jueves, diciembre 30, 2010

Una lección del dolor.

En este caso, me refiero al dolor físico. Esta última semana de diciembre la estoy dedicando al deporte, tanto que me he convertido en la "mujer agujeta", desde el cuello a los tobillos. Realmente es algo anómalo en mí, que siempre he sido una auténtica "couch potato". Pero me apetecía y ahora toca apechugar. El caso es que esta experiencia me ha servido para aprender cosas. Estas son mis pensamientos:
  1. Tengo bajísima tolerancia al dolor físico. No tengo capacidad de sufrimiento, ni resistencia alguna. Esto es claramente la consecuencia de años de rechazo frontal a toda actividad física debido a: una pereza y pasividad innatas, cabezonería y la necesidad de diferenciarme de una hermana con unas aptitudes atléticas excelentes.
  2. Podría llegar acostumbrarme al dolor físico, pero ello implica mantener el nivel de actividad actual (bueno, sin tanta sobrecarga). Estopuede ser complicado porque no tengo esa tendencia natural y fuera de las vacaciones tendré que reajustar mis horarios y mi energía. Además, necesito una motivación continua que no siempre voy a tener a mano, y el impulso de mis fuentes tiene un efecto limitado. Afortunadamente para mí, ahora mismo estoy en contacto con gente que tiene una capacidad de ilusión enorme muy orientada hacia la actividad física. No sólo me sirven de inspiración, la ilusión tiene un efecto contagioso de la que puedo beneficiarme. El problema será no dejarme arrastrar por lo que yo creo que tiene algo de encaprichamiento más que de vocación pura por su parte.
  3. Aunque estoy jodida con las agujetas, el dolor me hace sentir viva, y esa es una sensación increíble.

jueves, diciembre 23, 2010

Yule 2010

Por una vez esta entrada no se produce a destiempo, aunque haga dos días del solsticio. Este año voy a juntar Yule con Nochebuena. La solución no sólo responde a temas prácticos, sino también a la ocurrencia del Esbat el pasado día 21. No he querido mezclar todas las celebraciones. Por otro lado, me parece una idea muy adecuada, ya que Nochebuena y Yule representan lo mismo en distintas tradiciones.

Y aquí hago un inciso. Vengo leyendo en varios foros muchos comentarios de exaltación de Yule frente a las fiestas cristianas, algo que me parece un tanto absurdo. Entiendo que tantos años de represión cristiana haga aflorar el orgullo exacerbado de los paganos; orgullo que por otro lado me parece más una pose que algo sincero: ahora todo el mundo se suma al carro pagano sin tener ni puñetera idea de lo que significa, simplemente en contraposición al cristianismo; o mejor dicho: porque es más "cool" ponerse la etiqueta de pagano. Pero no sé por qué debemos elegir y renunciar a una parte cuando podemos quedarnos con todo. No demuestra una mayor amplitud de miras, ni mayor tolerancia, la verdad. Es más, la energía de Nochebuena es muy poderosa y beneficiosa ¿por qué prescindir de ella? Yo no veo diferencia.


En todo caso, es importante volver a la celebración. Este año ha sido muy largo, difícil y fatigoso. Por eso es necesario celebrar estas fiestas y recordar que en esta vida también hay cosas buenas y alegres que merecen atención. Más atención de la que normalmente prestamos, siempre centrados en el lado negativo. Yule, además, es muy especial: es la promesa y la esperanza de la vida. En los días más oscuros del año, eso es algo a lo que aferrarnos para seguir adelante.

¡Feliz Yule!



miércoles, diciembre 15, 2010

Autoprotección psicológica

Escucho un ruido de fondo continuo. Quejas, lamentos, lloros. Parece que últimamente todo el mundo se siente cansado y deprimido. Yo también y tengo mucho trabajo que terminar antes de empezar mis más que merecidas y muy deseadas vacaciones. Por eso no puedo atender las emociones externas, no puedo permitírmelo. Ceder significaría empaparme de esas emociones negativas que no harán sino entorpecer mi ya complicado camino a obtener los objetivos que me he marcado. No me lo puedo permitir. A ratos siento cómo las etiquetas "egoísta" y "desapegada" revolotean a mi alrededor. Pero es algo que atenderé a partir de la próxima semana.

domingo, diciembre 05, 2010

Düsseldorf, la esperanza de volver a casa.

Me temo que este post va a ser un conglomerado de ideas y de relatos sin demasiada conexión entre ellos. Ahora mismo me encuentro en el lobby de mi hotel en Düsseldorf pasando el resto de la tarde. Acabo de sacar la tarjeta de embarque para mi vuelo de mañana, pero creo que debería visitar una capilla para rezar a los santos para que me saquen de aquí. En teoría la situación aérea en España se está normalizando (no tengo más noticias de mi compañera, lo que es buena señal), pero nunca se sabe. Yo soy un poco paranoica y me pongo siempre en el peor de caso. Tanto es así que tengo una alternativa en tren para regresar a Madrid en caso de encontrar problemas mañana.

Lo de la huelga ha sido un poco schock, sobre todo porque ha coincidido con la tarde del viernes en la que ya no tenía más información que no fuera las llamadas telefónicas de mi familia. Si acaso algún pequeño comentario en la televisión alemana, obviamente más preocupada por la situación de los 14K veraneantes que dicen estar tirados en España. La verdad que hay cosas que no entiendo bien de esta huelga, pero no puedo sentir pena por los controladores en modo alguno.

Por culpa de ellos me he quedado sola en Düsseldorf. En otra ocasión me habría importado menos. Pero esta vez necesitaba compañía y mimitos. Más con el tiempo de mierda que ha hecho todo el fin de semana: un frío terrible (sobre los -10ºC) y nieve en abundancia. Un calco absoluto de toda la semana en Essen, con la diferencia de que allí estábamos prácticamente todo el día a cubierto, bien aprovisionados de comida por la gente de ITO. En Düsseldorf ha sido necesario recurrir al Glühwein (lo que habré bebido en toda la semana) y al cine (dos pelis). Y gracias a Dios mi compañera decidió pasar el día conmigo, si no habría estado más mustia que su planta de la oficina.

Por lo demás, Düsseldorf es una ciudad que está muy bien para el verano. No es fea y la zona del puerto es prometedora, con unos edificios geniales de Ghery. El Rhein (pedazo río) queda a un lado y a la otra orilla hay unas casas que tienen pinta de ser preciosa. Pero con tanta nieve y tanta lluvia es complicado poder disfrutar. Las fotos han salido horribles.

En Essen igual. Essen es una ciudad más obrera, perteneciente a la región del Ruhr, muy vinculada al carbón. Es fea, sí, pero este año es la capital europea de la cultura. ¿Por qué? Aparentemente no parece que tenga muchas cosas, pero después de la visita guiada a su catedral (origen de la ciudad) y ver los tesoros que tienen allí guardados, las cosas cambian. Por otro lado, cerca de Essen está la ciudad de Bochum, que tiene el mayor museo minero de Europa. Lo que han hecho es una reproducción de una mina de carbón (como la Zollverein de Essen) que la gente pudiera visitar. Es algo impresionante. Como lo que vi en el Deutsches Museum de München pero a lo bestia. Es digno de visitar. Pero insisto: en verano.

Estas visitas culturales es lo mejor de la semana pasada, junto con la noche que pasamos en la bolera. La verdad que la gente de ITO se ha currado la General Assembly. Son amabilísimos y encantadores. A ratos, no parecen alemanes. Los otros, pues, siguen sin hablarme en alemán y con su necesidad de resaltar lo bueno que es todo lo alemán. Por lo demás son majetes. Creo que hasta los echaré de menos cuando este termine, aunque no por mucho tiempo.

Creo que me voy a subir a duchar y a cenar. Madrid, te espero.