente ajena al mundo exterior. Me pregunto a qué se dedica. Podría ser freelance perfectamente.

No me planteo ser amiga suya, pero es una persona que me provoca cierta ternura, como si fuera capaz de ver en ella una vulnerabilidad que se esfuerza en ocultar. Como si estuviese necesitada de cariño, de afecto, de cuidado, pero nadie se parase a dárselo, y se hubiese acostumbrado a ello o diese por hecho que tiene que ser así.

Creo que me hace un espejo brutal.

miércoles, junio 13, 2018

Der Mann aus dem Eis


Siempre que llega el festival de cine alemán intento pasarme a ver alguna película. No es tanto por mejorar mi nivel, sino por sentirme conectada a su cultura, aunque evidentemente alguna mejora suele suceder. Esta semana decidí que iría el miércoles, que es un día que suelo dedicar a ocio. A una hora prudente como las 19h solamente había dos opciones: "Hagazussa", que corresponde al ciclo de terror, y "Der Mann aus dem Eis", basada en la historia de una de las momias europeas más famosas: Ötzi, el hombre de los Alpes. No me apetecía mucho pasar miedo, así que me he decantado por la segunda.

Llegaba tarde, como era de esperar, porque he querido lavarme el pelo antes de salir y arreglarme un poco, a pesar de que no me siento precisamente con ánimo de intentar mejorar mi aspecto (como si fuera posible). Cuando he llegado al cine había una cola bastante considerable y hasta he pensado en pasar del cine, o bien intentar entrar en alguna sala con cine más comercial. Pero la cola de las entradas no era tan larga, y he pensado que me daba tiempo. Lo que no me cabe en la cabeza es que si la película empieza a las 19h, no dejen pasar a los espectadores hasta la misma hora. ¿Qué clase de organización alemana es esa? Pero esto iba a mi favor, o eso creía yo. En la cola de las entradas han pasado dos tipos muy extraños y muy pesados, consumiendo su turno a más no poder para elegir película o bono. En serio, si no vas a entrar inmediatamente, ¿tanto te cuesta ceder tu turno? ¿y tienes que ser tan pesadito?

Pensaba que entraría con la película ya comenzada, pero no. Problema técnico con el proyector, que ha retrasado el comienzo media hora. La gente de la organización ha pasado con botellas de agua para los espectadores, pero algún señor se ha puesto un poco exaltado por el retraso y ha exigido la devolución de su dinero. Yo la verdad que como he llegado tarde, no me ha parecido haber esperado tanto. La botella de agua me ha venido muy bien, porque quería comerme una galleta del Príncipe de Bequelar.

Empieza la película y la primera imagen dice que está rodada en una especie de protoidioma cuyo nombre no recuerdo (¿rhaetic?), por lo que no es necesaria la traducción para comprender la historia. Desde "Wall-E" no me he sentido tan frustrada. Pero es cierto, no es necesario entender ni una sola palabra, porque todo se comprende desde el contexto. También es verdad que no hay muchos diálogos precisamente. Se ve que en el Neolítico el lenguaje no era tan importante.

Me pregunto de dónde habrán sacado la historia, dado que de la momia se conocen las causas de su muerte y poco más. Supongo que han buscado una explicación más o menos plausible.

Todo empieza en un pequeño asentamiento donde vive Ötzi con su familia. Él es una especie de chamán también, tareas que combina con las de la caza. Como la película empieza tan costumbrista (si se puede usar este término para la prehistoria), dos ideas me han venido a la mente. La primera: tengo un pequeño ganado de cabras, y me voy a cazar cabras. Supongo que es como criar cerdos y cazar jabalí. Parecido, pero no igual. La segunda: qué importantes son los ritos de paso (la despedida en la muerte fundamentalmente), y cómo prácticamente los hemos desterrado de nuestro mundo. Los funerales siempre me han parecido importantísimos.

Ötzi se marcha a cazar (sus cabras) y de repente el poblado es asaltado por tres hombres. Ellos buscan una caja sagrada, que contiene una piedra de color oscuro, de superficie muy pulida, como si de un espejo se tratase. Pero no contentos con llevarse la caja, violan, matan y destruyen a su paso, dejando el poblado arrasado. Cuando Ötzi regresa, solamente queda un bebé con vida.

Tras dar sepultura a sus seres queridos, Ötzi decide ir detrás de los hombres, llevando al niño y a una cabra con él. A mitad de camino, en el bosque, encuentra dos hombres que tienen retenido a un tercero. Mata a uno de ellos y el otro desaparece, a pesar del golpe en la cabeza recibido con una piedra. Al tercero lo libera, pero éste seguirá a Ötzi durante todo su camino.

Ötzi llega a otro asentamiento formado por una pareja. No se sabe bien si son marido y mujer o padre e hija. Ambos dan alojamiento a Ötzi para pasar la noche. Son buenas personas, por lo que decide dejar a la cabra y al niño con ellos.

Sin la carga de más, la persecución se agiliza. También porque los tres hombres llevan un herido, cuya herida fue dañada por un habitante del poblado. Los perseguidos se dan cuenta de la presencia de su depredador. Intentan abatirlo en una garganta, pero uno de ellos se precipita al vacío y muere. Ötzi no le da ningún tipo de sepultura ni organiza ningún rito. Es más, le arrasa los ojos. Es como si quisiera darle un castigo una vez muerto.

Prosigue su marcha a través de las montañas. Los paisajes de la película son impresionantes, bellísimos. Pero solamente de imaginar el moverse por esas laderas tan empinadas y con semejante desnivel, me entran los siete males. Es que ni el Batisielles. Al llegar a las cumbres nevadas, Ötzi les da caza, pero desafortunadamente el hielo cede bajo sus pies y se hunde en una sima. Los hombres le dan por muerto. Ötzi recupera la conciencia y está completamente ileso. Intenta ascender escalando el hielo con su hacha, pero no lo consigue. Sin embargo, lo sacará de allí el hombre al que liberó en el bosque.

Coronada la cima, Ötzi descubre un poblado al otro lado de la montaña. Es el hogar de los perseguidos. En realidad solamente hay una tienda, una mujer embarazada, y dos niñas. Aquí se ve que las cosas no han cambiado mucho en la historia: muchos hombres van de ejemplares en sus casa, tienen a sus mujeres por sagradas y cuidadas, pero las demás solamente son unas putas para usar y tirar, como basura. Ötzi llega allí y mata a los dos hombres, culminando así su venganza. Recupera también su caja sagrada. Pero a diferencia de aquellos, Ötzi no daña a las mujeres y les ayuda en sus ritos funerarios (que son un poco diferentes).

Después de eso, Ötzi emprende el camino de vuelta. ¿De vuelta a dónde realmente? Cuando ya no te queda nada en la vida, ¿a dónde puedes regresar? En el camino se deshace de la piedra especular. Cuando está cruzando la zona nevada, una flecha le atraviesa por la espalda y cae rodando por la ladera, donde permanecerá hasta ser descubierto muchos años después. ¿Quién asesina a Ötzi? Pues no me queda muy claro. No sé si es alguien del poblado que aparece de la nada, o es el hombre del bosque desaparecido.

Una película muy entretenida.

A la salda me encuentro con Anke, que fue profesora mía en el Goethe Institut hace muchos años. Creo que ella fue con quien preparé el Zertifikat. Me ha mirado y ha puesto una cara como diciendo: "yo te conozco". Y sí, me conoce, pero no me ubica. ¿Cómo hacerlo después de tantos años? No le he dicho nada. Tenía muchas ganas de salir de la sala porque estaba muerta de frío. Se ve que querían que nos metiésemos en la película y han puesto el aire acondicionado a tope. Casi me da un pasmo.

martes, junio 12, 2018

El rosal

Dicen que el tiempo trae el olvido y que cura todas las heridas. Sin embargo, el tiempo pasa y yo sigo sintiendo la herida profunda. Mis mecanismos de evasión son eficaces pero temporales. Traen cierta calma, pero no eliminan la pena, el anhelo, la ansiedad, el amor. A veces son tan intensos que duelen, y no resultan fáciles de apaciguar, porque gritan su verdad y su amargura a pleno pulmón.

A veces desdoblo mi conciencia y me veo allí sufriendo y luchando y me pregunto cómo puede ser. He mirado en el corazón y he visto las raíces de un rosal. Los rosales se arraigan rápido y profundamente. Son resistentes y aguantan sin riego. No podrías eliminarlos sin más con herbicidas, sino que es necesario cavar y arrancar las raíces de cuajo. El rosal persevera, se resiste. El mío también.

domingo, junio 10, 2018

DEP Alfredo Contreras

Acabo de enterarme del fallecimiento de uno de mis profesores de la infancia: Alfredo Contreras. Él fue profesor mío en 3º de EGB, hace ya mucho tiempo.

Yo adoraba a este hombre, lo admiraba, lo respetaba. Todo lo que él decía era sagrado para mí. Hasta el punto de pedir a mi madre que hiciera lombarda para Navidad, porque mi profesor había dicho que la lombarda era una comida tradicional. Craso error, por supuesto, pero yo no ponía en duda nada de lo que saliera de su boca.

Después de aquel curso dejé de verle. No lo recuerdo por el colegio, no sé qué pasó con él.

Hace un año él escribió un post en el grupo de facebook del colegio. Quería contactar con alumnos suyos. Por el cariño que le tenía, decidí escribirle un email. Dudo que se acordara de mí. Su único interés era recibir el mayor número de emails de antiguos alumnos. Quizás me equivoque, pero aquí había un tema de ego. En cierta forma, parecía necesitar recuperar esa admiración por la figura que fue. Quizás ya estuviese enfermo y estuviese rememorando su pasado. Quién sabe.

No supe nada más de él hasta hoy. Ignoro las causas de su fallecimiento. No tenía ningún tipo de trato con él, pero su muerte me pone triste.

Madbird fair 2018


Me he despertado en medio de la noche y me está costando volver a coger el sueño. A falta de un plan mejor, voy a hablar de mi visita a la Madbird fair. Sé que no es buena idea, pero es esto o ver la tele, porque los mantras y las ovejas no me están funcionando.

La Madbird fair es una feria anual de ornitología y observación de la naturaleza que lleva cinco años en activo. Se organiza en el paseo de El Prado y básicamente muestra una oferta ecoturística basada en la observación de animales, pájaros sobre todo, aunque luego también hay información sobre protectoras, yacimientos, casas rurales, parques naturales, etc. Cada año la feria crece en tamaño, expositores y visitantes. Comparando con las primeras ediciones, la feria ha mejorado mucho.

Después de hacer una batida por las numerosas casetas, he decidido que me quedo con dos cosas principales. La primera es haber sostenido la pluma del ala izquierda de un buitre y haberla agitado al viento. Es increíble no solamente el tamaño de la misma, sino la cantidad de aire que desplaza. Así que me puedo hacer una idea del volumen total que un ala es capaz de mover.

La segunda cosa ha sido ver extraer la miel de los panales a través de una centrifugadora. En el pueblo había visto el corte de los panales, y hasta he tomado miel directamente de los mismos (qué sensación extraña es morder la cera), pero la parte de la centrifugadora no la había visto. Aunque ahora que lo pienso, es posible que mi tío Miguel Ángel tenga una y no le haya prestado atención. El caso es que me ha fascinado ver cómo la miel iba cayendo a un cubo a medida que la centrifugadora iba exprimiendo el panal. Qué buena pinta.

He pasado por Grefa y he visto que estaba Débora. La he saludado y la tía me ha regalado varias cosas: un calendario, un póster precioso de un monachús (me lo voy a llevar al curro), y una pegatina. Qué maja.
Hemos estado hablando de las sueltas. Crisis tiene dos cernícalos apadrinados, y nos tienen que llamar para acordar la fecha. Dice que con una primavera tan tardía, se están retrasando las camadas y las puestas. Bueno, no hay prisa.

He cogido también algo de publicidad de las casetas de la sierra norte, por tener algo nuevo para explorar. Estaban también los de la agencia de piragüismo del embalse de Pinilla. Me gustó mucho la experiencia el año pasado, pero no creo que éste pueda repetir.

Y lo que me encantaría sería ir a un avistamiento de cetáceos. Otro plan que lleva años en mi lista y que no sé cuándo podré llevarlo a cabo. Dios dirá.

sábado, junio 09, 2018

Deméter



Ahora que parece que he retomado mi viejo hábito de lectura, los libros se han convertido en un gran mecanismo de evasión. Libros, música, la playa, y mis sueños. Faltarían las películas y estaría listo. Solo que esta última opción me está dando cierta pereza.

Acabo de terminar "Deméter", el libro que compré en la feria del libro. Es un libro que narra la travesía de la nave del mismo nombre desde el puerto de Varna en Rumanía hasta el Reino Unido. Es la travesía que hace el personaje de Drácula de Bram Stocker para poder reunirse con su amada Mina.

Las protagonistas del libro, sin embargo, son las hermanas rusas Misha y Vanja. Ambas están escapando de un mundo oscuro al que las somete su tío paterno a la muerte de sus padres. Él pertenece a una especie de secta satánica ligada a la Scholomance que practica sus rituales en las catacumbas bajo un burdel. Allí realizan fundamentalmente sacrificios humanos de jovencitas que entregan a su señor oscuro. Las dos hermanas están retenidas en el burdel, donde la secta espera que la mejor de ellas, Vanja, alcance su condición de mujer para poder ofrecerla a su amo. Vanja tiene un don especial por el cual es capaz de entrar en la mente de otros.

Al principio del libro, es Misha la que lidera a las dos hermanas. Es ella la que planea la fuga, la que consigue los pases para la Deméter, y la que traza el plan. Ella está a cargo de Vanja e intenta cuidarla lo mejor posible. Pero esta relación se invertirá al final del libro, cuando la influencia de Drácula sobre Misha sea mayor.

Misha y Vanja no son las únicas invitadas de la Deméter. En la carga del barco viajan varios ataúdes rellenos de tierra, y uno de ellos es el descanso del vampiro. Nadie sospecha nada hasta que empiezan a suceder extraños sucesos en el barco y en la tripulación. El vampiro empieza a controlar las mentes de los marinos y de los fenómenos metereológicos que rodean a la embarcación. Mientras se acercan a Londres, el vampiro empieza a ganar en fuerza y poder.

Los acontecimientos se desbocan poco antes de llegar al destino. Toda la tripulación está condenada. Misha cae en el influjo del vampiro, a punto de convertirse en una servidora y concubina. Es entonces cuando comienza el protagonismo de Vanja y de su poder oculto.

Aunque toda la tripulación sucumbe en el barco, Misha y Vanja consiguen llegar a tierra, trasladarse a Londres, y quedar bajo el amparo de un amigo de su padre. Sin embargo son acechadas tanto por Drácula como por los secuaces de su tío, que insisten en apoderarse de Vanja para sus fines.
Y aquí es donde pierde el libro, en mi opinión.

Hasta el capítulo de Londres me parece una novela muy entretenida, pero en cuanto pisan tierra parece como si la novela se precipitase un poco. Entiendo que el autor quiera dar una conclusión a la historia, y no digo que sea mala, pero no me encaja nada con la historia que recuerdo de Stocker. Simplemente porque Drácula tenía una fijación por Mina, y no se habría entretenido mucho con Misha, por bonita e interesante que fuera. También porque en Londres, Drácula está en plenas facultades, y sin embargo, en el libro queda a merced de Vanja de una manera bastante sencilla. El poder de la niña pasa de cero a cien en nada, y eso a mí me chirría.

Aun así, me ha gustado mucho el libro.

miércoles, junio 06, 2018

Soñando en alemán

No es frecuente pero a veces sueño en alemán. Y siempre está claro que debo mejorar mi nivel, el cual se va perdiendo a ojos vista de no practicar.

¿Cuál ha sido el detonante de este sueño? ¿Ha podido ser la discusión tonta que tuvimos ayer los kukusus por chat sobre las fronteras de Europa?

Otro sueño largo y extraño.

Yo estaba en Lübeck. Había alquilado una bicicleta y quería regresar a Hamburgo. Iba a subir a un autous, pero el espacio estaba ocupado por dos caballos de un tiovivo y dos señoras. Quedaba espacio para mi bicicleta, pero no me permitían subir. Pensaba entonces en cómo llegar a Hamburgo. Consultaba mi móvil y la aplicación me mostraba que la estación de "Schleswig" estaba relativamente cerca y que podría usar mi bici de alquiler para llegar allí. Una chica pasaba a mi lado y me decía "Holstein". Y yo pensaba, "Sí, Lübeck será Holstein, pero yo tengo que ir a Schleswig.

Me ponía en marcha siguiendo las indicaciones del GPS de mi móvil. Mi bicicleta se había convertido en un triciclo y era tremendamente complicado avanzar. La aplicación me indicaba que me metiera en un almacén y que bajara un nivel. La bicicleta desaparecía y yo bajaba por una escalera de mano hasta un subterráneo donde estaba un equipo técnico. Uno de los chavales portaba un fusil de asalto de color blanco, un tanto baqueteado, y lleno de ajustes. Me ofrecía probarlo, pero aunque me apetecía, le decía que no.

Salía a la calle y había un mercadillo navideño, pero parecía estar todo invadido por una vegetación muy forestal, con espíritus del bosque y hadas. Me llamaban la atención dos dependientes que estaban hechos de muérdago, cuyas cabezas se enredaban.

Llegaba a una estación. Allí me comía una tortilla que llevaba en el bolso. Sé que también estaban mi compañero Ross y mi gata Ozzy, pero no recuerdo por qué. Llegaba un tren que iba en dirección a Hamburgo, pero yo decía conscientemente no cogerlo. Era viernes y quería fumarme el día sin ir a trabajar. Pero luego he visto un autobus que se dirigía al aeropuerto y me he animado.

Al intentar entrar las puertas se han cerrado en mi cara. He pedido al conductor permiso para entrar. Cuando he ido a pagar el ticket, el hombre me ha dicho que íbamos a hacer otra cosa, que en vez de pagar el ticket podría comprar una pulsera patrocinada por un catedrático de la universidad. De esta manera, yo podría agradecer el gesto de generosidad que había tenido al dejarme subir al autobus. A mí no me hacía mucha gracia la idea, pero por no discutir aceptaba. Entonces el conductor se ha sentado y ha empezado a cantar una canción religiosa, parecido al "Salve Regina". Una monja a su lado ha empezado a acompañarle. La situación me parecía rarísima, y me preguntaba si no sería mejor bajarme pronto del autobus.

Entonces el autobus entraba en una zona monumental llena de grandes iglesias. Parecía más Munich que Hamburgo. Una de las iglesias tenía en un frontal un relieve policromado de los cuatro músicos de Brema. Crisis aparecía a mi lado. Yo le decía que esa zona apenas la visitábamos, y a ambas nos parecía bien bajar a hacer un poco de turismo. Esto me permitía salir antes del autobus también.

En la calle, un cocinero era procesionado anunciando su restaurante. Me parecía muy poco alemán.
Nos parábamos delante del escaparate de una tienda de ropa gótica. Yo le decía a Crisis que todo era mejor cuando viajábamos juntas. Y ahí me he despertado.

lunes, junio 04, 2018

Kloe


Cinco años atrás di el primer paso. Esto me sitúa en 2013 con una idea que no sé bien cómo surgió o a qué respondía. ¿Era un camino natural? ¿Era producto de la rabia? Surgió y di el primer paso Recuerdo que entonces creía estar convencida. Me fui a la calle Cardenal Cisneros a brindar por el futuro y una nueva vida. Después de aquello todo se quedó estancado. Creo que en el fondo no estaba segura de quererlo. Aún tengo dudas de quererlo, a pesar de ser una idea persistente. Pero ahora simplemente es. Cinco años ha tardado en manifestarse.
En este tiempo han pasado muchas cosas, la vida ha dado muchas vueltas, todo ha cambiado mucho. Jamás lo imaginé así. Veo a mi yo de entonces y siento ternura por su inocencia y su ingenuidad, por todo lo que no sabe que vivirá, por cómo llegará a aquello que pensó. En el fondo sigo viendo a la niña pequeña que llevo dentro. Me dan ganas de abrazarla, de cuidarla, de protegerla. Porque sé lo que va a vivir, y la siento tan vulnerable y está tan sola.
Pero así son las cosas. Y siempre me tendrá.

domingo, junio 03, 2018

El juego de los vasos

Clase de eneatipo 3, una de las flechas del 6. Con él cerramos todos los eneatipos que me aplican. A finales de mes terminaremos el curso de eneagrama con el eneatipo 4, que no tiene nada que ver conmigo, aunque temo que he debido recibir su influencia por parte de mi madre, que es un eneatipo 2.

Durante todo el día de clase hemos visto las características y los temas del eneatipo 3. Uno de estos temas es la competición, y Raquel quiere que lo experimentemos. Para ello nos propone un juego: dos equipos intentando construir una torre de vasos de plástico en el menor tiempo posible, haciendo uso de una goma que va a ser con la que capturemos y transportemos los vasos. La idea es montar una base de 3 vasos, una parte central de 2 vasos, y coronando 1 vaso. Los equipos inicialmente se componen de 3 y 2 personas. En el trío estamos los eneatipos mentales, una 5 y una 6, y una instintiva, un 8. En el dúo los emocionales, una 2 y un 3.

Comienza la primera ronda. A mí no me gusta jugar porque no me gusta perder. Lo llevo fatal. Pero una vez que empieza el juego, juego para ganar. Naturalmente abandono mi eneatipo 6 y me voy al 3, enfocándome en el juego (siempre se me ha dado bien enfocarme). El 5 y el 8 también están totalmente centradas en ejecutar la tarea, y apenas hablamos, salvo para decidir cómo proceder en el siguiente paso, el cual siempre parece que es evidente. Terminamos enseguida. Para entonces el otro equipo solamente ha montado la base, pero es que se han pasado todo el rato de cháchara sin demasiado orden. La verdad que esperaba más del 3, pero para mí que se ha ido al 9.

Segunda ronda con cambio de los equipos. Me toca formar dúo con el 3. Nuestra energía es muy parecida, así que nos entendemos bien. El chico deja que yo tome el liderazgo de la tarea y se dedica a seguir.  Nos enfocamos mucho y terminamos pronto. No sé muy bien qué ha pasado en el otro equipo. Sé que la 5 y la 8 están sintonizadas, pero la 2 no se ha acoplado bien. Se nota claramente que está muy fuera de lugar. No quiere jugar, solamente quiere huir.

Tercera ronda. Misma composición, pero les toca liderar a los emocionales. Me cuesta un poco ceder el control, pero dejo que el 3 guíe. La curva de aprendizaje (los muy cretinos se ríen de mí por usar este término) es muy notable en cada iteración. Volvemos a ganar. Es evidente que la 2 no ha liderado bien (o no ha liderado). Cuando terminamos está al borde de las lágrimas y me da mucha pena, porque su vergüenza tiene que ver con hacerlo mal. Menos mal que teníamos peluche para abrazar. La chica termina recomponiéndose. Es la persona que peor lo pasa con todas las prácticas del curso.

Cerramos la práctica con las conclusiones. El objetivo, como siempre, es ver el distinto funcionamiento de los eneatipos en diferentes situaciones para poder aprender y poder comprender. A mí me parece interesante. Esta vez además estoy satisfecha porque he ganado, y eso siempre me causa placer. Aunque debería aprender a disfrutar más los juegos, en general.

viernes, junio 01, 2018

El último hombre de Pompeya



Te levantas un día de verano y todo te parece igual que ayer. A primera hora de la mañana ya se intuye que será un día caluroso. La infección de la pierna te molesta, pero el médico es optimista sobre su curación, así que soportas estoicamente el dolor que te causa. Es bastante incómodo, pero todavía puedes caminar, aunque no tienes previsto hacer grandes esfuerzos.

Es un día como otro cualquiera, rutinario. Sin embargo, notas que algo es diferente. No sabes decir qué exactamente, pero el aire tiene un olor diferente, el cielo tiene un color diferente, el perro parece algo agitado, y a ratos te parece como si la tierra se moviera. No le das mayor importancia y continuas tu jornada normalmente.

Oyes un murmullo generalizado en el exterior. Sales de tu casa para ver de qué se trata. Tus vecinos miran alarmados hacia el Vesubio. Una densa columna de humo se eleva hacia el cielo como un enorme pino. Te preguntas si Vulcano ha abierto su fragua después de la festividad del día anterior. La imagen es imponente. La sopresa va cediendo a la preocupación cuando la nube de humo comienza a propagarse hacia el sur, en dirección a la ciudad, engulléndolo todo a su paso.

Entonces llega la lluvia. No es una lluvia normal. No cae agua del cielo sino ceniza, arena y roca. La temperatura ha aumentado significativamente. Arrecia y comienza la histeria. Intentas buscar refugio, pero tu pierna te impide avanzar más rápido. Tienes que luchar también contra los empujones de los que corren a tu alrededor. Recuerdas al perro, al que hoy has atado a una estaca porque estaba especialmente raro. No puedes regresar a por él. Tampoco sabes de tu familia, ni tus amigos. Estás solo y avanzas a trompicones por el callejón por el que te has metido.

De repente un gran estruendo que parece partir el cielo en dos. La ves llegar hacia ti. Es un enorme sillar que vuela desde el cielo y cuyo impacto recibes de lleno. Todo sucede tan deprisa que apenas puedes registrar el dolor que se produce en tu cuerpo en el momento de tu decapitación. El sillar se convierte en la losa de tu tumba. Luego todo se queda en oscuridad.

Y así pasa el tiempo, año tras año, siglo tras siglo. Eres consciente de cuándo llegaron los equipos arqueológicos y empezaron a excavar. Poco después llegaron los turistas, miles de personas atraídas por la historia y por los restos excepcionalmente conservados de la ciudad. Conoces también de los ladrones que expolian el yacimiento. Pero tú sigues oculto bajo la roca.

Hasta que un día alguien decide levantar el bloque y descubren tu esqueleto intacto. Salvo tu cabeza. Tú tampoco recuerdas dónde fue a parar. Te conviertes en una noticia, en un titular. Eres famoso. Por el momento eres el último hombre de Pompeya.