domingo, mayo 08, 2011

Lovaina

Mayo se estrenó con un viaje de trabajo a la ciudad belga de Leuven (Lovaina). Es una ciudad pequeñita, pero agradable, sensación aumentada por un espectacular clima que nada tiene que ver con lo habitual en Bélgica. Aunque, la verdad, yo siempre he tenido buen tiempo cuando he viajado a este país.

El casco antiguo prácticamente es el campus de la Universidad Católica de Lovaina. Está lleno de facultades, colleges, y una gran presencia de estudiantes (se estima unos 35K) que hace que la media de la población no parezca superar los 30 años. Para más inri los estudiantes acaban de terminar sus exámenes, así que toda la semana han tenido fiesta y borrachera. Nada que extrañar de una ciudad universitaria, a pesar de que el guía de la oficina de turismo se sentía abochornado del comportamiento de los estudiantes.

Además del ambiente, que me ha hecho volver a lamentar no hacer el Erasmus cuando tuve oportunidad, Leuven es famosa por la cerveza Stella Artois. La brewery está a la salida de la estación de tren y es enorme. No hay ni un sólo bar que no la tenga en barril. Es bastante buena, aunque un poco floja, y lo mejor es que es barata. Debe ser lo único barato en Leuven. Me pregunto cómo pueden sobrevivir los estudiantes allí con semejantes precios.

A mi socia le habría gustado llevarnos de visita a la fábrica, pero las reservas estaban completas. A cambio nos organizó una visita guiada por la ciudad. Muy interesante. Aprendimos algo de historia, algo así como que Lovaina era una zona pantanosa llena de cólera en la edad media que fue prosperando gracias a la presencia de la universidad. Qué curioso que la patrona de la universidad sea la virgen María y que lo celebren el día 2 de febrero, coincidiendo con Imbolc, festividad de la diosa Brígida, patrona de las artes y las ciencias. En fin...Lo mejor fue conocer el Beguinage, una especie de "convento-ciudad" para las mujeres de los cruzados. Es una ciudad dentro de la ciudad, una ciudad aislada del resto, un sitio para perderse.

El hotel también merece una reseña. Estuve alojada en el Biespoort Hotel, un hotel pequeñito a cinco minutos de Grote Markt (o sea el centro de Leuven). Al principio me pareció bastante cutre, pero con el tiempo le fui cogiendo cariño. La señora que nos atendía en el desayuno parecía un ángel del infierno preparada para salir en su Harley-Davidson; estaba como una cabra, pero era muy maja y servicial. Lo malo de los desayunos no era ya que había poca variedad, sino que el salón era por las tardes un pub local. Como en Bélgica está permitido fumar en los bares, por la mañana el humo aún era perceptible y resultaba un poco desagradable.

Esto también lo he vivido en otros locales donde fui a tomar cerveza, como el 't vliegen (buena carta de cervezas). La bofetada de tabaco al entrar es algo increíble. Parece mentira que en tan sólo 6 meses nos hayamos acostumbrado al ambiente libre de humos. Cada vez estoy más contenta de que en España hayan prohibido fumar en los sitios públicos. A ver si se extiende por Europa.

Por lo demás, la estancia estuvo marcada por el trabajo en el proyecto. No es algo de lo que quiera hablar, la verdad. Bastante que ya voy a tener que sufrirlo hasta el próximo mes.

1 comentario:

TimS dijo...

Parece que te había un montón de diversión!