Creé imágenes hermosas de amor y de futuro, pero esos sueños no son y parece que no serán. Su destino está abocado al Pozo de Minroud, donde se apilarán con otros sueños empolvados. Pero lejos de ser olvidadas, mis imágenes me son tan queridas, que he de envolverlas en un paño de amor para que nada pueda dañarlas, porque merecen ser salvadas para la eternidad. Quizás pueda rescatarlas para otra vida. Quizás su belleza duerma el sueño eterno.