Nota mental: la próxima vez en verano. Es cierto que el tiempo podría haber sido bastante peor (lluvia incesante, viento), pero el frío ha sido bastante duro, especialmente la noche del lunes. Casi me ha recordado los viejos tiempos en el pueblo, cuando sólo teníamos una estufa en el salón que no calentaba las habitaciones, y las frías sábanas de las camas al acostarse. Pero quitando el tiempo y los transportes terribles, todo el viaje ha sido estupendo.
A esto hay que agraceder la gran hospitalidad de Ame y James, a pesar de que nos "secuestraran" un fin de semana entero en el lluvioso sur de Gales para una cena de Navidad familiar (¡he probado el tradicional roastbeef y he dormido con un cachorrote de pitbull!).
Pero me centraré en Londres. Aunque de tanto viaje este año pareciera como si hubiera perdido parte de su encanto, Londres sigue siendo una ciudad increíble. Su mezcla gótico-industrial le da una atmósfera única que te hace imaginar tanto a Drácula (con permiso de Jack the Ripper) como a un Dick van Dyke bailando por los tejados de la ciudad. Londres es enorme y anónima. Y lo mejor: tiene de todo en grandes cantidades. Una muestra: la tienda "Forbidden Planet", que contiene sómedio sótano de estanterías repletas de libros de ciencia ficción y fantasía; por no hablar de la infinita sección de Manga. Dan ganas de llorar de emoción.
Pero mi zona siguen siendo los alrededores de Covent Garden y sus pequeñas tiendas de escaparates de colores, como "The Astrology Shop", donde se puede encontrar una gran variedad de libros y material de astrología, tarot, runas, gemas y demás mercadería asociada. A diferencia de las tiendas de Madrid, el tránsito de visitantes es continuo y en ningún momento te sientes como si fueras un bicho raro.
Otro punto fuerte son los pubs, con esa decoración tan acogedora que incita al encuentro y a la tertulia tras el trabajo, con sus variedades locales de cerveza, como la Doom Bar.
Además me gusta su mercado laboral: parece que hay mucha oferta, tienen un buen salario (parece que mejor si vas en plan IT freelance) y no se matan trabajando (increíble el horario de James). Eso lo convierte en un destino atractivo. Quizá debiera plantearme la posibilidad de marcharme allí, aunque me escama que todo parezca tan "idílico". De todas formas, para eso, tendría que encontrar algo que se ajustara a mí, y eso no me parece tan fácil. Tampoco tengo por qué pensarlo ahora que estoy de vacaciones, o tal vez sí.
A esto hay que agraceder la gran hospitalidad de Ame y James, a pesar de que nos "secuestraran" un fin de semana entero en el lluvioso sur de Gales para una cena de Navidad familiar (¡he probado el tradicional roastbeef y he dormido con un cachorrote de pitbull!).
Pero me centraré en Londres. Aunque de tanto viaje este año pareciera como si hubiera perdido parte de su encanto, Londres sigue siendo una ciudad increíble. Su mezcla gótico-industrial le da una atmósfera única que te hace imaginar tanto a Drácula (con permiso de Jack the Ripper) como a un Dick van Dyke bailando por los tejados de la ciudad. Londres es enorme y anónima. Y lo mejor: tiene de todo en grandes cantidades. Una muestra: la tienda "Forbidden Planet", que contiene sómedio sótano de estanterías repletas de libros de ciencia ficción y fantasía; por no hablar de la infinita sección de Manga. Dan ganas de llorar de emoción.
Pero mi zona siguen siendo los alrededores de Covent Garden y sus pequeñas tiendas de escaparates de colores, como "The Astrology Shop", donde se puede encontrar una gran variedad de libros y material de astrología, tarot, runas, gemas y demás mercadería asociada. A diferencia de las tiendas de Madrid, el tránsito de visitantes es continuo y en ningún momento te sientes como si fueras un bicho raro.
Otro punto fuerte son los pubs, con esa decoración tan acogedora que incita al encuentro y a la tertulia tras el trabajo, con sus variedades locales de cerveza, como la Doom Bar.
Además me gusta su mercado laboral: parece que hay mucha oferta, tienen un buen salario (parece que mejor si vas en plan IT freelance) y no se matan trabajando (increíble el horario de James). Eso lo convierte en un destino atractivo. Quizá debiera plantearme la posibilidad de marcharme allí, aunque me escama que todo parezca tan "idílico". De todas formas, para eso, tendría que encontrar algo que se ajustara a mí, y eso no me parece tan fácil. Tampoco tengo por qué pensarlo ahora que estoy de vacaciones, o tal vez sí.
1 comentario:
Lo cierto es que si que es raro que todo parezca tan idílico, aunque a lo mejor no se trata de ver lo idílico de allí sino lo estúpido de aquí. Cada vez entiendo menos esta cultura española de que el trabajador pertenece a su empresa durante todo el día y no le deja tiempo libre fuera del trabajo. Personalmente prefiero entrar a las 8.30 y madrugar si eso me permite salir a las 17.30 y tener vida depsués del trabajo. Pero no, aquí en España parece que hay que estar pensando en el trabajo desde que te levantas hasta que sales a las mil de la oficina, sin importar el desgaste que eso produce. Luego pasa lo que pasa, escasa productividad, irritabilidad, mal ambiente y sueldos de mierda. Flipo que ocn todo lo caro que es el Reino Unido allí una persona sea capaz de mantener una vivienda, mientras que aquí necesitamos de dos personas o un sueldo alto.
en fin Elsa, a lo mejor no es mala idea probar; no conozco del todo el ámbito laboral en el que te mueves, pero me da la sensación de que te permite más la movilidad, así que no pierdes nada por probar. Si te sale rana el experimento siempre te podrás volver... evidentemente tengo que soltarte el topicazo: arrepientete de lo hecho, no de lo que dejaste por hacer.
Un besazo
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