Maruja Torres no es mi periodista favorita. Sin embargo en el EPS de este pasado domingo publicaba un bonito artículo en su sección titulado "Los abrazos no dados". En él se habla de la pérdida del abrazo como elemento de comunicación entre las personas, como elemento conductor de un sentimiento casi denostado, como es la ternura. Asimismo, elogiaba a aquellos torpes sociales (¿fóbicos sociales?) que prueban a abrazar, como una especie de entrenamiento diario y lucha personal (esto le encantaría a Lola).
Como digo, es un texto bonito, pero creo que le falta contexto: no se puede ir abrazando a todo el mundo. Primero porque no todo el mundo quiere ser abrazado. Segundo porque no todo el mundo merece ser abrazado. Tercero porque puede es inconveniente según la situación y las personas involucradas. El abrazo es un gesto demasiado íntimo para ser gratuito. El abrazo requiere de un recorrido mínimo por ambas partes de trato y confianza.
O tal vez no. Ahí tenemos iniciativas como "Abrazos gratis", que me parece bonita por el gesto de liberación y generosidad que supone. Un abrazo desconocido puede darnos el consuelo y el calor humano que necesitamos. (como aquellos que se chocan con la gente por la calle simplemente para sentir a otros). Alguna vez me he sentido tentada a participar, pero siempre me he refrenado. Diría que sólo es cuestión de lanzarse. Pero el momento debo decidir yo: el abrazo inesperado podría crisparme.
Como digo, es un texto bonito, pero creo que le falta contexto: no se puede ir abrazando a todo el mundo. Primero porque no todo el mundo quiere ser abrazado. Segundo porque no todo el mundo merece ser abrazado. Tercero porque puede es inconveniente según la situación y las personas involucradas. El abrazo es un gesto demasiado íntimo para ser gratuito. El abrazo requiere de un recorrido mínimo por ambas partes de trato y confianza.
O tal vez no. Ahí tenemos iniciativas como "Abrazos gratis", que me parece bonita por el gesto de liberación y generosidad que supone. Un abrazo desconocido puede darnos el consuelo y el calor humano que necesitamos. (como aquellos que se chocan con la gente por la calle simplemente para sentir a otros). Alguna vez me he sentido tentada a participar, pero siempre me he refrenado. Diría que sólo es cuestión de lanzarse. Pero el momento debo decidir yo: el abrazo inesperado podría crisparme.
2 comentarios:
El dar abrazos es una acción muy personal. Personalmente yo prefiero dar abrazos a besos y para mí es mucho más íntimo. Por eso no se dan a cualquiera ni en cualquier momento.
Muchas veces un abrazo en un momento no esperado es mucho más gratificante para la persona que lo recibe que otro tipo de halago, gesto o palabra.
Porque a través de un abrazo se puede transmitir no sólo el calor corporal, sino también la comprensión hacia el sentimiento del otro en ese momento.
Porque a través de un abrazo se puede transmitir todo aquello que no se pueden transmitir a través de palabras.
Es la fuerza del contacto. Yo prefiero los abrazos, porque me hacen sentir que no estoy tan sola en este mundo.
Así que ya sabes, si ves que te abrazo... te estoy expresando mi amor por ti XD
Lo mismo les digo yo a las gatas :-P
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