Este domingo comienza el nuevo año chino: el año del perro de fuego.
Y cuando las dichosas escuelas de Feng Shui se pongan de acuerdo, podré analizar las características de este año como dios manda. Al menos el perro parece favorable a los nacidos en los años del conejo.
Pues nada, a disfrutar.
Feliz 4704.
viernes, enero 27, 2006
jueves, enero 26, 2006
¡Qué mono es!
El la edición de ayer de El País venía un artículo curioso que decía que los humanos poseemos una sensibilidad aguda ante los rasgos que recuerdan a un bebé. Según el estudio, tenemos un criterio bastante permisivo y que cualquier cosa que nos recuerde a un bebé o parte de él nos parecerá mono. Las características básicas para que algo sea mono serían: unos ojos brillantes, orientados al frente y situados a baja altura en una gran cara ovalada, unas voluminosas orejas redondas, unas extremidades blandas y un balanceo de lado a lado al andar, entre muchos otros. Y se prefiere lo redondeado en lugar de lo escultural, lo suave en lugar de lo refinado, lo torpe en lugar de lo rápido. Cuanto mayor sea el número de rasgos monos que posea un animal u objeto mayor será la reacción.
Según esas descripciones ¡soy monísima! Y esto me trae a la mente al señor Manu Arenas, que decía que yo tenía cara de cachorro por mis ojos grandes. Según su teoría (y hay que tomarla con cuidado procediendo de él),los ojos grandes llaman más la atención. Por eso bebés nacen con ojos grandes, para captar la atención de sus madres. Después, según crecemos, nuestros ojos van adecuándose al tamaño de la cara y perdiendo importancia. ¿Eso es cierto? Pues no lo sé. Pero es cierto que mis ojos han llamado siempre la atención de la gente.
De todas maneras, la monería, como todo, es subjetivo. A mí me encantan los bulldogs, me parecen monísimos. Y sin embargo Diego los considera unos engendros del infierno por feos. De hecho estoy segura que los hombres que tienen bulldogs no los compran por monos, sino por fieros ¿Se diría que hombres y mujeres tenemos una concepción diferente de lo que es mono?
En el estudio no se indica, pero estoy segura de que sí. De hecho (sin pretender ser feminista) la supervivencia del bebé está más ligada a la madre que al padre, por lo que el bebé debe captar más su atención y la madre debe estar biológicamente más sensibilizada a los rasgos del bebé. Y si no tenemos el claro ejemplo de los peluches. Una mujer ve un peluche y se lanza a achucharlo y a acariciarlo; un hombre jamás haría eso, aunque me pregunto si no sienten también esa pulsión y la reprimen.
http://www.elpais.es/articulo/elpfutpor/20060125elpepifut_1/Tes/%A1Qu%E9%20mono%20es%21
lunes, enero 23, 2006
El Gematriculator
No puedo resistirme a meter una segunda entrada en este día. La razón es una página web muy curiosa: http://homokaasu.org/gematriculator/
El gematriculator determina la influencia divina en un texto o en una página web, utilizando para ello los conocimientos de la Gematría. La Gematría parece ser un método cabalístico que asigna un valor numérico a cada caracter (letra en este caso) y permite encontrar relaciones entre palabras que compartan el mismo valor numérico.
Según el gematriculator mi página web tiene un 80% de influencia divina. El primer párrafo de la entrada anterior tiene un 70% de influencia divina. Intrigada por los resultados he introducido otras frases: "Fuck god" tiene un 99%; "Satan rules" tiene un 67%; "God sucks" tiene un 50%. En español la frase "satán es el puto amo" tiene un 88%. En conclusión, todo esto viene a indicar que el gematriculator no atiende al contenido del texto.
Más curiosidades. Las palabras "dios", "god" y "gott", que hacen referencia al mismo término en distintos idiomas, tienen un 50%. Las palabras "satan" y "belcebú" tienen un 50%. Pero "diablo" y "devil" tienen un 99%, no así "teufel" que tiene un 50%. "Leviatán" y "lucifer" también tienen un 99%. Y sin embargo "lilith", el demonio femenino, tiene un 1%.
Se me ocurren muchos más experimentos, pero antes debería conocer un poco el funcionamiento de la gematría para saber qué estoy obteniendo. Es un tema muy curioso del que me gustaría leer más cuando tenga algo de tiempo, cosa que no veo muy probable en el corto plazo. Pero lo anoto.
El gematriculator determina la influencia divina en un texto o en una página web, utilizando para ello los conocimientos de la Gematría. La Gematría parece ser un método cabalístico que asigna un valor numérico a cada caracter (letra en este caso) y permite encontrar relaciones entre palabras que compartan el mismo valor numérico.
Según el gematriculator mi página web tiene un 80% de influencia divina. El primer párrafo de la entrada anterior tiene un 70% de influencia divina. Intrigada por los resultados he introducido otras frases: "Fuck god" tiene un 99%; "Satan rules" tiene un 67%; "God sucks" tiene un 50%. En español la frase "satán es el puto amo" tiene un 88%. En conclusión, todo esto viene a indicar que el gematriculator no atiende al contenido del texto.
Más curiosidades. Las palabras "dios", "god" y "gott", que hacen referencia al mismo término en distintos idiomas, tienen un 50%. Las palabras "satan" y "belcebú" tienen un 50%. Pero "diablo" y "devil" tienen un 99%, no así "teufel" que tiene un 50%. "Leviatán" y "lucifer" también tienen un 99%. Y sin embargo "lilith", el demonio femenino, tiene un 1%.
Se me ocurren muchos más experimentos, pero antes debería conocer un poco el funcionamiento de la gematría para saber qué estoy obteniendo. Es un tema muy curioso del que me gustaría leer más cuando tenga algo de tiempo, cosa que no veo muy probable en el corto plazo. Pero lo anoto.
El triunfo de la luz
Para los que hemos morado en tinieblas la luz es un regalo precioso al que no queremos renunciar. Pero resulta difícil resistirse a la oscuridad y a su poderosa atracción que trata de mantenernos en su lado. Es necesario luchar cada día con fuerza para mantenerse firme y no dejarse arrastrar. Es muy difícil y agotador, pero merece la pena, porque vivir un momento de felicidad, aunque sea efímero, es un triunfo eterno que recordaremos cada vez que la sombra cubra nuestra alma.
Muchas veces me pregunto cómo llegué a esto. De pequeña me recuerdan como alegría pura. ¿Cuándo cambié? ¿Qué me cambió? ¿Cómo no me percaté de ello? La oscuridad es atractiva, mucho, pero esconde un veneno ponzoñoso en su interior: la esclavitud y la destrucción. Pero nunca es tarde para volverse hacia la luz. A ser positivo también se aprende. Todo es cuestión de práctica. Al final, reeducando nuestra mente, nos cambiamos a nosotros y nuestra realidad. Ese es mi poder y mi libertad. Lleva tiempo y esfuerzo, pero ¿no es mejor intentarlo y fracasar que compadecerse pusilánimemente?
Muchas veces me pregunto cómo llegué a esto. De pequeña me recuerdan como alegría pura. ¿Cuándo cambié? ¿Qué me cambió? ¿Cómo no me percaté de ello? La oscuridad es atractiva, mucho, pero esconde un veneno ponzoñoso en su interior: la esclavitud y la destrucción. Pero nunca es tarde para volverse hacia la luz. A ser positivo también se aprende. Todo es cuestión de práctica. Al final, reeducando nuestra mente, nos cambiamos a nosotros y nuestra realidad. Ese es mi poder y mi libertad. Lleva tiempo y esfuerzo, pero ¿no es mejor intentarlo y fracasar que compadecerse pusilánimemente?
miércoles, enero 18, 2006
Odios viscerales
Diego y yo estuvimos intentando recordar ayer por qué el inglés y yo nos dejamos de hablar. Me costó un montón recordarlo porque prácticamente había olvidado aquél episodio. De hecho me cuesta saber con claridad qué pasó realmente. Ahora aquello me parece una solemne tontería: una cena de Navidad. El inglés no quería tener una comida "tradicional" en el sentido de ir de tapas, y yo me enfadé por ser tan especial y por querer ir a mesa puesta. Creo que fue así. Desde entonces nos dejamos de hablar y ninguno hizo nada por remediarlo. Por mi parte sólo puedo decir que quizá llevé mi postura al extremo, como suelo hacer siempre que me rayo.
Si lo medito bien, en realidad es un patrón que repito bastante, como si necesitase odiar a alguien para dar emoción a mi vida. Quizá odiar sea un término demasiado fuerte. Una palabra más justa sería detestar, aunque sea un sentimiento bastante intenso en el que me realimento hasta que me sacan de la histéresis. Esto va por fases. De repente le tomo manía a una persona hasta que encuentro otra a quien odiar. Y después como si no hubiese pasado nada. O casi.
Actualmente tengo a dos personas en mi lista negra; tres si incluimos a Gallardón y sus obras de la M-30 (cabronazo), pero casi que no cuenta porque no tengo trato con él. Posiblemente ni sean conscientes de lo poco que las soporto. Con una sé que se me pasará, aunque no me lo está poniendo fácil. Con la otra tengo mis dudas, aunque sé que si hiciera el esfuerzo también lo superaría. Pero no puedo y no sé si quiero. En el fondo tengo muy mala leche.
Ya se sabe el dicho "líbrame de las aguas mansas, señor, que de las bravas ya me libro yo". Una vez me dijeron que yo era así y creo que tenían razón. Más o menos.
Si lo medito bien, en realidad es un patrón que repito bastante, como si necesitase odiar a alguien para dar emoción a mi vida. Quizá odiar sea un término demasiado fuerte. Una palabra más justa sería detestar, aunque sea un sentimiento bastante intenso en el que me realimento hasta que me sacan de la histéresis. Esto va por fases. De repente le tomo manía a una persona hasta que encuentro otra a quien odiar. Y después como si no hubiese pasado nada. O casi.
Actualmente tengo a dos personas en mi lista negra; tres si incluimos a Gallardón y sus obras de la M-30 (cabronazo), pero casi que no cuenta porque no tengo trato con él. Posiblemente ni sean conscientes de lo poco que las soporto. Con una sé que se me pasará, aunque no me lo está poniendo fácil. Con la otra tengo mis dudas, aunque sé que si hiciera el esfuerzo también lo superaría. Pero no puedo y no sé si quiero. En el fondo tengo muy mala leche.
Ya se sabe el dicho "líbrame de las aguas mansas, señor, que de las bravas ya me libro yo". Una vez me dijeron que yo era así y creo que tenían razón. Más o menos.
lunes, enero 16, 2006
Nieve
Esta mañana ha nevado y mi alma se ha llenado de agridulce melancolía. Me encanta la nieve, es tan hermosa y suave; pero me hacen daño los recuerdos que evoca. Ellos me susurran pasajes de mi feliz infancia y de aquella que fui entonces. Todo a mi alrededor es silencio y azul. Podría evadirme fácilmente a mi mundo paralelo; me siento tentada a entrar en él. Pero no debo. No ahora. No hoy. No es conveniente alimentar a mis demonios.
La tierra calla y espera la primavera en su letargo. Hay una hermosa leyenda que dice que Démeter creo la nieve para apaciguar el dolor de las flores por la marcha de Perséfone al reino de Hades. Pero Perséfone, doncella de la primavera, regresaría. Por tanto hay esperanza bajo su manto: la vida que espera a resurgir. Yo también lo espero.
viernes, enero 13, 2006
Supersticiones
Para los supersticiosos hoy es un día fatídico, aunque para mí no es más que un día como otro cualquiera. Lo único malo que tiene el viernes trece es el virus y la saga de cine.
He leído que el mundo sajón asocia este día a la mala suerte porque Jesucristo murió en viernes y porque trece eran los asistentes a la última cena. Para otros es el martes porque éste es el día asociado a Marte, dios de la guerra. Tonterías. Pero sí es cierto que cuando tanta gente reconoce poder a algo, al final acaba teniéndolo a nivel colectivo. También es verdad que si uno no cree en algo, no puede afectarle, ya que sólo nosotros tenemos el poder para decidir qué nos afecta y qué no.
Las supersticiones son una forma de esclavitud al miedo y no son nada agradables. Mi compañero Viru, por ejemplo, vive sometido a ellas. Quizá su cultura gallega le hace ser así.Es curioso ver cómo un hombretón de 50 años (o más) que podría destrozarte de un manotazo se descompone cuando se encuentra con algo "maldito"; va corriendo a la taquilla a por sal y empieza a salmodiar un ritual de protección que empieza por el tradicional "¡Meigas fora!". Mis compañeros, como son tan cabrones, le provocan mucho para reirse. Dicen que el Forero le colocaba una escalera de tijera abierta en la puerta y luego le insultaba para chincharle; el otro salía del cuarto hecho un miura y cuando veía la escalera, salía pitando hacia la taquilla mientras gritaba "Forero, cabrón, cuando termine con el conjuro te mato!" En otra ocasión modificaron la esquela de un periódico poniendo su nombre y se la enseñaron. Y en la comida sé que a veces le ponen el pan boca abajo para provocarle.
Es terrible vivir así. Incluso puede ser peligroso. Dicen que una vez iba el Viru por la M-30 y se cruzó con un coche fúnebre. Y, claro, tuvo que pararse inmediatamante en la cuneta para hacer el ritual.
Gracias a Dios esto no me pasa.
He leído que el mundo sajón asocia este día a la mala suerte porque Jesucristo murió en viernes y porque trece eran los asistentes a la última cena. Para otros es el martes porque éste es el día asociado a Marte, dios de la guerra. Tonterías. Pero sí es cierto que cuando tanta gente reconoce poder a algo, al final acaba teniéndolo a nivel colectivo. También es verdad que si uno no cree en algo, no puede afectarle, ya que sólo nosotros tenemos el poder para decidir qué nos afecta y qué no.
Las supersticiones son una forma de esclavitud al miedo y no son nada agradables. Mi compañero Viru, por ejemplo, vive sometido a ellas. Quizá su cultura gallega le hace ser así.Es curioso ver cómo un hombretón de 50 años (o más) que podría destrozarte de un manotazo se descompone cuando se encuentra con algo "maldito"; va corriendo a la taquilla a por sal y empieza a salmodiar un ritual de protección que empieza por el tradicional "¡Meigas fora!". Mis compañeros, como son tan cabrones, le provocan mucho para reirse. Dicen que el Forero le colocaba una escalera de tijera abierta en la puerta y luego le insultaba para chincharle; el otro salía del cuarto hecho un miura y cuando veía la escalera, salía pitando hacia la taquilla mientras gritaba "Forero, cabrón, cuando termine con el conjuro te mato!" En otra ocasión modificaron la esquela de un periódico poniendo su nombre y se la enseñaron. Y en la comida sé que a veces le ponen el pan boca abajo para provocarle.
Es terrible vivir así. Incluso puede ser peligroso. Dicen que una vez iba el Viru por la M-30 y se cruzó con un coche fúnebre. Y, claro, tuvo que pararse inmediatamante en la cuneta para hacer el ritual.
Gracias a Dios esto no me pasa.
jueves, enero 12, 2006
Cíclope
El pequeño gato cíclope ha muerto. Tan sólo un día ha durado su corta existencia. No tenía muchas esperanzas de vida, quizá sea mejor así. ¿Es él un error de la naturaleza o acaso un experimento? Es igual. Puede que fuera feo, puede que no mereciera vivir, pero al ver su foto he sentido una gran ternura por él y no puedo evitar llorar por su marcha.
miércoles, enero 11, 2006
Esto es un comienzo...
..., pero también es un final. La vida es circular y el final sólo es el principio. Empiezo este blog, pero cierro el que tenía antes. En realidad continúo haciendo lo mismo, pero he cambiado de situación. En cierta forma es una evolución.
Pero sí, siento apego por lo que dejé atrás. Es mi manía de dar alma a las cosas inanimadas y luego siento pena por abandonarlas, siento incluso remordimientos. ¿Acaso no me han regalado un televisor por darme pena que nadie lo quisiera una vez utilizado? Sin embargo, nada de lo que tenemos nos pertence, tan sólo nos acompaña temporalmente. Aunque comprendo el por qué de ese apego, creo que es una forma de mantenernos ligados a la materia. Posiblemente sea hasta un mecanismo de supervivencia de nuestro cuerpo, aunque el hombre está llamado a trascender.
Por eso mismo no entiendo muy bien por qué escribo un blog. Nada de lo que quede escrito permanecerá para siempre. Los pensamientos además no se pueden atar y son volubles como el aire. Supongo que en el fondo es una actividad que me entretiene.
Pero sí, siento apego por lo que dejé atrás. Es mi manía de dar alma a las cosas inanimadas y luego siento pena por abandonarlas, siento incluso remordimientos. ¿Acaso no me han regalado un televisor por darme pena que nadie lo quisiera una vez utilizado? Sin embargo, nada de lo que tenemos nos pertence, tan sólo nos acompaña temporalmente. Aunque comprendo el por qué de ese apego, creo que es una forma de mantenernos ligados a la materia. Posiblemente sea hasta un mecanismo de supervivencia de nuestro cuerpo, aunque el hombre está llamado a trascender.
Por eso mismo no entiendo muy bien por qué escribo un blog. Nada de lo que quede escrito permanecerá para siempre. Los pensamientos además no se pueden atar y son volubles como el aire. Supongo que en el fondo es una actividad que me entretiene.
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