Resulta complicado escribir un post con una sola mano, pero es lo que hay tras haberme fracturado el radio hace dos días en clase de patinaje. Es el colofón a un año que me resulta nefasto y que deseo que finalice de una vez por todas. Sin embargo, este año tambiñen ha tenido momentos buenos, que son los únicos que quiero recordar en este post:
- El comienzo del año sobre la Bola del Mundo.
- El viaje a Tokio.
- El fin de semana en Rennes, incluyendo la visita al monte Sant Michel.
- Las pintas de cerveza junto al canal en Buckinhamshire.
- El baño en las pozas del Cambrones
- El baño en la fuente del Canastillo en La Granja y el paseo matutino por la Horizontal.
- El dueto con Isabel.
- El concierto de Metallica en el Sonisphere.
- El baño en el mar Cantábrico en Rupuente.
- Los desayunos en la posada de los cautivos.
- La belleza y delicadeza de las agujas de la cueva de El Soplao.
- Llegar por fin al faro de Westerhever.
- El concierto de Machine Head en el W:O:A.
- El fin de semana en París con mi madre.
- La cena con Rodri en Lisboa escuchando fado.
- El viaje a Nueva York.
- El musical de Wicked.
- El retrato-frase de María.
- La bufanda de Ozzy.
- El tobogán de la Ciudad Encantada.
- Hacer el salto del 3.
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