viernes, diciembre 30, 2011

Bye bye 2011

El año 2011 se va acabando. Me da pena porque ha sido un año intenso e interesante. Me atrevería a decir que hasta bueno. Así que no tengo mucha prisa porque entre el 2012 con sus inquietantes pronósticos.
La nota más amarga de este año es quizá la agonía innecesaria de Basi en su enfermedad. Estoy esperando que en cualquier momento suene el teléfono comunicándome su muerte. Ella sigue increíblemente aferrada a la vida, aunque ya no como antes, no con la misma fuerza. Pero ¿cómo va a ser cuando sólo el 10% de sus órganos vitales están activos? Se me hace raro pensar en celebrar la Nochevieja mientras ella y su familia la pasan en el hospital. Me recuerda, salvando las diferencias, a aquél día de Nochevieja que pasamos en el hospital esperando la mejoría de mi padre. Salvo que las perspectivas entonces eran (y fueron) más halagüeñas. De aquello hace ya mucho tiempo.

Volviendo al tema central del post, me gustaría hacer balance del 2011 en diferentes áreas de mi vida. Si hay algo que ha caracterizado este año han sido los viajes. En el plano personal destacaría la estancia que Crisis y yo tuvimos en Helgoland en verano viendo las focas. Me encantó la experiencia de tumbarme en la playa a tomar el sol, tan cerca de esos bichitos adorables. En el plano profesional me gustaría resaltar mi viaje a Thessaloniki, mi primera visita a Grecia. Fue tan relajado, tan despreocupado, tan interesante. En contraposición, diría que el último viaje del año a Bruselas fue el peor de todos, debido a que tuve que ir a la review de mi proyecto. Fueron días muy estresantes, de mucho trabajo y de resultado desigual.

Otro aspecto destacable de este año ha sido que este año he estado más activa físicamente. La pereza no me la quita nadie, pero a cambio he conseguido ir regularmente al gimnasio. Adelgazar ni un gramo, pero no era el objetivo. El objetivo era adquirir resistencia y aunque no soy capaz aún de aguantar 5km corriendo seguidos (correr no está hecho para mí), sí noto que tengo más aguante en general. La prueba fue la mencionada review de Bruselas (y los preparativos previos) donde la forma física me ayudó muchísimo a soportar los momentos de máxima tensión.

Además del gimnasio, sigo yendo a clase de salsa y a comienzos de año me apunté a clase de patinaje. Estas son mis aficiones del fin de semana. Aficiones que me obligan a salir de casa y a ser un poco menos un coach potato. Ambas me encantan. En patinaje he progresado mucho este año: ya patino hacia atrás con cierta solturilla y he conseguido que me salga el 3, pero tengo que mejorar los cruzados. Mi mayor freno aquí es el miedo a caerme y a hacerme daño. Hace un mes me di un rodillazo contra el hielo y tuve la rodilla muy fastidiada. No fue agradable y desde entonces me da un poco de reparo hacer ángeles. Pero ya estoy recuperada y quiero seguir avanzando.

Películas he visto pocas este año y no sé si alguna es suficientemente destacable. Conciertos en cambio…¡menudo fin de año! A la espera del concierto de Marea de esta misma noche (el último del año) y habiéndome perdido los de Amon Amarth y (sobre todo) Machine Head, me quedo con los de Dark Tranquility y Moonspell. Y con el Wacken, claro está, pero esto casi es ya una commodity.

En cuanto a libros, tengo dificultades para elegir entre estos dos que me gustaron mucho: “Si decido quedarme” o “Blanca como la nieve,roja como la sangre”. Además, estoy contenta de haber conseguido terminar unoen alemán para variar. 

Laboralmente ha sido un año muy intenso también. Además de la review de Bruselas, tuve otra en junio en Suiza, pero aquí mi participación y mi responsabilidad eran bastante menores; el riesgo también era menor. La mayor parte de mi tiempo la sigo dedicando a un proyecto grande con un consorcio un poco especial que me ha generado algunos problemas a lo largo de todo el año, muy especialmente a finales del mes pasado. Pero puede que las cosas cambien el próximo año. Ya veremos. De momento, en previsión hay un viaje muy especial del que hablaré en otro momento, pero que me hace mucha ilusión (aunque también me asusta un poco).

Termino aquí para no alargar más el post. Dicen que 2012 va a ser un año complicado, pero quiero creer que también traerá cosas buenas e interesantes (ojo a los interesantes fenómenos astronómicos). Feliz Año 2012.



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