lunes, diciembre 01, 2008

Tomando aire

La rutina es tan exigente que se convierte en el centro de tu vida, se convierte en una obsesión. Como tal te envuelve en una espiral de la cual es difícil salir. Pero afortunadamente hay momentos en que uno logra desconectar y descubrir que hay más cosas en nuestro mundo que la pequeña vista que muestra la rutina: más lugares, más personas, más actividades, más sensaciones.

Tres días pueden constituir un pequeño balón de oxígeno antes de volver a sumergir la cabeza en el Maelstrom.

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