Al igual que la venganza, la justicia divina se sirve en plato frío. Sin embargo, creo que no produce la misma satisfacción. Si tuviéramos que hacer un símil, diría que la justicia divina es un postre light, que por definición, no es lo más sabroso del mundo (salvo los Vitalínea de chocolate o los desnatados de CLA). Me parece que la satisfacción tiene que ver con la participación: en la venganza uno está involucrado. Sin embargo, no hay que desmerecer a la justicia divina: gracias a Dios (nunca mejor dicho), el tiempo pone todo en su sitio antes o después. Creo que ya he usado esta frase con anterioridad: "los molinos de Dios muelen despacio, pero muelen fino". En el caso de mi "querido" cóndor (creo que debo pedir disculpas a estos animales por usar su nombre para referirme a semejante tipejo) aún queda por moler, pero ya están en marcha.
Paradójicamente, no me alegro tanto como pensaba. En el fondo, soy una buenaza. Y así me va.
Paradójicamente, no me alegro tanto como pensaba. En el fondo, soy una buenaza. Y así me va.