viernes, febrero 12, 2016

Machine Head

Primer concierto del año con Machine Head. El último disco, titulado "Bloodstone & Diamonds", salió en 2014 y pensé que la gira del 2016 estaba asociada al mismo. Pero en realidad el planteamiento de la banda era "An evening with Machine Head", es decir, un encuentro con sus fans, sin teloneros, dos horas de pura música de la banda. He leído también que este año no van a festivales porque no quieren estar con gente que no tienen ni idea de quienes son. Me suena un poco sentimental, pero me parece lícito. Y la verdad que el formato funcionó muy bien. Fue un gran concierto.


Es una pena que no pudiera disfrutarlo al completo porque no llegué muy entonada al mismo. No fue hasta que sonó "Darkness Within" que pude empezar a disfrutarlo. Me encanta esta canción, me pone los pelos de punta. Es una canción muy personal que habla de la redención a través de la música. Me siento muy identificada con ella, a pesar de que mi historia no tiene nada que ver con la de Rob Flynn, y que ambos vivimos la música de maneras diferentes. Él es música y yo simplemente la consumo y me evado con ella.

"So pray to music build a shrine
Worship in these desperate times
Fill your heart with every note
Cherish it and cast afloat
'Cause god is in these clef and tone
Salvation is found alone
Haunted by its melody
Music it will set you free
Let it set you free"

El repertorio estuvo muy bien elegido, aunque eché en falta canciones del "Supercharger". Y me habría encantado que tocasen "None but my own", pero nada. Por otro lado, antes del concierto había mirado algún setlist de conciertos pasados, concretamente el de Santiago. Y no sé, creo que la lista allí fue más larga, o me he liado malamente con las canciones. Me había hecho la ilusión de que sonara "The Blood, the Sweat, the Tears". Cuando llegó "Halo", que cerró el concierto, se me hizo corto, aunque llevábamos las dos horas de concierto. Cerrar con confeti también me sorprendió. Lo he visto en otros conciertos, pero de ellos no me lo esperaba. Fue curioso.

También me interesó la relación del público con la banda. El público estuvo muy entregado, más cuanto más próximo al escenario. Esto es así siempre: estar cerca de la banda y contagiado por el entusiasmo general hace que la comunión sea más fuerte. Pero hay que tener muchas ganas de estar en primera fila en un concierto de Machine Head, ya que promueven los pogos y los mosh pits. Si  ya es difícil ver un concierto apretujado (más siendo bajita), ser zarandeado de un lado a otro es horrible. Al menos para mí. Por eso siempre busco lugares altos, alejados del meollo, donde pueda disfrutar tranquilamente del concierto.

En esta ocasión, desde mi posición tenía una visión excepcional de toda la sala, y de las primeras filas. Es divertido ver cómo se forman los mosh pits. La teoría es sencilla: todos corriendo en sentido antihorario al tiempo. Sin embargo, cuesta mucho que la gente se organice y el círculo se consolide. No sé si es falta de experiencia o que es complicado crear el hueco para el círculo, un hueco suficientemente amplio para que el  mosh pit sea notable. Pero a veces surge y en esos momentos tiene algo de trascendental: cómo del caos surge el orden, y cómo el orden vuelve a diluirse en el caos. También me intriga cómo surge el propio círculo. A veces es el propio cantante quien lo pide: "circle pit", pero otras aparece espontáneamente. ¿Cómo se organizan ahí? Es fascinante.

Siempre es un placer ver a Machine Head. Siempre hacen buenos conciertos. Algún monólogo de Rob podría ser más corto, pero también es una forma de enganchar con el público, cosa que también criticamos a los que no interaccionan en absoluto, o no saben cómo hacerlo.

Y poco más que contar.  Muchísimas medidas de seguridad a la entrada. Yo llevaba por casualidad unos snacks de frutas confitadas en el bolso. El guardia me dijo que estaba prohibido pasar comida, pero le debí dar pena y me los dejó. Una suerte porque baratos no eran.
Dentro hacía bastante frío. Donde yo estaba no había mucha gente y se notaba más fresco. Además, la moqueta estaba mojada.
En La Riviera sigue estando la dichosa palmerita de marras. ¿Cuándo la quitarán?

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