sábado, abril 08, 2017

Life



Para intentar calmar el dolor que siento por la muerte de Teína llevo todo el día durmiendo. No me apetece hacer nada, y menos socializar. Seguramente esto va contra la ley de la atracción, pero mira, me da igual todo.
Pero esta tarde he pensado que podría intentar hacer algo diferente, una actividad individual, y me he ido al cine. He elegido "Life" porque quitando "Ghost in the Shell", que vi el otro día, no hay mucho en la cartelera que me apetezca. Desde luego lo que necesitaba era algo que entretuviese mis neuronas sin sobrecalentarlas mucho. Y para eso "Life" es perfecta.

"Life" es una película que mezcla la ciencia ficción con el suspense. Se basa en la historia de unos astronautas que orbitan en torno a Marte en una estación espacial internacional. Allí recogen unas muestras para investigar la vida en el planeta rojo. Y, como cabe esperar, no sólo descubren vida, sino que el experimento termina yéndose de las manos.

Sí, es todo lo previsible que cabe esperar. Se desarrolla como uno espera, y termina como uno espera. Recuerda mucho a Alien, pero con el bicho algo diferente: mitad pulpo, mitad cobra, muy ágil, muy inteligente, y resistente a la adversidad. Aunque el bicho, llamado Calvin, es realmente hostil, a ratos me parece adorable, como cuando sujeta una lámpara para no quedarse sin oxígeno.

La película viene a refrendar tres hechos: 
  1. Da igual lo preparado que estés, lo entrenado que estés, lo analítico que seas: en una situación incontrolada tu lógica se va a la mierda y reaccionas por instinto. Incluso cuando crees que estás actuando fríamente, tu control está completamente contaminado por las circunstancias, y tu sistema límbico es el que manda. Es decir, la lógica no te vale de mucho.
  2. La curiosidad del hombre es ilimitada y podemos avanzar mucho desde el punto de vista tecnológico. Pero seguimos pecando de soberbia al pensar que lo podemos controlar todo y que somos superiores a cualquier especie.
  3. Si algo puede salir mal, va a salir mal. Murphy es una de las grandes leyes universales.
Sobre los actores, a mí me ha encantado ver a Hiroyuki Sanada, al que conozco desde "Ringu" (The Ring) y que ha ido apareciendo en otras películas comerciales como "El último samurai" o "47 Ronin". Que salgan Ryan Reinolds o Jake Gyllenhaal, que se supone son los platos fuertes, me da tan igual...

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