miércoles, septiembre 30, 2015

Reducción al absurdo

El día amanece ceniciento, como mi ánimo. Hoy me he despertado como si la vida me hubiese noqueado: sin fuerzas, sin ilusión, sin ganas de vivir. Llevo toda la noche llorando y, lo que es peor, pensando. Sólo una cosa tengo clara: mi vida es un absurdo. No tiene ningún sentido, ningún propósito. Miro al pasado, miro al futuro: todo me parece yermo, estéril, desolador. En realidad da un poco igual si sigo viviendo o no. 

Me encuentro nuevamente asomada al abismo. El abismo es muy tentador: te ofrece solucionar los problemas de un plumazo, dejar de pensar, dejar de sentir. Si algo pudiera calmar ese dolor sería maravilloso. Nunca nadie me ha preguntado por ese dolor. Tampoco es fácil de describir: a veces se confunde con la insensibilidad, con la apatía, con el vacío, y sin embargo, es más una sobrecarga emocional negativa. "Deafening silence". 

Tras una noche de quasi-insomnio, envuelta en espirales mentales, me despierto un día más. Pienso que me habría gustado morir durante el sueño. Pero estoy aquí, despierta en mi cama, agotada, derrotada, fracasada. Me da igual todo. Ni siquiera la idea de ir de concierto esta noche me anima un poco. Ni siquiera quiero ponerme música. Me gustaría volver a dormir y olvidarme del mundo, pero mis gatas no me dejan. Ellas no tienen la culpa de que esté así, no merecen tampoco que las desatienda. Así que me levanto y empiezo a moverme despacio por la casa.

La gente cree que soy fría, seca, distante, dura, pero en realidad soy hipersensible y se me pegan todas las emociones hasta que no soy capaz de soportar más y me descargo. Soy un puto condensador. Esta vez ha sido muy fuerte. Me ha pillado desprevenida, no estaba preparada. Ahora necesito estar sola y aislada, procesar todo sola, transmutar todo sola.

Recibo incomprensión, como era de esperar. La gente tiene la santa manía de querer entenderlo todo desde un punto de vista lógico, pero hay cosas que van más allá de la lógica. La lógica es limitada, reduccionista, simplista. La lógica es de aire, superficial y fría. No necesito comprensión, necesito empatía. Tu comprensión no me ayuda a mí, sólo te ayuda a ti a encajar piezas. Pero es difícil encontrar empatía si uno no ha vivenciado una situación similar. Eso lo puedo entender. Quizás me basta con saber que hay alguien ahí a quien le importo, que me acompaña en mi silencio y me espera al final de mi ostracismo. A veces el dolor te hace rechazar a la gente, cuando en realidad quieres que se acerquen, quieres saber que les importas. Quizás en el fondo quiera que alguien me rescate. Quizás todo esto esté fuera de mi alcance también. Quizás no lo merezco.

Supongo que mi estado causa no sólo incomprensión, sino decepción. Oigo resonar los ecos de palabras como "egoísmo", "cobardía", "sobrerreacción", que me juzgan, me etiquetan y me condenan, No necesito justificarme ante nadie por mi comportamiento. No necesito explicarme. No necesito excusarme. Y aunque quisiera, mi energía es tan limitada en estos momentos que sólo puedo enfocarla a mi supervivencia. Para que luego digan que Maslow estaba equivocado. Me siento tan vacía, tan drenada. Es sorprendente lo agotador que resulta luchar contra la mente y las emociones, luchar contra la oscuridad interior, luchar contra los cantos de sirenas del abismo.

Me pregunto si luchar tiene algún sentido, si sirve para algo. Pienso en mi prima Marisa, a la que operan hoy de cáncer de mama. Supongo que esta noticia es uno de los ingredientes del cóctel emocional que me ha puesto en esta situación. En cierto modo me siento identificada con ella, hay ciertos paralelismos entre nosotras. Eso me asusta un poco. Y ya ves: tanto luchar para esto. Sufrir tanto para esto. Y lo que le queda. Es simplemente absurdo..

Pero aquí estoy, preparando el desayuno, encendiendo el ordenador, respondiendo correos que me importan una mierda...funcionamiento en piloto automático. A veces simplemente eso es suficiente para alejarte del abismo. Schritt für Schritt. Supongo que debo ocupar mi mente con algo y confiar que eso acalle la crítica interna, que corte los pensamientos obsesivos. No sé, lo mejor será dejar pasar las horas y esperar que mi mente y mi corazón se despejen un poco. Quiero creer que remontaré a lo largo del día. Si no, me quedan la cama, las lágrimas, y otro día de condena en mi mundo absurdo.

lunes, septiembre 28, 2015

Cosechas

Desde el mes de agosto hasta finales de septiembre, o lo que es lo mismo, desde Lughnasadh hasta Samhain, se celebra la época de la cosecha. En este tiempo recibimos aquello que hemos plantado tiempo atrás, en principio los frutos de las semillas que plantamos en primavera. 

Pero muchas veces la cosecha corresponde a semillas mucho más antiguas, semillas a las que les ha costado germinar y que dan fruto cuando menos las esperabas ya, incluso cuando ese fruto ya no es el deseado. ¿Qué hacemos entonces con esa cosecha tan inesperada como inoportuna?

Pues la recogemos igualmente, la celebramos, y damos gracias por ella porque el universo ha sido generoso con nosotros. Si algo he aprendido en estos días es que siempre se puede hacer conservas y guardarlas para más adelante.

A veces nuestros deseos se cumplen no cuando nosotros queremos, sino cuando el universo considera que es mejor. Y ¿quiénes somos nosotros para cuestionar una "inteligencia" que desconocemos?

jueves, septiembre 24, 2015

Etiquetas

La clase de yoga de ayer versó sobre etiquetas. Esas etiquetas que nos otorgamos o que nos otorgan, por las que nos reconocen y con las que nos identificamos.
Etiquetar es una manera de describirnos externamente, de comunicar al otro nuestra identidad, de representarnos en la realidad material y visible.
"Soy ingeniero", "soy hermana de", "soy fuerte", etc, son intentos de buscar una representación mental en el otro.
Tenemos muchísimas etiquetas para el mundo. Todas ellas forman parte de nosotros, pero en realidad no nos definen.
Etiquetar es una mera simplificación, una manera tosca y limitada de tratar de representar la esencia de cada uno de nosotros.
Las etiquetas nos reducen a una simple porción de nuestro ser cuando somos tan inmensos que no podemos ser abarcados.
En todo caso podemos ser percibidos, y eso ocurre a un nivel mucho más sutil que el mental, cuando dos almas interaccionan y se comunican.
Nosotros somos eso que queda cuando acallamos las voces, el ruido, la rutina, las exigencias. Somos un estado, una energía, una vibración.

domingo, septiembre 20, 2015

ACDC, review infernal

6:00 - Día de review del proyecto. Me levanto antes de que suene el despertador. Quiero darme una ducha rápida, hacer la maleta y pasar la presentación antes del desayuno. Me siento algo pesada, quizás la cena de anoche tenga algo que ver.
 
7:30 - Me doy cuenta de que anoche subí la presentación con las transparencias de back-up. ¡Qué fallo! Salgo corriendo con el portátil al hall del hotel. La WiFi va lentísima, pero consigo subir el fichero y machacar el anterior. Espero que los reviewers no hayan accedido al mismo, aunque sinceramente me da igual: sé que el plan de negocio es una auténtica basura. Me van a machacar. 
 
7:50 - Salgo de la habitación para ir con Susana a desayunar. Me siento un rato en lo sillones del entresuelo para conectarme a facebook, a twitter y demás cosas que me ayuden a liberar la tensión. Peter pasa por las escaleras en ese momento y me apremia para ir a desayunar. Joder, déjame que maneje mis tiempos como me dé la gana. 
 
8:00 - Susana y yo vamos al restaurante del hotel a desayunar. No tengo ni pizca de hambre pero me obligo a desayunar bien. Va a ser un día largo y pesado, tengo que tener energía, aunque nunca se pasa hambre en las reuniones. Me tomo un bol de piña, unas lonchas de bacon, un panecillo con mantequilla y mermelada, y un café con leche. Cojo varias gominolas en una servilleta; me ayudarán a tener momentos dulces.
 
 8:50 - Llegamos a la sala Neptune. La sala está montada en "escuela". Es genial porque los reviewers no verán lo que hacemos. Susana y yo nos sentamos en la parte trasera, donde tenemos acceso a unas rosetas de tensión para conectar el portátil. A la larga sería un error porque desde atrás no se oyen los comentarios de los reviewers. Andreas, Thomas, y el de ULux se sientan con nosotras. 
 
9:00 - Peter está montando el proyector. De repente el logo del proyecto desaparece y en su lugar tenemos ruido blanco. ¡Coño, un poltergeist! El de ULux se apresura a ayudar a Peter. Parece que el conector tenía un pin doblado. 
 
9:15 - Llegan el PO y los reviewers. Comienza la review. Pasan lista como en el cole. Faltan TU-Delft, FCCN, IFIS, y Microsoft. Estoy segura de que se han ido al parque de atracciones por error.El PO dice que intentemos tener un diálogo más que hacer presentaciones para que sea algo más fluido. El pobre ya sabe la sesión que le espera, pero él mismo aprobó la agenda.  
9:28 - Llega Jorge de FCCN y se sienta con nosotras. Se extraña de que haya empezado ya la review. Efectivamente, la agenda marcaba las 9:30. Parece que había prisa por comenzar. 
9:30 - Peter está haciendo su introducción. Es el mismo coñazo que presnetó ayer. Qué crack. Pienso que este día va a ser muy largo y yo soy la última en presentar. Decido que voy a adelantar trabajo, que tengo bastante. 
9:38 - Aparece TU-Delft. Este tío es un cretino. Ayer me hizo prepararle unas transparencias in-extremis sobre el deliverable de Atos. Estoy casi convencida de que hoy me va a pedir que las defienda yo. Haré lo que pueda, pero me dan ganas de matarlo. Echo de menos a Giovanne...
 
9:45 - Aparece Microsoft. Otro que campa por sus fueros. Jesús... 
 
10:00 - Christian sale a presentar. De repente nombra el deliverable D5.4 de policy recommendations y los reviewers saltan como un resorte. Comienzan a criticar duramente el estudio legal de KUL y las recomendaciones presentadas. Dicen que son generales, vagas, y un "corta-pega" legal. Tengo que darles la razón: yo hice la revisión de ese deliverable y tuve la misma impresión. Los de KUL están muy tensos. 
Me siento mala persona, pero por una vez me alegro de que les den caña, que parece que siempre salen de rositas, y llevan vendiendo la misma cantinela proyecto tras proyecto. 
 
10:30 - Café. Joder qué pronto. Hay un zumo de mango que tiene buena pinta. Está rico pero es densísimo. Los de CERT-RO me dicen que tenga cuidado que ayer les sentó mal. Se habían tomado dos vasos. No me lo acabo. Me junto a los españoles, no tengo ganas de comentar el desarrollo de la review. 
 
11:00 - Ulrich comienza la presentación del WP2. La review pasada les dieron mucha caña, así que quiere cubrirse las espaldas con ¡8 demos sobre tools! Supuestamente cada una dura 5 minutos. Sé que la agenda se nos va a ir de las manos...
 
11:30 - A Ulrich le han vuelto a criticar los mismos puntos. El reviewer español (cómo no) prácticamente ha sugerido que le mandemos el código para evaluar el progreso. Lo lleva crudo. 
 
12:00 - Comenzamos con las demos. La primera es de Airbus. Prácticamente ni han aparecido por el proyecto. Quizá por eso el pavo está haciendo una presentación de su herramienta que no tiene nada que ver con el proyecto. Yo flipo. Se ha extendido más allá de los 5 minutos, pero bastante. Mal vamos. 
El segundo es mi amigo de CyberDefcon. Otros que no han hecho nada en el proyecto. Pero el tío sí ha hecho una buena presentación. Y ser inglés ayuda, las cosas como son. 
Tercera demo. Me aburro soberanamente. Aquí decido desconectar. Sé que está mal, que debería estar atenta por si hay puntos que me puedan servir para mi presentación, pero no lo puedo evitar. 
 
13:00 - Las demos de WP2 aún no han terminado, pero tenemos que ir a comer. Vuelta al restaurante del hotel. Los españoles nos posicionamos nuevamente: queremos estar juntos. Los de EURECAT se han visto forzados a sentarse en otra mesa y no están a gusto. No sé qué pasa este proyecto que estamos tan polarizados. Al menos no hablamos de la review, sino de la cena de anoche.
Anoche era la última cena del consorcio y apenas si fuimos 16. Me pareció un poco triste. 
En la comida me entero de que Peter ha cambiado la agenda para que EII puedan presentar antes, por motivos familiares del chico que hace la demo. Parece que después presento yo. Entonces ¿qué pasa con las demos de WP2? Voy a preguntar a Peter, pero me responde vagamente. Creo que ni él sabe lo que quiere hacer. Decido que paso de todo. A mí me da igual una hora que otra, total, me tengo que quedar allí hasta las 18h. 
 
14:00 - Volvemos. Se rompe un vaso nada más empezar la sesión. EII presentan. A pesar de sus circunstancias personales, el chico hace la presentación bastante bien. Qué profesionalidad, estoy admirada. Mi respeto total. Eso sí, les dan mucha caña, como cabía esperar. No sé por qué los reviewers critican tanto el front-end cuando el core es una auténtica basura. Parecen un chivo expiatorio. 
 
15:00 - Pasa TU-Delft a presentar las métricas. Me gustaría que los reviewers fueran más severos con él, porque se lo merece, pero la verdad que hace muy bien su presentación, incluso el deliverable de Atos. En realidad, creo que juega con la ventaja de que su trabajo es demasiado académico. 
 
15:45 - Café. Veronique me viene a hablar de una reunión en noviembre en Roma para hablar del follow-up del proyecto. ¿De qué cojones me habla? Parece que es cosa de ella y Ulrich. Me sienta mal que hagan estas cosas a espaldas de todo el mundo, pero al menos nos tienen en cuenta.  
 
16:00 - Regresamos del café. Vamos fatal de tiempo, pero ahí está Ulrich nuevamente con las demos de WP2. ¿Por qué? No lo entiendo. No tiene ningún sentido. Y son un auténtico coñazo. No puedo con la vida. Curiosamente se rompen dos vasos más. Dice Jorge que es por la tensión. Me parece una explicación guay: la tensión nos hace ser telequinésicos.
 
17:00 - Seguimos con las demos. A esta hora ya debería haber expuesto, pero no solamente no lo he hecho, sino que encima quedan WP3 y WP7 por presentar. Oigo que el PO sugiere que nos quedemos más tiempo. Me cojo un cabreo monumental. Ya me quejé en su momento de tener que quedarme hasta las 18h un viernes en la puta review, como para que esto se extienda. Jorge bromea con que nos vamos a quedar hasta las 22h. Quiero matar a Peter. 
Me pongo a chatear con mi jefe. Le cuento sobre la reunión de Roma y sobre los extraños movimientos de los alemanes con la Comisión. Hablamos de tonterías para matar el rato. 
17:50 - Las demos parece que van a acabar. Peter me dice que yo soy la siguiente. Le pregunto cuánto tiempo tengo y me dice que todo el que quiera. Insisto: ¿todo el que quiera hasta las 18h? No, todo el que quiera. Nos saltamos WP3 porque se supone que las demos de ayer han demostrado el trabajo. Pasa WP7 por delante de mí por decisión de Peter. 
 
18:05 - Me toca exponer. Peter me dice que tengo 45 minutos. ¿¿¿45 minutos??? ¡Una buena mierda! Me planto en medio de la sala y les digo al PO y a los reviewers que me voy a saltar la presentación y que pasamos directamente a las preguntas. Creo que me lo agradecen. Soy la única que va a cumplir con la petición del PO. 
Empiezan a ametrallarme a preguntas, preguntas que creo que puedo defender bien, pero Peter decide intervenir. Me parece que lo que dice sólo nos perjudica y Peter sólo habla, y habla, y habla sin parar. De repente tenemos una llamada al fijo de la sala. Peter contesta.  Yo pensaba que era el taxi de Ales y Anje, pero resulta ser un número equivocado. Con tanta tensión los alemanes se echan a reir. Son los únicos que han entendido la situación. Bueno, y yo, y sí es gracioso. 
Pero Peter sigue tenso, así que cuando un rewiewer cuestiona la solución el tío se marca un speech super emotivo sobre lo complejo que ha sido el proceso, que no es perfecto pero que hemos hecho lo que hemos podido. El discurso parece calar en los reviewers y cesan las preguntas. Genial, hemos sobrevivido.
 
18:25 - Los reviewers se van a deliverar. Los socios salimos a tomar café y a esperar la resolución. El tipo de Cyberdefcon compara la situación con las películas americanas, cuando se está esperando el veredicto del jurado popular. Es bastante acertado. 
Se está alargando muuuuucho, estamos muy cansados, queremos terminar. 
 
19:20 - Salen los reviewers y nos dan el feedback. El proyecto está aprobado. Me han rechazado un deliverable, pero parece que la recomendación es mínima, así que estoy contenta. Más trabajo tienen ECO, EII, LSEC y KUL. La rewiew se termina. 
Empiezan las despedidas. Me da pena despedirme de Christian. A Ales le voy a ver en nada, y a Jorge le he dicho que le llamaré cuando vayamos a Lisboa en octubre. El resto me dan un poco igual, aunque a Veronique y a Ulrich seguro que los veo pronto. 
Susana y yo tenemos que regresar al hotel a coger las maletas. Desde allí vamos a pillar un taxi a Brühl. Jorge nos pregunta si puede venir con nosotras, ya que los tres tenemos que ir a Colonia, y a él FCCN no le paga el taxi. Le digo a Paolo L. que se venga también, que tiene que ir a Brühl. Total, pago yo. 
 
20:30 - Llegamos a la estación de Brühl. Paolo querría tomarse una cerveza, pero el tren a Colonia sale en 15 minutos. No nos da tiempo. Nos despedimos de él.
Hablamos con Jorge sobre el evento del ICT2015. Me advierte que hemos cogido un hotel en una zona chunga. Cuando llegue a Madrid de lo primero que haga será intentar cambiarlo.
 
21:05 - Llegamos a Colonia. Jorge se despide de nosotras. Él pernocta en Colonia, nosotras proseguimos a Frankfurt. Decidimos cenar algo en la estación: a la porra la idea de cenar en Frankfurt y ver el skyline. Compramos también los billetes de tren.
 
21:28 - Nuestro tren va retrasado, para variar. Menuda mierda la puntualidad alemana. Otro mito que cae.
Llega el tren y nos montamos. Estoy agotada, aunque intento seguir la conversación de Susana. Le digo que no nos pagan lo suficiente para aguantar toda esta mierda.
 
22:40 - Llegamos a Frankfurt. Tenemos que coger la S3 o S4 para llegar al hotel. Está en las afueras de Frankfurt. A esas horas la frecuencia es una mierda. Tenemos que esperar 15 minutos a que llegue el S4.
 
23:05 - El tren no va a continuar más allá de Frankfurt-Süd. Tenemos que bajar y esperar otros 20 minutos a que llegue el siguiente. Estoy cansada, tengo sueño, me duelen los pies. Entonces me da por pensar que en el hotel hayan considerado que no hemos aparecido y hayan dado nuestra habitación a otros. Le comento a Susana que aunque sea, duermo en el lobby.
 
23:45 - Llegamos a la estación de Langen Flugsicherung. No se ve mucho, pero parece que estemos en un sitio alejado de la mano de Dios. Hasta se ven estrellas en el cielo y huele a vaca. Pasamos por una casa en obras y le comento a Susana que a malas podemos okuparla.
 
0:00 - Llegamos al hotel y hacemos el check-in sin problemas. Subo a la habitación y me encuentro una araña enorme en las cortinas. Con pena y asco la mato, o no voy a pegar ojo, y necesito descansar. Pongo un SMS a mi padre para informarle de que estoy bien. Me voy a dormir.
 
EoD.

lunes, septiembre 14, 2015

Cascada del Hervidero



Se aproxima el otoño y eso significa que queda poco tiempo para chapuzones fluviales. En mi búsqueda de nuevas oportunidades topé por casualidad con la ruta a esta cascada, llamada "del Hervidero". Es curioso que nunca antes hubiese salido en mis búsquedas. También es curioso que nunca hubiese oído de ella. Ya ves, vives años en un sitio y puedes llegar a desconocer tantos lugares. Llevan toda la vida ahí, accesibles para todo el mundo, pero ocultos para uno. Hasta que de repente se descubren.

La ruta se presentaba como sencilla y así fue. Es poco exigente y no está demasiado lejos del pueblo de San Agustín de Guadalix. El camino es una pista bastante amplia que transcurre paralela al cauce del río Guadalix hasta llegar a una cortante donde aparecen las cascadas. Es ideal para ir con niños, aunque nada de carritos, como sugería la publicación. No hay demasiada sombra, así que gracias a Dios el sábado amaneció nublado.

Aunque la ruta no está mal, no terminó de gustarme por la suciedad encontrada a lo largo del camino. Está demasiado cerca de una población y la gente es demasiado cerda. Se ve que tampoco se ocupan demasiado de las labores de limpieza de las márgenes del río. Aun así, el agua fluye más o menos limpia, excepto en la zona de las cascadas. Se supone que uno puede darse un chapuzón allí, pero no me quedaron muchas ganas. Mi gozo en un pozo.

La cascada son dos chorros que caen a sendos laterales de una enorme roca. Es una vista bonita.

Lo más curioso del día fue encontrar lúpulo enredado en unas zarzas. No es algo común. Cogimos un poco y lo olimos. Recordaba un montón a las IPAs. Qué aroma tan agradable. Daban ganas de tomarse una cerveza. Y eso mismo hicimos, aunque fue Mahou. Menos da una piedra.

miércoles, septiembre 09, 2015

Frutos


Un amigo me comenta en un correo: "No doy fruto". Creo que mi amigo está a punto de entrar en la crisis de la mediana edad. Parece un mito, pero ahí está: es un momento en la vida en que te paras y haces recuento de tu vida, y descubres que no has tenido la vida que querías. Y entonces te deprimes y te compras un Ferrari para compensar. Nunca hay que subestimar el poder de satisfacción inmediato de lo material.

Esto es una broma, y espero que mi amigo no se ofenda por estar trivializando algo que para él es serio. Pero lo cierto es que a veces damos más importancia a las cosas de lo que la tienen o lo merecen. Trivializar ayuda a quitar hierro, a afrontar las situaciones de otra manera. En realidad todo importa muy poco.

Creo que el problema de mi amigo es que se encuentra en un punto en que se ve solo. Se ve como un fracaso de la vida por no tener una pareja, una familia. No ha dado fruto en lo sentimental. Después de dejarte la piel por labrarte una carrera profesional, que sinceramente tampoco te ha aportado gran cosa, descubres que tampoco has cumplido con los cánones sociales establecidos. Incluso socialmente hablando ves que tus círculos sociales han cambiado y se han reducido tanto que casi (o no tan casi) son unipersonales. Y te sientes tan vacío, tan estéril, tan inútil, tan carente de valor…Encima parece que a nadie le importa cómo te sientes porque todos tienen sus vidas tan completas, encarriladas, perfectas, que les queda poco tiempo para (pre)ocuparse (por)de ti o para incluirte en sus planes. Sobre lo segundo hay poco que hacer: no puedes hacer que la gente se interese más por ti o que haga el esfuerzo por tenerte en cuenta. Sobre lo primero sí se puede hacer algo.

Hay varios modelos para describir el modelo vital. A mí me gusta el del jardín (aunque las plantas no se me dan bien precisamente). Podemos considerar que nuestra vida es un jardín (o un huerto) dividido en varios parterres: el trabajo, la familia, los amigos, el amor, las aficiones, la espiritualidad, etc. La división del jardín corresponde a cada uno tanto en número como en extensión, aunque esta segmentación tiene sus implicaciones; por ejemplo, si dedico mucho espacio a la familia, obtendré menos resultados en las aficiones. Cada uno decide qué sección es más importante, aunque todas desempeñan un papel importante en la vida de la persona. Puedo decidir una sección única, pero si destino todo a cultivar begonias, no puedo esperar a tener margaritas en el futuro.

Para tener un jardín hermoso y exhuberante hay que dedicarles tiempo a todas. Si nos solamente centramos en un solo parterre, es posible que esa zona sea maravillosa, pero el resto quedaría deslucido. Es más, a veces dedicarse a una sola zona produce también efectos indeseados por exceso de celo, como cuando riegas de más las macetas.

No todas las áreas van a requerir los mismos cuidados. Eso depende también de las especies plantadas en cada zona, ya que cada una tiene sus cuidados específicos: no es lo mismo plantar un olivo, que cuidar de una orquídea. Cada uno puede plantar en su jardín lo que quiera, pero deseará plantar las especies que más le gusten (aunque a veces es difícil saber qué nos gusta realmente, o quizá desconocemos las posibilidades). Pero digamos que todo se resume a una cuestión de tiempo y equilibrio.

El resultado también depende de la pericia del jardinero, pero nadie nace aprendido. Aprendemos a la fuerza de errores. El error al menos indica un intento. Y no hay nada inmediato. Y sí, el azar tiene mucho que decir aquí. A veces nos empeñamos en una variedad y no hay manera. Pero, eh, ¿cuántos agricultores experimentados no han perdido sus cosechas por caprichos de la naturaleza? A veces no conseguir algo o perder algo que se “tiene” es una suerte también. A malas te llevas una lección (ya sé que esto no consuela mucho).

Al final ese jardín da unos frutos o unas flores, que son las que tienes para ofrecer. En realidad el fruto de ese jardín es uno mismo. Y lo más importante: el que va a disfrutar ese jardín es uno mismo; el resto son visitas. Vamos, que si quieres plantar crisantemos, hazlo, por mucho que a la gente le horrorice (a mí me encantan).

Así que, querido amigo, si me estás leyendo (sé que un día lo harás): hazme el favor de salir del parterre del curro y dedicarte a cultivar tu jardín. Que sepas que yo aún estoy intentando salir de esa zona, sin demasiado éxito por el momento. 

viernes, septiembre 04, 2015

Remind me

Remind me to always lie with you, but never to you, and that hurt only hurts while it lasts. Remind me to hold hands but never hold back.

Remind me of love, remind me of heart, and remind me that life will not tear me apart today, but if it tries and when it does, remind me that I’m good enough to be enough for you.

Remind me that the only way to make it last is to put us first, and remind me that the past is a prelude and pain is a choice, that I’ll get knocked down but I can get up quick, and yes, I’ll get destroyed but I can rebuild again.

When you see me flailing in rough seas, coughing up lungfuls of dark waves, and I’m thinking I’m sinking because my arms are numb and I can’t feel my legs, remind me with a hushed assurance and a knowing grin, “You’ll drown slower if your chin’s up, friend.”

Remind me to have faith.

Remind me why I love you.

Remind me that the stargaze stares we share and the galaxies we wish to explore are inside, not above, that the paths we long to travel are internal, not foreign, and remind me when my dreams seem lost like faraway lands in disrepair, that you’ll hold my hand and always care.

Remind me that it’s me you think about when you wish for happily ever after.

Remind me that not all aches are bad, that black nights still shine light and even in rainstorms or when hail comes and the sky is filled with emptiness we run from, the sun is always out somewhere.

Remind me that I am filled with light.

Remind me why your eyes do such funny things to mine and how, sometimes, time stops in the shadow of your smile.

Remind me that storm clouds are just water up high in the sky, that water is needed, that water gives life, and though it may arrive in drops of sweat or tears of strife, remind me that I can heal.

Remind me to keep you close but to never go too far, and remind me that even if we feel like a lifetime stopped and stuck in its tracks like a frozen statue of our distant past, even if it feels like pointless paralysis or a beginner’s magic trick, even when we resemble an empty well all out of wishes, remind me it will be okay and already is.
Remind me that you are strong, and remind me so am I.

Remind me that you aren’t scared when, can’t run from, won’t hide, and don’t mind my pain when it’s all I know and feel and fear.

Remind me that we’ll never know how it ends until it does, and even then, it doesn’t because what we have and who we are isn’t something we can just pack up and leave behind, like some kind of shooting star in some cold and fleeting night.

Remind me how I love getting lost in you.

Remind me that you are an adventure worth taking and never forgetting.

Remind me it starts now, today, for always in all ways, and remind me to remind you of this, all of it, always in all ways.

(Visto en Rebelle Society)

jueves, septiembre 03, 2015

6,5km

Esa es la distancia de mi nuevo reto: correr la prueba corta de la Edwards-Suanzes. Vi ayer una publicación de mi cuñado sobre la inscripción y consideré la idea. Hoy me he inscrito. Pero sé que no estoy preparada y que probablemente me tenga que parar y terminar la prueba andando. Eso si no me retiro antes. No importa: a veces los retos no están para superarlos, sino para probarse a uno mismo.

¿Por qué este reto? No sé responder muy bien esa pregunta. Yo siempre estoy buscando retos, como si no tuviera bastante con las dificultades cotidianas (el trabajo, sobre todo). No sé qué trato de probarme a mí misma. Quizá sea la búsqueda de algún aliciente que haga mi vida más interesante. Y me suelen gustar los retos complicados, casi imposibles. Tengo la sensación de que en el fondo quiero verme fracasar  (¿para lastimarme después?) y por eso los elijo así.

Pero odio correr ¿por qué no otro reto diferente? Será por retos. Aún tengo pendientes dos de montaña. ¿Para qué añadir otro reto a la lista? En fin, todo sea por una buena causa: el apoyo al atletismo de base.

6.5km. Tengo un mes por delante para prepararme un poco. Sé que tendría que aumentar mis sesiones de cardio a la semana. Desde hace un tiempo lo máximo que hago de cardio es una clase de combat de 1h. Intensa, pero no es suficiente. Quizá ahora que hay clase de zumba los jueves pueda usarla para entrenar y aumentar mi resistencia, pero hoy he asistido y, sinceramente, así no voy a progresar mucho.

Lo que necesito hacer es correr. Llevo una semana subiéndome a la cinta para calentar antes de las clases. 10 minutos máximo. Necesito aumentar el tiempo y necesito salir de la cinta. No sé muy bien cómo hacerlo. Diría que es falta de tiempo, pero es una excusa. ¿Por qué achacamos todo a la falta de tiempo cuando es falta de voluntad? Hay un dicho que lo explica bien: "Si realmente quieres algo encontrarás una manera. Si no, encontrarás una excusa". Es decir, un reto es una cuestión de compromiso: la ilusión pone en movimiento el reto, pero el logro viene de la constancia, de la dedicación y el cariño. Y de renovar la ilusión por el reto para querer seguir manteniéndolo. En el fondo, es una elección diaria del reto.

Joder, no dejo de pensar en las implicaciones elementales de todo esto, como si fuera un baile del fuego y la tierra. Aún no he encajado el aire y el agua. Por no decir que parezco T-Rex filósofo con tanta pregunta.

miércoles, septiembre 02, 2015

Un niño sirio



Las redes arden con la foto de un niño sirio ahogado en las costas turcas. En lo que va de año, más de 2000 personas han muerto en el Mediterráneo, todas con un nexo común con ese niño: la huida hacia la promesa de un futuro mejor, promesa que ahora yace en las aguas de ese mar que representa la frontera sur de Europa. Podríamos ver sus fotos y conocer sus historias, y sin embargo, ninguna nos ha llamado la atención como la de ese niño. ¿Por qué?

Cuando sucede una tragedia así, uno suele mirar hacia otro lado. Si no vemos el problema, es como no existiera. Si no lo vemos, no podemos sentirlo, no podemos conectar con él. Si no conectamos con él, no sufrimos. Y si no sufrimos, ¿somos felices?

La mayoría de nosotros vive vidas anodinas, absurdas en muchos casos, casi como fantasmas que van de la cama al trabajo y del trabajo a casa, como máquinas para consumir y pagar facturas. Alimentamos un sistema que consume nuestras almas, y a cambio nos ofrece una falsa sensación de bienestar y seguridad. Por eso protegemos ese sistema ante cualquier factor que pudiera amenazarlo. La imagen de la tragedia y la miseria humana es algo que atenta contra ese sistema y por tanto, negamos la realidad. O la racionalizamos. O tratamos de diferenciarnos de ellos, los refugiados. Así que generamos incomprensión, racismo, odio, cualquier cosa que nos aparte, como si todo lo que sucede fuera ajeno a nosotros, como si las consecuencias fueran ajenas a nosotros, como si no fuesen seres humanos como nosotros.

A veces miramos con un poquito más de atención y podemos llegar a sentir compasión. A fin de cuentas somos humanos, y los humanos sentimos. Pero suele ser una compasión tibia, fría. A veces pienso que el consumo masivo de los medios nos ha insensibilizado. Estamos acostumbrados a ver imágenes similares cada día. El efecto sólo dura hasta que surge una nueva imagen.

A veces hasta somos capaces de sentir cierta indignación por lo que sucede. Pero es una indignación fugaz. Alguno moverá un dedo y compartirá una foto en las redes sociales, pero hasta ahí su compromiso social. En los momentos decisivos nos echamos atrás y lo justificamos con manidas frases inmovilistas tipo "esto no vale para nada", "nada va a cambiar", "todos los políticos son iguales"... Joder, pues claro que vale, mucho más que refugiarte en tu mierda de vida gris que llevas. Tú mismo alimentas tu propia decepción en un sistema al que te niegas a cambiar.

Entonces, ¿por qué nos afecta tanto la imagen de este niño? Primero porque es un niño. Los niños nos causan especial sensibilidad, quizá porque representan la pureza, la inocencia, la esperanza, el futuro, todo lo que es bonito y tierno. A veces me jode un poco cómo los medios hacen uso de los niños para aderezar las noticias, como si la tragedia de por sí no fuera ya consistente. A veces también me jode que parezca que la vida de los niños valga más que la de los adultos, pero esto quizá ya sean cosas mías de esas que no son normales.

Por otro lado es una foto diferente: la imagen que se muestra no parece estar asociada a ninguna tragedia. El niño aparece sólo. No hay más cadáveres, no hay restos de un barco naufragado, no hay sangre, no hay violencia. A ratos pareciera que está dormido placidamente, junto al mar, mecido por las olas, a la orilla de un mar tranquilo y arrullador. Es una foto que inspira ternura, pero al mismo tiempo resulta desoladora porque sabes que esa imagen idílica oculta la muerte.

Mi hermana ha comentado con tristeza hoy: "me recuerda a mi peque". Efectivamente, guarda cierto parecido con mi sobrino, de una edad aproximada. También es un niño que no tiene raza, porque su posición nos impide clasificarlo. Y creo que ahí reside precisamente lo que termina por atraparnos: es un niño cercano, podría ser el hijo de cualquiera. Ahí te das cuenta de que ese niño, que podría ser tu hijo, jamás tendrá un futuro; jamás crecerá, ni hará castillos de arena en la orilla del mar, ni reirá cuando juegue con las olas, ni leerá "Calle", ni cantará "En la granja de Pepito", ni jugará a pressing-catch con su tita; que nadie, salvo su padre que se arriesgó por él, hizo nada por ayudarlo; que todos somos un poco responsables de su muerte; que con él muere también la esperanza de un mundo mejor. Nuestra esperanza.

No sé, se me parte el corazón.