Leo en el diario "Que?" el siguiente titular: "Una empresa de Estados Unidos ya implanta chips a sus empleados". Aun teniendo en cuenta el tufillo sensacionalista que desprende este periódico en general, la noticia no me parece tan inverosímil (sobre todo después de ver el capítulo de CSI de las discotecas). No he podido leer el artículo pero me puedo imaginar de qué trata: el susodicho chip lleva una especie de memoria ROM que identifica a cada persona y
que permite seguir sus movimientos por la empresa. Las empresas lo venden como "seguridad", pero en el fondo "seguridad" no es más que un eufemismo para "control".
Como trabajadora esta medida da miedo y me produce indignación. ¿Es esto legal? ¿No atenta contra la dignidad del individuo? Nos marcan como a borregos y nos tratan como a esclavos. Parecen olvidar que el trabajador es ante todo un ser humano con necesidades y derechos. Parecen olvidar que el trabajo sólo es un medio y no un fin. Parecen olvidar que sin flexibilidad, no hay movimiento, ni flujo.
Pero ¿qué se puede esperar de estos depredadores sin escrúpulos al servicio del dios dinero? Me hace mucha "gracia" leer las premisas de la empresa moderna (que estoy redescubriendo gracias a los cursos del Confemetal que hace Súnico) cuando dicen que el fin de la empresa no es sólo el beneficio. No, si se nota. Se nota mucho en toda la formación,ayudas que tienen los trabajadores, en todos los réditos que devuelven a la sociedad. Se nota mucho tanta inteligencia emocional, tanto coaching, tanto lean management que promulgan los gurús del sector.
Y yo me pregunto ¿qué hacen los sindicatos en estos casos? De esos ya espero poco porque han perdido toda capacidad de lucha, por no decir todos sus principios (no hay más que ver a Paloma Rocasolano, después de que su hija, otra de ideales "firmes", se casara con el príncipe Felipe) ¿Qué hacen los gobiernos? Tampoco espero mucho porque se venden fácilmente a la empresa. Pero lo que realmente me enerva es saber qué hace la sociedad en estos casos: absolutamente nada porque hemos entrado en una inercia peligrosa en la que aceptamos todo sin rechistar, como los borregos que somos.
1 comentario:
No sólo pueden saber dónde estamos, sino que pueden llegar a controlar nuestros actos.
http://enrique.brito.es/blog/archives/122
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