miércoles, agosto 29, 2007

Requiem por una Ponsettia

Se compran a decenas en Navidad y apenas sobreviven al año. Pero mi Ponsettia ha durado más de cinco, floreciendo cada uno de ellos, a pesar de mis torpes cuidados. Así que después de tanto tiempo, no puedo evitar sentirme triste por su pérdida, a la vez que un poco culpable, porque sé que he tenido algo que ver en su muerte. No, definitivamente la jardinería no es lo mío. Lo siento mucho.

lunes, agosto 13, 2007

Berlín


Hoy toca rememorar mi paso por Berlín. Después de tantos años en clase de alemán oyendo hablar sobre la Hauptstadt Deutschlands y la reunificación alemana, iba siendo hora de conocerla.

Cuando pienso en Berlín pienso en amplitud. Todo allí me parece amplio y extenso. Quizá se pasaron un poco al proyectar las nuevas avenidas y eso produce dos efectos curiosos: todo parece más cercano de lo que realmente está (bendita línea 100 de autobus) y los edificios parecen perderse en el emplazamiento. Así, la puerta de Brandenburgo me causó una gran decepción (al igual que me sucedió con el Big Ben de Londres) porque esperaba algo más grande de lo que realmente es.

Si tuviese que escoger algún rincón de Berlín, yo tendría problemas en decidirme por dos: la Postdamer Platz y Nikolaiviertel. No podrían ser más opuestos. Postdamer Platz es pura modernidad. Allí se levanta el Sony Center, bajo cuya cúpula de acero y cristal se pueden encontrar restaurantes y cines. Nikolaiviertel es un oasis de tranquilidad dentro de la ciudad. Parece ser que el barrio fue reconstruido con fachadas procedentes de otros lugares de Alemania, y posee el encanto de los pueblecitos alemanes.
También me gustó ver las vistas desde el Reichstag (¡es gratis!), la Siegesäule (resulta que su diosa victoria es tocaya mía), y el Monumento del Holocausto, que parece un parque de juegos (a mí me llamaron la atención por subirme a los bloques de cemento).

Un aspecto muy destacado de Berlín es lo marcado que tienen el tema de la división de la ciudad. Constantemente lo recuerdan, aunque no he visto demasiadas diferencias entre el este y el oeste (¿quizá porque me haya movido por las zonas más turísticas?). Ojo a los trozos de muro que venden: carísimos y ¿quién me asegura que son auténticos? Por cierto que "el muro" es otra gran decepción. Una esperaba un muro altísimo de gruesas paredes, pues para nada. Es más un símbolo psicológico-afectivo que otra cosa. Para mí el verdadero muro estaba detrás, en la zona de minas y alambre protegida por los "vopos". Aún así, acercarse al muro resulta muy emotivo; quizá todavía sigue impregnado de toda esa energía negativa. Merece la pena ver las obras de arte pintadas en sus paredes.

Pero si hay algo que da mal rollo de verdad es el museo de Checkpoint Charlie. Eso sí es un monumento al mal recuerdo. Es deprimente, además de caro y atestado de gente. No creo que vuelva nunca allí. Me impresionó mucho conocer cómo intentaba la gente escapar. La historia más alucinante fue la de una chica plegada en el interior de un altavoz. Eso de las que tuvieron suerte y pudieron escapar. El resto de historias son horripilantes.

El post no puede acabar tristemente. Así que me reservo el comentario sobre la comida. En un principio, Alemania puede parecer algo caro, pero se compensa con las fuentes de comida que sirven. Es muy recomendable ver qué está comiendo el resto de la gente para saber cuánto hay que pedir. Si no, puede suceder como a nosotros, que con una pizza podríamos haber comido tres y quedarnos más que satisfechos. ¡Qué lástima de comida desperdiciada! Ah, el cerdo es un valor seguro. Y la Berliner Weisser Rot, todo un descubrimiento.

miércoles, agosto 08, 2007

W:O:A 2007


Acabaron las vacaciones y toca ponerse con el TFM. No tengo ninguna gana, así que tendré que ir avanzando gradualmente hasta coger ritmo. Por ahora, me contento con encender el ordenador, leer el correo, y escribir en el blog. La excusa es bastante pobre, pero me contenta. Hoy voy a hacer la crítica del WOA. Después de cinco años ¿puede sorprenderme ya algo? La novedad estaba en una nueva distribución de la zona de conciertos para dar cabida a las 80K personas que se estima que han asistido. A mí me parece una cifra demasiado alta, pero sí que pienso que había demasiada gente. Todos los conciertos, incluidos los del Wet Stage, estaban abarrotados.
Me doy cuenta de que cada año veo los conciertos desde más atrás para no pillar las aglomeraciones. Este año he llegado a ver a In-Flames (posiblemente el más multitudinario) casi desde la puerta de entrada; incluso hay gente que veía los conciertos desde el campo de fútbol. El Party Stage lo han trasladado a otra zona, haciéndolo más amplio, pero el acceso era un auténtico cuello de botella para ciertos conciertos. Así que había que ir antes de que empezasen las actuaciones y marcharse antes para no pillar la marea humana.


Debemos estar un poco viejos ya porque vamos buscando comodidad por encima de todo. Ya no sólo es que nos alojemos en hotel. Ahora llegamos a los conciertos por la tarde (hacemos turismo por el Dithmarschen), nos tumbamos más para escuchar los conciertos (en las zonas menos pobladas), y pasamos las horas de más calor bajo la carpa de la entrada. El jueves llovió y embarró la zona de conciertos y los caminos. Afortunadamente echaron muchísima paja en la zona de conciertos para evitar el barro. Aún así el viernes fue imprescindible llevar botas de agua. El viernes fue climáticamente perfecto porque no hacía demasiado calor y había bastantes nubes. El sábado, en cambio, fue caluroso. Y nos hemos quemado. Algunos llevaban quemaduras importantes. Los tíos se quitan la camiseta para evitar el calor, pero ¿no se dan cuenta de que es incluso peor? No sólo recibes directamente los rayos solares, además la capita de sudor hace efecto lupa. Alguno incluso llevaba la sombra de los michelines marcada. Las niñas góticas sí que lo pasan mal, con esos corpiños y encajes durante el día bajo el sol; pero casi peor es por la noche, pasando frío. Ir de heavy riguroso es muy duro. Pero este año se ha apreciado cierto relajamiento en la vestimenta hasta el punto de ver gente con polos o suéters de colores. Frikis hay muchos, pero creo que este año había más gente vistiendo normal. Hasta he visto a una tía vistiendo pantalón ejecutivo...

Los conciertos que he visto me han gustado casi todos. Ahora tengo dudas para rellenar la encuesta del WOA y elegir el mejor grupo del festival. Pienso que In-Flames dieron un conciertazo, pero las peroratas del Anders me parecen de cretinismo total. Así que voy a votar por Moonspell. Therion, Rose Tattoo y S2S también estuvieron muy bien (me fastidia que S2S cierre siempre el festival y esté siempre tan cansada para verlos). Me fastidió perderme el concierto de Die Apokalyptischen Reiter, pero estaba tan cansada el viernes que sólo quería irme a la cama. Para el peor grupo lo tengo fácil: Type O Negative. ¡Dios, qué concierto más rayante! Menos mal que a la tercera canción nos fuimos al Bier Garten a comer codillo porque no habría soportado más basura. Quizá esperaba más de ellos, no sé. Como descubrimiento elijo a All That Remains, un grupo americano que hace algo de death melódico. Sagh tampoco estuvieron mal. En cambio Haggard me resultó desconcertante ¿sería el frío? ¿el sueño? ¿la espera para S2S?


Por cierto, sigo insistiendo en que hay grupos a los que el horario no les hace ninguna justicia; Moonspell y Therion me parecen grupos para escuchar más por la noche que a las 14h (como Opeth y Orphaned Land el año pasado). Cosas del escalafón. También es curioso ver cómo van cambiando ciertos grupos de horario. Por ejemplo, Stratovarius tocó a las 15h, cuando en el primer WOA tocaron a las 18h ¿se puede considerar que han sido degradados? Por el contrario, Cannibal Corpse tocaron a la 1h de la mañana, cuando en el 2004 tocaron a las 15h. Yo me pregunto ¿cómo se establecen estas clasificaciones?


Al año que viene están confirmados Iron Maiden. Esos son cabeza de cartel sin discusiones (por grandes y por arrogantes). Diego ya ha pedido las entradas, así que es altamente probable que vayamos el próximo año. Sería mi sexto año ¿el último?