Primer concierto del año. Tenía ya ganas tras varios conciertos cancelados por causas diversas, desde un huracán hasta el fallecimiento de un miembro del equipo. Había visto a Korpiklaani ya en el WOA y entonces dieron un concierto muy rápido, festivo y divertido, así que cuando Leti y Kiki comentaron que les gustaría ir al concierto, decidí unirme. También decidió apuntarse Elvis a última hora, cansado de estudiar para su examen del lunes. Eché de menos a Dave, que creo que habría disfrutado mucho.
Eso sí, es la primera vez que voy a un concierto sin escuchar el último disco, ni ver el setlist, y casi sin saber dónde se iba a interpretar. Un desastre. Por eso me sorprendí al ver que había teloneros. Un grupo curioso: Metsatöll. Supuestamente están catalogados como folk-metal, sólo porque llevan instrumentos medievales como (ojo al nombre) el moldpill, una especie de tabla de lavar con cuerdas. Pero a mí me parecieron a ratos bastante más duros de lo que se espera de un grupo así, oscuros incluso. Las letras en estonio, un idioma poco común que aporta algo de exotismo. En general un buen concierto. Creo que voy a escuchar algo de ellos en los próximos días.
Después llegaban Korpiklaani con un sonido mucho más claro y alegre. Al principio hubo algún problema de sonido con la voz (a pesar de las sempiternas pruebas de sonido), que en general se quedó baja durante todo el concierto. El resto sonó muy bien (la sala Caracol casi siempre es una garantía), muy divertidos, excepto por alguna canción que da la sensación de mayor madurez. Muy aclamados en las canciones más conocidas, especialemente el "Wooden Pints", que para mi sorpresa no cerró el concierto; no importó mucho porque las canciones de los bises estuvieron muy bien escogidas. La única pega que les pongo es que interaccionaron poco con el público, en comparación con Metsatöll, que se lo curraron bastante (incluso con frases en un español decente). Eso sí, sacaron a un chico al escenario disfrazado a lo Rob Stark (qué suerte para muchos que estuviéramos en fin de semana de carnaval) que creo que no entendió ni una sola palabra de lo que le decía la banda, pero que se lanzó al público desde el escenario para hacer un poco de crowd-surfing (la gente es tan decidida y confiada...).
En resumen, buen concierto. Yo disfruté mucho, a pesar de que la escayola no me permite hacer grandes cosas (y no sé silbar como las LeKi).
Próximo concierto: Rammstein en Barcelona.
3 comentarios:
Me habría gustado ir, pero como sabes, hay un par de motivos para que me tocase quedarme en casa también :)
Qué extraño lo de la interacción... o bueno, maticemos: es cierto que a excepción de Jonne, el resto se queda bastante quieto; Cane es el que más se movía si acaso, al menos antes. Pero es que Jonne se mueve por diez él sólo.
En fin, lo que son las cosas, de que me invitasen a Holanda a verlos en directo a no verlos en Madrid ni tan siquiera haber escuchado el último disco. Me estoy haciendo mayor :(
Pues yo diría que sí, que Jonne se mueve mucho, pero de verdad que me faltó interacción.
Y ¿cómo es posible semejante evolución de una amistad? ;-)
Jajaja, pues eso, me hago mayor. No sé, hay determinadas cosas que ya no me parecen tan obligadas como antes, como podía ser tener el nuevo cd de Korpiklaani nada más saliera.
Publicar un comentario