lunes, junio 29, 2015

One second

Parece que mañana será un día especial. Además de la conjunción de Júpiter con Venus, se añade un segundo a los relojes para compensar la ralentización de la rotación terreste. Un segundo extra. Una página web preguntaba: ¿qué vas a hacer con con tu segundo extra? Mi respuesta ha sido rápida y poco meditada: dormir. Seguramente ocurrirá así. Sin embargo, la pregunta no es tan banal porque despreciamos la importancia de un segundo.

En un segundo todo puede cambiar:
en un segundo cambiamos de día, de mes, de año, de lustro..
en un segundo comienzan las vacaciones
en un segundo, un chute de balón
en un segundo se enciende la lámpara del salón
en un segundo arranca el motor del coche
en un segundo cesa la lluvia o descarga la tormenta
en un segundo cae un rayo desde el cielo
en un segundo se abre una flor al mundo y germina la semilla
en un segundo siega la hoz el tallo de la espiga
en un segundo nos puede tocar la lotería o podemos encontrar una moneda en la acera
en un segundo podemos tener un accidente de coche
en un segundo golpea el martillo el acero sobre el yunque
en un segundo se bate un record de atletismo
en un segundo se derrumba un castillo de naipes
en un segundo se produce una explosión
en un segundo se produce una reacción en cadena
en un segundo, un brindis al sol
en un segundo recibimos un email
en un segundo se produce una mirada, un guiño, una sonrisa
en un segundo podemos robar un beso
en un segundo nos enamoramos
en un segundo prenden las llamas en mi corazón
en un segundo perdemos una amistad
en un segundo encontramosla respuesta a una pregunta
en un segundo encontramos la iluminación
en un segundo tomamos una decisión
en un segundo el negro se vuelve blanco
en un segundo un escalofrío recorre mi espalda
en un segundo se produce un latido
en un segundo se produce una inspiración
en un segundo morimos
en un segundo, un milagro

El segundo es puntual, y sin embargo a veces un segundo pareciera que durara minutos, como si fuera elástico. ¿Qué ocurriría si en ese segundo el tiempo quedara suspendido para siempre? Bueno , como mi elección ha sido dormir, me convertiría en una especie de "Bella Durmiente", esperando indefinidamente a que un golpe cósmico pusiera en marcha el tiempo, como si de un reloj de cuerda se tratase. O como el pájaro de Murakami. Ojalá estuviera tan segura de que todos los procesos orgánicos se parasen igualmente. Si el destino es la muerte, tendríamos que llegar a él de una manera u otra. No sé si una decadencia es indolora o agónica. Supongo que para esto, como para tantas cosas en la vidas, también es una cuestión de suerte. O de génetica, qué sé yo.

En fin, lo que sé es que "One Second" es una de mis canciones favoritas de "Paradise Lost".



sábado, junio 27, 2015

Bohinj - Bled - Vintgar

Hoy era el día de las recomendaciones de Ales. Ha sido fácil, ya que simplemente bastaba con añadir un lugar a la que era mi idea inicial de turismo en Eslovenia: el lago Bohinj. Es un lago de origen glaciar en los Alpes Julianos, no demasiado distante de Bled, la ciudad que originalmente fue el foco de dichos planes. Esta mañana he visto en Internet que podía ir hasta un lugar llamado Ukanc, donde tomar un cable hacia el monte Vogel y contemplar una panorámica completa del lago. Parecía una buena idea, así que he empezado por esto.

El billete de ida y vuelta costaba 13 EUR, un poco caro para mi gusto. Eslovenia no es precisamente barata en lo que a ocio se refiere. No sólo las atracciones son caras, también hay que pagar bastante por el parking, que no suele ser gratuito. Pero en fin, todo sea por una experiencia única (e ¿irrepetible?).

Desde la estación del Vogel ciertamente había una vista maravillosa del lago y las montañas. Me recordaba a Noruega. Podría haberme quedado horas mirando al valle, pero el tiempo iba en mi contra si quería cumplir con el plan previsto. Dios, qué mal calculo los tiempos para todo. El ascenso también me ha parecido bastante bonito, porque las paredes parecían literalmente tapizadas de árboles (hayas, creo), como si fuese un jardín vertical gigantesco y salvaje. 

Llegados a la cima aparecían varias pistas de esquí cerradas y varias rutas de senderismo. Las rutas tenían buena pinta, pero resultaba inconcebible emprenderlas, no sólo por falta de tiempo, sino por falta de equipamiento para la marcha. Agua tenía, pero comida poca y abrigo menos. 
  

En cambio, me he entretenido con un laberinto marcado en el suelo con piedras. Se supone que los laberintos sirven a varios propósitos. Yo hoy he querido hacerlo sin propósito, ni intención, ni preguntas a resolver. He sacado varias ideas interesantes del recorrido, pero el post no da de sí para explicarlas.

He descendido una hora después. En la cima las nubes amenazaban tormenta, que se ha materializado al llegar junto al coche. Me habría gustado haber pasado un rato más junto al lago, bañarme incluso, pero con la lluvia esa idea no tenía mucho sentido. Entonces he pensado en ir a Bled a comer y decidir cuál sería mi siguiente paso. Una vez más, cambiando los planes sobre la marcha. Supongo que está bien cierta flexibilidad. Total, las cosas nunca me salen como las planeo...

Bled no me ha gustado tanto como esperaba. Es un paraje hermoso y ciertamente merece la pena visitarlo, pero no me ha enamorado. Quizá esperaba más, otra cosa. Y menos turismo. Cada día me gustan menos las comercializaciones turísticas, aunque caigo en ellas como todos. Por ejemplo, mientras buscaba restaurante, he visto las barquitas que llevan a la isla del lago, y me he montado en una. Yo y mis impulsos. Otros 12EUR del ala. Caro, sí, pero el pobre barquero se lo curra llevando a remo una barca llena de pasajeros. 

Y yo sin comer. Una vez leí en una revista sobre las diferentes formas de comer. Según decía, los viajeros comen sólo cuando sienten hambre. Tengo que discrepar: también se sacrifica la comida si hay algo que merece la pena hacer en ese momento, como era mi caso. Afortunadamente llevaba un plátano en el bolso, porque sin tomar nada desde las 8am del desayuno, estaba desfallecida.

El barquero nos ha dado media hora para ver la isla. Más que de sobra. Es bastante pequeña, la iglesia estaba cerrada por una boda, y la tienda de souvenirs no tiene ningún atractivo (¿Cómo puede ser tan sumamente rancia?) Aun así, al regresar a la barca, faltaba la mitad del pasaje. No estoy segura de si los hemos dejado en tierra por llegar tarde o han decidido quedarse para ¿recorrer la isla? El caso es que de repente se ha puesto a llover y he sentido pena por ellos.

Al atracar, diluviaba ya. Corriendo me he metido en un restaurante mexico-italo-esloveno para resguardarme del aguacero, y comer por fin. Por un momento, he tenido un momento de frustración por pensar que la lluvia no me permitiría llegar a la garganta de Vintgar, mi último hito en el plan de hoy. No conocía el lugar, pero sin duda no iba a caminar bajo una tormenta. Estaba tan cansada, que el pequeño demonio de mi hombro me susurraba que regresara a Ljubljana. Casi. Al salir del restaurante seguía lloviendo, pero con menos intensidad y he querido acercarme. Si es que cuando se me mete algo en la cabeza...

Y menos mal, porque es sin duda el lugar que más me ha gustado de todos los que he visto en este viaje. Qué sitio más increíble: qué paredes, qué color de aguas, qué bonito todo. Merecía la pena hacer los 1.5 km bajo la lluvia sólo para disfrutar de tanta belleza.

Al final del paseo oficial, el camino continúa bajando abruptamente hasta llegar al río Radovna. No he podido resistirlo. El camino estaba impracticable por la maleza y, sobre todo, por el suelo mojado. Lo he pensado: "seguro que me caigo". Y efectivamente, he resbalado y me he caído. Gracias a Dios no me he ortigado, aunque creo que tengo la rodilla derecha resentida. Al menos no ha sido una caída tan ridícula como en los Pirineos, la última vez que estuve. La vista desde el río es impresionante, sí. Bien, una recompensa para mi esfuerzo. Una buena forma de cerrar estas mini-vacaciones.

viernes, junio 26, 2015

Postojna - Predjama - Piran

Quería salir a cenar y dar un paso por las calles de Ljubljana, pero estoy tan cansada que he decidido recogerme en el hotel. La proximidad al solsticio también engaña: por la claridad del cielo pareciera que es más pronto, pero ya son las 22:00, y llevo en pie desde las 7:30, conque tampoco es mal plan meterse en la cama y descansar para el día de mañana, que promete ser tan intenso como el de hoy.

Mi plan para este día era muy diferente. Pero Mariano me ha dado tanto la lata estos días con Postojna y Piran, que al final he tenido que hacerle caso. Argentinos...Aunque tenía razón: eran sitios únicos para visitar. Tendré que darle las gracias por sus sugerencias.

Normalmente yo soy más de empezar por el punto más distante e ir acercándome al origen, pero siguiendo las indicaciones de Mariano, me he dirigido primero a Postojna para ver una cueva cárstica. La cueva es realmente impresionante: 4km de galería que se recorren mitad en un tren, mitad a pie. El tren va bastante rápido y pasa muy cerca de la piedra. Por un momento he pensado que me había limado los cuernos en las paredes. Mucho respeto.


Al comenzar, se forman grupos por los idiomas en que se va a hacer la explicación. Yo me he unido al grupo con explicación en inglés, pero sinceramente podría haberme puesto en cualquier otro (italiano, alemán, esloveno), porque la explicación no ha sido nada del otro mundo. Los japos al menos llevaban audioguía...Uno de los problemas que veo es que está demasiado masificado. Había que dejar espacio a los grupos que venían detrás (nosotros éramos el segundo grupo), por lo que hemos avanzado mucho antes de que la explicación diera comienzo. No sé si en todo ese tramo había mucho que comentar.

Debe ser una atracción muy conocida del país, pero además está demasiado comercializada. Para llegar al punto de partida de la visita, hay que pasar por un pasillo de puestos de souvenirs que se extiende por todo el complejo. Venden casi lo mismo en todos. Hay cosas que son simplemente absurdas, como la venta masiva de piedras (que ni siquiera son calizas) y los chubasqueros. A mí me ha sorprendido que hicieran tanto hincapié en ellos, como si fuésemos a meternos en una cortina de agua. Sí, claro, caen gotas de agua (coño, es kárstico), pero de ahí a empaparse uno...Y a menudo precio los chubasqueros...

Gracias a Dios, la cueva se basta por sí sola para captar la atención. Al principio los motivos son un tanto toscos, como si fueran los churretes de los castillos de arena de la playa. Luego en cambio, parecen volverse más luminosas, como si las hubiesen pulido. En este sentido, me ha encantado la galería blanca. El color de las formaciones lo da el material arrastrado por el agua. Blanco significa que es cal pura. Y con la iluminación de la cueva la cal simplemente resplandece. Precioso.

La visita comienza con un ascenso pronunciado a una especie de colina, para después bajar hacia un puente. El puente me ha recordado a ese momento en que Gandalf enfrenta al balrog en Moria. Lo que no esperaba para nada era encontrar un pedazo de río subterráneo y poder ver los "peces humanos" (unas salamandras autóctonas ciegas) sin tener que pasar por el acuario (¿ehhh?) que se han montado.

Tras la cueva, tocaba visita al castillo de Predjama, a 9km de la cueva. El castillo está construido sobre roca y aprovechando el hueco de una cueva en la misma. Es simplemente espectacular. La cueva hace al tiempo de muralla defensiva y de habitáculo, casi como un ala interior del castillo. Además tiene una galería que sale a la parte superior de la cueva, por donde se aprovisionaba Erasmo de Predjama de víveres mientras estuvo asediado por los austriacos. Eso les ayudó a resistir el asedio durante más de un año porque la fortaleza es casi inexpugnable. Todo para terminar muriendo en un retrete. Esto viene a demostrar nuevamente que los insiders son y serán los attackers más dañinos que puedas enfrentar.

En este caso, había audioguía en español. Muy completa, muy interesante. Salvo la descripción de la sala de torturas y la referencia a las psicofonías que los de Discovery Channel grabaron allí. Encima poniendo muñecos e insinuando que las gotas de agua en realidad eran pasos de almas...Qué mal rollo por Dios. Escopeteada he salido de allí.

Y por último Piran. Mariano me había enseñado unas fotos y la ciudad se veía bonita. La ciudad que me ha traído a la cabeza es Lecco, pero podría ser cualquier otra ciudad italiana. Es pura italia.

Al llegar por la tarde (no al mediodía, como estimaba Mariano), todos los aparcamientos del centro estaban completos. He tenido que aparcar en las afueras y caminar hasta la ciudad. Unos 2km de paseo al solano. Qué calor hacía hoy. El parking mencionaba un autobús gratuito, pero sin saber la frecuencia de paso, he preferido no arriesgarme y caminar, aunque tuviera que sufrir un poco.

Nada más bajar aparecía un "paseo marítimo" que no era más que un paseo de cemento que tabica el mar, con escaleras para meterse en el agua. No es mi concepto de playa favorito, pero tiene sus ventajas. Hacía tanto calor que he decidido darme un chapuzón directamente (bueno, dos), antes de llegar a la ciudad. 
El agua muy buena, limpia. Había peces y todo. Casi me resbalo en las escaleras. Eso habría sido un problema, porque fondo no había mucho y estaba todo cubierto de piedras.


Tras secarme un poco, he continuado hasta llegar a Piran. Entonces se me ha ocurrido la "brillante" idea de subir a la muralla y ver las vistas de la ciudad desde las mismas. Joder, casi me deshidrato entre la pendiente, las escaleras de las torres, y el espantoso calor que hacía. Al final, que he tenido que tomarme una cerveza para poder recuperarme un poco. Y qué bien me ha sentado, aunque fuera una pilsener.

Otro chapuzón. Vuelta al coche. Vuelta a Ljubljana. 130km. A esas alturas estaba reventada. Y mira que conducen mal los eslovenos. Lo peor: la entrada a la ciudad. Mola mucho preparar el viaje de ida, como si lo peor fuera no llegar al destino. Pero ¿y el regreso? Joder, he estado más perdida que un gato en un garaje. Y con el móvil sin suficiente batería como para poder usar el navegador de Google. Qué mal rato. Gracias a que la providencia divina me ha metido en la calle principal de casualidad y he podido llegar a mi hotel. Si no, me veo en Austria, totalmente rayada, y llorando como una magdalena.

lunes, junio 22, 2015

Caracoles

Las lluvias de hace unas semanas me descubrieron caracoles en los solares próximos a la oficina. Me da pena que la gente los pise, bien por falta de atención o intencionadamente, así que me dediqué a salvar a los que pude de su fatídico destino, sacándolos de la acera y devolviéndolos a la maleza del solar.
Hoy me encuentro con que han segado y desbrozado el solar. Todas las hierbas han desaparecido y únicamente se ve una higuera en medio del campo. Ignoro si van a construir, porque ni siquiera hay un cartel que lo indique.
Pero yo me pregunto qué ha pasado con los caracoles. Seguramente todos hayan muerto. Y me cuestiono entonces sobre mis acciones: ¿A dónde va ese esfuerzo? Es como si no hubiese servido de nada. De hecho, ¿sirvió la primera vez?

sábado, junio 20, 2015

Paseando por Madrid

Sonia, Alberto y yo nos hemos quedado los últimos en la cata de De Molen. Son las 23:30 y decidimos levantar el sitio. Ellos van a coger la línea 1; yo tendré que andar hasta Quevedo para coger la 2. Hace una noche estupenda: fresca sin ser fría. Una noche para pasear.

Recuerdo mis noches de clase de salsa, cuando salía a las 2a.m. y pasaeaba por los bulevares desde Atocha a Cibeles o Colón. Me encantaban esos paseos nocturnos, difrutando de la soledad y el frescor de la noche. Podría hacer algo parecido esta noche.
Me pongo a andar, despacio, sin prisa. La calle está atestada de terracitas y de gente. Viernes noche. Paso Quevedo, Canal... Poco a poco el gentío y su algarabía van desapareciendo. Quedamos las calles y yo. Bueno, y algún coche que transita. La sensación es muy placentera: es como si el tiempo hubiese quedado suspendido. Nada importa, salvo ese paseo y la suave brisa acariciando mi piel. Mis pensamientos también son suaves, nada obsesivos. Parece como si mi mente hubiese sido abducida por el entorno.
Llego a Cuatro Caminos y me adentro por Bravo Murillo. Creo que podría llegar a casa andando, pero mis piernas rechazan esa idea. Tampoco es que me apetezca mucho adentrarme en La Ventilla. Y así, voy frenando mi ritmo, hasta que pasa un taxi y me monto.

jueves, junio 18, 2015

Grounding

Contaba el guía de la ruta botánica de Sallent que el bosque es un campo de guerra y que la lucha de las plantas es feroz por el recurso más deseado: la luz solar. Pero ahora que estoy acostada sobre un lecho de césped, rodeada de arbustos y árboles, no me parece que bajo mis pies haya un combate encarnizado. Al contrario, todo parece tranquilo, silencioso y pacífico, casi reverencial: la luz se filtra por las hojas de los árboles (komorebi), el polen se recrea en el aire, y se oye el canto del mirlo en una rama próxima. Parecería un picnic de solsticio, si no fuera porque me he dejado la manzana en el coche. Tengo hambre, creo que me he enfriado (la chaqueta también se ha quedado en el maletero), y puede que lleve más de una picadura. Pero todo me da un poco igual.

"Grounding". Es la palabra que he escuchado en mi cabeza al dejar el trabajo. Una buena idea para un día de mierda. ¿Hay algo mejor que no hacer nada en comunión con la naturaleza? No sé si existe una técnica concreta para el grounding, pero me basta con tocar tierra y descargarme. La tierra contiene el agua. El agua son emociones. Y las mías hoy están desbocadas.

Un pensamiento desafortunado: puedes tener el corazón roto, pero la vida sigue. La naturaleza es hermosa, alegre, vital a pesar de tu tristeza. Y creo que en sí eso está bien. En cierto modo, reconforta un poco. No mucho tampoco.

Otro pensamiento desafortunado: he visto a las hormigas con una actividad frenética. Si me quedo lo suficientemente quieta ¿me devorarán?

Sí, mi mente también galopa, pero parece que con el contacto de la tierra se va apaciguando. No sé por qué estas cosas no se me ocurren más a menudo, tan abortagada estoy normalmente. El ibuprofeno también parece estar haciendo efecto. Creo que hoy sería mejor que me acostase pronto y me olvidase de este día. Aún no he decidido qué hacer con la cena, aunque se me apetece comida basura. Sin embargo, me siento algo mejor. Tanto que decido dar un paseo entre los almendros.

lunes, junio 15, 2015

Un milagro de primavera

Gracias a Serrat conocí a Antonio Machado. Su álbum "Dedicado a Antonio Machado, poeta" me acompañó en la infancia. Uno de mis álbumes favoritos. Entre aquellas hermosas canciones, siempre me gustó "A un olmo seco", en particular sus últimos versos:

"Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera."

Su significado sólo pude comprenderlo ampliamente cuando llegué a Literatura.
Entre otras cosas, Machado esperaba el milagro de la vida para su amada Leonor.
Ese milagro jamás llegó. Sin embargo, el olmo reverdecía.

Creo que los milagros ocurren, pero no siempre son los que esperamos, no siempre los reconocemos, no siempre los apreciamos.

El otoño pasado las tormentas desgarraron un árbol en la plaza del aparcamiento.
Afortunadamente sólo destrozó un coche. Puede que estuviera enfermo, cosa que no me extraña, dada la negligencia de los jardineros. A raíz de aquello talaron también otro árbol vecino, para regocijo del portero del garaje, que consideraba que esto le quitaría hojas de barrer. Entiendo su punto de vista, pero no lo comparto. Si no fuera por los árboles, Madrid sería una ciudad inhóspita, árida, un infierno de cemento y cristal.

Ayer pasé junto al tocón tronchado. Se ha convertido en una especie de cenicero improvisado (la gente es tan cerda), pero también se ve cubierto de unas pequeñas ramas verdes que brotan del mismo. Es una gratísima sorpresa. Un milagro de primavera.


La vida siempre encuentra un camino, como si fuera agua.
La vida tiende a preservar la vida.
La vida continua.

sábado, junio 13, 2015

Removiendo el pasado

Noche de Karaoke. Hemos quedado para cenar a las 20h, así que tengo bastante tiempo. Se me ocurre hacer una visita a Pilar y Diego Sr. Hace ya tres años que no nos vemos. Hemos hablado por teléfono alguna vez, pero no es lo mismo que verte cara a cara. 

En mi cabeza surge la voz de "las Arpías", diciéndome que quizá la visita pueda ser contraproducente, como si esto pudiera hacerme sufrir innecesariamente. Está más que superado. Sin embargo pienso en el daño que puedo causar a Pilar y a Diego Sr, obligándoles a recordar el pasado, haciendo que me comparen con ella. En ese instante me arrepiento de mi idea, pero ya es tarde: he llamado a la puerta.

Pilar y Diego Sr me reciben con los brazos abiertos. Por un momento me recuerdan a dos perrillos que se vayan a lanzar sobre mí a cubrirme de lametones de pura alegría. Diego Sr, que siempre fue tan tímido, me abraza con fuerza. Joder, está claro que me quieren mucho, que me extrañan.

Empezamos a sincronizar. Es una charla agradable. Hablamos de mis padres, de mi abuela, de mi sobrino, de la casa del pueblo, del trabajo. De Diego apenas hablamos. A Pilar le gustaría, pero no quiere hacerlo delante de Diego Sr. Mientras preparábamos el café ha hecho algún comentario que da a entender claramente que no la quiere nada. Intento hacerle entender que sería mejor para todos que tratara de aceptarla, pero está cerrada en banda. Está claro que el tiempo no ha pasado para todos a la misma velocidad, que las heridas no han cicatrizado de igual forma. Mal plan.

Se acerca la hora de la cena y tengo que despedirme. Me llevo un libro (Egipto es Pilar) y unos rosquillos de Tarancón (Dios, cuánto tiempo hacía que no los probaba). Estoy llena de la merienda y encima voy a cenar. Creo que hoy no voy a cantar muy bien. Aún así, decido que hoy vamos a cantar "Europa" de Mónica Naranjo. Me parece muy apropiada.

miércoles, junio 10, 2015

Bendita lluvia

Bendita lluvia, por fin te presentas. 
Tu ausencia ha sido sentida, lamentada. ¿Dónde te has metidos estos meses de primavera?
Sé bienvenida, hija pródiga, amiga querida.
Descárgate sobre esta ciudad sedienta y sucia que te espera con anhelo.
Limpia las mugrientas calles y el cargado aire que respiramos.
Apaga la sed de los árboles olvidados por el ayuntamiento y haz que refuljan de verdor.
Mata el calor que me asfixia, me agita, me reseca.
Calma la aridez de mi piel y mucosas con la humedad y el frescor que portas. 
Dame amplios arcoiris que destaquen sobre cielos cenicientos.
Tráeme el siempre agradable olor a tierra mojada mezclado con el aroma de los tilos ahora en flor.
Deja que el viento se acerque a besar mi cara, que revuelva mi cabello, se enrede en mis dedos.
Querida lluvia, ven a mí.
Pero, por favor, no me traigas melancolía. No sé si podría soportar otra emoción más que gestionar en estos momentos.

martes, junio 09, 2015

Vibración

Después de muchísimo tiempo, retomo el blog. Y voy a empezar con un experimento reciente sobre el agua. Me encanta el agua, es mi elemento favorito, con el que más identificada me siento, con el que conecto mejor. Por eso cualquier noticia sobre el agua me llama la atención. Y así he descubierto este experimento.

Masaru Emoto fue un doctor de medicina alternativa que se dedicaba a exponer varios recipientes de agua a palabras, dibujos, música, congelar las muestras, y examinar los patrones resultantes en los cristales de agua. El primer recipiente recibía mensajes positivos y armoniosos, el segundo no recibía ninguno, el tercero se exponía a mensajes negativos. El resultado de las fotografías mostraba cristales perfectos para el primer recipiente, amorfos para el último.

Esto venía a apoyar la teoría de Emoto de que si el pensamiento humano era capaz de afectar al agua de esa manera, el ser humano se veía igualmente condicionado al estar compuesto en un 80% de agua. Creo que también hay algún experimento hecho con arroz para probarlo (incluso me suena de que hayan emitido algo en el noticiario) . La teoría, sin embargo, fue duramente criticada por la comunidad científica, por la ausencia de resultados concluyentes, la escasa ortodoxia de los experimentos, y por un posible sesgo cognitivo de Emoto.

Ahora otro experto en terapias alternativas, David Sereda, ha repetido los experimentos del agua aplicando la frecuencia del sol: 126,22Hz y ha encontrado también patrones armoniosos. Esta agua parece contribuir a mejorar la salud de aquellos sujetos que la han consumido, medido en los parámetros de los análisis de sangre. Esto según Sereda confirma que el agua tendría cierta memoria y consciencia.

Independientemente de la controversia, el experimento nos remite al antiguo principio hermético de vibración, que explica que las diversas manifestaciones de la materia (de la realidad) son el resultado de los diferentes estados vibratorios. El principio se aplica también a la mente y al espíritu. Todo vibra. Y la vibración se transmite. Así pues el agua bien podría recibir la influencia de estas vibraciones y cambiar con las mismas.

El otro tema que me ha encantado es conocer la frecuencia del sol. No sé de qué me sorprendo: una vez escribí sobre los sonidos de los planetas en su movimiento de traslación (no soy capaz de encontrar el dichoso post). En fin, he buscado la frecuencia 126,22 Hz en Google y he encontrado un vídeo con el tono. Es como escuchar ruido blanco. Esto me ha dado una idea: ya que a veces escucho ruido blanco para concentrarme en el trabajo (y para aislarme), podría escuchar esta frecuencia de continuo. No sé, quizá mi mente termine por formar cristales bellos. O quizá mis conexiones neuronales se reconfiguren para mejor. Daño no creo que me haga. No más que la monótona voz de Darío en sus interminables telcos. Claro que Rosa tiene un pitch más agudo y me parece igualmente insoportable.

La segunda idea es buscar las frecuencias de todos los planetas del sistema solar y combinarlas. Así me haría una idea de cómo suena el universo. Esto es un poco más complicado de realizar porque requiere un poco de tiempo por mi parte, algo que no me sobra precisamente.

La tercera idea: durante la búsqueda de la frecuencia solar he descubierto otras frecuencias de referencia. No sé a qué se corresponden, pero me gustaría averiguarlo. Estoy intrigada con los 528Hz.

Y por último: estos experimentos me parecen muy relacionados con la teoría de holosíntesis, que conozco muy tangencialmente. Creo que es hora de revisar los apuntes que Ainoa me pasó. O de quedar con ella y que me vuelva a contar todo. Al menos sacaré una charla interesante con una vieja amiga.