viernes, septiembre 07, 2007

Como en una película de miedo

Una de mis virtudes es también mi maldición: sé escuchar a la gente (o eso creo). A veces me sucede que la gente viene a mi lado y espontáneamente me cuenta su vida. Yo no sé imponerme y negarles mi atención, aunque a veces no tenga ninguna gana de escuchar sus cosas, porque me da pena. Por eso, cuando ayer la "loca" de mi bloque llamó a casa, escuché todos sus problemas pacientemente durante toda la mañana. De no haber sido por mis padres, que llegaron a rescatarme, se habría tirado conmigo todo el día.

La cosa habría quedado ahí, si no fuera porque a las 0:00 de la noche llamaron al timbre de la puerta. Estaba tan cansada que ni siquiera me levanté de la cama para comprobar quién era. Imagino que sería ella, porque es una conducta típica suya: ir por las casas de los vecinos para que alguien la escuche. Pensé que al no recibir respuesta, se iría a su casa. Pero no contenta con ello, bajó al portal y llamó al telefonillo. Después volvió a llamar a la puerta y otra vez al telefonillo. Creo que también intentó lo mismo en alguna otra casa, pero sin resultado.

Esta mañana, veníamos de andar mi madre y yo, cuando nos la encontramos en el rellano saliendo de casa. Yo me he metido en casa de mis padres para que no me siguiera a la mía. Cuando pensaba que se habría marchado, he salido, y allí seguía,parada en su hueco, a oscuras, ¿esperando? Me he ido corriendo para mi casa, temiendo que llamase a la puerta. No iba a abrirla si llamaba, pero puede ser tan insistente. Lo paso mal esperando a que se canse y se vaya. Antes podía ignorarla, pero ahora formo parte de su lista de vecinos a los que acudir. De hecho, como mis ventanas y las suyas dan al patio interior, sabe si estoy o no. Hoy, he pasado todo el día en la cocina para no dar la luz del dormitorio pequeño.

Peor aún, ahora no me siento nada segura transitando por el bloque, por temor a encontrarla. En unos días todo volverá a la calma, pero es impredecible el momento en que vuelva a "atacar".

Ciertamente, la pobre me da pena porque está muy alterada y muy desesperada. En todo lo que cuenta, los problemas de siempre con sus padres, parte de razón tiene, estoy segura y puedo entender que se sienta desamparada. Algun día en esa casa pasará alguna desgracia y será una pena, pero peor será que nos pase a los demás por culpa de que ellos no toman medidas para solucionar la situación. ¿Qué culpa tenemos los vecinos?

Da miedo sólo de pensarlo.


1 comentario:

Crisis@Madrid dijo...

La verdad es que sí que da miedo, porque ¿te imaginas que un día se le va la pinza definitivamente y sale con un cuchillo al rellano?

También creo que un día de estos va a pasar una desgracia en esa casa y siendo egoístas si tiene que pasar mejor será que pase de puertas para adentro.

Ójala encontrase una casa propia a la que irse (para mí en el fondo tampoco quiere salir de esa situación porque es más cómoda al estar acostumbrada a ella), pero me da que va a ser harto difícil.

Puchi, no abras la puerta y no estés pendiente de si va o viene. No abras la puerta y punto (es fácil decirlo desde la distancia, pero es que la verdad es que creo que la chica puede llegar a ser muy violenta por momentos)

Besotes,
KIKI