domingo, diciembre 05, 2010

Düsseldorf, la esperanza de volver a casa.

Me temo que este post va a ser un conglomerado de ideas y de relatos sin demasiada conexión entre ellos. Ahora mismo me encuentro en el lobby de mi hotel en Düsseldorf pasando el resto de la tarde. Acabo de sacar la tarjeta de embarque para mi vuelo de mañana, pero creo que debería visitar una capilla para rezar a los santos para que me saquen de aquí. En teoría la situación aérea en España se está normalizando (no tengo más noticias de mi compañera, lo que es buena señal), pero nunca se sabe. Yo soy un poco paranoica y me pongo siempre en el peor de caso. Tanto es así que tengo una alternativa en tren para regresar a Madrid en caso de encontrar problemas mañana.

Lo de la huelga ha sido un poco schock, sobre todo porque ha coincidido con la tarde del viernes en la que ya no tenía más información que no fuera las llamadas telefónicas de mi familia. Si acaso algún pequeño comentario en la televisión alemana, obviamente más preocupada por la situación de los 14K veraneantes que dicen estar tirados en España. La verdad que hay cosas que no entiendo bien de esta huelga, pero no puedo sentir pena por los controladores en modo alguno.

Por culpa de ellos me he quedado sola en Düsseldorf. En otra ocasión me habría importado menos. Pero esta vez necesitaba compañía y mimitos. Más con el tiempo de mierda que ha hecho todo el fin de semana: un frío terrible (sobre los -10ºC) y nieve en abundancia. Un calco absoluto de toda la semana en Essen, con la diferencia de que allí estábamos prácticamente todo el día a cubierto, bien aprovisionados de comida por la gente de ITO. En Düsseldorf ha sido necesario recurrir al Glühwein (lo que habré bebido en toda la semana) y al cine (dos pelis). Y gracias a Dios mi compañera decidió pasar el día conmigo, si no habría estado más mustia que su planta de la oficina.

Por lo demás, Düsseldorf es una ciudad que está muy bien para el verano. No es fea y la zona del puerto es prometedora, con unos edificios geniales de Ghery. El Rhein (pedazo río) queda a un lado y a la otra orilla hay unas casas que tienen pinta de ser preciosa. Pero con tanta nieve y tanta lluvia es complicado poder disfrutar. Las fotos han salido horribles.

En Essen igual. Essen es una ciudad más obrera, perteneciente a la región del Ruhr, muy vinculada al carbón. Es fea, sí, pero este año es la capital europea de la cultura. ¿Por qué? Aparentemente no parece que tenga muchas cosas, pero después de la visita guiada a su catedral (origen de la ciudad) y ver los tesoros que tienen allí guardados, las cosas cambian. Por otro lado, cerca de Essen está la ciudad de Bochum, que tiene el mayor museo minero de Europa. Lo que han hecho es una reproducción de una mina de carbón (como la Zollverein de Essen) que la gente pudiera visitar. Es algo impresionante. Como lo que vi en el Deutsches Museum de München pero a lo bestia. Es digno de visitar. Pero insisto: en verano.

Estas visitas culturales es lo mejor de la semana pasada, junto con la noche que pasamos en la bolera. La verdad que la gente de ITO se ha currado la General Assembly. Son amabilísimos y encantadores. A ratos, no parecen alemanes. Los otros, pues, siguen sin hablarme en alemán y con su necesidad de resaltar lo bueno que es todo lo alemán. Por lo demás son majetes. Creo que hasta los echaré de menos cuando este termine, aunque no por mucho tiempo.

Creo que me voy a subir a duchar y a cenar. Madrid, te espero.

1 comentario:

Crisis@Madrid dijo...

Jo, me hubiese encantado ver las casas de la foto que has puesto.
Me hubiese gustado haber podido darte esos mimitos que necesitabas. Porque aunque yo también me he quedado tirada solita, estaba en mi casa, con mi Pipillo. Y un poco más arriba mis sobrinicas y mis padres.
Yo me he aburrido como una ostra (y no he podido desenchufar) pero entiendo perfectamente cómo te has podido sentir allí solita.
Mañana te veo wapa, ¡¡que ya vienes!!
Bss,
KIKI