Wien...

Estoy sentada en la habitación de mi hotel. Hace un rato regresé del Social Event y estoy haciendo la digestión antes de dormir. He comido tanto...La comida en Viena está buenísima: Tafelspitz, Wiener Schnitzel, Sachetorte, Apfelstrudel...Creo que he engordado un par de kilos incluso (horror!!!).

Debería estar currando un poco, que tengo mucho pendiente. Pero estoy cansada y desmotivada. Mañana es la última sesión de la reunión de consorcio y regreso a Madrid. Tengo unas ganas locas de volver. Aquí hace un frío que pela y la reunión es pesada. Mi móvil no me da servicio y parezco E.T en Austria: lejos de casa, sin teléfono y hablando swahili. Pero lo peor es la pérdida del sentido de la realidad: no sé en qué día vivo, ni en dónde me encuentro, ni si estoy soñando...

Y aquí estoy, escribiendo en mi abandonado blog. La maleta está lista.Y acabo de acordarme de que tengo gatas. Es lamentable.

Mañana tengo un par de horas mínimo para pasear por la ciudad antes de despegar. La gente de HP nos ha sugerido ir al centro con ellos. Parece que hay un tranvía para turistas que recorre los puntos más importantes del centro. No creo que pase por donde más me gustaría: la Krawinahaus. Sin duda, lo que más me ha gustado de Viena. Lo sé, estoy pesadísima con Hundertwasser, pero era algo que quería ver hace tiempo, desde que vi la foto en mi libro de texto. Me encanta. Es original, colorido, vibrante. Tendré oportunidad de volver a verlo: en marzo hay review (ooops)

La negra sombra de Haití

Mi primera aproximación a Haití fue a los 16 años. Entonces EEUU invadió el país y a alguien se le ocurrió la idea de que unos niñatos de bachiller fueran a la radio a hablar de un tema del cual, por supuesto, no teníamos ni idea. Mientras preparábamos las preguntas que formularíamos a los expertos, tuvimos que leer sobre el país y su historia. Y así supimos que Haití era un país paupérrimo con una historia luctuosa.

En realidad su único interés es su posición geográfica, tan próximo a Cuba. Por lo demás, sería lo que suele ser el resto de los días: un país para olvidar. Y así sería de no ser por los trágicos sucesos que todos conocemos a estas alturas: terremoto, anarquía, pillaje, desolación ¿se puede ser más desgraciado?

A todos nos gustaría poder ayudar. Pero ¿hasta cuándo nos durará la intención?
Lamentablemente Haití volverá a hundirse en la negra sombra que la cubre desde siempre.

Odio a los editores de Wikipedia

Es la segunda vez que me borran en Wikipedia mi artículo sobre mi proyecto. Aunque estoy estrenando mi actitud de “paso de todo”-“todo me parece bien”, he de decir que los editores de wikipedia son todos unos hijos de Satanás (y ahora que me baneen también los de blogger por uso de lenguaje peyorativo).
Motivos:

• Si la razón para eliminar el artículo es relacionado con el copyright, ¡coño, que soy la coordinadora! Creo que eso me habilita para publicar el contenido incluso aunque sea una aliteración.

• Me ha costado bastante editar el artículo. Es posible que tenga deficiencias, pero no me han dado la oportunidad de subsanarlas. Es más, estoy convencida (por mi experiencia anterior) que tampoco habría servido de nada.

Esto refuerza mi idea de que los editores de la wikipedia son similares (con todos mis respetos) a los camareros del Friday’s: hacen cualquier cosa por un pin (una banstar en este caso). Pero a diferencia de aquellos, creo que el sueldo no debe mejorar por el hecho de eliminar artículos. Lo que me lleva a pensar que o bien no tienen otro pito que hacer en su vida más que joder a los pobres autores de artículos. Hijo, se me ocurren mejores cosas en las que puedes emplear tu lúgubre existencia (aquí podéis adivinar la burrada que se me pasa por la cabeza pero que no quiero escribir). Porque mira que es lamentable que tu única motivación sea ganar estrellas virtuales que sólo te otorgan cierto reconocimiento en el vasto, imprescindible, interesante y utilísimo universo de los editores de wikipedia (de ahí a entrar en el “hall of fame” de la humanidad al lado de Marie Curie, sólo hay un paso).

Pues nada, ahí te pinches con tus estrellitas…

¿Volveré a intentarlo? Como soy pasivo-agresiva…

Christopher Lee: Carlomagno heavy

Esta noticia salió hace unas semanas en una conversación, pero hoy la he visto confirmada en el periódico: Christopher Lee va a sacar un album titulado "Carlomagno: por la espada y la cruz" que él describe como "metal sinfónico" (madre mía, qué entenderá este hombre por metal sinfónico).

Recuerdo haber escuchado su voz haciendo de Saruman en "El Señor de los Anillos" (impresionante ese "no dawn for men") y me parece una voz fuerte, grave y sonora. Eso no basta para que una persona sepa cantar, pero es un comienzo interesante. Cualquier año me lo encuentro en el W:O:A con la túnica del mago blanco, jajajaja.

Karaoke: uniendo generaciones

Anoche fui de karaoke. El primer karaoke del 2010. La verdad que no canté mucho porque cuando llegué era más tarde de lo normal y ya había demasiados turnos en curso. Tampoco es que lo lamente porque no tenía muchas ganas y además acababa de cenar y tenía toda la comida en el estómago, así que me sentía pesada.

Por lo tanto, me dediqué a la conversación. Pero al mismo tiempo atendía a la gente que salía al escenario. En estas que suena una de las canciones típicas del karaoke: "El Rey" y todo el mundo se pone a acompañar. Entonces me doy cuenta de una cosa: la canción es antigua de narices, pero todo el mundo la conoce independientemente de la edad y todos la compartimos y la disfrutamos. Es un momento de comunión intergeneracional.

Y pasa con muchas otras.

¿No es bonito?