¿Qué es mejor para dormir: valeriana, triptófano o melatonina? Éste fue uno de los temas de discusión del desayuno en el trabajo hace unos meses. Los desayunos con Macu y Ales a veces son de lo más curioso.
Los tres son sustancias diferentes. La valeriana es una planta que actúa como un sedante, relajando el sistema nervioso y el cerebro. El triptófano es un aminoácido que hace que la glándula pineal segregue la melatonina. La melatonina es una hormona que se encarga entre otras cosas de regular nuestro “reloj biológico”, los ciclos de sueño. Y luego está la serotonina, que es un neurotransmisor producido por el triptófano, que induce la producción de melatonina, y que está relacionado con los estados de ánimo. Todos se pueden tomar como suplemento alimentario, de fácil acceso en los herbolarios.
Durante años he sido muy fan de la valeriana, pero también he probado el triptófano por recomendación de una dependienta del herbolario. El efecto es muy diferente. El triptófano siempre me ha causado sueños mucho más profundo, mientras que la valeriana simplemente me ha ha hecho sentir más calmada. Desde mi experiencia, el triptófano es mucho más adecuado que la valeriana para el sueño. El problema del triptófano (de cualquiera de estas sustancias) es que no conviene tomarlo regularmente, ya que inhibe que el cuerpo lo produzca naturalmente. El cuerpo es la cosa más vaga que existe en el mundo.
Pero estos días estoy de propuestas. Participar en una propuesta es algo agotador si estás coordinando, y más cuando tu jefe te la ha despachado sin más y descubres que la propuesta está hecha unos zorros. 20 socios, 15MEur, la casa por hacer. Una locura. Y hay que armar todo ello en 11 días (7 ya), sin poder descuidar del todo otras tareas que quedan aparcadas por prioridad. En época de propuestas, casi todo es prescindible, pero no todo. Así que estoy en plena maratón de trabajo con jornadas de 12 horas. Cuando llego a casa, si consigo tener la cabeza despejada (a veces hay demasiada basura), caigo dormida enseguida. Duermo casi de un tirón, pero no duermo profundamente, y se nota. Es por eso que este fin de semana decidí tomar un suplemento que me ayudara a dormir mejor. Por alguna extraña razón no escogí el triptófano, sino que recordé la discusión del desayuno, y me decanté por la melatonina, que nunca había probado.
La melatonina funciona, vaya si funciona. Con ella me pasa algo parecido como con la valeriana: su efecto es casi instantáneo, lo cual me lleva a pensar que hay un punto psicológico en todo esto.
Se supone que se toma media hora antes de acostarse, pero al cuarto de hora ya empiezo a encontrarme somnolienta. Y no hay nada que pueda hacer para frenar el proceso: voy cayendo suave, lenta, e irremediablemente en brazos de Morfeo. Y de ahí paso a un sueño profundo, con sueños extremadamente vívidos.
Esta noche, por ejemplo, he tenido un sueño genial. Estaba de excursión con Crisis y alguien más. Íbamos por un sendero que serpenteaba por un paisaje rocoso, lleno de verdor. A nuestra izquierda un precipicio, y al fondo un río. Un paisaje precioso. Un camino complicado, escarpado, pero igualmente bonito. A pesar de que el camino era estrecho, no sentía miedo de caer. Yo sólo quería seguir adelante, escalar, subir.
Al llegar a un risco, nos hemos detenido. En una roca a la izquierda había un murciélago gigante. Crisis y yo queríamos hacer una foto. He sacado el móvil con dificultad, intentando que el móvil no cayera, y que no siguiera yo con él. Cuando por fin tenía todo controlado, Crisis se interponía entre el murciélago y yo, y eso me fastidiaba porque no podía hacer la foto que quería. Pero entonces me he dado cuenta que detrás de mí había un búho real. Un búho que nos observaba con tranquilidad desde sus preciosos ojos dorados. El murciélago echaba a volar de repente, extendiendo sus enormes alas mientras se dejaba caer por el valle. El búho permanecía en su sitio, sin apartarnos la vista. Entonces he despertado.
Qué rabia. ¿Quién quiere despertar cuando se tienen sueños tan fantásticos?
He consultado en el libro de sueños. Ambos, búho y murciélago, representan malos augurios: son signos de tristeza. Me cuesta creerlo, me resisto a creerlo, porque mis emociones en el sueño no eran angustiosas, muy al contrario. Pero visto cómo me van las cosas últimamente, creo que estoy jodida. Pero cuando estás tan fastidiado también soportas más cualquier cosa que te viene. Estoy preparada.