lunes, mayo 27, 2013

viernes, mayo 24, 2013

Nunca es tarde...

Me declaro una coleccionista de frases. Frases que me inspiran, con las que me identifico, que me aportan consuelo o que simplemente me hacen pensar. No todas proceden del pensamiento positivo, porque yo no soy una persona positiva (aunque intento tomar una dosis diaria de positivimos). A partir de ahora quiero mostrar algunas en este blog. La primera de ellas se la quiero dedicar a una persona que últimamente noto un tanto perdida. Sharing-dreams, espero que te guste.


miércoles, mayo 22, 2013

El paso

Desde hace un tiempo me vengo planteando si dar el siguiente paso. Es un paso importante, lleno de grandes implicaciones y complicadas consecuencias. No sé si estoy preparada para ello, no sé si tengo la fuerza para pasar por ello, no sé si tengo los medios adecuados, no sé si cuento con los apoyos necesarios. No sé si tendré que renunciar totalmente a lo que soy, porque dar el paso me transformará por completo. No sé si realmente quiero dar dicho paso, o siemplemente es el ¿capricho? de una fase. No sé si es el momento adecuado, pero al mismo tiempo, estoy en un momento crucial. Es por eso que no termino de decidirme a darlo y, sin embargo, es un pensamiento recurrente apremiado por el tic-tac incesante del reloj. Ahora o nunca. Podría no dar el paso y quedarme como estoy, pero tengo la sensación de que en el futuro me reprocharé no haberlo dado. Porque tanto si lo doy como si no, no hay vuelta atrás.

domingo, mayo 19, 2013

Akelarre

Uno de mis lemas es: "al trabajo no se va a hacer amigos". Sin embargo, a lo largo de esta etapa laboral he conseguido algunas amigas con las que quedo de vez en cuando fuera del trabajo. Este año está resultando todo un récord de encuentros entre las que formamos el núcleo. Solíamos ser siete, pero ahora quedamos cinco, las más avenidas. Anoche tocaba cena en mi casa, cena de brujas, akelarre.

Dada mi escasa experiencia social, estaba un poco nerviosa por los preparativos. Como soy tan perfeccionista, llevo casi un mes organizando la cena entre pensar el menú, limpiar la casa y hacer las compras. Puedo asegurar que mi casa jamás ha estado tan limpia y recogida como ahora. Ha sido una paliza, pero ha merecido la pena. En pocos días todo volverá a ser un pequeño caos, pero no espero tampoco a nadie en casa. Bueno, quizá a los Pipos, pero con esos hay confianza.

Puse la mesa en el salón, desde donde hay unas magníficas vistas al parque. Así podíamos cenar mientras caía la noche y la ciudad se va transformando. Luces ténues, música chill-out de fondo y el olor al brownie horneado por la mañana para dar ambientación. El problema es que las cabritas éstas llegaron más tarde de lo previsto. Entre media y una hora. Es algo que me saca de quicio. Además no sabía qué hacer con la comida: ¿guardo la ensalada otra vez en la nevera? ¿los langostinos y la mahonesa? ¿pongo el horno al mínimo para mantener las torres de berenjena calientes?

Por fin llega y me traen un cargamento de comida adicional. Sobre todo vino y cerveza. Incluso Heineken, que para mí no es cerveza. Ahora tengo la nevera repleta y no sé cómo hacer para consumirlo todo. Espero que los Pipos se pasen y me ayuden, o se me pasará todo.

Como era la primera vez que venían a casa, obviamente tuvieron que cotillear un poco. Parece que les gustó la casa, sobre todo las vistas, como era de esperar. Las gatas estuvieron prudentes y se escondieron. Simplemente quedó Teína sobre la cama, pero les soltó un bufido a la primera que empezaron a tocarle las narices. Yo lo entiendo, Teína. Ozzy salió en un momento al salón, pero hizo una frenada de emergencia en cuanto vio el percal y se regresó a su escondite a la velocidad del rayo. Y eso que es la más social de las tres. A Cafi la tuve que sacar a traición para que la vieran, pero fueron unos momentos, tampoco quería torturar a mi pobre gata. Eso sí, salió a despedir a todas. Yo creo que se aseguraba de que se fueran.

En cuanto a la cena en sí, estuvimos hablando de todo lo que se nos ocurrió. Tenemos tres cláusulas: 1. No meternos con Carmen (salvo Marta, que sí puede) 2. No hablar de Atos, salvo que haya algún cotilleo que merezca la pena, y 3. una cláusula que existe pero que ninguna recuerda. Intentamos cumplirlas todas y más o menos lo conseguimos, aunque Carmen considera que meternos con sus amigas es romper la cláusula 1, y es inevitable romper a veces la 2 porque es nuestro punto de unión. Yo por mi parte, como era la anfitriona, no me sentí cómoda del todo. La verdad, prefiero que organice otra. No soy Isabel Preysler, no necesito demostrar lo buena anfitriona que soy para sentirme realizada, y estrés me sobra en el trabajo.

viernes, mayo 17, 2013

La Senda

Cuando era pequeña, tenía claro qué quería en la vida. Mis padres trazaban mi camino y yo lo recorría sin objección. No era problema porque sentía que estaba bien. Conforme fui creciendo, fui poniendo en tela de juicio que esa senda fuera realmente la mía y, sin embargo, fui incapaz de encontrar otro que me valiera. He visto miles de bifurcaciones y he elegido algunas, pero en ninguna he encontrado el sentido de mi existencia, así que siempre he sentido una insatisfacción más o menos llevadera. 
Parte de ese camino lo he recorrido con las vendas que me he querido poner para no ver lo que había ante mí; quién sabe qué he descartado por negarme a ver la realidad.Y de repente llegas a un punto en el que te quitas la venda y te preguntas dónde estás, cómo has llegado a ese punto y cómo vas a ser capaz de deshacer el camino andado con el poco tiempo del que dispones (porque el tiempo vuela y va en tu contra). Esto me recuerda al proceso annealing que me contaban en electrónica, donde tu cambio de posición depende de la energía disponible en el sistema, el cual se va enfriando con el paso del tiempo; llega un momento donde te quedas sin energía para dar el salto y la posición encontrada no es la más óptima, a pesar de que la has ido buscando. Y lo peor es que no vas a encontrar una fuente que te permita completar los saltos, dado que ni siquiera sabes dónde está la posición óptima a la que dirigirte. 
Finalmente, están las consecuencias de la senda. Cuando eliges una bifurcación, las consecuencias no se manifiestan inmediatamente, sino que las vas encontrando conforme lo recorres. Durante ese recorrido, tu forma de pensar y entender la vida ha cambiado completamente, pero tienes que afrontar las consecuencias de otro tú que ya no existe: el muy cabrón se ha largado y te ha dejado ahí con el marrón. 
Pero ahora que acabo de escribir esto, me doy cuenta de que en el fondo todo es una cuestión mental de cómo juzgamos las cosas, buenas o malas. En sí, una consecuencia no es ni lo uno, ni lo otro, sino que depende de cómo lo vivamos. Así que quizá mis consecuencias tal como las percibo y siento no sean tan malas como me parecen. Quizá deba intentar buscar los aspectos positivos de las mismas, pero sinceramente, es bastante difícil.
Y mientras, sigo recorriendo la senda.

domingo, mayo 05, 2013

Moonspell 2013


Hay grupos de estudio y grupos de directo. Sin duda alguna, Moonspell pertenecen a la segunda categoría. Tienen una técnica impecable y un sonido increíble. Guste o no su música, no se puede negar que son algo impresionante en un escenario, aunque sea tan pequeño como el de la sala Arena.

Tras la gira del año pasado donde revisaban sus primeros álbumes, este año llegaban con disco nuevo: Alpha Noir. Normalmente en una gira esto implica que el 80% del setlist estaría basado en este disco. Si no has escuchado este disco, como suele ser mi caso, esto puede ser un poco frustrante. Sin embargo, en esta ocasión el setlist de Moonspell ha estado muy bien equilibrado entre nuevas canciones (genial New Tears Eve) y oldies. A mí con que canten la triada Trebaruna, Ataegina y sobre todo Alma Mater, ya me han conquistado. Me faltó acaso Scorpion Flower, pero supongo que sólo la cantan cuando tienen a mano una vocalista femenina.

Mención especial también para los teloneros Insomnium. Parece ser que son más conocidos de lo que yo creía o en la sala tenían a todos sus seguidores de España. Hicieron un buen papel en el escenario. Incluso me ha gustado su música (coño, ¡que tienen 4 álbumes!). Me gustó también el gesto de las dos bandas saliendo a cerrar el concierto juntas. No sé cómo hicieron para entrar todas en el escenario.