El Metalmanía 2003 pasará a los anales de la historia como uno de los festivales de cartel inmejorable pero desastroso en organización y terribles condiciones medioambientales. A poco no nos morimos de deshidratación en el desierto de Villarobledo. Todavía me dan escalofríos cuando recuerdo aquellos días.
Desde entonces, salvo el Metalway de Gernika, sólo he ido al Wacken Open Air. Me he mal acostumbrado y me he aburguesado. Por eso, el Sonisphere ha sido toda una bofetada en la mejilla.
Emplazamiento: polígono de los olivos en Getafe, un auténtico secarral que no garantiza unas condiciones mínimas de confort. En serio ¿no había un lugar alternativo? He vuelto a sentir el agobio de calor del Metalmanía (lógico si consideramos los 35 ºC de Madrid en julio), y he tragado más polvo que en una tormenta de arena. Al llegar de mi casa me di una ducha y el agua salía roja de toda la tierra pegada a la piel. Lo único bueno ha sido poder dormir en casa. No quiero ni pensar la gente acampada allí cómo lo habrá pasado, sobre todo si, como se comenta, no había ni duchas en el cerro de los Ángeles.
Organización: señores organizadores, no me queda duda de que alguna vez en su vida han ido al WOA (si no, ya pueden ir). Una de dos: o no hemos aprendido nada o bien nos estáis tomando el pelo. La comida ligeramente cara, los túneles de lavado no funcionan, los baños parecen insuficientes, los puestos de comida también (o falta personal), no hay aparcamientos y tuvimos que aparcar como pudimos por el polígono; el flujo de personas no parece haber sido estudiado y se forman largas colas y tapones. Al menos hay que agradecer que haya alguna zona de sombra.
Afluencia: se estiman unas 40K personas. No soy capaz de evaluarlo. No he sentido agobios ni apreturas porque tampoco iba al meollo del concierto.
Sonido: más o menos decente, amortiguado un poco por alguna ráfaga de aire.
Visibilidad: más o menos buena desde el lateral derecho porque la zona de conciertos hace bajada hacia el escenario. Desde que Becky y Crisis trajeron la mesa y nos encaramamos a ella, la cosa mejoró. Lo malo que no parecía demasiado estable y no pudimos movernos mucho.
Grupos: el cartel me pareció un poco desequilibrado, especialmente entre el viernes y el sábado. Por eso sólo vi a Iron Maiden, no puedo opinar del resto. Dicen que Slash y Twisted Sisters estuvieron enormes. Lástima.
Son un grupazo y la puesta en escena está bien (se nota que tienen pelas), aunque previsible.
El setlist es mejorable. A mí me parece que a un festival no se pueden llevar tantas canciones del último disco (unas 4 o 5 para más inri), sino los éxitos que la gente quiere escuchar y disfrutar en un festival (¿para cuándo “Alexander the Great”?). Pero ya que os empecináis, al menos no pongáis una canción como “When the Wild Wind Blows “ a mitad de concierto porque nos dejáis fríos, coño.
Individualmente, Dickinson parece estar en forma a su edad y no ha cantado mal del todo. Creo que sólo se ha equivocado en la letra de “The Evil that men do”.
Gers en su línea de “dancing noise”. Brain bien, como siempre. El resto un poco paraditos para mi gusto. Dicen que Murray se comió el solo de “The number of the beast” pero yo no me di cuenta.
En resumen, creo que ya me han visto en otro festival en España (a menos que sea en el norte).