martes, septiembre 01, 2009

Magnificación kinestésica

Una de las distorsiones cognitivas identificadas es la “Magnificación”, que consiste en exagerar los aspectos negativos y eliminar los positivos. Eso ocurre muchas veces con los sentimientos más dolorosos, a veces expresados con frases y figuras tremendamente exageradas. Lo cierto es que cuando intervienen los sentimientos es difícil ser objetivo. Pero a veces parece que nos regodeamos en nuestras miserias.¿Por qué lo hacemos? Tengo muchas razones, pero una de las más poderosas es la necesidad de llamar la atención de los demás para buscar el cariño o el reforzamiento que necesitamos.

Podríamos pensar que esto no aplica a un blog en el que simplemente nos expresamos para liberarnos. Sin embargo, a diferencia de un diario personal, un blog no deja de tener un componente de exhibicionismo, con la esperanza de que haya alguien que nos lea. Al expresarnos trágicamente buscamos la compasión ajena (o tal vez no), por no decir la nuestra propia. Sin embargo, al mismo tiempo, puede haber personas que se preocupen por nosotros cuando leen nuestras frases dramáticas y puedan no comprender realmente la situación. En ese caso ¿no somos un poco responsables hacia los demás de lo que escribimos? Y en ese caso ¿debemos auto-censurarnos para no causar dolor?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces la magnificación se puede dar incluso sentido inverso, aunque en ese caso resulte peligroso sólo en determinados contextos (objetivar la realidad es algo que parece resultarnos en ocasiones especialmente complicado a los humanos pero una vez más ello debe ser que ello es inherente a nuestra condición).

Independientemente de esto, quiero defender aquí y ahora con pasión que no deberíamos auto-censurarnos bajo ningún concepto cuando expresamos nuestras más íntimas percepciones, por muy subjetivas o aún mudables que pudieran ser. Como tan acertada y sensiblemente has escrito, "nos expresamos para liberarnos" (al menos en muchas ocasiones) y debemos ver esto casi como un derecho. Pensar en el efecto que nuestras palabras pueden provocar en los demás, cuando éstas no tienen una audiencia concreta como es el caso, además de ser un empeño inútil, podría llevar a la parálisis de nuestra expresividad y aún de nuestra emotividad.

¿Exhibicionismo? ¿Sentimiento trágico de la vida? En el fondo me parece que no. Verás. Si caminamos a menudo por tierras de penumbra, ¿no es acaso lícito lanzar señales (desde luego con humildad y sin artificio) para llamar la atención de otros que anhelamos iguales pero tememos inalcanzables? ¿No será mejor mostrarnos vulnerables pero auténticos y recibir como dices algo de ese cariño o reforzamiento al que todo ser humano tiene derecho? ¿No es cierto que lo que llamamos miserias son una parte importante de nuestras vidas tanto como lo son nuestras dichas? Y, por si todo esto no te convence, como lector asiduo de este blog puedo asegurarte para tu tranquilidad (por más que me haya podido identificar tantas veces con tantas cosas) que no he leído nada que me haya causado dolor, sentimiento que nunca debe ser confundido con el noble sentimiento de la compasión (que no es otra cosa que ofrecerse a padecer-con). Por el contrario, sí me dolería que este blog pudiera perder (por este tipo de prevenciones) algo de la valiente espontaneidad, frescura y honradez que me hacen apreciarlo por lo que es y sentirme acompañado a menudo.

Fdo. sharing-dreams

(No sé por qué vienen a mi cabeza versos sueltos de "La poesía es un arma cargada de futuro": "Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren y canto respirando. [...] No es un bello producto. No es un fruto perfecto. [...] Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.")

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

¡Eo!

La verdad es que me parece una reflexión bastante acertada la que planteas. Es ciertoque muchas veces los que tenemos blogs escribimos para llamar un poco la atención; también hay un grandísimo componente de liberalización, muchas veces tratas de sacar la basura fuera a ver si así huele un poco menos dentro.

Pero lo que yo por ejemplo jamás había pensado es en que a lo mejor podemos hacer daño con nuestro porpia autocompasión a otros. no creo que se ami caso peor tú bien sabes que la naturaleza de mi blog podría hacer posible que algo así pasase.

el problema es el dilema que planteas ¿autocensurarnos? ¿limitarnos? buff, difícil solución. Pero soy también un poco de la opinión de esta persona que ha escrito, es mejor no censurarnos; en mi opinión, is nos censuramos en algo así, tarde o temprano ese daño que intentamos evitar encontrará otra forma de salir y entonces puede que incluso haga más daño.

Jo tía, me vas a tener ahora pensando toda la tarde, jajaja.

Un besito

Morrigan dijo...

Gracias a los dos por vuestros posts.
A sharing-dreams quiero darle las gracias especialmente porque intuyo que dejar este comentario te ha costado bastante, así que gracias por la valentía de expresarte.
A ti, Dave, te digo que ciertamente escribí este post después de leer un email tuyo en el que escribías que te preocupaba alguna de las cosas que Crisis y yo habíamos escritos. Siento si esto te hace reflexionar demasiado ;-)
A ambos os digo que no estoy a favor de la auto-censura: éste es mi blog y digo lo que se me antoja y como se me antoja. Aún así el email de Dave me llevó a pensar en las consecuencias de esta libertad de expresión. De todos modos, también creo que la auto-censura es inevitable y que nosotros mismos nos sometemos a ella tanto consciente como inconscientemente. Si me dedicara escribir todo lo que se me pasa por la cabeza...