martes, mayo 29, 2007

Adios, querido Genghis

Genghis tenía ya diez años ¿mucho tiempo para un canario? Recuerdo cuando lo compramos en Ribadeo; lo escogimos porque pensábamos que el resto de canarios le agredían. Tenía toda la cabeza pelona y era muy pequeño. Con el tiempo mejoró y se hizo una bola de plumas amarilla muy graciosa. Lo más curioso era su “peinado” estilo fraile. Nada que ver con el nombre que le dimos, Genghis Kahn, demasiado nombre para tan poco bicho; por eso preferíamos llamarle “gordito”.

Me pregunto si sería feliz. No cantaba demasiado, aunque hacía sus gorgoritos en primavera, con la llegada del calor, y, sobre todo, a la hora de la comida para pedir pan, que le volvía loco. En pleno invierno se quedaba en su bañera dentro del agua, como si el frío le gustase. También mordía el papel del periódico del fondo de la jaula, si conseguía llegar a él. En ocasiones le soltábamos a volar por la cocina, pero lo pasaba mal, así que dejamos de hacerlo. Se puso enfermo y las alas se le inutilizaron; ya no pudo volver a subirse a los palos de la jaula. Al menos no pasó el mal trago de conocer a las furrys: habría sido un poco cruel por nuestra parte.La verdad que desde que ellas llegaron a casa, dejé de prestarle atención. Aún así, le echaré de menos.

1 comentario:

Crisis@Madrid dijo...

Yo también echo de menos al "gordito". La verdad es que cuando se fue ni me enteré aunque llevaba dos días echo toda una bolita. De hecho a mi tío le dio la impresión de que no estaba bien e hizo el comentario de "lo mejor que puede hacer es morirse". Y Genghis le hizo caso y se murió en silencio mientras dormía en mi habitación conmigo y con Tuga.

Ni siquiera me percaté de que estaba muerto a la mañana siguiente hasta que mi padre fue a limpiar la jaula. Lo enterramos en El Pardo, en el restaurante del Cristo del Pardo, en la zona de las cabras justo donde hay dos pinos muy grandes (en el de la izquieda).

Siempre me hubiese gustado que uno de sus gorgoritos hubiese terminado en canto.

Un besito para Genghis que seguro que estará en el cielo de los pájaros donde podrá volar libremente y sin preocuparse de no tener patita.

Besitos,
KIKI