viernes, abril 27, 2018

Semillas


He plantado semillas, unas semillas especiales. Plantar una semilla es un acto de fé. Fé en que germinará, saldrá a la luz, y se convertirá en aquello a lo que estaba destinado: una espiga, un arbusto, un árbol, una flor. La semilla es la promesa de un futuro que creemos mejor, es esperanza.

Es un acto de fé porque el sembrador guarda la semilla en la profundidad de la tierra, pero poco puede hacer para que la semilla brote. No depende de él, por mucho que haya escogido la mejor época para sembrar y el mejor terreno para potenciar. 

La germinación es un pequeño milagro de la vida que damos por hecho. Nos parece natural estar rodeados de plantas, creemos que siempre va a ser así. Y en cierta medida lo es, porque la madre tierra es abundancia, es exuberancia. Conforme avanzamos hacia Beltane, experimentamos esa plenitud. Nos sentimos colmados de bendiciones porque estamos rodeados de ellas. La diosa madre nos sonríe en la cúspide de su profusión.

(Me encanta la idea de que la Diosa da la vida, y nosotros sus hijos estamos vinculados permanentemente a ella, hasta que como Diosa de la Muerte nos recoge en su útero nuevamente para llevarnos a una resurrección. Nosotros somos semillas también. De hecho, muchos de los túmulos funerarios son una representación de la semilla y el útero de la Diosa. A veces creemos estar muertos, pero solamente estamos enterrados, esperando que se den las condiciones necesarias para poder brotar).

Pero hay cierta probabilidad de fracaso en ese momento en que la semilla tiene que brotar.
El sembrador solo puede esperar y confiar. Es una espera no exenta de ansiedad porque muchas expectativas e ilusiones están puestas en esas semillas. Si la semilla fracasa, es una oportunidad perdida. Podrá haber otras, pero requerirá del sembrador más fé para seguir adelante. Si la semilla fructifica, el sembrador tendrá que emplearse en acompañar a la semilla en su crecimiento. 

No es ésta una época tranquila, porque múltiples peligros amenazan el crecimiento de la nueva planta: la helada, las plagas, las enfermedades, la competencia con otras plantas vecinas...Una planta que crece en adulta, es una superviviente. Un sembrador, es un compañero de viaje que pone a disposición de la planta medios para que ella medre. Pero el sembrador debe dejar a la planta que tenga su crecimiento propio. Un exceso de agua puede ser tan letal como la escasez.

Todos plantamos semillas, todos somos sembradores, solo que unos parecen más habilidosos que otros. A veces sentimos envidia de las plantas de los demás, porque vemos sus tulipanes cuando nosotros cultivamos crisantemos, sin saber que nuestras flores nacerán más adelante. O pensando que nos hemos equivocado en nuestra elección, porque de repente nos damos cuenta de que los tulipanes son nuestras flores favoritas y nosotros solo esperamos crisantemos. Aunque siempre podemos esperar y plantar tulipanes después. O quizás no, si hemos perdido esa oportunidad.

Una semilla contiene el potencial de todo un bosque. Me viene a la imagen un bosque de abedules en otoño, con sus troncos blancos y sus hojas amarillas. Allí veo a mi niña interior recostada en una piedra y rodeada de hojas. Viste como una princesa medieval. El viento besa su frente y le susurra al oído: "No temas, mi pequeña, no estás sola. Yo siempre estoy contigo, y siempre eres amada y bendecida". Y mi niña se siente reconfortada y se deja caer en un sueño profundo y reparador, rodeada de oro. Otra imagen con la que evadirme, mientras espero el devenir de mis semillas.

miércoles, abril 25, 2018

La leyenda de la amatista


Acabo de descubrir esta historia y me ha encantado. La comparto.

Dionisio, dios griego de las fiestas y el vino, se había enamorado de una mujer llamada Amethystas. Pero ella quería mantenerse casta y, conociendo la fama del dios, pidió protección a la diosa Artemisa. Artemisa la convirtió en una piedra blanca.
Cuando Dionisio encontró la piedra y vio que su amada se había convertido en un bloque de cuarzo, arrepentido lloró vino sobre la piedra, la cual se tiñó del color morado típico de la amatista.

Desde entonces la piedra protege contra la embriaguez. El mismo nombre "amatista" parece significar "no embriagarse". Aunque no creo que sea su propiedad más conocida. Para mí es una piedra transmutadora, muy indicada para combatir las pesadillas.

Capricornio y cascadas

Hoy he tenido un sueño largo y raro (¿qué sueño no es raro?), lleno de símbolos, algunos de los cuales, sorprendentemente, he sido capaz de interpretar casi a la primera, o por lo menos encontrar un significado que cuadra para mí (aunque podría tener otras interpretaciones que no veo). Otras partes del sueño todavía siguen siendo inescrutables, lamentablemente, y no soy capaz de darles salida.

Uno no sabe cuándo va a tener sueños tan vívidos y tan impactantes. Estos son los que importan. Los demás, prácticamente son mecanismos del cerebro para clasificar la información del día. Estos sueños son impredecibles, no es fácil encontrar un patrón que te permita saber cuándo van a producirse, ni qué elementos del día van a desencadenarlos. Con la melatonina, por ejemplo, suelo tener sueños más profundos, pero hoy ni siquiera había tomado. Eso sí, tenía los registros abiertos, que se me había olvidado cerrarlos anoche, y terminé el día con una buena dosis de "Ender's Shadow", que algo me influye.

Aunque el sueño tiene varias partes, la más importante, la más próxima al despertar, comienza conmigo como cocinera de un matrimonio chino. La mujer es muy tímida y le cuesta mucho relacionarse conmigo, con lo que yo me comunico con el hombre, él en chino y yo en español y mi mierda de chino. Estamos contando números, pero tenemos una discrepancia en el número 2. Él lo nombra como "dong", y yo como "yang". Y ya me vale a mí insistiendo en que 2 es "yang" cuando no soy la china de la historia. Ninguna de las dos palabras significa 2. Para mí "dong" es "invierno", y "yang" es "cabra" (independientemente del acento). ¿Podría referirse a "Capricornio"?. Jo, es rebuscadísimo, pero me suena tan plausible...Capricornio comienza en diciembre (con el solsticio de invierno) y acaba en enero. ¿Se refiere a meses pasados, a meses futuros? No lo sé. Tampoco sé qué pintan los chinos en esto.

Sé que con los chinos estoy remplazando a otra chica. Ella había empezado a elaborar un diccionario o un libro de recetas, no me queda claro. Lo que sé es que en el sueño me planteo la posibilidad de continuar este trabajo. Esto no lo he podido descrifrar.

De repente estoy en el salón de la casa de los chinos. Hay una fiesta y los invitados bailán una especie de danza popular. Veo a Crisis y salimos juntas a bailar. En la danza, uno de los bailarines tiene que agacharse, y el otro tiene que rodar por encima de su espalda. Crisis va a agacharse, pero no parece encontrar la posición correcta. Está muy perfeccionista, y a mí me exaspera, porque no me parece tan difícil. También porque me está haciendo perder el paso. No recuerdo si llego a empujarla para que se agache. Esto tampoco sé descifrarlo.

Lo siguiente que veo es que estoy en un coche. Voy con unos compañeros de trabajo, yo sentada en el asiento de atrás, y parece que venimos viajando por Turquía y vamos camino a casa. Adolfo dice algo de ir a Patras (esto tiene que ser por CIPSEC o SMESEC), y el largo viaje que tenemos por delante. La mayoría va a ir en tren, pero yo digo que voy a regresar en avión, y me siento fenomenal porque voy a llegar antes a casa y de una manera más eficiente.

Entonces me veo en el coche, pero ya no estoy en Turquía, sino que estoy cruzando Galicia. Crisis se sienta a mi lado (en su sitio habitual) y mis padres se sientan delante. Esto me enlaza completamente con mi infancia/adolescencia, es decir, las vacaciones con mis padres. Veo el coche como mi propia vida, y ellos son los que la dirigen. Sin embargo, me siento bien porque no siento ninguna responsabilidad. Me siento liberada al soltar el control y dejar que sean ellos quienes me lleven, me puedo relajar y además tengo seguridad de que todo está bien. Pienso que sería igual si en mi actual vida soltase el control y dejase que papá/mamá Universo me llevase. Es lo que intento, la verdad.

En el camino veo un colibrí marrón y blanco. Me causa sorpresa, porque el colibrí no es endémico de Galicia, claro. Me hace ilusión verlo. Lo interpreto como un símbolo positivo hacia mí, es una señal, porque el colibrí se ha convertido en uno de mis totems, y no hago más que verlo por todas partes. No creo que tenga un significado concreto en el sueño, simplemente lo entiendo como una señal de buen augurio.

Al avanzar con el coche, quedan a la derecha unos paisajes preciosos. En concreto veo cascadas que se juntan con el mar, formando playas de agua clara y cristalina, sobre arena casi blanca. No es como los fiordos, es más bien como si la playa de El Cobijeru tuviese cascadas por sus rocas. El agua fluye suavemente, armónicamente, no hay nada brusco en ella. El agua siempre simboliza emociones, así que para mí significa que las emociones están fluyendo de una manera sana, a pesar del salto. La vista es muy hermosa, salvo por un pequeño detalle: en la roca han esculpido unos carteles en varios idiomas que vienen a decir "Prohibido poner carteles". Me da pena, pero intento obviarlo y disfrutar del resto del conjunto. Es decir, hay algo ahí que no está bien del todo, pero no quiero poner foco en ello. Y no es una negación de la realidad o una evasión, es una decisión consciente de filtraje positivo.

Entonces les digo a mis padres la siguiente frase: "Los que dicen que tanto aman su tierra (en referencia a los gallegos, o quizás a otras provincias), nunca viven en ella; los que no dicen que tanto la aman (en referencia a los madrileños), se quedan en ella". Pues...vale...no sé qué significa. En cierta forma está relacionada con el nacionalismo, como forma de alimentar el ego, la diferencia, y una supuesta "supremacía" que solamente ellos saben, pero también es una especie de hipocresía. Sin embargo, no sé qué pinta en mi sueño. Tiene que ser importante, porque es muy lapidaria, y tiene peso en el sueño. Pero ¿qué significa?

Ahí termina mi sueño.

lunes, abril 23, 2018

Bean




Ayer me levanté cansada, pero sobre todo floja. Es increíble lo mal que te sientes en cuanto te hurgan un poquito en el cuerpo. Crisis había anunciado el día anterior su renuncia a correr la maratón, lo cual fue en parte un alivio (aunque echo de menos ciertos aspectos) y tampoco tenía el cuerpo para ir al gimnasio. Aun así, me había despertado pronto y quería aprovechar el día dentro de mis posibilidades.

Se me ocurrió la idea de ir al Teleférico y dar un paseo por la casa de campo. Cuando llegué a Argüelles vi la maratón cruzar por la calle Ferraz y se me hizo un mundo. Cuando uno se encuentra mal, piensa peor, y todo parece un escollo insalvable. Ya que me había desplazado, pensé en las alternativas: 1) un paseo por Moncloa hasta Ciudad Universitaria, 2) subir por Alberto Aguilera hacia Fuencarral, y 3) llegar al centro. Sin embargo, tras tomarme un café me sentía más entonada, y quise darle al Teleférico otra oportunidad.

En el café asistía a una propuesta romántica entre los camareros. Él le dijo a ella: “Tú, yo y Netflix, ¿qué te parece?”. Estuve a punto de decirle: “Chica, acepta o me apunto yo”. El chico tenía buena pinta: era guapete, simpático, y parecía confiable. Y tirarme toda la tarde viendo series en Netflix me parecía todo un planazo. Lamentablemente él no me lo había propuesto a mí, y seguramente tampoco habría aceptado porque:
1.       No lo conocía
2.       Era joven para mí
3.       Viendo a la chica sé que yo no era su tipo
4.       Seguro que termina haciéndome daño
5.       No me encontraba del todo bien
6.       Tenía mis propios planes para la tarde, planes de solterona ermitaña.

Salí del café y me encaminé al Teleférico. Para mi mala suerte, estaba cerrado. ¿Por qué? Se supone que estaba operativo desde Semana Santa. Mi gozo en un pozo. Decidí entonces que iría el templo de Debod, que hacía mucho que no visitaba.

Hice unas fotos y luego me senté en un banco entre sol y sombra para ver a un grupo hacer Tai Chi y para leer un ratito. Fue un rato bastante agradable. Hacía una temperatura suave y estuve muy tranquila. Un domingo diferente a los que vengo haciendo. Nuevamente, otra rutina en la que me he metido sin darme cuenta.

Tras acabar el libro “Cómo curar un corazón herido”, he empezado a leer “Ender’s Shadow”, que es un cambio de tercio. Es la historia paralela a “El Juego de Ender”, que es uno de mis libros favoritos. Aquí se cuenta la historia de Bean, el lugarteniente de Ender, y trata de dar otro punto de vista de la primera. Me está gustando mucho (me encanta la ciencia ficción), tanto que de haber empezado el viernes, me lo habría acabado este mismo finde de una tacada. No puedo decir que sea mejor que el original, porque la historia de los niños se asemeja un poco entre ellos. Ambos son niños excepcionalmente capaces con infancias duras. No me atrevería a decir quién es mejor, aunque este libro exalta mucho a Bean, que parece tener una inteligencia extraordinaria.

Bean es un eneatipo 5, un cincazo de hecho, y eso hace que me sea más fácil identificarme con él. Todos nos identificamos más cuando el héroe es de nuestro propio eneatipo. Bueno, yo no soy un cinco, pero sí tengo el ala. Bean se mueve por la búsqueda del conocimiento. Me alucina lo cerebral y frío que es, cómo analiza todas las situaciones, todas las relaciones, cómo experimenta para ver los efectos que obtiene sin preocuparse mucho del resultado. No busca el grupo para pertenecer, sino para usarlo en su beneficio. No establece vínculos afectivos.

Si algo nos enseña el 5 es el desapego emocional, que es algo que debería cultivar más. De hecho, ayer recordé lo que significa sentir el desapego y por un momento sentí la ausencia completa de miedo, que viene de una ausencia completa de expectativa por el futuro y su devenir, así como la ausencia de cualquier vínculo personal con otras personas. Fue una sensación muy especial. Ahora que la conozco, la veo como un ideal para alcanzar.

Todavía no he llegado a saber el eneatipo de Ender. Yo apostaba por un 8, pero Raquel dijo que era un 9 ala 1. Ahora no me cuadra su clasificación. También es verdad que no he leído los libros posteriores para tener más datos. Obviamente Orson Scott Card no se basaría en el eneagrama para perfilar el personaje tampoco.

Independientemente, el libro me parece muy entretenido. Me pasé toda la tarde del domingo leyendo en el sofá, bajo una manta ligera, en el más absoluto silencio, totalmente capturada por la historia. Hasta me supo mal tener que dejar de leer para preparar la cena. Como mecanismo de evasión es bastante bueno. Estoy deseando llegar a casa para poder seguir leyendo. No creo que vaya a poder terminarlo antes del sábado.

jueves, abril 19, 2018

Afilar el hacha

Hace unos días me llegó un mensaje a LinkedIn del Instituto de Empresa invitándome a una masterclass sobre la transformación de las organizaciones, centrada en el elemento humano, para la mejora de la productividad. Lo primero que pensé fue: "¿Por qué yo?". Pero entiendo que tiene que ver sobre todo con mi background internacional y mi puesto.

Por alguna razón que se me escapa, acepté la invitación inmediatamente y me registré en el evento, aun sabiendo que el mismo día y a la misma hora había una meditación de ho'oponopono (que suelen atraerme mucho más). De hecho, la meditación ha sido uno de los argumentos que ha estado manejando mi mente para intentar que desistiera de ir a esta conferencia, y casi lo consigue. Lo que sucede es que me estoy descubriendo haciendo cosas diferentes a las que solía hacer, y acudir a este evento está bastante alejado de los cursos de desarrollo personal "esotérico" que suelo hacer. Además, prometían catering, que siempre es un aliciente.

A pesar de la pereza mortal de tener que trasladarme, me he presentado en la conferencia. He tenido que luchar mucho contra mí misma y contra la pregunta: "¿por qué me hago esto?". Como si me estuviese imponiendo un castigo. Si hubiese cedido, me habría metido en cama a las cinco de la tarde para amanecer al día siguiente para ir a trabajar. Tampoco habría estado mal. Pero realmente quería probar a hacer algo distinto para variar. Y es que tengo la santa manía de quedarme atrapada en rutinas de las que no soy muy consciente.

Tengo mi eneatipo 3 un poco abandonado. Es una parte de mí a la que había renunciado deliberadamente en favor de otras actividades más espirituales. Pero he de reconocer que tengo un lado ambicioso, competitivo, vanidoso (como Cristiano Ronaldo), y le encanta ese aspecto profesional que se encuentra en este tipo de conferencias. Mi ego es feliz en ellas. Y he disfrutado mucho participando en ésta. Y sí, el catering ha sido estupendo.

He aprendido varias cosas en el día de hoy:

  • Tengo la creencia limitante de que reafirmar mi valía significa arrogancia. No debería sentirme mal por pensar que soy una persona de alto rendimiento y que poseo grandes cualidades para el trabajo. Jolín, es que es así. Por ejemplo, esta semana la gente de mi grupo expresaba en una reunión su incapacidad para hacer el acta de una reunión técnica, y yo jamás he tenido dudas de que podía hacerlo. Es más, lo he hecho mil veces. Otra cosa es que me parezca la cosa más tediosa del mundo y trate de quitármela de encima. Y ni siquiera lo he valorado nunca. Madre mía, cuánto me queda por trabajarme mi autoestima. Pero ahora veo a mi equipo y pienso: "soy una super jefa de proyecto". 
  • Tengo algunas características personales que no están bien vistas del todo, por eso las escondo. Ambición, competitividad. Pero son parte de mí y quiero aceptarlas como parte de mí, no dejarlas en la sombra. No hay nada malo en ellas. Renunciar a ellas, es como rechazar una parte de lo que soy, y no me da la gana. Quiero aceptarme por completo, también con mis "defectos".
  • Después de la charla puedo decir que aún me queda mucho por limar, pero en general, voy camino de ser una jefa estupenda, si no lo soy ya.
  • Aunque dije que iba a renunciar a emplear más tiempo en el trabajo, veo que es necesario invertir más en mi propia formación, y no lo estoy haciendo. Hay un conocido cuento de un leñador que se esfuerza mucho por cortar árboles, pero ve que no avanza demasiado, y alguien le pregunta cuánto hacía que no afilaba el hacha. El conocimiento es igual. No importa cuánto te esfuerces, da igual lo bueno que seas, es necesario sacar tiempo para capacitarse. Otra creencia limitante: pensar que la formación es una pérdida de tiempo. Quizás debiera replantearme el hacer el PMP (o un curso de coaching que lo voy a disfrutar mucho más).
  • La motivación viene del bienestar en el trabajo, pero sobre todo del bienestar fuera de él. Es necesario sentirse bien: comer bien, hidratarse, hacer ejercicio, dedicar tiempo a cosas que nos gustan, tener un equilibrio mental y emocional.
  • Para ser un buen líder hay que tener un pedacito del corazón de los miembros de tu equipo. Fundamentalmente ellos deben ser tus fans y confiar en ti. Para ello es necesario que busque vías para poder llegar a ellos. La charla de hoy ha explicado muchas, pero están totalmente fuera de mi alcance. De hecho, la charla podría haberse llamado "Cómo motivar millennials cuando tienes pasta" (no olvidemos cuál es el target del IE). Tendré que ser más imaginativa. Y sin abusar, que tampoco son idiotas.
  • Por mi nuevo rol, va a ser complicado que yo pueda participar en conferencias o eventos en la forma en que solía hacerlo antes. Pero quedarme en la oficina me termina por saturar. Si quiero participar en algo como esto, voy a tener que buscarme yo misma las oportunidades. Quizás pueda ver qué alternativas hay en MeetUp o similares. De nuevo, sin abusar. Tengo otras áreas de desarrollo que también me interesan. No quiero dejar de lado mis actividades espirituales, o hacer otras cosas que me puedan llamar la atención (qué siete, por dios).
Finalmente, hoy he contribuido a reeducar a un señor mayor que me estaba haciendo "manspreading" en el metro. He conseguido que cerrara las piernas y me dejara mi hueco. No hay nada como hacer de 8 y reclamar tu espacio. Cada vez se me da mejor la postura 8. Ya me puedo ir a dormir.

miércoles, abril 18, 2018

Miedo

Y conforme pasan los días siento más miedo.

Miedo a la muerte.
Miedo a la vida.
Miedo al cambio.
Miedo al futuro, a la incertidumbre.
Miedo a salir de mi zona de confort.
Miedo a complicarme la vida.
Miedo a fracasar, miedo a fallar.
Miedo al conflicto.
Miedo a la responsabilidad.
Miedo a no ser capaz.
Miedo a no ser suficiente.
Miedo a no tener fuerzas.
Miedo a decepcionar.
Miedo a ser juzgada. Miedo a ser condenada.
Miedo a estar sola. Miedo a enfrentar todo sola.
Miedo a quedarme sin recursos. Miedo a no encontrarlos.
Miedo a sentirme herida.
Miedo a no encontrar confort.
Miedo a cerrarme puertas. Miedo a que se abran.
Miedo a que nada vuelva a ser lo mismo.
Miedo a no poder echar marcha atrás.
Miedo a arrepentirme.
Miedo a perder mi identidad, a quedar sepultada, a quedar anulada.
Miedo a perder del todo la esperanza.

Y solamente tengo que parar mi mente, y quedarme en el aquí y en el ahora.
Casi nada.

martes, abril 17, 2018

Pandora y los obituarios


La energía ha cambiado, de una manera muy sutil, pero perceptible. Es como si se hubiese abierto una ventana de expresión. La luna nueva ayer estaba posicionada en Aries y eso siempre es un reset personal (Quirón también ha entrado en Aries). Quizás por eso ayer sentí la necesidad de hacer de Pandora y abrir una caja de secretos, aun con miedo a que los elementos externos pudieran dañarlos o la energía se enmarañara de maneras insospechadas y poco deseables. Aunque sinceramente, últimamente me manejo bien en la incertidumbre y el caos. Además Mercurio ha entrado recientemente en directo y deja de ser tan travieso como su retrógrado. “Guarda silencio”, pide la magia, pero a mí me dio igual. Necesitaba destaparme y abrirme, y ello implicaba comunicarlos. Me sentí bien, me sentí liberada. En realidad, fue como si una grieta se hubiese abierto en mi coraza y a través de ella empezara a transfundirme a la vida.

Esta mañana la sensación es diferente. Me encuentro más pesada y lenta. Es un día que está empañado por el recuerdo del fallecimiento de mi tía Anita, y la pena pesa. No podré ir a su funeral y me siento un poco culpable. La próxima vez que visite el pueblo, iré a su cenotafio, que no existe como tal: es una roca de la montaña donde se esparcieron sus cenizas. Fue humilde hasta para eso, aunque ella solamente buscaba ser libre. Crisis ha colgado en FB “Libre” de Nino Bravo. Creo que solamente ella y yo sabemos por quién va.

La persona de mi tía es llorada y ensalzada un año después. Nadie ha hecho crítica interna sobre el tema, como suele pasar con los vivos. Sin embargo, como consecuencia y tal vez como equilibrio, la depresión planea de nuevo en la familia. Lo siento por mis primos. La depresión es una especie de maldición transgeneracional, como una espada de Damocles esperando a caer sobre todos nosotros. Es bastante jodido saber que estás sentenciado, aunque mira, quizás podría constelarlo y liberar a todo el árbol. Me lo apunto, aunque no tengo muchas ganas de remover a mis ancestros.

Y sin embargo, ayer me dio por pensar en mi bisabuela paterna y en su historia. Me puse en su piel y pensé en lo mal que tuvo que pasarlo, y lo fuerte que fue para seguir adelante. Me sentí unida a ella y a la vez reconfortada, como si ella me sostuviera. A fin de cuentas, ella es la grande y yo la pequeña. Conozco poco de mi bisabuela, y a estas alturas ya poco voy a saber. Con mis abuelos fallecidos, y mi padre con tan pocos recuerdos de su infancia (a lo nueve) es poco factible que pueda averiguar mucho más. Su corazón era débil, aunque no su estructura. Me pregunto si su debilidad era genética o fueron sus circunstancias las que la causaron. Este año reencontramos su tumba. Ya tengo a alguien más que visitar. Cada vez hay más gente en los cementerios que en mi agenda de contactos.

En un rato saldré a comer y bajaré a una iglesia cercana. A veces suelo ir y entro en el parque, que es una especie de remanso de paz, pero hoy entraré en la iglesia, que tiene una capilla 24h. Oraré por todas ellas y también por mí, para que la luz guíe nuestros caminos. Si es posible, encenderé una vela.

viernes, abril 13, 2018

Dark Tranquility


Concierto en la sala "But". Madre mía, no venía a este sitio desde el bachillerato, cuando salía con mis compañeras de clase. Entonces el propósito era muy diferente: ellas iban a ligar y yo a evadirme con la música y el baile. Disfrutaba mucho hasta que tenía que comerme sus dramas por culpa de los chicos. La música también era distinta. Ahora mismo me viene a la cabeza el "Losing my religion" de REM, pero también el "Thunderstrack" de AC/DC.

Años después la discoteca sigue activa, pero como muchas otras, medio reconvertida en sala de conciertos, con sus pros y sus contras. Al menos ésta no tiene columnas delante del escenario que impiden la visibilidad de la banda. Es una de las cosas más molestas que encuentro en un concierto. Es también una sala bastante amplia. Crisis dijo que le parecía más grande que Arena. Podría ser. Hace mucho que no vamos de concierto a Arena, ya casi no me acuerdo.

Aunque parece ser que había convocadas cuatro bandas para la noche, nosotras llegamos justo para ver empezar el concierto de los terceros, una banda llamada "Equilibrium". Vimos el concierto desde los sillones del fondo de la sala. Es cómodo, pero ni la visibilidad ni la acústica son las mejores. No conocía esta banda, pero no me disgustó. Tienen una mezcla de folk, black y death metal, con canciones que parecen estar ligadas a la historia y a la mitología germánica. El público en cambio sí parecía conocer las canciones, lo cual fue un buen calentamiento para Dark Tranquility.

Diego se nos unió en el descanso. Además de llegar tarde, había estado comprando merchandisign de DT. Me vino muy bien luego, porque me prestó una de las sudaderas, con el frío que hacía en la sala. Yo tampoco me encontraba muy bien. De hecho, esto hizo que no disfrutase tanto el concierto.

Vimos a Mikael Stanne y al resto de la banda llegar para el concierto. Pasaron justo delante de nosotros, haciéndose fotos con los fans. Yo no soy nada mitómana, pero podría haber tenido una foto con él, porque no se negó a ninguna. La verdad que es un tipo encantador. Como Johan Hegg.

Al principio pensé que iba a conocer pocas canciones, pero el setlist estuvo muy bien. Tocaron "The Final Resistance" y también "Therein", mis canciones favoritas (no pueden ser más diferentes). También me gustaron "Monochromatic Stains", "Atoma", "The Treason Wall", "Misery's Crown" y "Forward Momentum", no en ese orden precisamente.

No sé si fue por mi malestar general, no escuché bien del todo el concierto. Creo que el sonido estaba raro. Los tapones no ayudaron, voy a tener que echar un vistazo a los que me recomendó Alejandro, a ver si mejora el tema, aunque creo que el siguiente será al aire libre y allí da un poco igual.

Para la puesta en escena, el grupo lleva años proyectando imágenes de fondo. Alguno de ellos debe ser diseñador. Son imagénes muy diferentes, curiosas, pero creo que despistan un poco de la música. La iluminación no fue una cosa excesiva. Los focos estaban muy bajitos, y en un momento, me pareció que eran auroras boreales, aunque la única aurora que he visto en mi vida fue muy diferente. Me pareció muy bonito, y entonces pensé que estamos rodeados de belleza, aunque nos la perdemos continuamente por falta de atención. Otros pensarán que solamente son focos de colores.

El concierto acabó pronto. Los gestores de la discoteca casi echaron a la banda del escenario porque tenían que abrir la discoteca. El final fue un poco abrupto, un poco raro. Una pena porque estuvo bastante bien. DT son una gran banda, incluso cuando parece que ha habido muchos cambios en la formación. Buen concierto.

jueves, abril 12, 2018

Mensajes del universo

Eckhart Tolle no es una persona que se prodigue mucho en Twitter, así que un tweet suyo es de lo más llamativo en mi Trending Line. Ayer publicaba el tweet de un tercero que había encontrado un billete y una nota en un ejemplar del "Poder del Ahora", posiblemente el libro más conocido de Tolle.

Me encanta la idea de encontrar mensajes inesperados que sean solo para mí. Ya me pasa con las pegatinas de las farolas (sobre todo en Alemania), pero nunca me ha pasado con un libro. Lo del dinero ya me parece demasiado, pero el mensaje es muy bonito, muy emotivo. Saberse querido por el universo, por la vida, por Dios...

Y se me ocurrió que esto es algo que yo también podría hacer.

Esta mañana he cogido un taco nuevo de post-its y he escrito varias notas positivas en los mismos. Luego he ido a una de las tiendas próximas al trabajo donde venden libros y he ido metiendo mis post-its en varios libros, elegidos aleatoriamente. Me he centrado sobre todo en libros de autoayuda, que es donde creo que tiene más sentido, aunque en realidad daría un poco igual.  Han sido 5 notas máximo, no me he atrevido a más.

Mi intención, más allá de la sorpresa, es causar un impacto positivo y que alguien recuerde su valía, que no está solo, que su esencia es amor, etc. No creo que todo el mundo vaya a recibir el mensaje de buena gana, que lo aprecie, o que lo valore, pero el resultado es lo de menos. Y la idea reconfortante es que en cierta medida acababa de convertirme en una especie de mensajero divino, un ángel.

Aunque la idea me ha gustado y la he realizado sin planteármela mucho (uno de esos impulsos que me dan de vez en cuando), lo cierto es que la ejecución no ha sido tan sencilla. He sentido un poco de vergüenza, sobre todo al pensar en la posibilidad de ser descubierta, o pensar en cuán ridícula estaba siendo. Superado el miedo, un nuevo obstáculo derribado. Casi puedo tachar un logro más de una lista imaginaria que no cuenta para nada.

miércoles, abril 11, 2018

2014

Una de las cosas que me gustan del facebook es que me ayuda a recordar qué estaba haciendo un día concreto. No necesito muchas indicaciones, a veces con un meme o una canción basta para poder ubicarme en el tiempo, aunque por supuesto, es mucho mejor cuando la indicación es más explícita. Así, tal día como hoy de 2010, Crisis y yo estábamos en la ciudad flamenca de Gante, aprovechando uno de mis viajes de trabajo. Está guay porque simplemente con evocar el nombre de Gante, vienen un montón de imágenes y memorias de lo que allí estuvimos haciendo. Una ciudad estupenda,  por cierto.

Estos días estoy cayendo en la cuenta de que el año 2014 fue genial. En mi blog hay poco referido a este año, porque hay un gap importante entre el 2014 y el 2015 de casi un año completo. Pero ese año tuve experiencias muy interesantes. Fue al año de Israel y de Noruega, dos viajes que me han marcado significativamente. También estuve en Munich y volví a visitar el Deutsches Museum. Estuve en Donostia y en Frankfurt haciendo de supporter. Y fui a conocer Logroño, donde hice una cata.  El puente de mayo en Alquézar y su río Vero. Por trabajo estuve en Bruselas (cómo no) y en Phantasialand. Hice varias excursiones con baño en río incluído. Fui a una sesión de coaching con caballos, donde llegué a conducir a caballo complicado. También lo conocí a él. Retomé el contacto con Ainoa (a la que tengo bastante apartada, pobre), mi amiga del colegio, con quien tengo muchos gustos "esotéricos" parecidos (aunque ella es una maestra y yo no). Hicimos una cata de cervezas de Halloween de lo más familiar. Empezaron las obras de la casa del pueblo. Aprendí a decorar galletas con glasa y magdalenas con crema de mantequilla.
Y ahora cada día espero ver qué más me trajo ese año.

Lo que sí me doy cuenta es del sesgo que tengo en las valoraciones que hago sobre las cosas. Por un lado, parece que los mejores años son aquellos donde hay muchas vivencias. ¿Necesito realmente vivencias para considerar que fue un buen año? Diría que no. Diría que podría apreciar más los días rutinarios y tratar de encontrar lo bueno que contienen, aunque no parezcan tan sumamente interesantes. No sé, a veces veo una puesta de sol, o veo a los gorriones de la OCU en sus nidos, y me parecen cosas agradables. Aportan belleza a mi mundo, por sencillas que sean.

Luego está la valoración de lo que es bueno y lo que es malo. En realidad todo es neutro, solo que lo valoramos positivamente si se parece al resultado que esperamos y malo cuando se aleja, si parece que nos beneficia o nos perjudica. Cuando todo tiene una parte buena y otra mala. Es algo que me gustaría conseguir: dejar de enjuiciar los acontecimientos y no reaccionar tan emocionalmente a todo. No digo convertirme en un robot, pero sí gestionar mejor los picos. Rectificar (en el sentido función).

Lo que está claro es que las experiencias nos ayudan a salir del estancamiento, aprender y crecer. De la rutina se puede aprender, sobre todo a optimizar, pero llega un momento en que parece complicado sacarle más partido a lo de siempre. Por eso es importante nutrirse con cosas nuevas. Y más que nuevas, cosas que nos puedan dar alegría y gusto, que nos hagan evolucionar, que nos hagan romper nuestros límites. Llenar nuestra vida con lo que nos apetece y nos alimenta el alma. Cosas como las que hice en 2014.

¿Qué cosas son esas? Pues viajar, ir a conciertos, teorizar menos y experimentar más, probar cosas nuevas, explorar. A ver cómo encarrilo el 2018 para alinearlo con esta idea.

martes, abril 10, 2018

Lobos



Esta noche he tenido un sueño horrible, una pesadilla. Era como si el monstruo de Jeepers Creepers nos estuviese cazando a mí y a mi grupo. Ha sido bastante impactante y, aunque sé que la melatonina tiene algo que ver, creo que tiene un significado especial. He intentado darle algo de sentido. Lo que más me ha resonado es que el sueño trata de algún miedo o inseguridad profundos que tengo que afrontar.

¿A qué tengo miedo? A todo realmente. Por algo soy un 6. Puede que dé una imagen diferente, bien porque me voy al contrafóbico (generalmente cuando no me queda otra), o porque me voy al 9 a evadirme, como si negando el miedo pueda evitarlo. Pero en general por dentro llevo muchos miedos e inseguridades, mucha vulnerabilidad.

Y entonces me doy cuenta de que estoy rodeada de lobos. Me encantaría ser un lobo, pero en realidad soy un cordero disfrazado que intenta pasar desapercibido. Preferiría estar oculta, estar en bambalinas y que nadie notase mi presencia. Generalmente en mi vida lo consigo, soy un ser bastante gris y anodino, pero a veces no me queda otro remedio que dar la cara y exponerme. Lo odio (salvo por esa parte 3 que también tengo). No quiero enfrentarme a los lobos. Se me da mal jugar a su juego.

Como no puedo ganar, mi prioridad es tratar de camuflar mi debilidad, porque de verla, se lanzarían a atacar. Supongo que nuestra parte animal: cuando hueles la debilidad, la explotas. Es algo casi instintivo. Pensamos que tenemos controlados nuestros instintos y que nos comportamos civilizadamente, pero solamente mientras el reptiliano no entra en juego. Luego estamos perdidos. Hoy he leído algo curioso en Twitter: los escáneres detectan la actividad del cerebro unos siete segundos antes de tomar una decisión. Luego, quizás no somos tan libres como creemos. Los que somos 6 tardamos menos, porque nuestra amígdala contiene un montón de respuestas automáticas de ataque-huida.

Los lobos me conectan con una gran miedo interior, la desvalorización. No estoy en mi mejor momento personal, por lo que es fácil arrastrarme allí, aunque me resista. Me sienta mal quedar en evidencia o parecer tonta. Esa inseguridad no solo me hace sentir inferior e incapaz, también me deja desarmada para defender mi posición. Se me da fatal argumentar, más cuando me siento inferior a alguien, lleve o no lleve razón.

Y tengo mal perder. Sufro por no haber sabido hacer mejor las cosas, y sufro por haber perdido. Es puro ego, estoy segura. Es una de las partes que tengo que trabajarme. Aunque, considerando todas las acciones que he podido tomar y no he hecho, debería sentirme contenta. Contenido el ego, me queda lidiar con la otra parte, la que se siente inútil.

En el zoológico de Córdoba existe una elefanta llamada Flavia. "La elefanta más triste del mundo", la llaman. Creo que es ella la que se coge la cola con la trompa para sentirse acompañada. Yo me siento muchas veces como esta elefanta. Llorar ayuda a desaguar la emoción, pero no basta con esto. Una vez vaciado, es necesario llenar el hueco. El problema es que no tengo nada con qué hacerlo. Así que la desvalorización volverá a ocupar parte del terreno. Llorar, dormir y vuelta a empezar: despertar con los lobos y tener que volver a posicionarte. Es agotador.

Muchas veces me pregunto por qué sigo aquí. Me encantaría encontrar una vía de salida (qué nueve). Pero también es cierto que he dejado de hacer planes a futuro, de buscar ilusiones, de perseguir sueños. Así que me toca seguir campando con los lobos e intentar no cagarla mucho para que no me destrocen viva. Pero ¿qué pasaría si permitiese que me despedazaran? La rendición tiene cierta atracción porque esconde la promesa de la paz, y paz es lo que me gustaría tener.

En fin...lo que está claro es que a pesar de ser una inútil, no me rindo fácilmente (¿por qué?). Mañana buscaré una tregua, algo que me aparte de la realidad inmediata y que me permita reponerme para poder seguir en la brecha. Dejaremos a los lobos para más adelante. A menos que ellos vengan a buscarme y me obliguen a dar la cara.

sábado, abril 07, 2018

Campeones


"Campeones" la nueva película de Javier Fresser no aporta ninguna novedad. Es la típica historia que hemos visto anteriormente donde un entrenador de élite termina entrenando a un grupo de fracasados a los que termina convirtiendo en un equipo vencedor. Lo hemos visto, por ejemplo, con Emilio Estévez en "Somos los Mejores" (The mighty ducks), pero hay otras más.

La diferencia aquí es que el equipo en cuestión está formado por personas con deficiencia intelectual, lo cual le da un carácter especial a la película. Aquí, cada jugador tiene unas peculiaridades y unas manías, que le dan una identidad singular. Esto dificulta al principio la labor del entrenador, pero finalmente son elementos que ayudan a la cohesión del grupo. También son el origen de la mayoría de las situaciones cómicas y no cómicas de la película. Por su parte, el trato del entrenador con su equipo termina por ayudarle a mejorar su vida.

La película se puede calificar como una comedia. Es entretenida y amable, pero no me parece que esté edulcorada en exceso. No diría que es un peliculón, más bien es una especie de vehículo social. La película exalta la diferencia como valor, y la necesidad de la integración y la tolerancia. De hecho, una de las frases más significativas de la misma es la pregunta que hace uno de los personajes: "¿Qué es ser normal?". Hay cierta moralina, pero no resulta cargante.

Por cierto, hay una parte de la película que está rodada en Islantilla, precisamente en el hotel en el que estuvimos alojadas Ame y yo para el Iberman. Qué sorpresa y qué recuerdos.

Un año sin Teína


Hoy hace un año que te dije adiós, Teína. Tu ausencia todavía se nota. Hay veces que todavía espero verte sentada en tu sillón al sol, o que vengas a la cabecera de mi cama a peinarme el cabello. He echado de menos tu compañía en momentos que han sido muy duros. Te echo de menos. Te quiero mucho. Un día nos reencontraremos. Saluda de mi parte a todos los que quise: Miguelito, Tor, Tuga, Grande, Pequeña, Genghis, Canelo...

viernes, abril 06, 2018

Divorcio

Una amiga acaba de anunciar que se divorcia. Me sorprende relativamente, porque desde que la conozco, hace ya diez años, viene considerando la posibilidad. Son muchas desavenencias y desencuentros entre ambos. Pero esto es como el cuento del lobo: tanto anunciar que viene el lobo, al final dejas de creerlo, y finalmente llega. Pues sí, ha llegado.

Sorprende que decidan divorciarse justo ahora. Su mensaje: "...tras 20 años de movidas hemos decidido poner fin por el bien y la estabilidad de los niños". Me dan ganas de darle mi opinión, pero me voy a abstener para no tener lío. Pero la realidad es que "por el bien y la estabilidad de los niños" lo mejor habría sido que se hubiesen divorciado hace muchos años. El ejemplo que han tenido que ver (y aprender) esos niños ha debido ser terrible: muchas faltas de respeto, menosprecios, violencia verbal, y actitudes chulescas por parte de ambos. Pero "por el bien y la estabilidad de los niños" preferimos mantenernos casados para dar una imagen falsa de familia perfecta e ideal, porque "ser buenos padres" significa aguantar una situación desagradable e insostenible. Como si los niños no percibiesen que en la familia algo no anda bien, como si no se viesen afectados por lo que se trata de ocultar. Si el divorcio tiene impacto en los niños, no menos impacto tiene un ambiente nocivo.

Otra de las mentiras de esta historia es el "nos queremos mucho". Será amor, no diré que no, pero un amor muy tóxico. A veces la gente confunde ser tóxico con ser apasionado. Quizás las discusiones sean un aliciente para avivar la llama, pero la forma de discutir de esta gente era demasiado agresiva. Si había amor, también había mucho rencor. Además,  yo no veía muchos puntos de encuentro entre ambos, complicidad, apoyo. Yo todavía recuerdo esos fines de semana cuando él se iba con los amigos a hacer vivac a la montaña, dejando a la familia en casa. Muy de macho-alfa.

Por último llegamos al último punto: el sostén económico familiar. Uno de los grandes escollos que quedan por superar en la sociedad moderna es que la familia pueda quedar sostenida por la mujer. Es algo que a los hombres les cuesta muchísimo aceptar. Es como si eso afectase a su hombría, les hace sentir tremendamente inferiores. Me gustaría saber qué dice Hellinger sobre este punto: ¿debe el hombre desarrollar necesariamente el rol de defensor-proveedor?
Pues en una familia de origen tremendamente conservador esto importa. Pero las circunstancias eran así: ella terminó por aportar la mayor parte del salario familiar, además de ocuparse de los niños, limpiar la casa, y cocinar. La última vez que hablé con ella, me dijo que se levantaba a las 4 de la mañana y se acostaba a las 12, algo que me parece un atentado a la salud. Es un ritmo que se puede mantener puntualmente, pero termina por pasar factura, y más a una mujer que ha pasado por un cáncer de pecho no hace tanto tiempo.

No he hablado con mi amiga sobre el tema, no me importa mucho. Pero aparentemente ella está anormalmente bien. Siempre que tiene un problema hace igual: lo ignora y hace como si no le afectase. Así que ahora todo es optimismo e ilusión, como si nada hubiese pasado y tuviese un futuro maravilloso y multicolor delante del camino. Pero tiene por delante varios temas que solucionar. El más peliagudo no va a ser la custodia de los hijos (y el perro), que seguramente la obtenga ella, y no por ser mujer, sino porque el marido se va a desentender ("los hijos los querías tú", que dijo él una vez). El tema más peliagudo va a ser la casa, de alto valor económico. De momento, mientras alguno de los hijos sigue siendo menor de edad, la casa quedará para quien tenga la custodia, pero los años pasan rápido y no quedan tanto para que los hijos alcancen la mayoría de edad. ¿Qué pasará? Viendo cómo han discutido en el amor, me imagino cómo van a discutir en la guerra (y eso que el divorcio parece consensuado). Lo iremos viendo.

martes, abril 03, 2018

Mahine Head



No voy a decir nada diferente a lo que haya podido decir con anterioridad: conciertazo de Machine Head. Para mí son una pedazo de banda, siempre más que solventes, con directos increíbles y potentes, guiados por el carisma y la presencia de Robb Flynn. Son una garantía de espectáculo, no les he visto un concierto malo, y ya son unos cuantos.

Algunos fans opinan que su música va evolucionando hacia algo más melódico, y eso parece molestar, hasta el punto de que algunos llegarán a renegar de la banda. Están en su derecho, pero me parece algo estático que una banda no varíe su música. Yo lo que veo es una madurez en la rabia que comenzó en la juventud y que va sacando matices nuevos. Es verdad que alguna de las canciones nuevas suena un poco a Linkin Park, que no puede ser más alejado de la trayectoria de MH, más trash o groove. El caso es que el setlist fue una combinación de música antigua y nueva, música más dura con música más relajada. Para mí es una seña característica propia de la banda, y me encanta.

Antes del concierto habíamos quedado en un bar en Latina para tomar unas cervezas. Miguel había venido con un conocido del Mikkeller, un chaval mitad inglés, mitad suizo, que estaba encantado de conocer personas que supieran hablar varios idiomas. Así que terminamos practicando alemán ayudados por las cervezas :-)

Luego bajamos andando a La Riviera. El concierto empezaba a las 21h, pero la gente se debió de liar con la hora porque la sala estaba medio vacía. Me pareció extraño porque las entradas estaban agotadas. Intuyo que la gente debió pensar que MH venían con teloneros y que el concierto empezaba a las 22h, así que muchos llegaron tarde y perdieron parte del mismo.
Al final fueron 2h45' de concierto. Una pasada. Me sorprende que alguien pueda mantener esa carga de energía durante tanto tiempo (con permiso de Bruce Springsteen, famoso por la duración de sus conciertos). Ayudan los solos de guitarra y batería, que para mí son un poco prescindibles, pero que ayudan a los músicos a descansar. Además, en el solo de Phil Demmel, le cantaron el cumpleaños feliz de manera espontánea, y creo que el hombre se quedó un poco flipadillo.
Yo tardé en pillarlo porque ayer decidí que iba a ponerme tapones para proteger mis oídos. Después de los varios casos alrededor con gente que va perdiendo audición por la famosa banda de los 4KHz, hay que tener cuidado. Crisis me trajo unos tapones de la farmacia. El problema de los tapones es que pierdes bastante sensación ambiente, pero todo sea por la salud de la audición (aunque luego puedas perderla en el gimnasio con el volumen de las canciones).

El setlist me gustó bastante, aunque creo que lo han ido variando de sede en sede por lo que he podido ver. Me quedé un poco descolocada con "Clenching the Fists of Dissent" y "Behind a Mask", la primera por desconocimiento (un tanto durilla), y la segunda porque me pareció demasiado melódica después de "Davidian". Pensé que no tocarían "Davidian" porque despues del último tiroreo de Las Vegas, Robb había decidido retirarla. Quizás se sentían algo responsables por el contenido de la canción. Pero finalmente la han tocado durante todo el tour. Es una de las canciones emblemáticas del grupo.

Para mí hubo varios momentos culminantes del concierto. El primero cuando sonó "Darkness Within", que es una canción con la que siento mucha identificación. Cuando estaba cantando la parte que dice "Freedom from all of the scars and the sins", me emocioné y me puse a llorar como una idiota en medio del concierto. A dios gracias, pude controlarlo y nadie se dio cuenta. A esa canción se unión "Catharsis" que también va un poco en línea, así que perfecto.

El otro momento cúspide fue el momento en que tocaron "None But My Own". Es una de mis canciones favoritas porque me conecta con la rabia y con la ira de una manera única. No estaba en el setlist que había consultado, así que me llevé una gran sorpresa. No fue la mejor de la noche, pero qué subidón igualmente. Hacía mucho tiempo que no la escuchaba en directo. Con esto se puede decir que hice la noche.

Por supuesto hay otras canciones que me gustan, como "Locust", "Now We Die", "Ten Ton Hammer", o "Is There Anybody Out There". El concierto abrió y cerró igual que el de hace un par de años, con "Imperium" y "Halo". Me gusta más "Halo", pero en ambos casos hablamos de valores seguros para un concierto. Me lo pasé bastante bien :-)