lunes, mayo 05, 2008

Puente de Mayo

Necesitaba tomarme unas vacaciones. ¡Deseado puente de mayo! Cuatro días en Jarque que se me han hecho tan cortos...

En mi vida ha habido momentos en los que he despreciado la vida rural. Ahora, en cambio, envidio su ritmo pausado, su tranquilidad y su filosofía. La felicidad parece residir en las cosas sencillas y naturales. ¿Quién quiere una PDA último modelo cuando se puede estar sentado en la cabaña viendo correr el agua de la fuente?

Me senté junto al río Aranda y miré alrededor. Pude sentir el frescor del viento previo a la tormenta, el murmullo del agua en su camino hacia el Jalón, el sonido alegre de los pájaros de la chopera, el esplendor del campo en Beltane. Aquello era paz y nada más importaba que ese instante.

2 comentarios:

Crisis@Madrid dijo...

¡Oa!

Te ha faltado comentar que cual Hobbit, disfrutaste del río metiendo tus pececitos en su fresco caudal.

Eso sí, los peces y topillos fueron tímidos y no se mostraron ante esas domingueras vestidas de campestres. Al menos los tábanos tampoco aparecieron y no te dejaron sus ronchones tras las picaduras.

Fue una buena tarde en la que recordamos parte de nuestra infancia cuando íbamos a tomar "rancho" al Barranco del Tuerto (quien sería el tal "tuerto")

Cuando quieras repetimos, pero ¿no te gustaría atravesar la montaña para ir a Calatayud? Según parece sólo son 15km de travesía (en coche son 60). Si no te apetece andar tanto, siempre nos queda ir a visitar la cueva de Ludón

Besotes,
KIKI

Morrigan dijo...

Lo de Hobbit mejor dilo por lo muchísimo que comimos ese puente.
No sé cómo hemos sobrevivido a tanto colesterol!

Lo de los 15km serán poco para ti. Yo soy vieja para esas caminatas :-P
Pero sí me gustaría subir a la montaña que hay tras el castillo porque creo que no hemos subido nunca allí. Y no estaría mal volver al Moncayo.