Tras meses de sequía musical parece que muchos de los grupos que más me
gustan se han puesto de acuerdo para venir a Madrid a tocar, todos con
disco nuevo. Eso hace que estos meses de noviembre y diciembre estén
saturados de citas. Obviamente, por motivos de disponibilidad y dinero,
es necesario hacer una selección de los mismos. Otra limitación,
lamentablemente, son mis viajes laborables. Eso ha hecho que me haya
perdido el concierto de Amon Amarth y que tampoco pueda asistir al de Machine Head la próxima semana, cosa que me revienta sobremanera. Por todos estos motivos, este fin de semana tenía hambre de conciertos.
El primero de ellos fue el de Iced Earth el viernes con su nuevo disco "Dystopia". La reciente salida del gran Matt Barlow, dejaba la incóginita sobre el futuro del grupo. Sin embargo, el disco es bastante bueno y el cantante, Stu Block, es todo un portento vocal. Además parece ser un frontman decente. Resultado: un concierto excelente con dos momentos muy especiales: "Damian" y "Dante's Inferno". He de reconocer que no había mirado el setlist antes del concierto, por lo que la primera canción fue toda una sorpresa. La segunda sí era esperada, pero no así el resultado, que fue brutal. Un pedazo de concierto.
Mención especial para los teloneros Fury UKque hicieron un gran trabajo. Eso sí, no pueden sonar más Maiden y eso creo que les puede perjudicar un poco en su carrera.
El sábado tenía una cita con los chicos de In-Extremo y su nuevo album "Sterneneisen". Dave ha hecho una crónica excelente en su blog. Por mi parte sólo decir que lo que me gusta de In-Extremo es que son capaces de variar la
canción original y que encima les quede bien. Así que asistir a sus
conciertos siempre resulta sorprendente.
Fue un concierto muy divertido y disfruté como una enana. No voy a criticar el setlist porque me gustó bastante (aunque echo de menos algunos temas), pero el orden de las canciones sí podría haber sido mejor. Por ejemplo, cerrar con "Stalker" no me pareció muy afortunado. Menos mal que lo arreglaron con los bises y el final "Spielsmannsfluch".
La banda sonó muy bien, quizá porque la acústica de la sala Caracol es mejor que la de Heineken (que por cierto parece que cambia de nombre, pero no me queda claro si a "Marco Aldany" o al antiguo "Arena").
El próximo concierto, Opeth. No sé muy bien por qué voy, ya que no son de mis bandas favoritas, pero quizá me sorprendan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario