martes, marzo 28, 2017

Sin noticias

El cerebro humano no está hecho para la incertidumbre, por eso nos cuesta tanto gestionarla. Tiene mucho que ver con la eficiencia energética: al no poder rutinizar una actividad y no poder optimizarla, el proceso requiere más consumo de recursos. Así que para compensar, cuando algo es incierto, tendemos a cerrar el proceso de una manera u otra.

Esperar noticias es similar a manejar la incertidumbre. Esperas, y esperas, y esperas...y las noticias no llegan. Entonces desesperas. La ausencia de noticias dispara toda clase de pensamientos indeseables, porque el cerebro también está diseñado para ponerse en el caso peor. Esto es una cuestión de biología de supervivencia. Así que no sólo tienes que lidiar con la incertidumbre, sino con el pensamiento obsesivo. Es bastante agotador y en ciertos momentos puedes llegar a auténticas quimeras.

¿Cómo te proteges de la locura cuando el germen está en tu interior? ¿Cómo mantienes la compostura en ausencia del bálsamo externo que todo lo aliviaría? Y mejor pregunta ¿hasta cuándo debe esperar uno noticias?

Pienso en esas mujeres cuyas parejas son declarados desaparecidos en guerra. O sin ir más lejos, cuando alguien querido se va sin dejar rastro. Actualmente se está acuñando un término llamado "ghosting", que es terminar con tu pareja sin dejar noticias (creo que a Charlize Theron la acusaron de esto en su relación con Sean Penn, aunque resultó ser falso). En todos estos casos, entiendo que el proceso es el mismo: la incertidumbre da paso a la desesperación, pero llega un momento en que necesitas avanzar y superar la situación.

¿De cuánto tiempo hablamos? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? No lo sé. Supongo que es inevitable, aunque siempre quedará esa espinita clavada, ese hecho inconcluso que es molesto e incómodo y que a la larga podría crear un quiste, como hace la piel con los cuerpos extraños que se le incrustan.

¿Por qué desaparece la gente sin dejar rastro? Si descartamos el daño intencionado, ¿es cobardía? En realidad, no tenemos por qué dar explicaciones a nadie, aunque quizás no somos conscientes del daño que causamos. Y ese daño tiene un impacto que se propaga en todas las áreas de nuestra vida, en todas nuestras relaciones presentes y futuras. La gente que cree en el karma debería tener esto presente. La que no...no sé. 

Supongo que no es tan importante. Según la teoría de hoponopono, en realidad tenemos que estar agradecidos a nuestros maestros verdugos por las lecciones que nos regalan. Pero se sufre mucho.

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