He de admitir que ayer no vi la 55ª edición de Eurovisión. Como mucha gente que deseaba que llegara el buen tiempo, estaba en una terracita tomándome una cerveza. Pero llegué a las votaciones. También es verdad que he seguido poco esta edición. Por no saber, ni había escuchado la canción del representante español, hasta que el viernes la interpretaron en el karaoke. Así que seguramente no soy la mejor fuente sobre el concurso de anoche. A partir de aquí, arranca mi crónica.
Para mí la canción de Turquía era la mejor de todas. Pero en Europa se cansaron ya de tanto "metal" y se decidieron por la canción de Alemania. ¿Qué me parece? Pegadiza, sí, pero normalita, simplona. Y la cantante, además de ser bastante estúpida, es pésima en el escenario. Pero con 246 puntos, tenía que ganar Alemania. Y digo "tenía" porque sigue sorprendiéndome que en un concurso de 39 países con tanta diferencia cultural (que no diversidad) todos se pongan de acuerdo en votar lo mismo y tan malo. También me sorprende que el resultado varíe tanto de una edición a otra cuando parece existir una tendencia de voto tan marcada entre los países participantes, como radia el señor Ulibarri en su crónica. Todo esto suena a tongo del bueno. Pero en realidad ¿importa mucho?
En España desde luego poco. Es un festival al que prestamos poca atención, no sé bien si debido a que la campaña de RTVE no es suficientemente acertada, porque el festival resulta aburrido y repetitivo o porque hay pocas oportunidades de ganar frente a una cerveza fresquita en una noche de cuasi verano. Quizá debiéramos dejar de participar. Porque asumámoslo: no vamos a ganar nunca y tampoco queremos (que conste que no critico la canción española que, aunque de temática un poco ñoña, es casi decente). De paso nos quitamos de enmedio a un montón de chupones que viven a costa del festival; como el señor Ulibarri, que va de listillo en las votaciones y hace comentarios "interesantísimos" sobre la belleza de las presentadoras (recomiendo este enlace LOL); o como los tertulianos del debate posterior al festival (qué fuera de lugar Mariola Orellana), dejando en evidencia que nadie escucha y el gran complejo de inferioridad que tenemos los españoles frente a ciertos países europeos.
Para mí la canción de Turquía era la mejor de todas. Pero en Europa se cansaron ya de tanto "metal" y se decidieron por la canción de Alemania. ¿Qué me parece? Pegadiza, sí, pero normalita, simplona. Y la cantante, además de ser bastante estúpida, es pésima en el escenario. Pero con 246 puntos, tenía que ganar Alemania. Y digo "tenía" porque sigue sorprendiéndome que en un concurso de 39 países con tanta diferencia cultural (que no diversidad) todos se pongan de acuerdo en votar lo mismo y tan malo. También me sorprende que el resultado varíe tanto de una edición a otra cuando parece existir una tendencia de voto tan marcada entre los países participantes, como radia el señor Ulibarri en su crónica. Todo esto suena a tongo del bueno. Pero en realidad ¿importa mucho?
En España desde luego poco. Es un festival al que prestamos poca atención, no sé bien si debido a que la campaña de RTVE no es suficientemente acertada, porque el festival resulta aburrido y repetitivo o porque hay pocas oportunidades de ganar frente a una cerveza fresquita en una noche de cuasi verano. Quizá debiéramos dejar de participar. Porque asumámoslo: no vamos a ganar nunca y tampoco queremos (que conste que no critico la canción española que, aunque de temática un poco ñoña, es casi decente). De paso nos quitamos de enmedio a un montón de chupones que viven a costa del festival; como el señor Ulibarri, que va de listillo en las votaciones y hace comentarios "interesantísimos" sobre la belleza de las presentadoras (recomiendo este enlace LOL); o como los tertulianos del debate posterior al festival (qué fuera de lugar Mariola Orellana), dejando en evidencia que nadie escucha y el gran complejo de inferioridad que tenemos los españoles frente a ciertos países europeos.