viernes, julio 10, 2009

Viena

Volveré a Viena por tres motivos: trabajo, Hundertwasser y Klimt. Seguramente hay otros muchos, pero estos me parecen los fundamentales. Eso y para darle una segunda oportunidad a la ciudad, que me ha gustado pero no me ha encantado.

En esto tienen mucho que ver mis expectativas, así como el hecho de que después de viajar mucho, todas las ciudades terminan pareciéndose entre sí. Por ese motivo creo que no he visto nada en Viena que no haya visto antes. Me sucedió también con Brujas, que tampoco me resultó tan espectacular después de haber visitado ciudades alemanas semejantes.


Bien pensado esto es una tragedia: he perdido la magia de viajar. Para esto sólo se me ocurren dos soluciones: ampliar mi radio de acción, yendo más allá de la Europa cotidiana, o replegarme al interior de España, que todavía resulta un desconocido para mí.

1 comentario:

Crisis@Madrid dijo...

Cuando quieras nos vamos a conocer la España profunda

¿Te apetecería empezar por Navarra?

Besotes,
KIKI