miércoles, septiembre 08, 2010

One by one

Hoy tenemos una nueva baja. M ha sido despedida. Estaba en mi lista. Ella misma se había incluído en la suya propia. Otro perfil de difícil encaje. Era cuestión de tiempo.
Esto no quita para que sea incómodo y desagradable. La certeza es dura, pero se trata de una cuestión de autoestima más que otra cosa. Afrontar el rechazo y la incertidumbre, aunque permanecer no te aportara nada más.

Como persona cercana, lo siento por ella. Unos días de luto hasta volver a la normalidad. Porque el afectado es el que más sufre, el resto olvidamos y seguimos adelante. La adaptación. La vida continúa y lo hace sin nosotros, sin esperar a nadie.

Aunque en este caso, comparado con el despido de A, el revuelo parece menor. M no se relacionaba demasiado en el departamento, lo justo y necesario, selectivamente. Estaba curtida en el ambiente de consultoría y eso chocaba con el ambiente de instituto del grupo (que parece que vuelve a repuntar). Y, sobre todo, era muy clara, demasiado. Eso hace que su salida sea menos traumática.

Personalmente pierdo a una persona que, sin ser mi amiga del alma, consideraba un foco por su sensatez y su forma de ver las cosas. Nos entendíamos. Ya me quedan menos.

2 comentarios:

Dave The Rake Goldman (bad to the bone) dijo...

¿Se cumplió tu profecía entonces? Bueno, esperemos que no tarde mucho en encontrar otro trabajo.

Respecto al ambiente de instituto, recuerda que en todo instituto al final quien manda es el jefe de estudios y el director... ¿quién sabe si no eres tú ese jefe (jefa) de estudios?

Morrigan dijo...

Se cumplió a medias. Esperaba otro despido antes. Pero esto no es una competición, vamos :-)

M encontrará trabajo, es una persona muy válida. El mayor problema es no haber tenido un rol más definido. Pero tampoco estaba a gusto y estaba buscando marcharse, así que lo mismo le han hecho un favor después de todo. Quizá no es el mejor momento para ser despedido, pero nunca se sabe qué es lo que la vida le depara a uno.

¿Yo jefa de instituto? Soy un TLM (acrónimo de The Last Monkey) más.