Aunque no era mi actor favorito, y tampoco me parecía especialmente atractivo ni interesante (yo y mis gustos), la muerte de Heath Ledger me ha causado impresión. A diario hay muertes más trágicas, de gente más joven incluso; sin embargo, nos afectan mucho menos. ¿La diferencia? El rostro de Ledger es conocido y eso implica cercanía. A los famosos no los conocemos personalmente, pero verlos en la pantalla o en las revistas nos ayuda a crearnos una imagen mental de lo que puede ser vida y, a través de ella, creamos unos vínculos afectivos con el personaje en cuestión. Puede que estos vínculos unidireccionales estén distorsionados, pero no son para nada ficticios. Por eso las noticias relacionadas con ellos nos afectan en mayor o menor medida.
1 comentario:
Mmmm esos gustos tan raros que tienes :P
La verdad es que sí se crear vinculos con los famosos. Acuérdate que lloré cuando se murió Senna en el circuito de Imola.
En fin que somos raritos por sentirnos más cerca de alguien a quien no conocemos que muchas veces de alguien que la "familia"
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