No me puedo creer que hayan pasado tantas semanas desde mi último post.
Tengo el blog olvidadísimo y no será por cosas que pueda contar: varios meses tumultuosos, llenos de sinsabores y amarguras. Pero son cosas que no quiero compartir con nadie.
Ahora afronto el fnal del año, con varias cargas a mi espalda. La primera vence la próxima semana. Estoy deseando soltar ese lastre y poder salir a la superficie, como el ser monstruoso de la imagen. Al igual que él, saldré de ello pálida, enferma, vulnerable, sola. Sobreviviré, estoy segura. Pero me pregunto si no debería emprender un camino más radical. Lástima de tiempos.
1 comentario:
Pues ya seremos dos... Creo que nos merecemos algo mejor que esto, es decir, aspirar a algo más que sobrevivir: aunque intenten convencernos de que con los tiempos que corren eso debería bastarnos, pues no, no nos basta. Y si al emerger de esa especie de infierno salimos irreconocibles para nosotros mismos, entonces es que las cargas que nos han impuesto verdaderamente eran inhumanas. Aunque suene utópico, encontrar donde sea energía para luchar por recuperar nuestra libertad tiene que merecer la pena, seguro.
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