domingo, octubre 15, 2017

Hummm

Hay épocas que son para recibir. Seguramente estamos recibiendo continuamente, sin prestar demasiada atención, pero hoy sin duda estoy plenamente enfocada porque sí tengo esa percepción. Gracias, Universo por tus dones.

Entre las muchas cosas que he recibido este fin de semana, me quedo con un encuentro de almas. No es que el resto haya sido peor, es que este encuentro ha sido muy especial. Ese encuentro tiene nombre y se llama Hummm. Yo pensaba que se debía al famoso mantra (Om mani padme hum), pero la chica me sacó de mi error al explicarme que había recibido el nombre en una puya budista, lo cual me pareció interesantísimo. Rebautizarte suena a ritual de paso para emprender un nuevo camino. Me parece muy apropiado.

Lo más especial de este encuentro es que haya sucedido en el pueblo. Sinceramente aún me parece inverosímil haber encontrado a Hummm allí, donde son más mundanos (sin ofender). Es como haber encontrado una joya. Una joya que estaba destinada para mí. Desde el primer momento, sintonizamos. Fue como reconocer a alguien afín, a un igual. Alguien con quien hablar de cosas de las que nadie más en el pueblo sería capaz de hablar.

He de reconocer que yo también tuve el impulso de etiquetarla como "rarita". ¿Rarita? ¿Por qué juzgar a alguien que me cae tan bien desde el primer momento (cosa rara)? ¿Qué clase de creencias tengo instaladas en mi mente? No ayudó tampoco saber que tiene una serie de problemas en su vida, de los que no quise saber nada, porque no soy cotilla. O quizás no quise complicarme. Sí me pareció que Hummm ha debido de tener una vida difícil, modesta, de escasos recursos. Esto me ayudó a dar gracias por mi vida, sin ser rica, acomodada, holgada. Pensé entonces si no seríamos un espejo la una para la otra: ella para ayudarme a recordar lo afortunada que soy por mi vida acomodada, y ella para ver que otra vida es posible.

Sea como sea, esta mañana he encontrado un sobre en la entrada de casa cuyo remitente era Hummm. Era una tarjeta agradeciéndonos a mi madre y a mí nuestro tiempo, nuestra hospitalidad, y deseándonos lo mejor. Me ha parecido un gesto precioso porque no es fácil encontrar una tarjeta y traerla. Es mucha molestia. Me siento emocionada por este gesto.

Tardaré en coincidir con Hummm, si vuelvo a hacerlo. Es improbable. Yo voy poco al pueblo, y ella no vendrá mientras su hermano esté allí. Quizás tenía que ser así: un momento efímero pero significativo. ¿Puedo decir que Hummm ha sido importante en mi vida? Puede que no como una hermana, o un amor, pero sí lo suficiente para sentir la sincronía del Universo, para experimentar un encuentro de almas. Me parece hermoso y es más que suficiente. 

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